La confesión religiosa juega un papel
importante en la acumulación de riqueza
personal en Estados Unidos y, según un
estudio de la Universidad de Ohio, los
que más van a los servicios religiosos
son los más afortunados.
Entre las distintas confesiones, los que
más tienen son los judíos, y los que
menos los protestantes conservadores,
mientras que protestantes de las
confesiones mayoritarias y católicos se
quedan a medio camino, según el estudio,
que dirigió Lisa Keister, profesora de
sociología.
"La religión es un factor importante en
la acumulación de riqueza", indicó
Keister en un artículo que publica este
mes la revista Social Forces.
Aunque, según la firma de encuestas
Gallup, el 96 por ciento de las personas
en E.U. dicen que creen en Dios o alguna
forma de espíritu universal, sólo el 66
por ciento forma parte de alguna
organización religiosa.
De todos estos, el 59 por ciento
pertenece a una de las numerosas
iglesias protestantes, el 25 a la
católica, el cuatro son judíos, y el
resto son musulmanes, mormones o
profesan otras religiones.
El estudio de Keister encontró que las
personas que concurren habitualmente a
los oficios religiosos de su credo
acumulan más riqueza que los que cumplen
menos frecuentemente con sus
obligaciones rituales.
"Los resultados de nuestra investigación
sugieren que las personas toman los
instrumentos que han aprendido de su
religión y con ellos desarrollan
estrategias para el ahorro, la inversión
y el gasto, y estos instrumentos pueden
ser diferentes en varias religiones",
añadió.
Para su estudio, Keister empleó los
datos referentes a 4.950 personas
recogidos entre 1985 y 1998 para la
Oficina de Estadísticas Laborales de
Estados Unidos, en una encuesta que
realiza la Universidad de Ohio y que
sigue a un grupo de personas a lo largo
de varios años.
La media de la riqueza neta de las
personas judías en la encuesta fue de
150.890 dólares, más del triple que la
media para todo el conjunto, que fue de
48.200 dólares.
La media de riqueza neta de los
protestantes conservadores (que incluyen
los fieles de la iglesia Bautista,
Adventistas del Séptimo Día, los de la
iglesia de la Ciencia Cristiana y
otros), fue de 26.200 dólares, esto es
casi la mitad de la media general.
Si bien algunos pueden opinar que los
resultados confirman los estereotipos
religiosos, como el tradicional tópico
de que los judíos son avaros y
acumuladores de riquezas, Keister indicó
que ese no es el caso del estudio.
"Lo encontré es que las familias tienen
una influencia poderosa sobre cómo la
gente aprende a ahorrar, y la religión
es a menudo una parte importante de la
vida familiar", indicó.
Pero el estudio encontró que no es
solamente la afiliación religiosa la que
tiene un impacto en la acumulación de
riqueza, sino también la regularidad con
que se asiste a los oficios religiosos
de su credo.
"La asistencia a los servicios
religiosos puede ser otra oportunidad,
especialmente para los judíos, de ser
adoctrinado en creencias que ayudan a
acumular la riqueza", afirma.
"Y también está el aspecto social: una
iglesia o una sinagoga es un sitio para
conocer gente que tiene datos sobre
inversiones o préstamos para un nuevo
negocio", añadió.
Keister también examinó en qué forma la
afiliación religiosa se relacionaba con
algunas trayectorias financieras típicas
en E.U., y encontró que sólo el uno por
ciento de los judíos permanece con
activos reducidos durante toda su vida,
comparado con el 15 por ciento de los
protestantes conservadores.
Aproximadamente el 9 por ciento de los
protestantes de las principales
confesiones (episcopales, metodistas,
luteranos, entre otras iglesias) y el 7
por ciento de los católicos tiene una
trayectoria similar.
La trayectoria más común es la compra de
una casa relativamente temprano en la
vida, y luego acumular otros activos
como bonos o acciones.
Casi el 35 por ciento de los judíos
sigue esta senda, frente al 3 de los
conservadores protestantes, el 7 de los
otros protestantes y el 4 por ciento de
los católicos, según el estudio de
Keister.