Por Eliyahu BaYonah
ben Yossef
Algunos judíos acostumbran salir de sus
hogares con sus
Talit puestos camino
a la Sinagoga.
La mayoría prefieren una vez vaya a
comenzar el servicio
colocarse su Tallit.
La mayoría posee su
propio Talit.
Otros pueden usar taliyot que se encuentran
bien a la entrada
del recinto sagrado
o adentro en algún
compartimento
especial para
guardar estas
prendas.
Ya dijimos antes que también a la entrada
de las sinagogas se
disponen de
recipientes con
kipot -plural de
kipa-, los cuales
pueden ser usados
por los visitantes y
dejarlos en el mismo
lugar una vez el
servicio haya
concluido.
Aunque algunos optan por “prestarse” una
kipa para la próxima
visita y no la
retornan. Lo
importante es que
traten con santidad
y reverencia cada
uno de los elementos
que se disponen para
el servicio a
Hashem.
Los tefilim son mucho mas difíciles de
conseguir gratis ya
que son mucho mas
caros que los
Taliyot y solo se
usan en el servicio
matutino.
El Talit nos recuerda la orden dada por
Hakadosh Barujú y
que reposa en el
Libro de Bemidbar
-Números- en el Cap.
15 del versículo 37
al 41: “Hashem le
habló a Moshe,
diciendo: Diles a
los Hijos de Israel
que se hagan Tzitzit
en las puntas de sus
vestimentas en todas
sus generaciones y
que en cada punta
incluyan un hilo de
lana turquesa.
Esos serán los Tzitzit de ustedes y cuando
los miren recordarán
todos los
mandamientos de
Hashem y los
cumplirán.
Así no irán tras los deseos de su corazón y
de sus ojos, en pos
de los cuales
ustedes se desvían.
Así se acordarán y cumplirán todos Mis
mandamientos y
estarán consagrados
al Elokim de
ustedes. Yo soy
Hashem, Elokim de
ustedes.
Así pues, la orden fue dada a todos los
hijos de Israel para
cumplir el
mandamientos por
todas las
generaciones; desde
la época de la Edad
de Piedra hasta la
Era actual de la
cibernética y mas
adelante.
Este mandamiento no ha cesado de cumplirse.
Este mandamiento fue diseñado por Hakadosh
Barujú para que se
usara en el manto
con el cual se
cubrían los judíos
del Medio Oriente.
Dicho manto es de cuatro lados, o sea un
rectángulo con el
cual, cuando les
tomaba la noche en
el desierto o en la
selva, ellos se
arropaban con el
manto.
Aquí entonces Hashem ordena que se le abran
cuatro agujeros al
manto y que se
cuelguen unos hilos
y adicionalmente uno
de esos hilos debe
llevar un entintado
de color azul.
Esta costumbre se desarrolló hasta tiempos
antiguos pero
actualmente no se
tiene la seguridad
de si el color azul
que se usa para
entintar el hilo
central de los
Tzitziyot sea el
correcto.
Se cree que es el producto de una tinta que
produce un molusco
llamado Jilazón y
actualmente algunos
judíos están
volviendo a usar
este color para
fabricar sus
Tzitziyot conforme a
la ordenanza de
Hakadosh Barujú.
De la misma manera, el cumplimiento de esta
mitzvá no se efectuó
durante mucho tiempo
ya que los hombres
dejaron de vestir el
manto al cual estaba
ajustada la orden de
Hashem.
Fue así como nuestros sabios animaron a los
judíos a hacerse una
vestimenta que
buscara la manera de
cumplir con la
mitzvá. Así resultó
el Talit que hoy
conocemos.
Los Tzitzit constan de 8 hilos y 5 nudos.
Aunque realmente son
cuatro hilos que se
doblan por la mitad
y conforman 8 hilos;
esto porque se
introducen los 4
hilos por el hueco
de la tela y al
hacerle las vueltas
y los nudos quedan
formados 8 hilos.
El hilo central de color azul es mas largo
para lograr darle
repetidas vueltas a
los demás hilos
formando los 5 nudos
que ya dije.
Cabalísticamente y basados en la Gematria
encontramos que la
palabra Tzitzit
equivale al número
600. Al sumar las
cifras aquí
presentes: los 8
hilos, los 5 nudos y
el número 600 de la
palabra Tzitzit nos
da un total de 613
que es el total de
mandamientos que
Hashem nos dio por
medio de la Torá.
Hay dos manera de elaborar los Tzitzit: la
manera asquenazí y
la manera sefardita.
La manera Sefardita difiere porque al dar
cada vuelta con el
hilo central
adicionalmente se
hace un pequeño
nudito, como una
jorobita y así da la
apariencia como si
fuera una pequeña
escalerita desde
abajo hasta arriba
en los Tzitzit.
Conocemos dos tipos de Talit. El Talit
Gadol -grande- y el
Talit katán
-pequeño-.
El Talit Gadol es el manto de oración
propiamente dicho y
explicado al cual le
cuelgan los
Tzitziyot.
El Talit Katán es el que se coloca dentro
de nuestras
vestimentas, de la
misma manera como
nos cubrimos con una
camiseta interior.
Este es elaborado en
forma rectangular y
con un hueco en la
mitad para
introducir la
cabeza.
Este se lleva todos los dias de la semana
excepto Shabat y Yom
Tovim.
La costumbre asquenazí permite que los
hombres saquen por
fuera de sus
pantalones los
cuatro Tzitziyot y
queden visibles y
colgando sobre la
correa.
Es decir, el Talit katán va después de la
camisa y los
Tzitziyot salen.
La costumbre sefardita no permite que los
hombres dejen
visibles los
Tzitziyot.
En ambos casos, asquenazí y sefardita, no
se permite que un
judío deje sus
Tzitziyot visibles
cuando entra a un
cementerio por
respeto a quien ya
no hacen parte de
este mundo y no
pueden cumplir con
esta mitzvá.
Ello para no sentirse superior a los
muertos vistiendo un
elemento que ellos
ya no pueden
portarlo.
Generalmente, el Tallit es usado por los
hombres para cada
servicio de la
sinagoga en la
mañana del Shabat y
dias de semana.
La excepción se hace en Tisha BeAv. No se
usa en la tarde ni
menos en la noche,
excepto durante el
servicio de la tarde
de Tisha BeAv (al
terminar Tisha BeAv)
y en la noche de Yom
Kipur.
Si al entrar a la sinagoga se percibe que
un varón judío no
está usando Talit,
eso quiere decir que
el joven es soltero.
Esta costumbre es común dentro de los
asquenazí. Los
varones solo usan
Talit hasta después
de casarse.
La excepción es hecha cuando este joven o
niño es llamado a la
bimá a cumplir con
alguna de las
obligaciones de un
servicio, sea a
hacer una Aliyá de
la Torá o si es
llamado a presidir
un servicio o a
liderar alguno de
los cánticos usados
en un servicio.
Queda claro que el uso del Talit Katán si
es para todos los
judíos desde que
nacen, niños,
jóvenes y adultos.
COLOCANDOSE EL TALIT
Para colocarse el Talit primero se toma y
se besa en alguna de
las esquinas o en la
corona que va a
cubrir el cuello. Se
abre completamente y
se lo coloca desde
el lado derecho
hacia el lado
izquierdo, así como
si se colocara una
capa.
Para quitárselo se lo hace inverso, del
lado izquierdo al
derecho. Al
colocarse el Talit
se declara una
bendición que dice:
Baruj atá Adonai Elojenu Melek haOlam,
asher kideshanu
bemitzvotav,
vetzivanu lehitatef
betzitzit.
Bendito Eres Hashem, nuestro Dios, Rey
del universo que nos
has santificado con
tus mandamientos y
nos has ordenado
envolvernos en el
Tzitzit.
Algunos se cubren totalmente la cabeza para
evitar
interrupciones.
La costumbre Sefardita indica que al
colocarse el Talit
cubriéndose la
cabeza primero, las
partes laterales del
Talit se recojan
hacia los hombros;
se toma todo el lado
derecho y se tira
hacia el hombro
izquierdo y asimismo
se toma el lado
izquierdo, hacia el
lado del corazon y
se tira sobre el
mismo hombre
izquierdo, quedando
los dos lados por un
momento juntos sobre
el hombro y luego se
sueltan sobre todo
el cuerpo.
Si alguien dentro del servicio presta un
Talit para usarlo
por un momento, no
se debe recitar la
bendición que ya
previamente el
propietario haya
hecho.
Tampoco cuando se retorna el Talit a su
dueño éste debe
hacer de nuevo una
bendición sobre el
Talit.
El Talit se debe quitar cuando se entra a
los baños. Si
alguien necesita
entrar a los
sanitarios, se debe
quitar el Talit y
colocarlo en algún
lugar apropiado
antes de entrar el.
Cuando se sale se vuelve y se coloca sin
recitar la
bendición.
Generalmente, al frente de la puerta de los
baños en las
sinagogas existen
unas manijas o
elementos que son
usados para dejar
allí los Taliyot
mientras las
personas se
encuentran haciendo
sus necesidades
adentro.
Nota del Editor:
Para mis explicaciones anteriores me he basado en lo escrito por el grán
Rabino Hayim Halevi Donin en su obra "To Pray as a Jew" y en apartes de la
Torá y la Mishná.