Por Eliyahu BaYonah
ben Yossef
Cualquier persona que no crea en el Mesías
o que no espere su
venida, vale decir,
el que pierda la
esperanza, niega no
solamente a los
profetas, sino
también a la Torá de
Moisés nuestro
Maestro, porque la
Torá da testimonio
de El.
Eso es lo que dice Rambam, nuestro
maestro Rabí Moshe
Ben Maimón o mejor
conocido como
Maimonides.
Esta creencia la tenemos establecida como
uno de los 13
principios de la fe
de un judío
enumerados por
Rambam, como dice:
“Yo creo con absoluta fe en la venida del
Mesías, y aun cuando
pueda tardar
esperaré por él cada
día sabiendo que
vendrá”
Ani ma’amin, ani ma’amin beemuna sh’ley
mabviat hamashiah.
Aah v’af al pi
sh’yit mameyha ani
ma’amin im kolze ani
ma’amin.
La mayoría de los profetas hacen referencia
al Mesías y
particularmente
sobre la redención
final del pueblo
judío.
Así lo encontramos en Isaías, Jeremías,
Ezequiel, Obadía y
Zacarías.
ASI DICE LA GEMARA
Dice la Tanaj: “En aquel tiempo, dice
Hashem, sacarán de
sus sepulturas los
huesos de los reyes
de Judá, y los
huesos de sus
príncipes, y los
huesos de sus
sacerdotes, y los
huesos de los
profetas, y los
huesos de los
moradores de
Jerusalén; y los
esparcirán al sol, y
a la luna, y a todo
el ejército del
cielo; cosas que
ellos amaron, y a
las que sirvieron, y
en pos de las cuales
anduvieron, y a
quienes consultaron,
y ante las cuales se
postraron…”, dice
Jeremías (8:1-2).
Así la Gemará inicia una larga discusión
acerca del Mesías.
Uno de los principios fundamentales sobre
la aparición del
Mesías es que el
pueblo judío
obtendría su propia
independencia cuando
un descendiente de
la casta real de
David HaMelej
reestablecería la
dinastía Davídica
sobre todo Israel;
así, bajo su
liderazgo el Templo
será reconstruido,
los judíos volverán
a Eretz Israel y
todas las leyes de
la Torá se
restaurarán a su
antiguo nivel de
observancia, como se
hacía en los tiempos
pasados.
Así lo expresa Rambam en Hil. Melachim 11:1
El Rey Mesías será mucho más sabio que el
rey Salomón y un
profeta cuya
grandeza se acercará
a la de Moisés
nuestro Maestro.
Este Rey Mesías le enseñará al mundo -no lo
obligará so pena de
mandarlo a los
infiernos si no cree
en él- el camino de
Dios.
Así, El inspirará a toda la humanidad a
adorar a Dios
juntos, judíos y
gentiles. Entendamos
como gentiles a
todos aquellos que
son creyentes en
Dios pero que no son
judíos.
Conforme lo manifiesta Rambam, durante la
era mesiánica no
habrá ni hambre ni
guerras, ni celos ni
competencia.
Dios concederá tal abundancia, que será
posible adquirir
para uno los medios
de vida con un
mínimo esfuerzo.
De esa manera, la ocupación del mundo
entero estará
enfocada en adquirir
el conocimiento de
Dios.
MASHIAJ BEN NAFLI
Rabí Nachman preguntó: “Has oído cuándo
vendrá Bar Nafli”.
Rabí Yitzjak le
responde: “Quién es
Bar Nafli?”. Rabí
Nachman de replica:
“El Mesías”.
Entonces Rabí
Yitzjak le replica:
“¿ Llamas tú Bar
Nafli al Mesías?”.
Rabí Nachman le responde: “Porque está
escrito: En aquel
día Yo estableceré
el tabernáculo de
David que esta caído
-hanofelet”
Por qué se le llama Bar Nafli? Porque Bar
Nafli significa
“hijo del caído”.
De esa manera, Dios enviará al Mesías para
restablecer el
tabernáculo caído de
la dinastía
Davídica.
Como lo afirma el profeta Amós: “En aquel
día Yo levantaré el
tabernáculo caído de
David”.Cuando se le
da al Mesías el
nombre de Bar Nahali
-el Hijo del Caído-
o vale decir, el
Hijo del Reino caído
de David, la Gemará
establece que deberá
seguir existiendo
una continuidad en
la Dinastía
Davídica.
De esa manera, el Mesías no establecerá una
nueva Dinastía, sino
que restaurará la
que actualmente esta
derrumbada.
Es por ello que el verso se refiere a la
monarquía de David
como a “Suka” ,
cuando dice en
hebreo “Et sukat
David hanofelet” -La
Suka de David esta
caída-, en vez de
haberse referido
como a “Et beth
David hanofelet” -la
Casa de David esta
caída- que sería el
término mas común
cuando se refiere a
asuntos relacionados
con Dinastía.
Por qué la diferencia en los dos términos?
Porque cuando una
casa colapsa todo lo
que hacía parte de
la vivienda queda
arruinado y es
necesario usar
nuevos elementos
-tejas, ladrillos,
maderos, etc- para
levantar la casa de
nuevo.
Pero cuando una Suka se cae, la estructura
original de la Suka
es usada otra vez
para construir de
nuevo la Suka que se
cayó.
Por eso el Rambam escribe: “El Rey
mesiánico se
levantará y
restaurará la
monarquía de David a
su anterior estado,
a su dominio
original” (Hil.
Melachim 11:1)
QUÉ NOS DICE LA KABALA?
Ahora bien, mirándolo cabalísticamente,
Anaf Yosef y Ben
Yehoyada nos enseñan
que Bar Nafli tiene
el mismo valor
numérico -372- que
Bar Yishai -el Hijo
de Isaí-, o sea
David.
Pero ahora veamos la parte opuesta. Aruj
laNer sugiere que
Rabí Yitzjak usó el
término Bar Nafli
como opuesto al
Mesías, ya que el no
solamente estaba
preguntando cuándo
el Mesías iba a
venir, sino que
estaba cuestionando
cuán bajo el pueblo
iba a caer antes de
que el Mesías
apareciera.
Rabí Yitzjak le dijo al Rabí Nachman: “Esto
es lo que Rabí
Yohanan dijo: En la
generación cuando el
Hijo de David -el
Mesías- venga, el
número de eruditos
de la Torá
disminuirá. Y para
el resto de la
gente, sus ojos se
desgastarán debido
al dolor y a la
ansiedad. Numerosos
padecimientos y
crueles decretos
aparecerán de nuevo.
Antes de que la
primera tribulación
pase, una segunda no
demorará en
aparecer”
Que nos enseña esto? Que antes de que
aparezca el Mesías
ocurrirán graves
sucesos, terribles
sufrimientos.
Los justos morirán antes y ellos no
soportarán estos
sufrimientos.
En este punto no cabe la apreciación de
otras religiones que
arguyen que los
justos vayan a ser
raptados al cielo o
cosa semejante.
Simplemente ellos no
vivirán para verlo
ni para sufrirlo.
Además, todas estas tribulaciones y
duros decretos no se
impondrán mientras
los justos estén
vivos y protegiendo
a su pueblo,
conforme lo indica
Iyun Yakov.
Cuando se dice que los ojos se desgastarán
se refiere a los
anhelos de una
persona durante un
largo periodo de
tiempo pero que al
final solo encuentra
frustración. Así, la
gente anhelará un
alivio a sus
sufrimientos pero
ningún alivio va a
encontrar.
ANTES DE LA LLEGADA DEL MASHIAJ
Nuestros sabios describen al período antes
de la aparición del
Mesías como “los
dolores del parto
del Mesías” -Jabelei
Mashiah-.
Esto significa que el pueblo judío pasará
por un periodo
similar a una mujer
antes de que vaya a
tener el parto de su
hijo.
De acuerdo a lo que estudiaremos en la
Gemará, manifiesta
que si es necesario,
el pueblo Judío será
forzado a
arrepentirse antes
de que el Mesías
venga.
Arrepentirse de qué? Arrepentirse de sus
malos caminos lejos
de la Torá, lejos de
Hakadosh Barujú.
De esta manera, el propósito de “los
dolores del parto”
es con el objeto de
forzar a los judíos
a que se den cuenta
de que su única
esperanza radica en
el Padre que está en
los cielos y que por
lo tanto deben
arrepentirse para
ser dignos de
obtener su
salvación.
Por su parte, Isaac Abarbanel nos muestra
que cada una de
estas tribulaciones
enumeradas en la
Gemará son opuestas
a los fenómenos
particulares que
ocurrirán después de
que el Mesías venga;
por ejemplo, tiene
en cuenta a lo que
dice Isaías “Y toda
la tierra será llena
del conocimiento de
Dios” (Is. 11:9)
SEÑALES QUE INDICAN EL ARRIBO DEL
MESIAS
No es nada fácil acertar en el significado
de los aspectos
relacionados con
este asunto que
encontramos en la
Gemará.
Encontramos muchos comentarios ampliamente
diferentes los unos
de los otros, como
los veremos mas
adelante.
De todos estos, estudiaremos
particularmente a
Rashi, a Yad Ramá y
Maharsha.Es
importante notar que
si los factores
cambian también
cambiarán las
condiciones para el
arribo del Mesías.
Así las cosas, el Rambam nota que “Todos
estos asuntos y lo
que se relaciona a
ellos nadie los
conoce cómo
sucederán hasta que
ellos pasen. Porque
todas estas cosas
han sido dejadas
codificadas por los
profetas. Tampoco
los Sabios tienen
alguna tradición en
estos asuntos. En
vez de eso, ellos
los discuten basados
en los matices de
los versos y es así
como enfrentan
disputas en dichas
materias. De todos
modos, el orden en
que todos estos
eventos vayan a
ocurrir y sus
detalles no son un
principio
fundamental de la
religión. Una
persona no se debe
ocupar en las
palabras de las
agadot concerniente
a este asunto, ni
gastar excesivamente
su tiempo estudiando
midrashim en estos y
asuntos similares y
no los debe tomar
como asuntos de
primer orden. Porque
ellos no llevan a
amar a Dios ni a
temer a Dios… en vez
de eso, la persona
debe esperar y
mantener su creencia
en el aspecto
general de esta
materia…” (Hil.
Melajim 12:2)
LOS SIETE AÑOS
Tenemos una Baraita que nos describe un
periodo de siete
años que precede al
arribo del Mesías:
Los Rabinos enseñaron en una Baraita: El
ciclo de siete años
cuando el Hijo de
David venga, en el
primer año este
verso será cumplido:
Yo traeré lluvia en
una ciudad y en una
ciudad no traeré
lluvia.
En el segundo año las flechas de la
hambruna se
enviarán.
En el tercer año habrá una gran hambruna;
hombres, mujeres y
niños perecerán,
gente piadosa y
pueblo de buenas
obras y la Torá será
olvidada por sus
estudiantes.
En el cuarto año habrá suficiencia pero no
suficiente.
En el quinto año habrá una gran suficiencia
y la gente podrá
comer y beber y
regocijarse y la
Torá volverá a sus
estudiantes.
En el sexto año serán guerras.
Y tras siete años el Hijo de David
aparecerá.
Nota del Editor:
Para mis explicaciones anteriores me he basado en lo escrito por el grán
Rabino Hayim Halevi Donin en su obra "To Pray as a Jew" y en apartes de la
Torá y la Mishná.