Bereshit - Genesis - Capitulo 37
Sefer Torah. © Eliyahu BaYona
BERESHIT- GENESIS - En el
Principio
CAPITULO 37
(fonética sefaradí)
37:1: Y habitó Jacob en la
tierra de las peregrinaciones de
su padre, en la tierra de Canaán
(1).
Vayeshev Ya'akov be'erets
megurey aviv be'erets Kna'an.
37:2 Estas son las generaciones
de Jacob. José, teniendo la edad
de diecisiete años, estaba
apacentando el ganado con sus
hermanos; y estaba, como
muchacho, con los hijos de Bilhá
y con los hijos de Zilpá,
mujeres de su padre; y llevaba
José noticia de la mala
Eleh toldot Ya'akov Yosef
ben-shva-esreh shanah hayah
ro'eh et-ejav batson vehu na'ar
et-beney Vilhah ve'et-beney
Zilpah neshey aviv vayave Yosef
etdibatam ra'ah el-avihem.
37:3 Y amaba Israel a José más
que a todos sus hijos, por ser
él hijo de su vejez; y le hizo
una túnica talar (y de diversos
colores).
VeYisra'el ahav et-Yosef
mikol-banav ki-ven-zekunim hu lo
ve'asah lo ktonet pasim.
37:4 Y viendo sus hermanos que a
él amaba su padre más que a
todos sus hermanos, le odiaban,
y no podían hablarle
pacíficamente.
Vayir'u ejav ki-oto ahav avihem
mi-kol ejav vayisne'u oto velo
yajlu dabro leshalom.
37:5 Y José soñó un sueño, y lo
contó a sus hermanos, y ellos le
odiaron más todavía.
Vayajalom Yosef jalom vayaged
le'ejav vayosifu od sno oto.
37:6 Pues les dijo: Oid, os
ruego, este sueño que he soñado.
Vayomer aleyhem shime'u-na
hajalom hazeh asher jalamti.
37:7 He aquí que estábamos
atando gavillas en medio del
campo; y he aquí que se levantó
mi gavilla, y también se quedó
derecha, mientras que vuestras
gavillas, poniéndosele
alrededor, se inclinaban a mi
gavilla.
Vehineh anajnu me'almim alumim
betoj hasadeh vehineh kamah
alumati vegam-nitsavah vehineh
tesubeynah alumoteyjem
vatishtajaveynah la'alumati.
37:8 Y le dijeron sus hermanos:
¿Reinarás tú sobre nosotros? ¿O
gobernarás tú sobre nosotros? Y
aumentaron más su aborrecimiento
hacia él a causa de sus sueños y
sus palabras.
Vayomru lo ejav hamaloj timloj
aleynu im-mashol timshol banu
vayosifu od sno oto al-jalomotav
ve'al-devarav.
37:9 Y soñó aún otro sueño, lo
contó a sus hermanos, y dijo: He
aquí que he soñado otro sueño
más; y he aquí que el sol y la
luna(2) y once estrellas se
inclinaban a mí.
Vayajalom od jalom ajer
vayesaper oto le'ejav vayomer
hineh jalamti jalom od vehineh
hashemesh vehayareaj ve'ajad
asar kojavim mishtajavim li.
37:10 Y lo contó a su padre y a
sus hermanos ; y su padre le
reprendió y le dijo: ¿Qué sueño
es éste que has soñadora ¿Hemos
de venir, yo y tu madre y tus
hermanos, a postramos en tierra
delante de ti?
Vayesaper el-aviv ve'el-ejav
vayig'ar-bo aviv vayomer lo mah
hajalom hazeh asher jalamta havo
navo ani ve'imja ve'ajeyja
lehishtajavot leja artsah.
37:11 Y sus hermanos le tenían
envidia, mas su padre guardó la
cosa (en su mente).
Vayekan'u-vo ejav ve'aviv shamar
et-hadavar.
37:12 Y fueron sus hermanos a
apacentar el ganado de su padre,
en Shejem,
Vayelju ejav lir'ot et-tson
avihem biShjem.
37:13 y dijo Israel a José:
Ciertamente tus hermanos están
apacentando en Shejem; ven y te
enviaré a ellos. Y le respondió:
Heme aquí.
Vayomer Yisra'el el-Yosef halo
ajeyja ro'im biShjem lejah
ve'eshlajaja aleyhem vayomer lo
hineni.
37:14 Y él dijo: Te ruego que
vayas y veas cómo está la paz de
tus hermanos y cómo se halla el
ganado; y respóndeme alguna
cosa. Y lo envió desde el valle
de Hebrón, y él fue a Shejem.
Vayomer lo lej-na re'eh et-shlom
ajeyja ve'et-shlom hatson
vahashiveyni davar vayishlajehu
me'Emek Jevron vayavo Shjemah.
37:15 Y lo encontró un hombre
estando él perdido en el campo,
y le preguntó aquel hombre,
diciendo: ¿Qué estás buscando?
Vayimtsa'ehu ish vehineh to'eh
basadeh vayish'alehu ha'ish
lemor mahtevakesh.
37:16 Y contestó: A mis hermanos
estoy buscando; te ruego me
digas dónde están
apacentando.
Vayomer et-ajay anoji mevakesh
hagidah-na li eyfoh hem ro'im.
37:17 Y dijo el hombre:
Partieron de aquí, porque les oí
decir: "Vamos a Dotán". (3) Y se
fue José tras sus hermanos, y
los halló en Dotán.
Vayomer ha'ish nas'u mizeh ki
shamati omrim neljah Dotaynah
vayelej Yosef ajar ejav
vayimtsa'em beDotan.
37:18 Y ellos le vieron desde
lejos, y antes de que llegara a
ellos conspiraron contra él para
matarle,
Vayir'u oto merajok uveterem
yikrav aleyhem vayitnaklu oto
lahamito.
37:19 y dijo cada uno a su
hermano: ¡He aquí que viene este
dueño de los sueños!
Vayomru ish el-ajiv hineh
ba'al-hajalomot halazeh ba.
37:20 Ahora pues, venid y le
mataremos, y le echaremos a uno
de los pozos, y diremos que una
bestia mala lo ha comido;
entonces veremos qué serán sus
sueños.
Ve'atah leju venahargehu
venashlijehu be'ajad haborot
ve'amarnu jayah ra'ah ajalathu
venir'eh mah-yihyu jalomotav.
37:21 Y oyó Rubén y lo libró de
sus manos. Y dijo: No le
heriremos de muerte.
Vayishma Re'uven vayatsilehu
miyadam vayomer lo nakenu
nafesh.
37:22 Y les dijo (además) Rubén:
No derraméis sangre, echadlo en
este pozo que está en el
desierto, mas no pongáis la mano
sobre él. (Esto dijo), para
librarlo de sus manos, a fin de
devolverlo a su padre.
Vayomer alehem Re'uven
al-tishpeju-dam hashliju oto
el-habor hazeh asher bamidbar
veyad al-tishleju-vo lema'an
hatsil oto miyadam lahashivo
el-aviv.
37:23 Y sucedió que cuando llegó
José a sus hermanos, le
despojaron de su túnica, la
túnica talar (y de diversos
colores) que traía puesta; (4)
Vayehi ka'asher ba Yosef el-ejav
vayafshitu et-Yosef et-kutanto
et-ktonet hapasim asher alav.
37:24 y lo tomaron y lo echaron
al pozo. Y el pozo estaba vacío,
no había agua en él.
Vayikajuhu vayashliju oto
haborah vehabor reyk eyn bo
mayim.
37:25 Y se sentaron a comer pan;
mas alzando los ojos miraron, y
he aquí una caravana de
ismaelitas que venía de Guilad,
y sus camellos llevaban cera,
bálsamo y mirra, que llevaban a
Egipto.
Vayeshvu le'ejol-lejem vayis'u
eyneyhem vayir'u vehineh orjat
Yishme'elim ba'ah miGil'ad
ugemaleyhem nos'im nejot utsri
valot holjim lehorid Mitsraymah.
37:26 Entonces Judá dijo a sus
hermanos: ¿Qué provecho
tendremos matando a nuestro
hermano y encubriendo su sangre
(muerte)?
Vayomer Yehudah el-ejav
mah-betsa ki naharog et-ajinu
vejisinu et-damo.
37:27 Venid y lo venderemos a
los ismaelitas, mas no pongamos
nuestra mano sobre él, porque es
nuestro hermano, nuestra misma
carne. Y obedecieron sus
hermanos;
Leju venimkerenu la-Yishme'elim
veyadenu al-tehi-vo ki-ajinu
vesarenu hu vayishme'u ejav.
37:28 y pasaron los hombres
midianitas, que eran mercaderes;
y los hermanos sacaron a José
alzándolo del pozo, y vendieron
a José a los ismaelitas por
veinte siclos de plata, y éstos
llevaron a José a Egipto.
Vaya'avru anashim Midyanim
sojarim vayimsheju vaya'alu
et-Yosef minhabor vayimkeru
et-Yosef la-Yishme'elim be'esrim
kasef vayavi'u et-Yosef
Mitsraymah.
37:29 Y volvió Rubén al pozo, y
he aquí que José no estaba en el
pozo, y él rasgó sus vestidos;
Vayashav Re'uven el-habor
vehineh eyn-Yosef babor vayikra
et-begadav.
37:30 y volviéndose a sus
hermanos les dijo: El niño no
está; y yo ¿adónde iré?
Vayashav el-ejav vayomar hayeled
eynenu va'ani anah ani-vah.
37:31 Y tomaron la túnica de
José, y degollando un macho
cabrío, (5) mojaron la túnica en
la sangre.
Vayikju et-kutonet Yosef
vayishjatu se'ir izim vayitbelu
et-haketonet badam
37:32 Y enviaron la túnica talar
(y de diversos colores) a su
padre, diciendo: Esto hemos
hallado; reconoce, por favor, si
es la túnica de tu hijo o no.
Vayeshalju et-ktonet hapasim
vayavi'u el-avihem vayomru zot
matsanu haker-na haktonet binja
hi im-lo.
37:33 Y él la reconoció y dijo:
La túnica de mi hijo es. ¡Alguna
bestia mala lo habrá comido!
¡Sin duda ha sido despedazado
José!
Vayakirah vayomer ktonet bni
jayah ra'ah ajalathu tarof toraf
Yosef.
37:34 Y rasgó Jacob sus
vestidos, y puso (tela de saco
sobre sus lomos, y se enlutó a
causa de su hijo, muchos días.
Vayikra Ya'akov simlotav vayasem
sak bemotnav vayit'abel al-beno
yamim rabim.
37:35 Y se levantaron todos sus
hijos y todas sus hijas (nueras)
para consolarlo, mas él rehusó
ser consolado, diciendo: Así
descenderé a mi hijo, enlutado,
hasta la sepultura. De este modo
le lloraba su padre.
Vayakumu jol-banav vejol-bnotav
lenajamo vayema'en lehitnajem
vayomer ki-ered el-beni avel
she'olah vayevk oto aviv.
37:36 Y los midianitas lo
vendieron en Egipto a Potifar,
oficial del Faraón, capitán de
los degolladores (verdugos).
Vehamedanim majru oto
el-Mitsrayim le-Fotifar sris
Par'oh sar hatabajim.
Comentario:
1
En la parasha (sección sabatina)
anterior, la Torah reseña
brevemente la genealogía de Esaú
y sus descendientes; mas este
relato se interrumpe
súbitamente. Esta es una de las
características de la Torah, que
abandona la parte histórica
general para dedicarse a lo más
importante. Los relatos de la
Torah se van concentrando cada
vez más en la parte espiritual,
en aquéllos que habían de
heredar el espíritu hebreo. La
familia de Israel va depurándose
paulatinamente. Abraham abandona
a sus padres en Caldea; lsmael
se separa de Isaac y Esaú de
Jacob, hasta que con éste
comienza la historia de los Bené
Yisrael, de los hijos de Israel.
Jacob se estableció al fin en la
tierra que fue habitada por su
padre Isaac, en el país
prometido a Abraham. Al entrar a
la Tierra Santa, Jacob ya no era
Jacob, símbolo del Galut
(exilio), que debe inclinarse
ante el más fuerte, sino Israel,
que lucha con los poderosos y
los vence.
2
Todo sueño tiene algo de
inverosímil. Esto se deduce de
que en el segundo sueño de José
el sol simbolizaba a su padre,
la luna a su madre, y las once
estrellas a sus once hermanos;
sin embargo sabemos que su madre
(Raquel) ya no existía entonces
(B. Rabá).
3
El hombre que encontró José
estando perdido en el campo, y
que le indicó el lugar donde
podía encontrar a sus hermanos,
según el Midrash (Tanjumá) no
era otro sino el ángel Gabriel.
El lugar indicado se llamaba
Dotán. Esta palabra se escribe
en hebreo con tres letras, y
cada una de ellas se asemeja a
un instrumento de trabajo:
dálet, a una escuadra; tav a un
compás; y nun (final), a una
regla; tres instrumentos
esenciales que son empleados en
casi todas las artes y oficios.
También, conviene a cierta
doctrina, el primer instrumento
simboliza la Justicia, el
segundo la Equidad y el tercero
la Rectitud. El ángel Gabriel,
que indicó el camino de Dotán a
José, quiso decirle: Adopta como
símholo estos tres instrumentos
representándolos por estas tres
letras; sé trabajador,
equitativo y derecho, y no te
perderás jamás, pues siempre
encontrarás hermanos.
4
"Guardaos de mostrar preferencia
entre vuestros hijos y tratad de
amar a todos ellos por igual",
recomiendan nuestros sabios (B.
Rabá). Por causa de una túnica
pasim multicolor, bordada, talar
y de mangas que llegan hasta las
manos que Jacob hizo para José,
éste fue detestado por sus
hermanos.
5
Porque la sangre de este animal
se asemeja a la del hombre.
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