Bereshit - Genesis - Capitulo 50
Sefer Torah. © Eliyahu BaYona
BERESHIT- GENESIS - En el
Principio
CAPITULO 50
(fonética sefaradí)
50:1 Y cayó José sobre el rostro
de su padre y lloró sobre él, y
le besó.
Vayipol Yosef al-peney aviv
vayevk alav vayishak-lo.
50:2 Y mandó José a sus siervos,
los médicos, que embalsamaran a
su padre, y embalsamaron los
médicos a Israel.
Vayetsav Yosef et-avadav
et-harofim lajanot et-aviv
vayajantu harof'im et-Yisra'el.
50:3 Y cumplieron con él
cuarenta días; porque así solían
cumplirse los días del
embalsamamiento; y lo lloraron
los egipcios setenta días.
Vayimle'u-lo arba'im yom ki ken
yimle'u yemey hajanutim vayivku
oto Mitsrayim shiv'im yom.
50:4 Y cuando hubieron pasado
los días del llanto por él,
habló José a la casa del Faraón
diciendo: Si es que he hallado
gracia a vuestros ojos, os ruego
que habléis en presencia del
Faraón, diciendo:
Vaya'avru yemey vejito vayedaber
Yosef el-beyt Par'oh lemor im-na
matsati jen be'eyneyjem
daberu-na be'ozney Far'oh lemor.
50:5 "Mi padre me juramentó,
diciendo: He aquí que yo muero;
en la sepultura que excavé para
mí en la tierra de Canaán, allí
me has de enterrar". Ahora pues,
permite que suba y sepulte a mi
padre, y vuelva.
Avi hishbi'ani lemor hineh anoji
met bekivri asher kariti li
be'erets Kena'an shamah
tikbereni ve'atah e'eleh-na
ve'ekberah et-avi ve'ashuvah.
50:6 Y respondió el Faraón: Sube
y sepulta a tu padre como él te
juramentó.
Vayomer Par'oh aleh ukvor
et-avija ka'asher hishbi'eja.
50:7 Y subió José para enterrar
a su padre; y subieron con él
todos los siervos del Faraón,
los ancianos de su casa, y todos
los ancianos de la tierra de
Egipto;
Vaya'al Yosef likbor et-aviv
vaya'alu ito kol-avdey Far'oh
zikney veyto vejol-zikney
erets-Mitsrayim.
50:8 y toda la casa de José con
sus hermanos, y la casa de su
padre; solamente a sus
criaturas, y su ganado menor y
su ganado mayor dejaron en la
tierra de Góshen.
Vejol beyt Yosef ve'ejav uveyt
aviv rak tapam vetsonam uvekaram
azvu be'erets Goshen.
50:9 Subieron también con él
carros y gente de a caballo; y
era el cortejo muy grande.
Vaya'al imo gam-rejev
gam-parashim vayehi hamajaneh
kaved me'od.
50:10 Y llegaron a la era de
Atad, que esta al otro lado del
Jordán; allí hicieron duelo con
grande y muy dolorosa
lamentación; e hizo José por su
padre duelo de siete días.
Vayavo'u ad-Goren ha'Atad asher
be'ever haYarden vayispedu sham
misped gadol vejaved me'od
vaya'as le'aviv evel shiv'at
yamim.
50:11 Y cuando vieron los
cananeos, habitantes de la
tierra, el duelo en la era de
Atad, dijeron: Duelo muy
doloroso es éste para los
egipcios; por tanto se le puso
el nombre de Avel-Mitzráyim (el
luto de Egipto) al lugar que
está de la otra parte del
Jordán.
Vayar yoshev ha'arets haKna'ani
et-ha'evel beGoren ha'Atad
vayomru evel-kaved zeh
le-Mitsrayim al-ken kara shemah
avel Mitsrayim asher be'ever
haYarden.
50:12 E hicieron sus hijos con
el según les había mandado;
Vaya'asu vanav lo ken ka'asher
tsivam.
50:13 y lo llevaron sus hijos a
la tierra de Canaán, y lo
sepultaron en la cueva del campo
de Majpelá, campo que compró
Abraham, para posesión de
sepultura, de Efrón el hiteo,
enfrente de Mamré.
Vayis'u oto vanav artsah Kena'an
vayikberu oto bimearat sdeh
haMajpelah asher kanah Avraham
et-hasadeh la'ajuzat-kever me'et
Efron haJiti al-peney Mamre.
50:14 Y después de haber
sepultado a su padre, volvió
José a Egipto, (1) él y sus
hermanos, y todos los que habían
subido con él al entierro de su
padre.
Vayashov Yosef Mitsraymah hu
ve'ejav vejol-ha'olim ito likbor
et-aviv ajarey kovro et-aviv.
50:15 Y viendo los hermanos de
José que había muerto su padre,
dijeron: Quizá nos aborrecerá
José y nos devolverá todo el mal
que nosotros le hicimos.
Vayir'u ajey-Yosef ki-met avihem
vayomru lu yistemenu Yosef
vehashev yashiv lanu et
kol-hara'ah asher gamalnu oto.
50:16 Y mandaron decir a José:
Tu padre ordenó antes de su
muerte, diciendo:
Vayetsavu el-Yosef lemor avija
tsivah lifney moto lemor.
50:17 Así diréis a José:
"Perdona, a mi ruego, el delito
de tus hermanos y su pecado,
porque mal te pagaron." Ahora
pues, perdona, te rogamos, el
delito de los siervos del Dios
de tu padre. Y lloraba José
mientras hablaban con él.
Koh-tomru le-Yosef ana sa na
pesha ajeyja vejatatam ki-ra'ah
gemaluja ve'atah sa na lefesha
avdey Elohey avija vayevk Yosef
bedabram elav.
50:18 Y vinieron sus hermanos y
cayeron delante de su rostro, y
decían: ¡Henos aquí por siervos
tuyos!
Vayelju gam-ejav vayiplu lefanav
vayomeru hinenu leja la'avadim.
50:19 Y José les dijo: No
temáis, pues ¿estoy yo acaso en
lugar de Dios?
Vayomer alehem Yosef al-tira'u
ki hatajat Elohim ani.
50:20 Vosotros pensasteis contra
mí el mal, pero Dios lo pensó
para bien, a fin de hacer lo que
hoy se ve, a fin de dar vida a
mucha gente.
Ve'atem jashavtem alay ra'ah
Elohim jashavah letovah lema'an
asoh kayom hazeh lehajayot
am-rav.
50:21 Séptima Lectura
Ahora pues, no temáis, yo os
sustentaré a vosotros y a
vuestras familias. Así les
consoló, hablándoles al corazón.
Ve'atah al-tira'u anoji ajalkel
etjem ve'et-tapjem vayenajem
otam vayedaber al-libam.
50:22 Y habitó José en Egipto,
él y la casa de su padre. Y
vivió José ciento diez años.
Vayeshev Yosef beMitsrayim hu
uveyt aviv vayeji Yosef me'ah
va'eser shanim.
50:23 Ultima Lectura
Y José vio a los hijos de Efraín
hasta la tercera generación;
también los hijos de Majir, hijo
de Manasé, fueron criados sobre
las rodillas de José.
Vayar Yosef le-Efrayim bney
Shileshim gam beney Majir
ben-Menasheh yuldu al-birkey
Yosef.
50:24 Y José dijo a sus
hermanos: Yo me muero; mas Dios
de seguro os visitará, y os hará
subir de esta tierra a la tierra
que tiene jurada a Abraham, a
Isaac y a Jacob.
Vayomer Yosef el-ejav anoji met
v'Elohim pakod yifkod etjem
vehe'elah etjem min-ha'arets
hazot el-ha'arets asher nishba
le-Avraham le-Yitsjak
ule-Ya'akov.
50:25 Y José juramentó a los
hijos de Israel, diciendo: De
seguro os visitará Dios, y
haréis llevar mis huesos de
aquí.
Vayashba Yosef et-beney Yisra'el
lemor pakod yifkod Elohim etjem
veha'alitem et-atsmotay mizeh.
50:26 Y murió José (2) de edad
de ciento diez años; y le
embalsamaron, y le pusieron en
un ataúd en Egipto.
Vayamot Yosef ben-me'ah va'eser
shanim vayajantu oto vayisem
ba'aron beMitsrayim.
Comentario:
1
Cuando José volvió del entierro
de su padre, cuenta el Midrash
que se separó del cortejo y,
junto con sus dos hijos, fue a
Dotán, al mismo lugar donde se
encontraba el famoso pozo. Y
José dijo: ¡Hijos míos! Hace
algunos años, vuestro padre que
hoy es rico y considerado,
estuvo dentro de este pozo,
desnudo, sin un pedazo de pan
para matar el hambre, sin una
gota de agua para matar la sed,
y expuesto a reptiles que podían
morderle. Pero vuestro padre
tuvo fe en Dios y fue salvado.
Recordad, hijos míos, que el
Eterno misericordioso alza a los
que son humildes y tienen
confianza en El; y rebaja a los
orgullosos y a aquéllos que se
apartan de los caminos de la
justicia y de la verdad. Es en
este mismo lugar donde yo quise
decirles estas palabras, para
que no las olviden jamás."Dios
es quien quita la vida y la da;
hace descender a la tumba y hace
elevarse. El Eterno es quien
hace empobrecer y da riquezas;
El abate y también ensalza;
levanta del polvo al pobre, del
montón de basura al necesitado,
para hacerlos sentar entre los
príncipes y para darles como
herencia un trono de gloria"
(Sam. I, II, 6-8).
2
José muere en el Galut (fuera de
Israel), pero desea ser
enterrado en Canaán, la tierra
prometida a los patriarcas. No
puede admitir que su cuerpo
descanse en un país impuro como
lo era Egipto, y por eso hace
jurar a los hijos de Israel que
llevarán sus restos a la tierra
de sus padres. A pesar de todas
sus vicisitudes e infortunios,
nunca se destruyó el lazo que lo
unía a Israel y al destino de
sus antepasados. Las últimas
palabras de José son pues la
expresión de sus sentimientos
hacia su tierra y su pueblo, los
dos principios fundamentales de
su existencia.Los restos de José
fueron llevados más tarde de
Egipto por los israelitas y
sepultados en la ciudad de
Shejem, en el campo que compró
Jacob de los hijos de Jamor,
padre de Shejem, por cien
monedas de plata (Josué XXIV,
32). Esto fue como recompensa de
Dios a José por haber sepultado
a su padre en Canaán (Sotah l,
9).Los hijos de Israel estaban
rodeados por los peligros de la
asimilación en Egipto. Este país
era el núcleo de la ciencia
oculta, de la hechicería y del
oscurantismo, a la vez que la
máxima potencia cultural y
política del mundo conocido, y
en él se debatían las familias
de Israel. ¿Debían éstas buscar
sendas artificiales que las
acercaran al medio ambiente?
¿Debía Israel buscar la paz
nacional con el magno Egipto?
Sin embargo Israel no pactó, no
perdió su moral, no cambió su
idioma y preservó su nombre.
Siguió siendo Israel, siguió
viviendo y proclamando : Shemá
Yisrael, Hashem Elohenu, Hashem
Ejad: "Oye Israel, el Eterno es
nuestro Dios, el Eterno es
Uno".Termina así la parte más
dramática del relato del
Génesis, y la Torah pasa a la
narración de otro importante
período de la historia de los
hijos de Israel: el Exodo.
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