BEMIDBAR - NÚMEROS
CAPÍTULO 11
Este Capítulo de
la Torá está dedicado a la Memoria de:
José -Yosef-
BaYona Vila, Z''TL (Zejer Tzadik Livrajá)
11:1
Vayehi ha'am kemit'onenim ra be'ozney Adonay vayishma Adonay vayijar apo vativ'ar-bam esh Adonay vatojal biktseh hamajaneh.
11:2 Y clamó el pueblo a Moisés, y Moisés oró al Eterno, y el fuego se soterró.
Vayits'ak ha'am el-Moshe vayitpalel Moshe el-Adonay vatishka ha'esh.
11:3 Y se le dio a aquel lugar el nombre de Taverá, porque había ardido entre ellos el fuego del Eterno.
Vayikra shem-hamakom hahu Tav'erah ki-va'arah vam esh Adonay.
11:4 Y la mezcla de gente que estaba en medio de ellos fue poseída por un fuerte antojo, y regresaron y lloraron con los hijos de Israel, y dijeron: ¿quién nos dará a comer carne?
Vehasafsuf asher bekirbo hit'avu ta'avah vayashuvu vayivku gam beney Yisra'el vayomeru mi ya'ajilenu basar.
11:5 Nos acordamos del pescado que en Egipto comíamos de balde, de los pepinos y de los melones, y de los puerros y de las cebollas y de los ajos.
Zajarnu et-hadagah asher-nojal beMitsrayim jinam et hakishu'im ve'et ha'avatijim ve'et-hejatsir ve'et-habetsalim ve'et-hashumim.
11:6 Mas ahora nuestra alma se seca; no hay nada, no tenemos ante nuestra vista sino este maná.
Ve'atah nafshenu yeveshah eyn kol bilti el-haman eyneynu.
11:7 Y el maná era como la semilla de cilantro, y su apariencia era semejante a la del cristal.
Vehaman kizra-gad hu ve'eyno ke'eyn habedolaj.
11:8 El pueblo se esparcía y lo recogía, y lo molían en el molino o lo machacaban en el mortero, y lo cocían en olla y hacían de él tortas, y era su sabor como la humedad del aceite.
Shatu ha'am velaktu vetajanu varejayim o daju bamedojah uvishlu baparur ve'asu oto ugot vehayah tamo keta'am leshad hashamen.
11:9 Y de noche, cuando descendía el rocío sobre el campamento, descendía el maná sobre él.
Uveredet hatal al-hamajaneh laylah yered haman alav.
11:10 Y oyó Moisés al pueblo llorando por familias, cada cual a la entrada de su tienda; y se encendió la ira del Eterno en gran manera; y también a Moisés le pareció mal.
Vayishma Moshe et-ha'am bojeh lemishpejotav ish lefetaj aholo vayijar-af Adonay me'od uve'eyney Moshe ra.
11:11 Y dijo Moisés al Eterno: ¿Por qué has tratado mal a tu siervo? Y ¿por qué no he hallado gracia a tus ojos, pues pusiste la carga de todo este pueblo sobre mí?
Vayomer Moshe el-Adonay lamah hare'ota le'avdeja velamah lo-matsati jen be'eyneyja lasum et-masa kol-ha'am hazeh alay.
11:12 ¿Acaso he concebido yo a todo este pueblo, y le he parido para que Tú me digas: "llévalo en tu seno", como suele llevar el ayo al niño de pecho, a la tierra que juraste dar a sus padres?
He'anoji hariti et kol-ha'am hazeh im-anoji yelidetihu ki-tomar elay sa'ehu vejeykeja ka'asher yisa ha'omen et-hayonek al ha'adamah asher nishbata la'avotav.
11:13 ¿De dónde conseguiré carne para dar a toda esta gente que está llorando sobre mí, diciendo: "danos carne que comamos"?
Me'ayin li basar latet lejol-ha'am hazeh ki-yivku alay lemor tnah-lanu vasar venojelah.
11:14 No puedo yo solo llevar a todo este pueblo, porque es demasiado pesada la carga para mí.
Lo-ujal anoji levadi laset et-kol-ha'am hazeh ki javed mimeni.
11:15 Y si Tú haces así conmigo mátame, te lo ruego, si he hallado gracia a tus ojos, para que yo no vea mi desdicha.
Ve'im-kajah at-oseh li horgeni na harog im-matsati jen be'eyneyja ve'al-er'eh bera'ati.
11:16 Y dijo el Eterno a Moisés: Reúneme setenta (1) hombres de los ancianos de Israel, de los que tú sabes que son ancianos del pueblo y guardias suyos, y los traerás a la tienda de asignación, y ellos estarán en pie allí contigo.
Vayomer Adonay el-Moshe esfah-li shiv'im ish mizikney Yisra'el asher yadata ki-hem zikney ha'am veshotrav velakajta otam el-Ohel Mo'ed vehityatsvu sham imaj.
11:17 Y Yo descenderé y hablaré contigo allí, y les ennobleceré quitando una parte del espíritu que está sobre ti y poniéndolo en ellos, para que ellos lleven Juntamente contigo la carga del pueblo, y no la lleves tú solo.
Veyaradeti vedibarti imja sham ve'atsalti min-haruaj asher aleyja vesamti aleyhem venas'u itja bemasa ha'am velo-tisa atah levadeja.
11:18 Y dirás al pueblo: Preparaos para el día de mañana y comeréis carne; porque habéis llorado a oídos del Eterno diciendo: "¿Quién nos dará a comer carne? ¡Cuánto mejor era para nosotros Egipto!" Y os dará el Eterno carne para que comáis.
Ve'el-ha'am tomar hitkadeshu lemajar va'ajaltem basar ki bejitem be'ozney Adonay lemor mi ya'ajilenu basar ki-tov lanu beMitsrayim venatan Adonay lajem basar va'ajaltem.
11:19 No por un día la comeréis, ni por dos días, ni por cinco, ni por diez días, ni por veinte días;
Lo yom ejad tojlun velo yomayim velo jamishah yamim velo asarah yamim velo esrim yom.
11:20 sino por todo un mes, hasta que os fastidiéis de ella y la rechacéis, porque habéis tratado con desprecio al Eterno que está en medio de vosotros, y habéis llorado delante de El, diciendo: "¿Para qué salimos de Egipto?"
Ad jodesh yamim ad asher-yetse me'apjem vehayah lajem lezara ya'an ki-me'astem et-Adonay asher bekirbejem vativku lefanav lemor lamah zeh yatsanu miMitsrayim.
11:21 Y dijo Moisés: Seiscientos mil hombres de a pie es este pueblo en medio del cual estoy, y Tú dices: "Yo les daré carne para que coman por todo un mes".
Vayomer Moshe shesh-me'ot elef ragli ha'am asher anoji bekirbo ve'atah amarta basar eten lahem ve'ajlu jodesh yamim.
11:22 ¿Acaso se degollarán para ellos ovejas y vacas que les basten? O ese juntarán para ellos todos los peces del mar y que les basten?
Hatson uvakar yishajet lahem umatsa lahem im et-kol-degey hayam ye'asef lahem umatsa lahem.
11:23 Y dijo el Eterno a Moisés: ¿Será que el poder del Eterno es limitado? Ahora mismo verás si mi palabra se te cumplirá o no.
Vayomer Adonay el-Moshe hayad Adonay tiktsar atah tir'eh hayikreja devari im-lo.
11:24 salió Moisés y refirió al pueblo las palabras del Eterno, y reunió setenta hombres de los ancianos del pueblo, y los hizo estar en pie alrededor de la tienda.
Vayetse Moshe vayedaber el-ha'am et divrey Adonay vaye'esof shiv'im ish mizikney ha'am vaya'amed otam sevivot ha'ohel.
11:25 Y apareció el Eterno en la nube y habló con él; y tomó del espíritu que estaba en él y lo puso en los setenta ancianos, y fue así como posó sobre ellos el espíritu, y profetizaron aquel día y después nunca más.
Vayered Adonay be'anan vayedaber elav vayatsel min-haruaj asher alav vayiten al-shiv'im ish hazkenim vayehi kenoaj aleyhem haruaj vayitnabe'u velo yasafu.
11:26 Pero se habían quedado dos de aquellos hombres en el campamento, siendo el nombre de uno Eldad, y el nombre del segundo Medad; y posó sobre ellos el espíritu, pues fueron contados entre los inscritos pero no habían ido a la tienda, y ellos profetizaron en el campamento.
Vayisha'aru shney-anashim bamajaneh shem ha'ejad Eldad veshem hasheni Meydad vatanaj alehem haruaj vehemah baktuvim velo yats'u ha'ohelah vayitnabe'u bamajaneh.
11:27 Y corrió el mozo, (2) y lo anunció a Moisés y dijo: "Eldad y Medad están profetizando en el campamento".
Vayarots hana'ar vayaged le-Moshe vayomar Eldad uMeydad mitnabe'im bamajaneh.
11:28 Y respondió Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés, uno de sus mancebos escogidos, y dijo: Señor mío Moisés, encarcélalos (3).
Vaya'an Yehoshua bin-Nun mesharet Moshe mibejurav vayomar adoni Moshe kla'em.
11:29 Y le respondió Moisés: ¿Estás celoso por mi causa? ¡Ojalá que todo el pueblo del Eterno fuese profeta, poniendo el Eterno su espíritu sobre ellos!
Vayomer lo Moshe hamekane atah li umi yiten kol-am Adonay nevi'im ki-yiten Adonay et-rujo aleyhem.
11:30 Y se retiró Moisés al campamento, el y los ancianos de Israel.
Vaye'asef Moshe el-hamajaneh hu vezikney Yisra'el.
11:31 Y un viento partió del Eterno e hizo volar codornices desde el mar, y las esparció sobre el campamento, como espacio de un día de camino por una parte y como espacio de un día de camino por otra parte, alrededor del campamento, y (volaban) como a dos codos de altura sobre la tierra.
Veruaj nasa me'et Adonay vayagaz salvim min-hayam vayitosh al-hamajaneh kederej yom koh ujederej yom koh svivot hamajaneh uje'amatayim al-peney ha'arets.
11:32 Y el pueblo anduvo levantado todo aquel día y toda aquella noche y todo el día siguiente, y recogieron codornices, el que menos recogió juntó diez montones, y las tendieron a secar, cada cual para sí, en los alrededores del campamento.
Vayakam ha'am kol-hayom hahu vejol-halaylah vejol yom hamajarat vaya'asfu et-haslav hamam'it asaf asarah jomarim vayishteju lahem shatoaj svivot hamajaneh.
11:33 Y la carne estaba todavía entre sus dientes, aún no habían acabado de digerirla, cuando se encendió la ira del Eterno contra el pueblo, y el Eterno hirió al pueblo con una plaga muy grande.
Habasar odenu beyn shineyhem terem yikaret ve'af Adonay jarah va'am vayaj Adonay ba'am makah rabah me'od.
11:34 Y fue llamado aquel lugar Kivrot-Hataavá (tumbas de los antojadizos), porque allí enterraron al pueblo deseoso.
Vayikra et-shem hamakom hahu Kivrot haTa'avah ki-sham kaveru et-ha'am hamit'avim.
11:35 Y de Kivrot-Hataava partió el pueblo hacia Jatzerot, y se quedaron en Jatzerot.
MiKivrot haTa'avah nas'u ha'am Jatserot vayihyu baJatserot.
Comentario:
1
Moisés escogió por orden de Dios a los setenta hombres que habían sido nombrados guardias de los esclavos israelitas en Egipto, porque tuvieron piedad de sus correligionarios, sufriendo en aquel tiempo el castigo que correspondía a éstos (Exodo V, 14). A propósito del número setenta, el Midrash hace notar que el número siete y sus múltiplos fueron empleados muchas veces en la Torah para varios asuntos: siete días de la semana; siete brazos del candelabro sagrado; siete semanas contadas a partir de la ofrenda del ómer (gavilla de la nueva cosecha de cebada), etc.; y ahora setenta hombres de los ancianos de Israel. Según el Baal Haturim, estos setenta hombres simbolizaban las setenta almas que emigraron a Egipto (Exodo XLVI, 27); las setenta naciones que hay en la tierra; los setenta calificativos del Eterno; los setenta nombres por los cuales fue llamado el pueblo de Israel; y los setenta nombres que tiene la ciudad de Jerusalem.
2
Según Rashí, se trata de Guereshom, hijo de Moisés.
3
Estos dos hombres que profetizaban en el campamento, eran candidatos a los setenta ancianos que Moisés debía escoger de entre las doce tribus en partes iguales. Pero como esto no era posible, a causa de que la cifra 70 no es divisible por 12, él escogió siete ancianos de cada tribu, sumando un total de setenta y dos. Luego puso 72 votos en una urna: setenta llevaban la palabra zakén (anciano) y dos estaban en blanco. Cuando cada uno de los 72 delegados probaron su suerte, Eldad y Medad sacaron los dos votos en blanco, por lo que no resultaron elegidos; aun así, el espíritu de la profecía se posó también sobre ellos, y profetizaron en el campamento. Fue entonces cuando Josué, el ayudante. de Moisés, le dijo: "Señor mío Moisés, encarcélalos, pues ellos profetizan diciendo: Moisés va a morir y Josué, hijo de Nun, es quien le sucederá". A lo que el sabio legislador respondió: "¡Ojalá que todo el pueblo del Eterno fuese profeta, poniendo el Eterno su espíritu sobre ellos! " (Así la humanidad podría perfeccionarse).
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