Meguilá de Esther
por Eliyahu BaYona - Shalom Haverim Org.
Capítulo 1
Meguilá de Esther
1.
Sucedió en los días de Ajashverosh, él es el Ajashverosh que
reinaba desde Hodú (la India) hasta Kush (Etiopía) sobre ciento
veintisiete países,
2.
En aquellos días, cuando fue afirmado el rey Ajashverosh sobre el
trono de su reino, el cual estaba en Shushán (Susa) capital del
reino
3.
En el tercer año de su reinado hizo banquete a todos sus príncipes y
cortesanos, jefes del ejército de Parás (de Persia) y Maday (de
Media), gobernadores y príncipes de los países delante de él,
4.
Cuando quiso mostrar él las riquezas de la gloria de su reino, el
brillo y la magnificencia de su poder, por muchos días, ciento
ochenta días.
5.
Cuando se cumplieron estos días, hizo el rey a todo el pueblo
que había en Shushán capital del reino, desde el mayor hasta el
menor otro banquete por siete días en el patio del huerto del
palacio real.
6.
(Tiendas) de lino blanco, (telas teñidas de) verde y azul, tendido
sobre cuerdas de lino (teñido de) púrpura y lana (teñida de) púrpura
sobre anillos de plata y columnas de mármol. Reclinatorios de oro y
de plata, sobre losado de pórfido y de mármol, y de nácar
(alabastro) y de mármol negro (jacinto).
7.
Y daban a beber en vasos de oro, y vasos diferentes unos de otros, y
abundante vino real, de acuerdo con la generosidad del rey.
8.
Y la bebida era según esta ley: Que nadie fuese obligado a beber;
porque así lo había mandado el rey a todos los mayordomos de su
casa, que se hiciese según la voluntad de cada persona y persona.
9.
Asimismo la reina Vashtí hizo banquete para las mujeres, en la casa
real del rey Ajashverosh.
10.
El séptimo día, estando el corazón del rey alegre del vino, mandó a
Mehumán, Bizetá, Harboná, Bigtá, Abagtá, Zetar y Karkás, los siete
eunucos que servían delante del rey Ajashverosh,
11.
que trajesen a la reina Vashtí a la presencia del rey con la corona
real, para mostrar a los pueblos y a los príncipes su belleza;
porque linda de aspecto era ella.
12.
Mas la reina Vashtí no quiso comparecer a la orden del rey enviada
por medio de los eunucos; y el rey se enojó mucho, y se encendió la
ira en él.
13.
Preguntó entonces el rey a los sabios que conocían los tiempos
(propicios)porque así acostumbraba el rey con todos los que sabían
la ley y el derecho;
14.
A los cercanos a él (que eran) Karshená, Shetar, Admatá, Tarshish,
Meres, Marsená y Memuján, los siete príncipes de Parás y de Maday
que veían la cara del rey, que se sientan los primeros del reino;
15.
"Según la ley, ¿Qué se debe hacer con la reina Vashtí, por cuanto no
había cumplido la orden del rey Ajashverosh enviada por medio de los
eunucos?".
16.
Y dijo Memuján delante del rey y de los príncipes: No solamente
contra el rey ha pecado la reina Vashtí, sino contra todos los
príncipes, y contra todos los pueblos que hay en todos las países
del rey Ajashverosh.
17.
Porque este hecho de la reina llegará a oídos de todas las mujeres,
para despreciar a sus maridos en los ojos de ellas, diciendo: El rey
Ajashverosh mandó traer delante de sí a la reina Vashtí, pero ella
no vino.
18.
Y entonces en ese día dirá esto las princesas de Parás y de Maday
que han oído el acto de la reina, a todos los príncipes del rey; y
habrá mucho menosprecio y enojo.
19.
Si parece bien al rey, salga un decreto real de su majestad y se
escriba entre las leyes de Parás y de Maday, y que no sea derogado:
Que Vashtí no venga más delante del rey Ajashverosh; y que su
dignidad real el rey la traspase a su prójima mejor que ella.
20.
Y entonces será oída la orden del rey en todo su reino, aunque
es extenso, y todas las mujeres darán valor a sus maridos, desde el
mayor hasta el menor.
21.
Agradó esta palabra a los ojos del rey y de los príncipes, e hizo el
rey conforme al dicho de Memuján;
22.
Envió cartas (de notificación) a todos los países del rey, a cada
país y país según su escritura, y a cada pueblo y pueblo conforme a
su lenguaje, para que fuese cada hombre quien domine en su
casa; y que se publicase esto en la lengua de su pueblo.
Capítulo 2
1.
Después de sucedidas estas cosas, sosegada ya la ira del rey
Ajashverosh, se acordó de Vashtí y de lo que ella había hecho, y de
la sentencia contra ella.
2.
Y dijeron los criados del rey, sus cortesanos: Busquen para el rey
jóvenes vírgenes de buen parecer;
3.
y coloque el rey personas en todas las provincias de su reino, que
lleven a todas las jóvenes vírgenes de buen parecer a Shushán,
residencia real, a la casa de las mujeres, al cuidado de Hegai
eunuco del rey, guarda de las mujeres, y que les den sus atavíos;
4.
y la doncella que agrade a los ojos del rey, reine en lugar de
Vashtí. Esto agradó a los ojos del rey, y lo hizo así.
5.
Había en Shushán residencia real un varón judío cuyo nombre era
Mordejai, hijo de Yair, hijo de Shimei, hijo de Kish, del linaje de
Binyamín;
6.
Quien había sido transportado de Jerusalén con los cautivos que
fueron llevados con Yeconiyah rey de Judá, a quien hizo transportar
Nebujetnazar rey de Babilonia.
7.
Y había criado a Hadasah, esta es, Ester, hija de su tío, porque era
huérfana; y la joven era de hermosa figura y de buen parecer. Cuando
su padre y su madre murieron, Mordejai la adoptó como hija suya.
8.
Ocurrió, pues, que cuando se divulgó el mandamiento y decreto del
rey, y habían reunido a muchas doncellas en Shushán residencia real,
a cargo de Hegai, Ester también fue llevada a la casa del rey, al
cuidado de Hegai guarda de las mujeres.
9.
Y la doncella agradó a sus ojos, y halló gracia delante de él, por
lo que hizo darle prontamente atavíos y alimentos, y le dio también
siete doncellas especiales de la casa del rey; y la llevó con sus
doncellas a lo mejor de la casa de las mujeres.
10.
Ester no declaró cuál era su pueblo ni su parentela, porque Mordejai
le había mandado que no lo declarase.
11.
Y cada día Mordejai se paseaba delante del patio de la casa de las
mujeres, para saber cómo le iba a Ester, y cómo la trataban.
12.
Y cuando llegaba el tiempo de cada una de las doncellas para venir
al rey Ajashverosh, después de haber estado doce meses conforme a la
ley acerca de las mujeres, pues así se cumplía el tiempo de sus
atavíos, esto es, seis meses con óleo de mirra y seis meses con
perfumes aromáticos y afeites de mujeres,
13.
entonces la doncella venía así al rey. Todo lo que ella pedía se le
daba, para venir ataviada con ello desde la casa de las mujeres
hasta la casa del rey.
14.
Ella venía por la tarde, y a la mañana siguiente volvía a la casa
segunda de las mujeres, al cargo de Sha’ashgaz eunuco del rey,
guarda de las concubinas; no venía más al rey, salvo si el rey la
quería y era llamada por nombre.
15.
Cuando le llegó a Ester, hija de Abijail el tío de Mordejai, quien
la había tomado por hija, el tiempo de venir al rey, ninguna cosa
procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las
mujeres; y ganaba Ester el favor de todos los que la veían.
16.
Fue, pues, Ester llevada al rey Ajashverosh a su casa real en el mes
décimo, que es el mes de Tebet, en el año séptimo de su reinado.
17.
Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló ella
gracia y benevolencia delante de él más que todas las demás
vírgenes; y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en
lugar de Vashtí.
18.
Hizo luego el rey un gran banquete a todos sus príncipes y siervos,
el banquete de Ester; y disminuyó tributos a las provincias, e hizo
y dio mercedes conforme a la generosidad real.
19.
Cuando las vírgenes eran reunidas la segunda vez, Mordejai estaba
sentado a la puerta del rey.
20.
Y Ester, según le había mandado Mordejai, no había declarado su
nación ni su pueblo; porque Ester hacía lo que decía Mordejai, como
cuando él la educaba.
21.
En aquellos días, estando Mordejai sentado a la puerta del rey, se
enojaron Bigtán y Téresh, dos eunucos del rey, de la guardia de la
puerta, y procuraban poner mano en el rey Ajashverosh.
22.
Cuando Mordejai entendió esto, lo denunció a la reina Ester, y Ester
lo dijo al rey en nombre de Mordejai.
23.
Se hizo investigación del asunto y fue hallado que era verdad; por
lo tanto, los dos eunucos fueron colgados en una horca. Y fue
escrito el asunto en el Libro de las Crónicas del rey.
Capítulo 3
1.
Después de estas cosas el rey Ajashverosh engrandeció a Hamán hijo
de Hamedata agagueo, y lo honró, y puso su silla sobre todos los
príncipes que estaban con él.
2.
Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se
arrodillaban y se inclinaban ante Hamán, porque así lo había mandado
el rey; pero Mordejai ni se arrodillaba ni se humillaba.
3.
Y los siervos del rey que estaban a la puerta preguntaron a
Mordejai: ¿Por qué traspasas el mandamiento del rey?
4.
Aconteció que hablándole cada día de esta manera, y no escuchándolos
él, lo denunciaron a Amán, para ver si Mordejai se mantendría firme
en su dicho; porque ya él les había declarado que era judío.
5.
Y vio Hamán que Mordejai ni se arrodillaba ni se humillaba delante
de él; y se llenó de ira.
6.
Pero tuvo en poco poner mano en Mordejai solamente, pues ya le
habían declarado cuál era el pueblo de Mordejai; y procuró Hamán
destruir a todos los yehudim que había en el reino de Ajashverosh,
al pueblo de Mordejai.
7.
En el mes primero, que es el mes de Nisán, en el año duodécimo del
rey Ajashverosh, fue echada Pur, esto es, la suerte, delante de
Hamán, suerte para cada día y cada mes del año; y salió el mes
duodécimo, que es el mes de Adar.
8.
Y dijo Hamán al rey Ajashverosh: Hay un pueblo esparcido y
distribuido entre los pueblos en todos los países de tu reino, y sus
leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no guardan las leyes
del rey, y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir.
9.
Si place al rey, decrete que sean destruidos; y yo pesaré diez mil
talentos de plata a los que manejan la hacienda, para que sean
traídos a los tesoros del rey.
10.
Entonces el rey quitó el anillo de su mano, y lo dio a Hamán hijo de
Hamedata agagueo, enemigo de los yehudim,
11.
y le dijo: La plata que ofreces sea para ti, y asimismo el pueblo,
para que hagas de él lo que bien te pareciere.
12.
Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes primero,
al día trece del mismo, y fue escrito conforme a todo lo que mandó
Hamán, a los sátrapas del rey, a los capitanes que estaban sobre
cada país y a los príncipes de cada pueblo, a cada país según su
escritura, y a cada pueblo según su lengua; en nombre del rey
Ajashverosh fue escrito, y sellado con el anillo del rey.
13.
Y fueron enviadas cartas por medio de correos a todos los países del
rey, con la orden de destruir, matar y exterminar a todos los
judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un mismo día, en el
día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y de apoderarse
de sus bienes.
14.
La copia del escrito que se dio por mandamiento en cada provincia
fue publicada a todos los pueblos, a fin de que estuviesen listos
para aquel día.
15.
Y salieron los correos prontamente por mandato del rey, y el edicto
fue dado en Shushán capital del reino. Y el rey y Hamán se sentaron
a beber; pero la ciudad de Shushán estaba conmovida.
Capítulo 4
1.
Luego que supo Mordejai todo lo que se había hecho, rasgó sus
vestidos, se vistió de cilicio y de ceniza, y se fue por la ciudad
clamando con grande y amargo clamor.
2.
Y vino hasta delante de la puerta del rey; pues no era lícito pasar
adentro de la puerta del rey con vestido de cilicio.
3.
Y en cada país y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto
llegaba, tenían los judíos gran luto, ayuno, lloro y lamentación;
cilicio y ceniza era la cama de muchos.
4.
Y vinieron las doncellas de Ester, y sus eunucos, y se lo dijeron.
Entonces la reina tuvo gran dolor, y envió vestidos para hacer
vestir a Mordejai, y hacerle quitar el cilicio; mas él no los
aceptó.
5.
Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos del rey, que él
había puesto al servicio de ella, y lo mandó a Mordejai, con orden
de saber qué sucedía, y por qué estaba así.
6.
Salió, pues, Hatac a ver a Mordejai, a la plaza de la ciudad, que
estaba delante de la puerta del rey.
7.
Y Mordejai le declaró todo lo que le había acontecido, y le dio
noticia de la plata que Amán había dicho que pesaría para los
tesoros del rey a cambio de la destrucción de los judíos.
8.
Le dio también la copia del decreto que había sido dado en Shushán
para que fuesen destruidos, a fin de que la mostrase a Ester y se lo
declarase, y le encargara que fuese ante el rey a suplicarle y a
interceder delante de él por su pueblo.
9.
Vino Hatac y contó a Ester las palabras de Mordejai.
10.
Entonces Ester dijo a Hatac que le dijese a Mordejai:
11.
Todos los siervos del rey, y el pueblo de los países del rey, saben
que cualquier hombre o mujer que entra en el patio interior para ver
al rey, sin ser llamado, una sola ley hay respecto a él: ha de
morir; salvo aquel a quien el rey extendiere el cetro de oro, el
cual vivirá; y yo no he sido llamada para ver al rey estos treinta
días.
12.
Y dijeron a Mordejai las palabras de Ester.
13.
Entonces dijo Mordejai que respondiesen a Ester: No pienses que
escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío.
14.
Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación
vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu
padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al
reino?
15.
Y Ester dijo que respondiesen a Mordejai:
16.
Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Shushán y ayunad por
mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con
mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey,
aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.
17.
Entonces Mordejai fue, e hizo conforme a todo lo que le mandó Ester.
Capítulo 5
1.
Aconteció que al tercer día se vistió Ester su vestido real, y entró
en el patio interior de la casa del rey, enfrente del aposento del
rey; y estaba el rey sentado en su trono en el aposento real,
enfrente de la puerta del aposento.
2.
Y cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella obtuvo
gracia ante sus ojos; y el rey extendió a Ester el cetro de oro que
tenía en la mano.
Entonces vino Ester y tocó la punta del cetro.
3.
Dijo el rey: ¿Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu petición? Hasta
la mitad del reino se te dará.
4.
Y Ester dijo: Si place al rey, vengan hoy el rey y Hamán al banquete
que he preparado para el rey.
5.
Respondió el rey: Daos prisa, llamad a Hamán, para hacer lo que
Ester ha dicho. Vino, pues, el rey con Hamán al banquete que Ester
dispuso.
6.
Y dijo el rey a Ester en el banquete, mientras bebían vino: ¿Cuál es
tu petición, y te será otorgada? ¿Cuál es tu demanda? Aunque sea la
mitad del reino, te será concedida.
7.
Entonces respondió Ester y dijo: Mi petición y mi demanda es esta:
8.
Si he hallado gracia ante los ojos del rey, y si place al rey
otorgar mi petición y conceder mi demanda, que venga el rey con Amán
a otro banquete que les prepararé; y mañana haré conforme a lo que
el rey ha mandado.
9.
Y salió Hamán aquel día contento y alegre de corazón; pero cuando
vio a Mordejai a la puerta del palacio del rey, que no se levantaba
ni se movía de su lugar, se llenó de ira contra Mordejai.
10.
Pero se refrenó Hamán y vino a su casa, y mandó llamar a sus amigos
y a Zeres su mujer,
11.
y les refirió Hamán la gloria de sus riquezas, y la multitud de sus
hijos, y todas las cosas con que el rey le había engrandecido, y con
que le había honrado sobre los príncipes y siervos del rey.
12.
Y añadió Hamán: También la reina Ester a ninguno hizo venir con el
rey al banquete que ella dispuso, sino a mí; y también para mañana
estoy convidado por ella con el rey.
13.
Pero todo esto de nada me sirve cada vez que veo al yehudí Mordejai
sentado a la puerta del rey.
14.
Y le dijo Zeres su mujer y todos sus amigos: Hagan una horca de
cincuenta codos de altura, y mañana di al rey que cuelguen a
Mordejai en ella; y entra alegre con el rey al banquete. Y agradó
esto a los ojos de Hamán, e hizo preparar la horca.
Capítulo 6
1.
Aquella misma noche se le fue el sueño al rey, y dijo que le
trajesen el libro de las memorias y crónicas, y que las leyeran en
su presencia.
2.
Entonces hallaron escrito que Mordejai había denunciado el complot
de Bigtán y de Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la
puerta, que habían procurado poner mano en el rey Ajashverosh.
3.
Y dijo el rey: ¿Qué honra o qué distinción se hizo a Mordejai por
esto? Y respondieron los servidores del rey, sus oficiales: Nada se
ha hecho con él.
4.
Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Hamán había venido
al patio exterior de la casa real, para hablarle al rey para que
hiciese colgar a Mordejai en la horca que él le tenía preparada.
5.
Y los servidores del rey le respondieron: He aquí Hamán está en el
patio.
Y el rey dijo: Que entre.
6.
Entró, pues, Hamán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya
honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el
rey honrar más que a mí?
7.
Y respondió Hamán al rey: Para el varón cuya honra desea el rey,
8.
Traigan el vestido real de que el rey se viste, y el caballo en que
el rey cabalga, y la corona real que está puesta en su cabeza;
9.
y den el vestido y el caballo en mano de alguno de los príncipes más
nobles del rey, y vistan a aquel varón cuya honra desea el rey, y
llévenlo en el caballo por la plaza de la ciudad, y pregonen delante
de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.
10.
Entonces el rey dijo a Hamán: Date prisa, toma el vestido y el
caballo, como tú has dicho, y hazlo así con el judío Mordejai, que
se sienta a la puerta real; no omitas nada de todo lo que has dicho.
11.
Y Hamán tomó el vestido y el caballo, y vistió a Mordejai, y lo
condujo a caballo por la plaza de la ciudad, e hizo pregonar delante
de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.
12.
Después de esto Mordejai volvió a la puerta real, y Hamán se dio
prisa para irse a su casa, apesadumbrado y cubierta su cabeza.
13.
Contó luego Hamán a Zeres su mujer y a todos sus amigos, todo lo que
le había acontecido. Entonces le dijeron sus sabios, y Zeres su
mujer: Si de la descendencia de los yehudim es ese Mordejai delante
de quien has comenzado a caer, no lo vencerás, sino que caerás por
cierto delante de él.
14.
Aún estaban ellos hablando con él, cuando los eunucos del rey
llegaron apresurados, para llevar a Hamán al banquete que Ester
había dispuesto.
Capítulo 7
1.
Fue, pues, el rey con Hamán al banquete de la reina Ester.
2.
Y en el segundo día, mientras bebían vino, dijo el rey a Ester:
¿Cuál es tu petición, reina Ester, y te será concedida? ¿Cuál es tu
demanda? Aunque sea la mitad del reino, te será otorgada.
3.
Entonces la reina Ester respondió y dijo: Oh rey, si he hallado
gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi
petición, y mi pueblo por mi demanda.
4.
Porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para ser destruidos,
para ser muertos y exterminados. Si para siervos y siervas fuéramos
vendidos, me callaría; pero nuestra muerte sería para el rey un daño
irreparable.
5.
Respondió el rey Ajashverosh, y dijo a la reina Ester: ¿Quién es, y
dónde está, el que ha ensoberbecido su corazón para hacer esto?
6.
Ester dijo: El enemigo y adversario es este malvado Hamán. Entonces
se turbó Hamán delante del rey y de la reina.
7.
Luego el rey se levantó del banquete, encendido en ira, y se fue al
huerto del palacio; y se quedó Hamán para suplicarle a la reina
Ester por su vida; porque vio que estaba resuelto para él el mal de
parte del rey.
8.
Después el rey volvió del huerto del palacio al aposento del
banquete, y Hamán había caído sobre el lecho en que estaba Ester.
Entonces dijo el rey: ¿Querrás también violar a la reina en mi
propia casa? Al proferir el rey esta palabra, le cubrieron el rostro
a Hamán.
9.
Y dijo Harbona, uno de los eunucos que servían al rey: He aquí en
casa de Hamán la horca de cincuenta codos de altura que hizo
Hamán para Mordejai, el cual había hablado bien por el rey.
Entonces el rey dijo: Colgadlo en ella.
10.
Así colgaron a Hamán en la horca que él había hecho preparar para
Mordejai; y se apaciguó la ira del rey.
Capítulo 8
1.
El mismo día, el rey Ajashverosh dio a la reina Ester la casa de
Hamán enemigo de los judíos; y Mordejai vino delante del rey, porque
Ester le declaró lo que él era respecto de ella.
2.
Y se quitó el rey el anillo que recogió de Hamán, y lo dio a
Mordejai. Y Ester puso a Mordejai sobre la casa de Hamán.
3.
Volvió luego Ester a hablar delante del rey, y se echó a sus pies,
llorando y rogándole que hiciese nula la maldad de Hamán agagueo y
su designio que había tramado contra los yehudim.
4.
Entonces el rey extendió a Ester el cetro de oro, y Ester se
levantó, y se puso en pie delante del rey,
5.
y dijo: Si place al rey, y si he hallado gracia delante de él, y si
le parece acertado al rey, y yo soy agradable a sus ojos, que se dé
orden escrita para revocar las cartas que autorizan la trama de
Hamán hijo de Hamedata agagueo, que escribió para destruir a los
yehudim que están en todos los países del rey.
6.
Porque ¿cómo podré yo ver el mal que alcanzará a mi pueblo? ¿Cómo
podré yo ver la destrucción de mi nación?
7.
Respondió el rey Ajashverosh a la reina Ester y a Mordejai el
yehudí: He aquí yo he dado a Ester la casa de Hamán, y a él han
colgado en la horca, por cuanto extendió su mano contra los judíos.
8.
Escribid, pues, vosotros a los yehudim como bien os pareciere, en
nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey; porque un edicto
que se escribe en nombre del rey, y se sella con el anillo del rey,
no puede ser revocado.
9.
Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes tercero,
que es Siván, a los veintitrés días de ese mes; y se escribió
conforme a todo lo que mandó Mordejai, a los yehudim, y a los
sátrapas, los capitanes y los príncipes de los países que había
desde la India hasta Etiopía, ciento veintisiete países; a cada país
según su escritura, y a cada pueblo conforme a su lengua, a los
yehudim también conforme a su escritura y lengua.
10.
Y escribió en nombre del rey Ajashverosh, y lo selló con el anillo
del rey, y envió cartas por medio de correos montados en caballos
veloces procedentes de los repastos reales;
11.
que el rey daba facultad a los yehudim que estaban en todas las
ciudades, para que se reuniesen y estuviesen a la defensa de su
vida, prontos a destruir, y matar, y acabar con toda fuerza armada
del pueblo o provincia que viniese contra ellos, y aun sus niños y
mujeres, y apoderarse de sus bienes,
12.
en un mismo día en todas las provincias del rey Ajashverosh, en el
día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar.
13.
La copia del edicto que había de darse por decreto en cada
provincia, para que fuese conocido por todos los pueblos, decía que
los judíos estuviesen preparados para aquel día, para vengarse de
sus enemigos.
14.
Los correos, pues, montados en caballos veloces, salieron a toda
prisa por la orden del rey; y el edicto fue dado en Shushán capital
del reino.
15.
Y salió Mordejai de delante del rey con vestido real de azul y
blanco, y una gran corona de oro, y un manto de lino y púrpura.
La ciudad de Shushán entonces se alegró y regocijó;
16.
y los yehudim tuvieron luz y alegría, y gozo y honra.
17.
Y en cada provincia y en cada ciudad donde llegó el mandamiento del
rey, los yehudim tuvieron alegría y gozo, banquete y día de placer.
Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hacían yehudim, porque
el temor de los yehudim había caído sobre ellos.
Capítulo 9
1.
En el mes duodécimo, que es el mes de Adar, a los trece días del
mismo mes, cuando debía ser ejecutado el mandamiento del rey y su
decreto, el mismo día en que los enemigos de los judíos esperaban
enseñorearse de ellos, sucedió lo contrario; porque los judíos se
enseñorearon de los que los aborrecían.
2.
Los judíos se reunieron en sus ciudades, en todas las provincias del
rey Ajashverosh, para descargar su mano sobre los que habían
procurado su mal, y nadie los pudo resistir, porque el temor de
ellos había caído sobre todos los pueblos.
3.
Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, capitanes y
oficiales del rey, apoyaban a los judíos; porque el temor de
Mordejay había caído sobre ellos.
4.
Pues Mordejay era grande en la casa del rey, y su fama iba por todas
las provincias; Mordejay iba engrandeciéndose más y más.
5.
Y asolaron los judíos a todos sus enemigos a filo de espada, y con
mortandad y destrucción, e hicieron con sus enemigos como quisieron.
6.
en Shushán capital del reino mataron y destruyeron los judíos a
quinientos hombres.
7.
Y Parshandata, y Dalfón, y Aspata,
8.
Y Porata, y Adaliyá, y Aridata,
9.
Y Parmashta, y Arisay, y Ariday, y Vayzata,
10.
Los diez hijos de Hamán hijo de Hamedata, opresor de los yehudim los
mataron; pero en el botín no extendieron sus manos.
11.
El mismo día se le informó al rey acerca del número de los muertos
en Shushán, la capital delante del rey.
12.
Y dijo el rey a la reina Ester: En Shushán capital del reino los
yehudim han matado a quinientos hombres, y a diez hijos de Hamán;
pero en los demás países del rey, ¿Qué han hecho? ¿Qué es lo que
solicitas para que te sea entregado? ¿Y qué mas es tu pedido para
que te sea hecho?.
13.
Y respondió Ester: Si place al rey, concédase también mañana a los
yehudim que están en Shushán, que hagan conforme a la ley de hoy; y
que a los diez hijos de Hamán cuelguen (a cada uno) en un poste.
14.
Y mandó el rey que se hiciese así. Se dio la orden en Susa, y a los
diez hijos de Amán colgaron.
15.
Se congregaron los yehudim que estaban en Shushán también en
el catorce del mes de Adar, y mataron en Shushán a trescientos
hombres; pero en el botín no extendieron sus manos.
16.
En cuanto a los otros yehudim que estaban en los países del rey,
también se juntaron y se pusieron en defensa de su vida, y descansar
de sus enemigos, y mataron de los que los odiaban a setenta y cinco
mil; pero en el botín no extendieron sus manos.
17.
en el día trece del mes de Adar, y reposaron en el día catorce del
mismo, y lo hicieron día de banquete y de alegría.
18.
Y los yehudim que estaban en Shushán se juntaron el día trece y el
catorce del mismo (mes), y el quince del mismo reposaron y lo
hicieron día de banquete y de alegría.
19.
Por tanto, los yehudim aldeanos que habitan en las villas sin muro
hacen a los catorce del mes de Adar el día de alegría y de banquete,
un día festivo, y para enviar porciones cada uno a su compañero.
20.
Y escribió Mordejay estas cosas, y envió cartas a todos los yehudim
que estaban en todas las provincias del rey Ajashverosh, cercanos y
lejanos,
21.
ordenándoles que celebrasen el día decimocuarto del mes de Adar, y
el decimoquinto del mismo, cada año y año,
22.
Tal como los días en que descansaron en ellos los yehudim de sus
enemigos, y el mes que de tristeza se les cambió en alegría, y de
luto en día festivo; que los hiciesen días de banquete y de alegría,
y para enviar porciones cada uno a su compañero, y regalos a los
pobres.
23.
Y los yehudim aceptaron hacer, según habían comenzado, y a lo que
les escribió Mordejay para ellos.
24.
Porque Hamán hijo de Hamedata agagueo, enemigo de todos los judíos,
había ideado contra los judíos un plan para destruirlos, y había
echado Pur, suerte (un agorero) que fue el sorteo, para turbarlos y
acabar con ellos.
25.
Mas cuando ella (Ester) vino a la presencia del rey, él ordenó
por medio de un (nuevo) edicto, hacer volver su designio malvado,
que (Hamán) trazó contra los yehudim, recayera sobre su
cabeza; y colgaron a él y a sus hijos (a cada uno) en un poste.
26.
Por esto llamaron a estos días Purim, por la palabra Pur (suerte). Y
para perpetuar a las palabras de este rollo, y lo que ellos vieron
que así fue, y lo que les ocurrió,
27.
cumplieron y aceptaron los yehudim sobre sí, sobre ellos y
sobre su descendencia y sobre todos los (conversos) que se unieren a
ellos, para que no se transgreda cumplir los dos días según está
escrito, conforme a sus tiempos y en cada año y año;
28.
y que estos días serían recordados y celebrados en cada generación y
generación, en cada familia y familia, en cada país y país y (en
cada) ciudad y ciudad. Y que estos días de Purim no se interrumpan
de (conmemorarse) entre los yehudim y su recuerdo no cese de su
descendencia.
29.
Y escribió Ester, la reina, hija de Abijail, y Mordejai, el
yehudí, a toda (la fuerza) del milagro para dejar establecido el
segundo rollo de Purim.
30.
Y fueron enviados edictos a todos los yehudim, a los ciento
veintisiete países del rey Ajshverosh, con palabras de paz y de
verdad,
31.
para confirmar estos días de Purim en sus tiempos, según les había
ordenado Mordejai el yehudí y la reina Ester, y tal como
establecieron sobre sus almas y sobre su descendencia, los asuntos
de los ayunos y de sus clamores.
32.
La palabra de Ester hizo establecer estas celebraciones acerca de
Purim, y esto fue escrito en un libro.
Capítulo 10
1.
El rey Ajashverosh impuso tributo sobre la tierra y sobre las costas
del mar.
2.
Y todos los actos de su autoridad y poder, y todo el relato de la
grandeza de Mordejai, con que el rey le engrandeció, ¿no están
escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Media y Persia?
3.
Porque el judío Mordejai era el segundo después del
rey Ajashverosh, grande entre los judíos y estimado por la multitud
de sus hermanos, el cual buscó el bien de su pueblo y procuró el
bienestar de toda su gente.
אסתר א
1
וַיְהִ֖י בִּימֵ֣י אֲחַשְׁוֵר֑וֹשׁ ה֣וּא אֲחַשְׁוֵר֗וֹשׁ הַמֹּלֵךְ֙
מֵהֹ֣דּוּ וְעַד־כּ֔וּשׁ שֶׁ֛בַע וְעֶשְׂרִ֥ים וּמֵאָ֖ה מְדִינָֽה׃
2
בַּיָּמִ֖ים הָהֵ֑ם כְּשֶׁ֣בֶת ׀ הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֗וֹשׁ עַ֚ל
כִּסֵּ֣א מַלְכוּת֔וֹ אֲשֶׁ֖ר בְּשׁוּשַׁ֥ן הַבִּירָֽה׃
3
בִּשְׁנַ֤ת שָׁלוֹשׁ֙ לְמָלְכ֔וֹ עָשָׂ֣ה מִשְׁתֶּ֔ה לְכָל־שָׂרָ֖יו
וַעֲבָדָ֑יו חֵ֣יל ׀ פָּרַ֣ס וּמָדַ֗י הַֽפַּרְתְּמִ֛ים וְשָׂרֵ֥י
הַמְּדִינ֖וֹת לְפָנָֽיו׃
4
בְּהַרְאֹת֗וֹ אֶת־עֹ֙שֶׁר֙ כְּב֣וֹד מַלְכוּת֔וֹ וְאֶ֨ת־יְקָ֔ר
תִּפְאֶ֖רֶת גְּדוּלָּת֑וֹ יָמִ֣ים רַבִּ֔ים שְׁמוֹנִ֥ים וּמְאַ֖ת
יֽוֹם׃
5
וּבִמְל֣וֹאת ׀ הַיָּמִ֣ים הָאֵ֗לֶּה עָשָׂ֣ה הַמֶּ֡לֶךְ לְכָל־הָעָ֣ם
הַנִּמְצְאִים֩ בְּשׁוּשַׁ֨ן הַבִּירָ֜ה לְמִגָּ֧דוֹל וְעַד־קָטָ֛ן
מִשְׁתֶּ֖ה שִׁבְעַ֣ת יָמִ֑ים בַּחֲצַ֕ר גִּנַּ֥ת בִּיתַ֖ן הַמֶּֽלֶךְ׃
6
ח֣וּר ׀ כַּרְפַּ֣ס וּתְכֵ֗לֶת אָחוּז֙ בְּחַבְלֵי־ב֣וּץ וְאַרְגָּמָ֔ן
עַל־גְּלִ֥ילֵי כֶ֖סֶף וְעַמּ֣וּדֵי שֵׁ֑שׁ מִטּ֣וֹת ׀ זָהָ֣ב וָכֶ֗סֶף
עַ֛ל רִֽצְפַ֥ת בַּהַט־וָשֵׁ֖שׁ וְדַ֥ר וְסֹחָֽרֶת׃
7
וְהַשְׁקוֹת֙ בִּכְלֵ֣י זָהָ֔ב וְכֵלִ֖ים מִכֵּלִ֣ים שׁוֹנִ֑ים וְיֵ֥ין
מַלְכ֛וּת רָ֖ב כְּיַ֥ד הַמֶּֽלֶךְ׃
8
וְהַשְּׁתִיָּ֥ה כַדָּ֖ת אֵ֣ין אֹנֵ֑ס כִּי־כֵ֣ן ׀ יִסַּ֣ד הַמֶּ֗לֶךְ
עַ֚ל כָּל־רַ֣ב בֵּית֔וֹ לַעֲשׂ֖וֹת כִּרְצ֥וֹן אִישׁ־וָאִֽישׁ׃
9
גַּ֚ם וַשְׁתִּ֣י הַמַּלְכָּ֔ה עָשְׂתָ֖ה מִשְׁתֵּ֣ה נָשִׁ֑ים בֵּ֚ית
הַמַּלְכ֔וּת אֲשֶׁ֖ר לַמֶּ֥לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֽוֹשׁ׃ (ס)
10
בַּיּוֹם֙ הַשְּׁבִיעִ֔י כְּט֥וֹב לֵב־הַמֶּ֖לֶךְ בַּיָּ֑יִן אָמַ֡ר
לִ֠מְהוּמָן בִּזְּתָ֨א חַרְבוֹנָ֜א בִּגְתָ֤א וַאֲבַגְתָא֙ זֵתַ֣ר
וְכַרְכַּ֔ס שִׁבְעַת֙ הַסָּ֣רִיסִ֔ים הַמְשָׁ֣רְתִ֔ים אֶת־פְּנֵ֖י
הַמֶּ֥לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֽוֹשׁ׃
11
לְ֠הָבִיא אֶת־וַשְׁתִּ֧י הַמַּלְכָּ֛ה לִפְנֵ֥י הַמֶּ֖לֶךְ בְּכֶ֣תֶר
מַלְכ֑וּת לְהַרְא֨וֹת הָֽעַמִּ֤ים וְהַשָּׂרִים֙ אֶת־יָפְיָ֔הּ
כִּֽי־טוֹבַ֥ת מַרְאֶ֖ה הִֽיא׃
12
וַתְּמָאֵ֞ן הַמַּלְכָּ֣ה וַשְׁתִּ֗י לָבוֹא֙ בִּדְבַ֣ר הַמֶּ֔לֶךְ
אֲשֶׁ֖ר בְּיַ֣ד הַסָּרִיסִ֑ים וַיִּקְצֹ֤ף הַמֶּ֙לֶךְ֙ מְאֹ֔ד
וַחֲמָת֖וֹ בָּעֲרָ֥ה בֽוֹ׃
13
וַיֹּ֣אמֶר הַמֶּ֔לֶךְ לַחֲכָמִ֖ים יֹדְעֵ֣י הָֽעִתִּ֑ים כִּי־כֵן֙
דְּבַ֣ר הַמֶּ֔לֶךְ לִפְנֵ֕י כָּל־יֹדְעֵ֖י דָּ֥ת וָדִֽין׃
14
וְהַקָּרֹ֣ב אֵלָ֗יו כַּרְשְׁנָ֤א שֵׁתָר֙ אַדְמָ֣תָא תַרְשִׁ֔ישׁ
מֶ֥רֶס מַרְסְנָ֖א מְמוּכָ֑ן שִׁבְעַ֞ת שָׂרֵ֣י ׀ פָּרַ֣ס וּמָדַ֗י
רֹאֵי֙ פְּנֵ֣י הַמֶּ֔לֶךְ הַיֹּשְׁבִ֥ים רִאשֹׁנָ֖ה בַּמַּלְכֽוּת׃
15
כְּדָת֙ מַֽה־לַּעֲשׂ֔וֹת בַּמַּלְכָּ֖ה וַשְׁתִּ֑י עַ֣ל ׀ אֲשֶׁ֣ר
לֹֽא־עָשְׂתָ֗ה אֶֽת־מַאֲמַר֙ הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֔וֹשׁ בְּיַ֖ד
הַסָּרִיסִֽים׃ (ס)
16
וַיֹּ֣אמֶר מומכן [מְמוּכָ֗ן] לִפְנֵ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙ וְהַשָּׂרִ֔ים לֹ֤א
עַל־הַמֶּ֙לֶךְ֙ לְבַדּ֔וֹ עָוְתָ֖ה וַשְׁתִּ֣י הַמַּלְכָּ֑ה כִּ֤י
עַל־כָּל־הַשָּׂרִים֙ וְעַל־כָּל־הָ֣עַמִּ֔ים אֲשֶׁ֕ר
בְּכָל־מְדִינ֖וֹת הַמֶּ֥לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֽוֹשׁ׃
17
כִּֽי־יֵצֵ֤א דְבַר־הַמַּלְכָּה֙ עַל־כָּל־הַנָּשִׁ֔ים לְהַבְז֥וֹת
בַּעְלֵיהֶ֖ן בְּעֵינֵיהֶ֑ן בְּאָמְרָ֗ם הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֡וֹשׁ
אָמַ֞ר לְהָבִ֨יא אֶת־וַשְׁתִּ֧י הַמַּלְכָּ֛ה לְפָנָ֖יו וְלֹא־בָֽאָה׃
18
וְֽהַיּ֨וֹם הַזֶּ֜ה תֹּאמַ֣רְנָה ׀ שָׂר֣וֹת פָּֽרַס־וּמָדַ֗י אֲשֶׁ֤ר
שָֽׁמְעוּ֙ אֶת־דְּבַ֣ר הַמַּלְכָּ֔ה לְכֹ֖ל שָׂרֵ֣י הַמֶּ֑לֶךְ
וּכְדַ֖י בִּזָּי֥וֹן וָקָֽצֶף׃
19
אִם־עַל־הַמֶּ֣לֶךְ ט֗וֹב יֵצֵ֤א דְבַר־מַלְכוּת֙ מִלְּפָנָ֔יו
וְיִכָּתֵ֛ב בְּדָתֵ֥י פָֽרַס־וּמָדַ֖י וְלֹ֣א יַעֲב֑וֹר אֲשֶׁ֨ר
לֹֽא־תָב֜וֹא וַשְׁתִּ֗י לִפְנֵי֙ הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֔וֹשׁ
וּמַלְכוּתָהּ֙ יִתֵּ֣ן הַמֶּ֔לֶךְ לִרְעוּתָ֖הּ הַטּוֹבָ֥ה
מִמֶּֽנָּה׃
20
וְנִשְׁמַע֩ פִּתְגָ֨ם הַמֶּ֤לֶךְ אֲשֶֽׁר־יַעֲשֶׂה֙
בְּכָל־מַלְכוּת֔וֹ כִּ֥י רַבָּ֖ה הִ֑יא וְכָל־הַנָּשִׁ֗ים יִתְּנ֤וּ
יְקָר֙ לְבַעְלֵיהֶ֔ן לְמִגָּד֖וֹל וְעַד־קָטָֽן׃
21
וַיִּיטַב֙ הַדָּבָ֔ר בְּעֵינֵ֥י הַמֶּ֖לֶךְ וְהַשָּׂרִ֑ים וַיַּ֥עַשׂ
הַמֶּ֖לֶךְ כִּדְבַ֥ר מְמוּכָֽן׃
22
וַיִּשְׁלַ֤ח סְפָרִים֙ אֶל־כָּל־מְדִינ֣וֹת הַמֶּ֔לֶךְ אֶל־מְדִינָ֤ה
וּמְדִינָה֙ כִּכְתָבָ֔הּ וְאֶל־עַ֥ם וָעָ֖ם כִּלְשׁוֹנ֑וֹ לִהְי֤וֹת
כָּל־אִישׁ֙ שֹׂרֵ֣ר בְּבֵית֔וֹ וּמְדַבֵּ֖ר כִּלְשׁ֥וֹן עַמּֽוֹ׃ (פ)
אסתר ב
1
אַחַר֙ הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֔לֶּה כְּשֹׁ֕ךְ חֲמַ֖ת הַמֶּ֣לֶךְ
אֲחַשְׁוֵר֑וֹשׁ זָכַ֤ר אֶת־וַשְׁתִּי֙ וְאֵ֣ת אֲשֶׁר־עָשָׂ֔תָה וְאֵ֥ת
אֲשֶׁר־נִגְזַ֖ר עָלֶֽיהָ׃
2
וַיֹּאמְר֥וּ נַעֲרֵֽי־הַמֶּ֖לֶךְ מְשָׁרְתָ֑יו יְבַקְשׁ֥וּ לַמֶּ֛לֶךְ
נְעָר֥וֹת בְּתוּל֖וֹת טוֹב֥וֹת מַרְאֶֽה׃
3
וְיַפְקֵ֨ד הַמֶּ֣לֶךְ פְּקִידִים֮ בְּכָל־מְדִינ֣וֹת מַלְכוּתוֹ֒
וְיִקְבְּצ֣וּ אֶת־כָּל־נַעֲרָֽה־בְ֠תוּלָה טוֹבַ֨ת מַרְאֶ֜ה
אֶל־שׁוּשַׁ֤ן הַבִּירָה֙ אֶל־בֵּ֣ית הַנָּשִׁ֔ים אֶל־יַ֥ד הֵגֶ֛א
סְרִ֥יס הַמֶּ֖לֶךְ שֹׁמֵ֣ר הַנָּשִׁ֑ים וְנָת֖וֹן תַּמְרוּקֵיהֶֽן׃
4
וְהַֽנַּעֲרָ֗ה אֲשֶׁ֤ר תִּיטַב֙ בְּעֵינֵ֣י הַמֶּ֔לֶךְ תִּמְלֹ֖ךְ
תַּ֣חַת וַשְׁתִּ֑י וַיִּיטַ֧ב הַדָּבָ֛ר בְּעֵינֵ֥י הַמֶּ֖לֶךְ
וַיַּ֥עַשׂ כֵּֽן׃ (ס)
5
אִ֣ישׁ יְהוּדִ֔י הָיָ֖ה בְּשׁוּשַׁ֣ן הַבִּירָ֑ה וּשְׁמ֣וֹ
מָרְדֳּכַ֗י בֶּ֣ן יָאִ֧יר בֶּן־שִׁמְעִ֛י בֶּן־קִ֖ישׁ אִ֥ישׁ
יְמִינִֽי׃
6
אֲשֶׁ֤ר הָגְלָה֙ מִיר֣וּשָׁלַ֔יִם עִם־הַגֹּלָה֙ אֲשֶׁ֣ר הָגְלְתָ֔ה
עִ֖ם יְכָנְיָ֣ה מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֑ה אֲשֶׁ֣ר הֶגְלָ֔ה נְבוּכַדְנֶאצַּ֖ר
מֶ֥לֶךְ בָּבֶֽל׃
7
וַיְהִ֨י אֹמֵ֜ן אֶת־הֲדַסָּ֗ה הִ֤יא אֶסְתֵּר֙ בַּת־דֹּד֔וֹ כִּ֛י
אֵ֥ין לָ֖הּ אָ֣ב וָאֵ֑ם וְהַנַּעֲרָ֤ה יְפַת־תֹּ֙אַר֙ וְטוֹבַ֣ת
מַרְאֶ֔ה וּבְמ֤וֹת אָבִ֙יהָ֙ וְאִמָּ֔הּ לְקָחָ֧הּ מָרְדֳּכַ֛י ל֖וֹ
לְבַֽת׃
8
וַיְהִ֗י בְּהִשָּׁמַ֤ע דְּבַר־הַמֶּ֙לֶךְ֙ וְדָת֔וֹ וּֽבְהִקָּבֵ֞ץ
נְעָר֥וֹת רַבּ֛וֹת אֶל־שׁוּשַׁ֥ן הַבִּירָ֖ה אֶל־יַ֣ד הֵגָ֑י
וַתִּלָּקַ֤ח אֶסְתֵּר֙ אֶל־בֵּ֣ית הַמֶּ֔לֶךְ אֶל־יַ֥ד הֵגַ֖י שֹׁמֵ֥ר
הַנָּשִֽׁים׃
9
וַתִּיטַ֨ב הַנַּעֲרָ֣ה בְעֵינָיו֮ וַתִּשָּׂ֣א חֶ֣סֶד לְפָנָיו֒
וַ֠יְבַהֵל אֶת־תַּמְרוּקֶ֤יהָ וְאֶת־מָנוֹתֶ֙הָ֙ לָתֵ֣ת לָ֔הּ וְאֵת֙
שֶׁ֣בַע הַנְּעָר֔וֹת הָרְאֻי֥וֹת לָֽתֶת־לָ֖הּ מִבֵּ֣ית הַמֶּ֑לֶךְ
וַיְשַׁנֶּ֧הָ וְאֶת־נַעֲרוֹתֶ֛יהָ לְט֖וֹב בֵּ֥ית הַנָּשִֽׁים׃
10
לֹא־הִגִּ֣ידָה אֶסְתֵּ֔ר אֶת־עַמָּ֖הּ וְאֶת־מֽוֹלַדְתָּ֑הּ כִּ֧י
מָרְדֳּכַ֛י צִוָּ֥ה עָלֶ֖יהָ אֲשֶׁ֥ר לֹא־תַגִּֽיד׃
11
וּבְכָל־י֣וֹם וָי֔וֹם מָרְדֳּכַי֙ מִתְהַלֵּ֔ךְ לִפְנֵ֖י חֲצַ֣ר
בֵּית־הַנָּשִׁ֑ים לָדַ֙עַת֙ אֶת־שְׁל֣וֹם אֶסְתֵּ֔ר וּמַה־יֵּעָשֶׂ֖ה
בָּֽהּ׃
12
וּבְהַגִּ֡יעַ תֹּר֩ נַעֲרָ֨ה וְנַעֲרָ֜ה לָב֣וֹא ׀ אֶל־הַמֶּ֣לֶךְ
אֲחַשְׁוֵר֗וֹשׁ מִקֵּץ֩ הֱי֨וֹת לָ֜הּ כְּדָ֤ת הַנָּשִׁים֙ שְׁנֵ֣ים
עָשָׂ֣ר חֹ֔דֶשׁ כִּ֛י כֵּ֥ן יִמְלְא֖וּ יְמֵ֣י מְרוּקֵיהֶ֑ן שִׁשָּׁ֤ה
חֳדָשִׁים֙ בְּשֶׁ֣מֶן הַמֹּ֔ר וְשִׁשָּׁ֤ה חֳדָשִׁים֙ בַּבְּשָׂמִ֔ים
וּבְתַמְרוּקֵ֖י הַנָּשִֽׁים׃
13
וּבָזֶ֕ה הַֽנַּעֲרָ֖ה בָּאָ֣ה אֶל־הַמֶּ֑לֶךְ אֵת֩ כָּל־אֲשֶׁ֨ר
תֹּאמַ֜ר יִנָּ֤תֵֽן לָהּ֙ לָב֣וֹא עִמָּ֔הּ מִבֵּ֥ית הַנָּשִׁ֖ים
עַד־בֵּ֥ית הַמֶּֽלֶךְ׃
14
בָּעֶ֣רֶב ׀ הִ֣יא בָאָ֗ה וּ֠בַבֹּקֶר הִ֣יא שָׁבָ֞ה אֶל־בֵּ֤ית
הַנָּשִׁים֙ שֵׁנִ֔י אֶל־יַ֧ד שַֽׁעֲשְׁגַ֛ז סְרִ֥יס הַמֶּ֖לֶךְ
שֹׁמֵ֣ר הַפִּֽילַגְשִׁ֑ים לֹא־תָב֥וֹא עוֹד֙ אֶל־הַמֶּ֔לֶךְ כִּ֣י
אִם־חָפֵ֥ץ בָּ֛הּ הַמֶּ֖לֶךְ וְנִקְרְאָ֥ה בְשֵֽׁם׃
15
וּבְהַגִּ֣יעַ תֹּר־אֶסְתֵּ֣ר בַּת־אֲבִיחַ֣יִל דֹּ֣ד מָרְדֳּכַ֡י
אֲשֶׁר֩ לָקַֽח־ל֨וֹ לְבַ֜ת לָב֣וֹא אֶל־הַמֶּ֗לֶךְ לֹ֤א בִקְשָׁה֙
דָּבָ֔ר כִּ֠י אִ֣ם אֶת־אֲשֶׁ֥ר יֹאמַ֛ר הֵגַ֥י סְרִיס־הַמֶּ֖לֶךְ
שֹׁמֵ֣ר הַנָּשִׁ֑ים וַתְּהִ֤י אֶסְתֵּר֙ נֹשֵׂ֣את חֵ֔ן בְּעֵינֵ֖י
כָּל־רֹאֶֽיהָ׃
16
וַתִּלָּקַ֨ח אֶסְתֵּ֜ר אֶל־הַמֶּ֤לֶךְ אֲחַשְׁוֵרוֹשׁ֙ אֶל־בֵּ֣ית
מַלְכוּת֔וֹ בַּחֹ֥דֶשׁ הָעֲשִׂירִ֖י הוּא־חֹ֣דֶשׁ טֵבֵ֑ת
בִּשְׁנַת־שֶׁ֖בַע לְמַלְכוּתֽוֹ׃
17
וַיֶּאֱהַ֨ב הַמֶּ֤לֶךְ אֶת־אֶסְתֵּר֙ מִכָּל־הַנָּשִׁ֔ים
וַתִּשָּׂא־חֵ֥ן וָחֶ֛סֶד לְפָנָ֖יו מִכָּל־הַבְּתוּלֹ֑ת וַיָּ֤שֶׂם
כֶּֽתֶר־מַלְכוּת֙ בְּרֹאשָׁ֔הּ וַיַּמְלִיכֶ֖הָ תַּ֥חַת וַשְׁתִּֽי׃
18
וַיַּ֨עַשׂ הַמֶּ֜לֶךְ מִשְׁתֶּ֣ה גָד֗וֹל לְכָל־שָׂרָיו֙ וַעֲבָדָ֔יו
אֵ֖ת מִשְׁתֵּ֣ה אֶסְתֵּ֑ר וַהֲנָחָ֤ה לַמְּדִינוֹת֙ עָשָׂ֔ה
וַיִּתֵּ֥ן מַשְׂאֵ֖ת כְּיַ֥ד הַמֶּֽלֶךְ׃
19
וּבְהִקָּבֵ֥ץ בְּתוּל֖וֹת שֵׁנִ֑ית וּמָרְדֳּכַ֖י יֹשֵׁ֥ב
בְּשַֽׁעַר־הַמֶּֽלֶךְ׃
20
אֵ֣ין אֶסְתֵּ֗ר מַגֶּ֤דֶת מֽוֹלַדְתָּהּ֙ וְאֶת־עַמָּ֔הּ כַּאֲשֶׁ֛ר
צִוָּ֥ה עָלֶ֖יהָ מָרְדֳּכָ֑י וְאֶת־מַאֲמַ֤ר מָרְדֳּכַי֙ אֶסְתֵּ֣ר
עֹשָׂ֔ה כַּאֲשֶׁ֛ר הָיְתָ֥ה בְאָמְנָ֖ה אִתּֽוֹ׃ (ס)
21
בַּיָּמִ֣ים הָהֵ֔ם וּמָרְדֳּכַ֖י יֹשֵׁ֣ב בְּשַֽׁעַר־הַמֶּ֑לֶךְ
קָצַף֩ בִּגְתָ֨ן וָתֶ֜רֶשׁ שְׁנֵֽי־סָרִיסֵ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙
מִשֹּׁמְרֵ֣י הַסַּ֔ף וַיְבַקְשׁוּ֙ לִשְׁלֹ֣חַ יָ֔ד בַּמֶּ֖לֶךְ
אֲחַשְׁוֵֽרֹשׁ׃
22
וַיִּוָּדַ֤ע הַדָּבָר֙ לְמָרְדֳּכַ֔י וַיַּגֵּ֖ד לְאֶסְתֵּ֣ר
הַמַּלְכָּ֑ה וַתֹּ֧אמֶר אֶסְתֵּ֛ר לַמֶּ֖לֶךְ בְּשֵׁ֥ם מָרְדֳּכָֽי׃
23
וַיְבֻקַּ֤שׁ הַדָּבָר֙ וַיִּמָּצֵ֔א וַיִּתָּל֥וּ שְׁנֵיהֶ֖ם עַל־עֵ֑ץ
וַיִּכָּתֵ֗ב בְּסֵ֛פֶר דִּבְרֵ֥י הַיָּמִ֖ים לִפְנֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃ (פ)
אסתר ג
1
אַחַ֣ר ׀ הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֗לֶּה גִּדַּל֩ הַמֶּ֨לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֜וֹשׁ
אֶת־הָמָ֧ן בֶּֽן־הַמְּדָ֛תָא הָאֲגָגִ֖י וַֽיְנַשְּׂאֵ֑הוּ
וַיָּ֙שֶׂם֙ אֶת־כִּסְא֔וֹ מֵעַ֕ל כָּל־הַשָּׂרִ֖ים אֲשֶׁ֥ר אִתּֽוֹ׃
2
וְכָל־עַבְדֵ֨י הַמֶּ֜לֶךְ אֲשֶׁר־בְּשַׁ֣עַר הַמֶּ֗לֶךְ כֹּרְעִ֤ים
וּמִֽשְׁתַּחֲוִים֙ לְהָמָ֔ן כִּי־כֵ֖ן צִוָּה־ל֣וֹ הַמֶּ֑לֶךְ
וּמָ֨רְדֳּכַ֔י לֹ֥א יִכְרַ֖ע וְלֹ֥א יִֽשְׁתַּחֲוֶֽה׃
3
וַיֹּ֨אמְר֜וּ עַבְדֵ֥י הַמֶּ֛לֶךְ אֲשֶׁר־בְּשַׁ֥עַר הַמֶּ֖לֶךְ
לְמָרְדֳּכָ֑י מַדּ֙וּעַ֙ אַתָּ֣ה עוֹבֵ֔ר אֵ֖ת מִצְוַ֥ת הַמֶּֽלֶךְ׃
4
וַיְהִ֗י באמרם [כְּאָמְרָ֤ם] אֵלָיו֙ י֣וֹם וָי֔וֹם וְלֹ֥א שָׁמַ֖ע
אֲלֵיהֶ֑ם וַיַּגִּ֣ידוּ לְהָמָ֗ן לִרְאוֹת֙ הֲיַֽעַמְדוּ֙ דִּבְרֵ֣י
מָרְדֳּכַ֔י כִּֽי־הִגִּ֥יד לָהֶ֖ם אֲשֶׁר־ה֥וּא יְהוּדִֽי׃
5
וַיַּ֣רְא הָמָ֔ן כִּי־אֵ֣ין מָרְדֳּכַ֔י כֹּרֵ֥עַ וּמִֽשְׁתַּחֲוֶ֖ה
ל֑וֹ וַיִּמָּלֵ֥א הָמָ֖ן חֵמָֽה׃
6
וַיִּ֣בֶז בְּעֵינָ֗יו לִשְׁלֹ֤ח יָד֙ בְּמָרְדֳּכַ֣י לְבַדּ֔וֹ
כִּֽי־הִגִּ֥ידוּ ל֖וֹ אֶת־עַ֣ם מָרְדֳּכָ֑י וַיְבַקֵּ֣שׁ הָמָ֗ן
לְהַשְׁמִ֧יד אֶת־כָּל־הַיְּהוּדִ֛ים אֲשֶׁ֛ר בְּכָל־מַלְכ֥וּת
אֲחַשְׁוֵר֖וֹשׁ עַ֥ם מָרְדֳּכָֽי׃
7
בַּחֹ֤דֶשׁ הָרִאשׁוֹן֙ הוּא־חֹ֣דֶשׁ נִיסָ֔ן בִּשְׁנַת֙ שְׁתֵּ֣ים
עֶשְׂרֵ֔ה לַמֶּ֖לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֑וֹשׁ הִפִּ֣יל פּוּר֩ ה֨וּא
הַגּוֹרָ֜ל לִפְנֵ֣י הָמָ֗ן מִיּ֧וֹם ׀ לְי֛וֹם וּמֵחֹ֛דֶשׁ לְחֹ֥דֶשׁ
שְׁנֵים־עָשָׂ֖ר הוּא־חֹ֥דֶשׁ אֲדָֽר׃ (ס)
8
וַיֹּ֤אמֶר הָמָן֙ לַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֔וֹשׁ יֶשְׁנ֣וֹ עַם־אֶחָ֗ד
מְפֻזָּ֤ר וּמְפֹרָד֙ בֵּ֣ין הָֽעַמִּ֔ים בְּכֹ֖ל מְדִינ֣וֹת
מַלְכוּתֶ֑ךָ וְדָתֵיהֶ֞ם שֹׁנ֣וֹת מִכָּל־עָ֗ם וְאֶת־דָּתֵ֤י
הַמֶּ֙לֶךְ֙ אֵינָ֣ם עֹשִׂ֔ים וְלַמֶּ֥לֶךְ אֵין־שֹׁוֶ֖ה לְהַנִּיחָֽם׃
9
אִם־עַל־הַמֶּ֣לֶךְ ט֔וֹב יִכָּתֵ֖ב לְאַבְּדָ֑ם וַעֲשֶׂ֨רֶת אֲלָפִ֜ים
כִּכַּר־כֶּ֗סֶף אֶשְׁקוֹל֙ עַל־יְדֵי֙ עֹשֵׂ֣י הַמְּלָאכָ֔ה לְהָבִ֖יא
אֶל־גִּנְזֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃
10
וַיָּ֧סַר הַמֶּ֛לֶךְ אֶת־טַבַּעְתּ֖וֹ מֵעַ֣ל יָד֑וֹ וַֽיִּתְּנָ֗הּ
לְהָמָ֧ן בֶּֽן־הַמְּדָ֛תָא הָאֲגָגִ֖י צֹרֵ֥ר הַיְּהוּדִֽים׃
11
וַיֹּ֤אמֶר הַמֶּ֙לֶךְ֙ לְהָמָ֔ן הַכֶּ֖סֶף נָת֣וּן לָ֑ךְ וְהָעָ֕ם
לַעֲשׂ֥וֹת בּ֖וֹ כַּטּ֥וֹב בְּעֵינֶֽיךָ׃
12
וַיִּקָּרְאוּ֩ סֹפְרֵ֨י הַמֶּ֜לֶךְ בַּחֹ֣דֶשׁ הָרִאשׁ֗וֹן
בִּשְׁלוֹשָׁ֨ה עָשָׂ֣ר יוֹם֮ בּוֹ֒ וַיִּכָּתֵ֣ב
כְּֽכָל־אֲשֶׁר־צִוָּ֣ה הָמָ֡ן אֶ֣ל אֲחַשְׁדַּרְפְּנֵֽי־הַ֠מֶּלֶךְ
וְֽאֶל־הַפַּח֞וֹת אֲשֶׁ֣ר ׀ עַל־מְדִינָ֣ה וּמְדִינָ֗ה וְאֶל־שָׂ֤רֵי
עַם֙ וָעָ֔ם מְדִינָ֤ה וּמְדִינָה֙ כִּכְתָבָ֔הּ וְעַ֥ם וָעָ֖ם
כִּלְשׁוֹנ֑וֹ בְּשֵׁ֨ם הַמֶּ֤לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֹשׁ֙ נִכְתָּ֔ב
וְנֶחְתָּ֖ם בְּטַבַּ֥עַת הַמֶּֽלֶךְ׃
13
וְנִשְׁל֨וֹחַ סְפָרִ֜ים בְּיַ֣ד הָרָצִים֮ אֶל־כָּל־מְדִינ֣וֹת
הַמֶּלֶךְ֒ לְהַשְׁמִ֡יד לַהֲרֹ֣ג וּלְאַבֵּ֣ד אֶת־כָּל־הַ֠יְּהוּדִים
מִנַּ֨עַר וְעַד־זָקֵ֨ן טַ֤ף וְנָשִׁים֙ בְּי֣וֹם אֶחָ֔ד
בִּשְׁלוֹשָׁ֥ה עָשָׂ֛ר לְחֹ֥דֶשׁ שְׁנֵים־עָשָׂ֖ר הוּא־חֹ֣דֶשׁ אֲדָ֑ר
וּשְׁלָלָ֖ם לָבֽוֹז׃
14
פַּתְשֶׁ֣גֶן הַכְּתָ֗ב לְהִנָּ֤תֵֽן דָּת֙ בְּכָל־מְדִינָ֣ה
וּמְדִינָ֔ה גָּל֖וּי לְכָל־הָֽעַמִּ֑ים לִהְי֥וֹת עֲתִדִ֖ים לַיּ֥וֹם
הַזֶּֽה׃
15
הָֽרָצִ֞ים יָצְא֤וּ דְחוּפִים֙ בִּדְבַ֣ר הַמֶּ֔לֶךְ וְהַדָּ֥ת
נִתְּנָ֖ה בְּשׁוּשַׁ֣ן הַבִּירָ֑ה וְהַמֶּ֤לֶךְ וְהָמָן֙ יָשְׁב֣וּ
לִשְׁתּ֔וֹת וְהָעִ֥יר שׁוּשָׁ֖ן נָבֽוֹכָה׃ (פ)
אסתר ד
1
וּמָרְדֳּכַ֗י יָדַע֙ אֶת־כָּל־אֲשֶׁ֣ר נַעֲשָׂ֔ה וַיִּקְרַ֤ע
מָרְדֳּכַי֙ אֶת־בְּגָדָ֔יו וַיִּלְבַּ֥שׁ שַׂ֖ק וָאֵ֑פֶר וַיֵּצֵא֙
בְּת֣וֹךְ הָעִ֔יר וַיִּזְעַ֛ק זְעָקָ֥ה גְדֹלָ֖ה וּמָרָֽה׃
2
וַיָּב֕וֹא עַ֖ד לִפְנֵ֣י שַֽׁעַר־הַמֶּ֑לֶךְ כִּ֣י אֵ֥ין לָב֛וֹא
אֶל־שַׁ֥עַר הַמֶּ֖לֶךְ בִּלְב֥וּשׁ שָֽׂק׃
3
וּבְכָל־מְדִינָ֣ה וּמְדִינָ֗ה מְקוֹם֙ אֲשֶׁ֨ר דְּבַר־הַמֶּ֤לֶךְ
וְדָתוֹ֙ מַגִּ֔יעַ אֵ֤בֶל גָּדוֹל֙ לַיְּהוּדִ֔ים וְצ֥וֹם וּבְכִ֖י
וּמִסְפֵּ֑ד שַׂ֣ק וָאֵ֔פֶר יֻצַּ֖ע לָֽרַבִּֽים׃
4
וַ֠תָּבוֹאינָה נַעֲר֨וֹת אֶסְתֵּ֤ר וְסָרִיסֶ֙יהָ֙ וַיַּגִּ֣ידוּ
לָ֔הּ וַתִּתְחַלְחַ֥ל הַמַּלְכָּ֖ה מְאֹ֑ד וַתִּשְׁלַ֨ח בְּגָדִ֜ים
לְהַלְבִּ֣ישׁ אֶֽת־מָרְדֳּכַ֗י וּלְהָסִ֥יר שַׂקּ֛וֹ מֵעָלָ֖יו וְלֹ֥א
קִבֵּֽל׃
5
וַתִּקְרָא֩ אֶסְתֵּ֨ר לַהֲתָ֜ךְ מִסָּרִיסֵ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙ אֲשֶׁ֣ר
הֶעֱמִ֣יד לְפָנֶ֔יהָ וַתְּצַוֵּ֖הוּ עַֽל־מָרְדֳּכָ֑י לָדַ֥עַת
מַה־זֶּ֖ה וְעַל־מַה־זֶּֽה׃
6
וַיֵּצֵ֥א הֲתָ֖ךְ אֶֽל־מָרְדֳּכָ֑י אֶל־רְח֣וֹב הָעִ֔יר אֲשֶׁ֖ר
לִפְנֵ֥י שַֽׁעַר־הַמֶּֽלֶךְ׃
7
וַיַּגֶּד־ל֣וֹ מָרְדֳּכַ֔י אֵ֖ת כָּל־אֲשֶׁ֣ר קָרָ֑הוּ וְאֵ֣ת ׀
פָּרָשַׁ֣ת הַכֶּ֗סֶף אֲשֶׁ֨ר אָמַ֤ר הָמָן֙ לִ֠שְׁקוֹל עַל־גִּנְזֵ֥י
הַמֶּ֛לֶךְ ביהודיים [בַּיְּהוּדִ֖ים] לְאַבְּדָֽם׃
8
וְאֶת־פַּתְשֶׁ֣גֶן כְּתָֽב־הַ֠דָּת אֲשֶׁר־נִתַּ֨ן בְּשׁוּשָׁ֤ן
לְהַשְׁמִידָם֙ נָ֣תַן ל֔וֹ לְהַרְא֥וֹת אֶת־אֶסְתֵּ֖ר וּלְהַגִּ֣יד
לָ֑הּ וּלְצַוּ֣וֹת עָלֶ֗יהָ לָב֨וֹא אֶל־הַמֶּ֧לֶךְ
לְהִֽתְחַנֶּן־ל֛וֹ וּלְבַקֵּ֥שׁ מִלְּפָנָ֖יו עַל־עַמָּֽהּ׃
9
וַיָּב֖וֹא הֲתָ֑ךְ וַיַּגֵּ֣ד לְאֶסְתֵּ֔ר אֵ֖ת דִּבְרֵ֥י
מָרְדֳּכָֽי׃
10
וַתֹּ֤אמֶר אֶסְתֵּר֙ לַהֲתָ֔ךְ וַתְּצַוֵּ֖הוּ אֶֽל־מָרְדֳּכָֽי׃
11
כָּל־עַבְדֵ֣י הַמֶּ֡לֶךְ וְעַם־מְדִינ֨וֹת הַמֶּ֜לֶךְ יֽוֹדְעִ֗ים
אֲשֶׁ֣ר כָּל־אִ֣ישׁ וְאִשָּׁ֡ה אֲשֶׁ֣ר יָבֽוֹא־אֶל־הַמֶּלֶךְ֩
אֶל־הֶחָצֵ֨ר הַפְּנִימִ֜ית אֲשֶׁ֣ר לֹֽא־יִקָּרֵ֗א אַחַ֤ת דָּתוֹ֙
לְהָמִ֔ית לְ֠בַד מֵאֲשֶׁ֨ר יֽוֹשִׁיט־ל֥וֹ הַמֶּ֛לֶךְ אֶת־שַׁרְבִ֥יט
הַזָּהָ֖ב וְחָיָ֑ה וַאֲנִ֗י לֹ֤א נִקְרֵ֙אתי֙ לָב֣וֹא אֶל־הַמֶּ֔לֶךְ
זֶ֖ה שְׁלוֹשִׁ֥ים יֽוֹם׃
12
וַיַּגִּ֣ידוּ לְמָרְדֳּכָ֔י אֵ֖ת דִּבְרֵ֥י אֶסְתֵּֽר׃ (פ)
13
וַיֹּ֥אמֶר מָרְדֳּכַ֖י לְהָשִׁ֣יב אֶל־אֶסְתֵּ֑ר אַל־תְּדַמִּ֣י
בְנַפְשֵׁ֔ךְ לְהִמָּלֵ֥ט בֵּית־הַמֶּ֖לֶךְ מִכָּל־הַיְּהוּדִֽים׃
14
כִּ֣י אִם־הַחֲרֵ֣שׁ תַּחֲרִישִׁי֮ בָּעֵ֣ת הַזֹּאת֒ רֶ֣וַח
וְהַצָּלָ֞ה יַעֲמ֤וֹד לַיְּהוּדִים֙ מִמָּק֣וֹם אַחֵ֔ר וְאַ֥תְּ
וּבֵית־אָבִ֖יךְ תֹּאבֵ֑דוּ וּמִ֣י יוֹדֵ֔עַ אִם־לְעֵ֣ת כָּזֹ֔את
הִגַּ֖עַתְּ לַמַּלְכֽוּת׃
15
וַתֹּ֥אמֶר אֶסְתֵּ֖ר לְהָשִׁ֥יב אֶֽל־מָרְדֳּכָֽי׃
16
לֵךְ֩ כְּנ֨וֹס אֶת־כָּל־הַיְּהוּדִ֜ים הַֽנִּמְצְאִ֣ים בְּשׁוּשָׁ֗ן
וְצ֣וּמוּ עָ֠לַי וְאַל־תֹּאכְל֨וּ וְאַל־תִּשְׁתּ֜וּ שְׁלֹ֤שֶׁת
יָמִים֙ לַ֣יְלָה וָי֔וֹם גַּם־אֲנִ֥י וְנַעֲרֹתַ֖י אָצ֣וּם כֵּ֑ן
וּבְכֵ֞ן אָב֤וֹא אֶל־הַמֶּ֙לֶךְ֙ אֲשֶׁ֣ר לֹֽא־כַדָּ֔ת וְכַאֲשֶׁ֥ר
אָבַ֖דְתִּי אָבָֽדְתִּי׃
17
וַֽיַּעֲבֹ֖ר מָרְדֳּכָ֑י וַיַּ֕עַשׂ כְּכֹ֛ל אֲשֶׁר־צִוְּתָ֥ה עָלָ֖יו
אֶסְתֵּֽר׃ (ס)
אסתר ה
1
וַיְהִ֣י ׀ בַּיּ֣וֹם הַשְּׁלִישִׁ֗י וַתִּלְבַּ֤שׁ אֶסְתֵּר֙
מַלְכ֔וּת וַֽתַּעֲמֹ֞ד בַּחֲצַ֤ר בֵּית־הַמֶּ֙לֶךְ֙ הַפְּנִימִ֔ית
נֹ֖כַח בֵּ֣ית הַמֶּ֑לֶךְ וְ֠הַמֶּלֶךְ יוֹשֵׁ֞ב עַל־כִּסֵּ֤א
מַלְכוּתוֹ֙ בְּבֵ֣ית הַמַּלְכ֔וּת נֹ֖כַח פֶּ֥תַח הַבָּֽיִת׃
2
וַיְהִי֩ כִרְא֨וֹת הַמֶּ֜לֶךְ אֶת־אֶסְתֵּ֣ר הַמַּלְכָּ֗ה עֹמֶ֙דֶת֙
בֶּֽחָצֵ֔ר נָשְׂאָ֥ה חֵ֖ן בְּעֵינָ֑יו וַיּ֨וֹשֶׁט הַמֶּ֜לֶךְ
לְאֶסְתֵּ֗ר אֶת־שַׁרְבִ֤יט הַזָּהָב֙ אֲשֶׁ֣ר בְּיָד֔וֹ וַתִּקְרַ֣ב
אֶסְתֵּ֔ר וַתִּגַּ֖ע בְּרֹ֥אשׁ הַשַּׁרְבִֽיט׃ (ס)
3
וַיֹּ֤אמֶר לָהּ֙ הַמֶּ֔לֶךְ מַה־לָּ֖ךְ אֶסְתֵּ֣ר הַמַּלְכָּ֑ה
וּמַה־בַּקָּשָׁתֵ֛ךְ עַד־חֲצִ֥י הַמַּלְכ֖וּת וְיִנָּ֥תֵֽן לָֽךְ׃
4
וַתֹּ֣אמֶר אֶסְתֵּ֔ר אִם־עַל־הַמֶּ֖לֶךְ ט֑וֹב יָב֨וֹא הַמֶּ֤לֶךְ
וְהָמָן֙ הַיּ֔וֹם אֶל־הַמִּשְׁתֶּ֖ה אֲשֶׁר־עָשִׂ֥יתִי לֽוֹ׃
5
וַיֹּ֣אמֶר הַמֶּ֔לֶךְ מַהֲרוּ֙ אֶת־הָמָ֔ן לַעֲשׂ֖וֹת אֶת־דְּבַ֣ר
אֶסְתֵּ֑ר וַיָּבֹ֤א הַמֶּ֙לֶךְ֙ וְהָמָ֔ן אֶל־הַמִּשְׁתֶּ֖ה
אֲשֶׁר־עָשְׂתָ֥ה אֶסְתֵּֽר׃
6
וַיֹּ֨אמֶר הַמֶּ֤לֶךְ לְאֶסְתֵּר֙ בְּמִשְׁתֵּ֣ה הַיַּ֔יִן
מַה־שְּׁאֵלָתֵ֖ךְ וְיִנָּ֣תֵֽן לָ֑ךְ וּמַה־בַּקָּשָׁתֵ֛ךְ עַד־חֲצִ֥י
הַמַּלְכ֖וּת וְתֵעָֽשׂ׃
7
וַתַּ֥עַן אֶסְתֵּ֖ר וַתֹּאמַ֑ר שְׁאֵלָתִ֖י וּבַקָּשָׁתִֽי׃
8
אִם־מָצָ֨אתִי חֵ֜ן בְּעֵינֵ֣י הַמֶּ֗לֶךְ וְאִם־עַל־הַמֶּ֙לֶךְ֙ ט֔וֹב
לָתֵת֙ אֶת־שְׁאֵ֣לָתִ֔י וְלַעֲשׂ֖וֹת אֶת־בַּקָּשָׁתִ֑י יָב֧וֹא
הַמֶּ֣לֶךְ וְהָמָ֗ן אֶל־הַמִּשְׁתֶּה֙ אֲשֶׁ֣ר אֶֽעֱשֶׂ֣ה לָהֶ֔ם
וּמָחָ֥ר אֶֽעֱשֶׂ֖ה כִּדְבַ֥ר הַמֶּֽלֶךְ׃
9
וַיֵּצֵ֤א הָמָן֙ בַּיּ֣וֹם הַה֔וּא שָׂמֵ֖חַ וְט֣וֹב לֵ֑ב וְכִרְאוֹת֩
הָמָ֨ן אֶֽת־מָרְדֳּכַ֜י בְּשַׁ֣עַר הַמֶּ֗לֶךְ וְלֹא־קָם֙ וְלֹא־זָ֣ע
מִמֶּ֔נּוּ וַיִּמָּלֵ֥א הָמָ֛ן עַֽל־מָרְדֳּכַ֖י חֵמָֽה׃
10
וַיִּתְאַפַּ֣ק הָמָ֔ן וַיָּב֖וֹא אֶל־בֵּית֑וֹ וַיִּשְׁלַ֛ח וַיָּבֵ֥א
אֶת־אֹהֲבָ֖יו וְאֶת־זֶ֥רֶשׁ אִשְׁתּֽוֹ׃
11
וַיְסַפֵּ֨ר לָהֶ֥ם הָמָ֛ן אֶת־כְּב֥וֹד עָשְׁר֖וֹ וְרֹ֣ב בָּנָ֑יו
וְאֵת֩ כָּל־אֲשֶׁ֨ר גִּדְּל֤וֹ הַמֶּ֙לֶךְ֙ וְאֵ֣ת אֲשֶׁ֣ר נִשְּׂא֔וֹ
עַל־הַשָּׂרִ֖ים וְעַבְדֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃
12
וַיֹּאמֶר֮ הָמָן֒ אַ֣ף לֹא־הֵבִיאָה֩ אֶסְתֵּ֨ר הַמַּלְכָּ֧ה
עִם־הַמֶּ֛לֶךְ אֶל־הַמִּשְׁתֶּ֥ה אֲשֶׁר־עָשָׂ֖תָה כִּ֣י אִם־אוֹתִ֑י
וְגַם־לְמָחָ֛ר אֲנִ֥י קָֽרוּא־לָ֖הּ עִם־הַמֶּֽלֶךְ׃
13
וְכָל־זֶ֕ה אֵינֶ֥נּוּ שֹׁוֶ֖ה לִ֑י בְּכָל־עֵ֗ת אֲשֶׁ֨ר אֲנִ֤י רֹאֶה֙
אֶת־מָרְדֳּכַ֣י הַיְּהוּדִ֔י יוֹשֵׁ֖ב בְּשַׁ֥עַר הַמֶּֽלֶךְ׃
14
וַתֹּ֣אמֶר לוֹ֩ זֶ֨רֶשׁ אִשְׁתּ֜וֹ וְכָל־אֹֽהֲבָ֗יו יַֽעֲשׂוּ־עֵץ֮
גָּבֹ֣הַּ חֲמִשִּׁ֣ים אַמָּה֒ וּבַבֹּ֣קֶר ׀ אֱמֹ֣ר לַמֶּ֗לֶךְ
וְיִתְל֤וּ אֶֽת־מָרְדֳּכַי֙ עָלָ֔יו וּבֹֽא־עִם־הַמֶּ֥לֶךְ אֶל
הַמִּשְׁתֶּ֖ה שָׂמֵ֑חַ וַיִּיטַ֧ב הַדָּבָ֛ר לִפְנֵ֥י הָמָ֖ן
וַיַּ֥עַשׂ הָעֵֽץ׃ (פ)
אסתר ו
1
בַּלַּ֣יְלָה הַה֔וּא נָדְדָ֖ה שְׁנַ֣ת הַמֶּ֑לֶךְ וַיֹּ֗אמֶר
לְהָבִ֞יא אֶת־סֵ֤פֶר הַזִּכְרֹנוֹת֙ דִּבְרֵ֣י הַיָּמִ֔ים וַיִּהְי֥וּ
נִקְרָאִ֖ים לִפְנֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃
2
וַיִּמָּצֵ֣א כָת֗וּב אֲשֶׁר֩ הִגִּ֨יד מָרְדֳּכַ֜י עַל־בִּגְתָ֣נָא
וָתֶ֗רֶשׁ שְׁנֵי֙ סָרִיסֵ֣י הַמֶּ֔לֶךְ מִשֹּׁמְרֵ֖י הַסַּ֑ף אֲשֶׁ֤ר
בִּקְשׁוּ֙ לִשְׁלֹ֣חַ יָ֔ד בַּמֶּ֖לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֽוֹשׁ׃
3
וַיֹּ֣אמֶר הַמֶּ֔לֶךְ מַֽה־נַּעֲשָׂ֞ה יְקָ֧ר וּגְדוּלָּ֛ה
לְמָרְדֳּכַ֖י עַל־זֶ֑ה וַיֹּ֨אמְר֜וּ נַעֲרֵ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙
מְשָׁ֣רְתָ֔יו לֹא־נַעֲשָׂ֥ה עִמּ֖וֹ דָּבָֽר׃
4
וַיֹּ֥אמֶר הַמֶּ֖לֶךְ מִ֣י בֶחָצֵ֑ר וְהָמָ֣ן בָּ֗א לַחֲצַ֤ר
בֵּית־הַמֶּ֙לֶךְ֙ הַחִ֣יצוֹנָ֔ה לֵאמֹ֣ר לַמֶּ֔לֶךְ לִתְלוֹת֙
אֶֽת־מָרְדֳּכַ֔י עַל־הָעֵ֖ץ אֲשֶׁר־הֵכִ֥ין לֽוֹ׃
5
וַיֹּ֨אמְר֜וּ נַעֲרֵ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙ אֵלָ֔יו הִנֵּ֥ה הָמָ֖ן עֹמֵ֣ד
בֶּחָצֵ֑ר וַיֹּ֥אמֶר הַמֶּ֖לֶךְ יָבֽוֹא׃
6
וַיָּבוֹא֮ הָמָן֒ וַיֹּ֤אמֶר לוֹ֙ הַמֶּ֔לֶךְ מַה־לַעֲשׂ֕וֹת
בָּאִ֕ישׁ אֲשֶׁ֥ר הַמֶּ֖לֶךְ חָפֵ֣ץ בִּיקָר֑וֹ וַיֹּ֤אמֶר הָמָן֙
בְּלִבּ֔וֹ לְמִ֞י יַחְפֹּ֥ץ הַמֶּ֛לֶךְ לַעֲשׂ֥וֹת יְקָ֖ר יוֹתֵ֥ר
מִמֶּֽנִּי׃
7
וַיֹּ֥אמֶר הָמָ֖ן אֶל־הַמֶּ֑לֶךְ אִ֕ישׁ אֲשֶׁ֥ר הַמֶּ֖לֶךְ חָפֵ֥ץ
בִּיקָרֽוֹ׃
8
יָבִ֙יאוּ֙ לְב֣וּשׁ מַלְכ֔וּת אֲשֶׁ֥ר לָֽבַשׁ־בּ֖וֹ הַמֶּ֑לֶךְ
וְס֗וּס אֲשֶׁ֨ר רָכַ֤ב עָלָיו֙ הַמֶּ֔לֶךְ וַאֲשֶׁ֥ר נִתַּ֛ן כֶּ֥תֶר
מַלְכ֖וּת בְּרֹאשֽׁוֹ׃
9
וְנָת֨וֹן הַלְּב֜וּשׁ וְהַסּ֗וּס עַל־יַד־אִ֞ישׁ מִשָּׂרֵ֤י
הַמֶּ֙לֶךְ֙ הַֽפַּרְתְּמִ֔ים וְהִלְבִּ֙ישׁוּ֙ אֶת־הָאִ֔ישׁ אֲשֶׁ֥ר
הַמֶּ֖לֶךְ חָפֵ֣ץ בִּֽיקָר֑וֹ וְהִרְכִּיבֻ֤הוּ עַל־הַסּוּס֙
בִּרְח֣וֹב הָעִ֔יר וְקָרְא֣וּ לְפָנָ֔יו כָּ֚כָה יֵעָשֶׂ֣ה לָאִ֔ישׁ
אֲשֶׁ֥ר הַמֶּ֖לֶךְ חָפֵ֥ץ בִּיקָרֽוֹ׃
10
וַיֹּ֨אמֶר הַמֶּ֜לֶךְ לְהָמָ֗ן מַ֠הֵר קַ֣ח אֶת־הַלְּב֤וּשׁ
וְאֶת־הַסּוּס֙ כַּאֲשֶׁ֣ר דִּבַּ֔רְתָּ וַֽעֲשֵׂה־כֵן֙ לְמָרְדֳּכַ֣י
הַיְּהוּדִ֔י הַיּוֹשֵׁ֖ב בְּשַׁ֣עַר הַמֶּ֑לֶךְ אַל־תַּפֵּ֣ל דָּבָ֔ר
מִכֹּ֖ל אֲשֶׁ֥ר דִּבַּֽרְתָּ׃
11
וַיִּקַּ֤ח הָמָן֙ אֶת־הַלְּב֣וּשׁ וְאֶת־הַסּ֔וּס וַיַּלְבֵּ֖שׁ
אֶֽת־מָרְדֳּכָ֑י וַיַּרְכִּיבֵ֙הוּ֙ בִּרְח֣וֹב הָעִ֔יר וַיִּקְרָ֣א
לְפָנָ֔יו כָּ֚כָה יֵעָשֶׂ֣ה לָאִ֔ישׁ אֲשֶׁ֥ר הַמֶּ֖לֶךְ חָפֵ֥ץ
בִּיקָרֽוֹ׃
12
וַיָּ֥שָׁב מָרְדֳּכַ֖י אֶל־שַׁ֣עַר הַמֶּ֑לֶךְ וְהָמָן֙ נִדְחַ֣ף
אֶל־בֵּית֔וֹ אָבֵ֖ל וַחֲפ֥וּי רֹֽאשׁ׃
13
וַיְסַפֵּ֨ר הָמָ֜ן לְזֶ֤רֶשׁ אִשְׁתּוֹ֙ וּלְכָל־אֹ֣הֲבָ֔יו אֵ֖ת
כָּל־אֲשֶׁ֣ר קָרָ֑הוּ וַיֹּ֩אמְרוּ֩ ל֨וֹ חֲכָמָ֜יו וְזֶ֣רֶשׁ
אִשְׁתּ֗וֹ אִ֣ם מִזֶּ֣רַע הַיְּהוּדִ֡ים מָרְדֳּכַ֞י אֲשֶׁר֩
הַחִלּ֨וֹתָ לִנְפֹּ֤ל לְפָנָיו֙ לֹא־תוּכַ֣ל ל֔וֹ כִּֽי־נָפ֥וֹל
תִּפּ֖וֹל לְפָנָֽיו׃
14
עוֹדָם֙ מְדַבְּרִ֣ים עִמּ֔וֹ וְסָרִיסֵ֥י הַמֶּ֖לֶךְ הִגִּ֑יעוּ
וַיַּבְהִ֙לוּ֙ לְהָבִ֣יא אֶת־הָמָ֔ן אֶל־הַמִּשְׁתֶּ֖ה
אֲשֶׁר־עָשְׂתָ֥ה אֶסְתֵּֽר׃
אסתר ז
1
וַיָּבֹ֤א הַמֶּ֙לֶךְ֙ וְהָמָ֔ן לִשְׁתּ֖וֹת עִם־אֶסְתֵּ֥ר
הַמַּלְכָּֽה׃
2
וַיֹּאמֶר֩ הַמֶּ֨לֶךְ לְאֶסְתֵּ֜ר גַּ֣ם בַּיּ֤וֹם הַשֵּׁנִי֙
בְּמִשְׁתֵּ֣ה הַיַּ֔יִן מַה־שְּׁאֵלָתֵ֛ךְ אֶסְתֵּ֥ר הַמַּלְכָּ֖ה
וְתִנָּ֣תֵֽן לָ֑ךְ וּמַה־בַּקָּשָׁתֵ֛ךְ עַד־חֲצִ֥י הַמַּלְכ֖וּת
וְתֵעָֽשׂ׃
3
וַתַּ֨עַן אֶסְתֵּ֤ר הַמַּלְכָּה֙ וַתֹּאמַ֔ר אִם־מָצָ֨אתִי חֵ֤ן
בְּעֵינֶ֙יךָ֙ הַמֶּ֔לֶךְ וְאִם־עַל־הַמֶּ֖לֶךְ ט֑וֹב תִּנָּֽתֶן־לִ֤י
נַפְשִׁי֙ בִּשְׁאֵ֣לָתִ֔י וְעַמִּ֖י בְּבַקָּשָׁתִֽי׃
4
כִּ֤י נִמְכַּ֙רְנוּ֙ אֲנִ֣י וְעַמִּ֔י לְהַשְׁמִ֖יד לַהֲר֣וֹג
וּלְאַבֵּ֑ד וְ֠אִלּוּ לַעֲבָדִ֨ים וְלִשְׁפָח֤וֹת נִמְכַּ֙רְנוּ֙
הֶחֱרַ֔שְׁתִּי כִּ֣י אֵ֥ין הַצָּ֛ר שֹׁוֶ֖ה בְּנֵ֥זֶק הַמֶּֽלֶךְ׃ (ס)
5
וַיֹּ֙אמֶר֙ הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֔וֹשׁ וַיֹּ֖אמֶר לְאֶסְתֵּ֣ר
הַמַּלְכָּ֑ה מִ֣י ה֥וּא זֶה֙ וְאֵֽי־זֶ֣ה ה֔וּא אֲשֶׁר־מְלָא֥וֹ
לִבּ֖וֹ לַעֲשׂ֥וֹת כֵּֽן׃
6
וַתֹּ֣אמֶר־אֶסְתֵּ֔ר אִ֚ישׁ צַ֣ר וְאוֹיֵ֔ב הָמָ֥ן הָרָ֖ע הַזֶּ֑ה
וְהָמָ֣ן נִבְעַ֔ת מִלִּפְנֵ֥י הַמֶּ֖לֶךְ וְהַמַּלְכָּֽה׃
7
וְהַמֶּ֜לֶךְ קָ֤ם בַּחֲמָתוֹ֙ מִמִּשְׁתֵּ֣ה הַיַּ֔יִן אֶל־גִּנַּ֖ת
הַבִּיתָ֑ן וְהָמָ֣ן עָמַ֗ד לְבַקֵּ֤שׁ עַל־נַפְשׁוֹ֙ מֵֽאֶסְתֵּ֣ר
הַמַּלְכָּ֔ה כִּ֣י רָאָ֔ה כִּֽי־כָלְתָ֥ה אֵלָ֛יו הָרָעָ֖ה מֵאֵ֥ת
הַמֶּֽלֶךְ׃
8
וְהַמֶּ֡לֶךְ שָׁב֩ מִגִּנַּ֨ת הַבִּיתָ֜ן אֶל־בֵּ֣ית ׀ מִשְׁתֵּ֣ה
הַיַּ֗יִן וְהָמָן֙ נֹפֵ֔ל עַל־הַמִּטָּה֙ אֲשֶׁ֣ר אֶסְתֵּ֣ר עָלֶ֔יהָ
וַיֹּ֣אמֶר הַמֶּ֔לֶךְ הֲ֠גַם לִכְבּ֧וֹשׁ אֶת־הַמַּלְכָּ֛ה עִמִּ֖י
בַּבָּ֑יִת הַדָּבָ֗ר יָצָא֙ מִפִּ֣י הַמֶּ֔לֶךְ וּפְנֵ֥י הָמָ֖ן
חָפֽוּ׃ (ס)
9
וַיֹּ֣אמֶר חַ֠רְבוֹנָה אֶחָ֨ד מִן־הַסָּרִיסִ֜ים לִפְנֵ֣י הַמֶּ֗לֶךְ
גַּ֣ם הִנֵּה־הָעֵ֣ץ אֲשֶׁר־עָשָׂ֪ה הָמָ֟ן לְֽמָרְדֳּכַ֞י אֲשֶׁ֧ר
דִּבֶּר־ט֣וֹב עַל־הַמֶּ֗לֶךְ עֹמֵד֙ בְּבֵ֣ית הָמָ֔ן גָּבֹ֖הַּ
חֲמִשִּׁ֣ים אַמָּ֑ה וַיֹּ֥אמֶר הַמֶּ֖לֶךְ תְּלֻ֥הוּ עָלָֽיו׃
10
וַיִּתְלוּ֙ אֶת־הָמָ֔ן עַל־הָעֵ֖ץ אֲשֶׁר־הֵכִ֣ין לְמָרְדֳּכָ֑י
וַחֲמַ֥ת הַמֶּ֖לֶךְ שָׁכָֽכָה׃ (פ)
אסתר ח
1
בַּיּ֣וֹם הַה֗וּא נָתַ֞ן הַמֶּ֤לֶךְ אֲחַשְׁוֵרוֹשׁ֙ לְאֶסְתֵּ֣ר
הַמַּלְכָּ֔ה אֶת־בֵּ֥ית הָמָ֖ן צֹרֵ֣ר היהודיים [הַיְּהוּדִ֑ים]
וּמָרְדֳּכַ֗י בָּ֚א לִפְנֵ֣י הַמֶּ֔לֶךְ כִּֽי־הִגִּ֥ידָה אֶסְתֵּ֖ר
מַ֥ה הוּא־לָֽהּ׃
2
וַיָּ֨סַר הַמֶּ֜לֶךְ אֶת־טַבַּעְתּ֗וֹ אֲשֶׁ֤ר הֶֽעֱבִיר֙ מֵֽהָמָ֔ן
וַֽיִּתְּנָ֖הּ לְמָרְדֳּכָ֑י וַתָּ֧שֶׂם אֶסְתֵּ֛ר אֶֽת־מָרְדֳּכַ֖י
עַל־בֵּ֥ית הָמָֽן׃ (פ)
3
וַתּ֣וֹסֶף אֶסְתֵּ֗ר וַתְּדַבֵּר֙ לִפְנֵ֣י הַמֶּ֔לֶךְ וַתִּפֹּ֖ל
לִפְנֵ֣י רַגְלָ֑יו וַתֵּ֣בְךְּ וַתִּתְחַנֶּן־ל֗וֹ לְהַֽעֲבִיר֙
אֶת־רָעַת֙ הָמָ֣ן הָֽאֲגָגִ֔י וְאֵת֙ מַֽחֲשַׁבְתּ֔וֹ אֲשֶׁ֥ר חָשַׁ֖ב
עַל־הַיְּהוּדִֽים׃
4
וַיּ֤וֹשֶׁט הַמֶּ֙לֶךְ֙ לְאֶסְתֵּ֔ר אֵ֖ת שַׁרְבִ֣ט הַזָּהָ֑ב
וַתָּ֣קָם אֶסְתֵּ֔ר וַֽתַּעֲמֹ֖ד לִפְנֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃
5
וַ֠תֹּאמֶר אִם־עַל־הַמֶּ֨לֶךְ ט֜וֹב וְאִם־מָצָ֧אתִי חֵ֣ן לְפָנָ֗יו
וְכָשֵׁ֤ר הַדָּבָר֙ לִפְנֵ֣י הַמֶּ֔לֶךְ וְטוֹבָ֥ה אֲנִ֖י בְּעֵינָ֑יו
יִכָּתֵ֞ב לְהָשִׁ֣יב אֶת־הַסְּפָרִ֗ים מַחֲשֶׁ֜בֶת הָמָ֤ן
בֶּֽן־הַמְּדָ֙תָא֙ הָאֲגָגִ֔י אֲשֶׁ֣ר כָּתַ֗ב לְאַבֵּד֙
אֶת־הַיְּהוּדִ֔ים אֲשֶׁ֖ר בְּכָל־מְדִינ֥וֹת הַמֶּֽלֶךְ׃
6
כִּ֠י אֵיכָכָ֤ה אוּכַל֙ וְֽרָאִ֔יתִי בָּרָעָ֖ה אֲשֶׁר־יִמְצָ֣א
אֶת־עַמִּ֑י וְאֵֽיכָכָ֤ה אוּכַל֙ וְֽרָאִ֔יתִי בְּאָבְדַ֖ן
מוֹלַדְתִּֽי׃ (ס)
7
וַיֹּ֨אמֶר הַמֶּ֤לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֹשׁ֙ לְאֶסְתֵּ֣ר הַמַּלְכָּ֔ה
וּֽלְמָרְדֳּכַ֖י הַיְּהוּדִ֑י הִנֵּ֨ה בֵית־הָמָ֜ן נָתַ֣תִּי
לְאֶסְתֵּ֗ר וְאֹתוֹ֙ תָּל֣וּ עַל־הָעֵ֔ץ עַ֛ל אֲשֶׁר־שָׁלַ֥ח יָד֖וֹ
ביהודיים [בַּיְּהוּדִֽים׃]
8
וְ֠אַתֶּם כִּתְב֨וּ עַל־הַיְּהוּדִ֜ים כַּטּ֤וֹב בְּעֵֽינֵיכֶם֙
בְּשֵׁ֣ם הַמֶּ֔לֶךְ וְחִתְמ֖וּ בְּטַבַּ֣עַת הַמֶּ֑לֶךְ כִּֽי־כְתָ֞ב
אֲשֶׁר־נִכְתָּ֣ב בְּשֵׁם־הַמֶּ֗לֶךְ וְנַחְתּ֛וֹם בְּטַבַּ֥עַת
הַמֶּ֖לֶךְ אֵ֥ין לְהָשִֽׁיב׃
9
וַיִּקָּרְא֣וּ סֹפְרֵֽי־הַמֶּ֣לֶךְ בָּֽעֵת־הַ֠הִיא בַּחֹ֨דֶשׁ
הַשְּׁלִישִׁ֜י הוּא־חֹ֣דֶשׁ סִיוָ֗ן בִּשְׁלוֹשָׁ֣ה וְעֶשְׂרִים֮
בּוֹ֒ וַיִּכָּתֵ֣ב כְּֽכָל־אֲשֶׁר־צִוָּ֣ה מָרְדֳּכַ֣י
אֶל־הַיְּהוּדִ֡ים וְאֶ֣ל הָאֲחַשְׁדַּרְפְּנִֽים־וְהַפַּחוֹת֩
וְשָׂרֵ֨י הַמְּדִינ֜וֹת אֲשֶׁ֣ר ׀ מֵהֹ֣דּוּ וְעַד־כּ֗וּשׁ שֶׁ֣בַע
וְעֶשְׂרִ֤ים וּמֵאָה֙ מְדִינָ֔ה מְדִינָ֤ה וּמְדִינָה֙ כִּכְתָבָ֔הּ
וְעַ֥ם וָעָ֖ם כִּלְשֹׁנ֑וֹ וְאֶ֨ל־הַיְּהוּדִ֔ים כִּכְתָבָ֖ם
וְכִלְשׁוֹנָֽם׃
10
וַיִּכְתֹּ֗ב בְּשֵׁם֙ הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֹ֔שׁ וַיַּחְתֹּ֖ם
בְּטַבַּ֣עַת הַמֶּ֑לֶךְ וַיִּשְׁלַ֣ח סְפָרִ֡ים בְּיַד֩ הָרָצִ֨ים
בַּסּוּסִ֜ים רֹכְבֵ֤י הָרֶ֙כֶשׁ֙ הָֽאֲחַשְׁתְּרָנִ֔ים בְּנֵ֖י
הָֽרַמָּכִֽים׃
11
אֲשֶׁר֩ נָתַ֨ן הַמֶּ֜לֶךְ לַיְּהוּדִ֣ים ׀ אֲשֶׁ֣ר
בְּכָל־עִיר־וָעִ֗יר לְהִקָּהֵל֮ וְלַעֲמֹ֣ד עַל־נַפְשָׁם֒
לְהַשְׁמִיד֩ וְלַהֲרֹ֨ג וּלְאַבֵּ֜ד אֶת־כָּל־חֵ֨יל עַ֧ם וּמְדִינָ֛ה
הַצָּרִ֥ים אֹתָ֖ם טַ֣ף וְנָשִׁ֑ים וּשְׁלָלָ֖ם לָבֽוֹז׃
12
בְּי֣וֹם אֶחָ֔ד בְּכָל־מְדִינ֖וֹת הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֑וֹשׁ
בִּשְׁלוֹשָׁ֥ה עָשָׂ֛ר לְחֹ֥דֶשׁ שְׁנֵים־עָשָׂ֖ר הוּא־חֹ֥דֶשׁ
אֲדָֽר׃
13
פַּתְשֶׁ֣גֶן הַכְּתָ֗ב לְהִנָּ֤תֵֽן דָּת֙ בְּכָל־מְדִינָ֣ה
וּמְדִינָ֔ה גָּל֖וּי לְכָל־הָעַמִּ֑ים וְלִהְי֨וֹת היהודיים
[הַיְּהוּדִ֤ים] עתודים [עֲתִידִים֙] לַיּ֣וֹם הַזֶּ֔ה לְהִנָּקֵ֖ם
מֵאֹיְבֵיהֶֽם׃
14
הָרָצִ֞ים רֹכְבֵ֤י הָרֶ֙כֶשׁ֙ הָֽאֲחַשְׁתְּרָנִ֔ים יָֽצְא֛וּ
מְבֹהָלִ֥ים וּדְחוּפִ֖ים בִּדְבַ֣ר הַמֶּ֑לֶךְ וְהַדָּ֥ת נִתְּנָ֖ה
בְּשׁוּשַׁ֥ן הַבִּירָֽה׃ (פ)
15
וּמָרְדֳּכַ֞י יָצָ֣א ׀ מִלִּפְנֵ֣י הַמֶּ֗לֶךְ בִּלְב֤וּשׁ מַלְכוּת֙
תְּכֵ֣לֶת וָח֔וּר וַעֲטֶ֤רֶת זָהָב֙ גְּדוֹלָ֔ה וְתַכְרִ֥יךְ בּ֖וּץ
וְאַרְגָּמָ֑ן וְהָעִ֣יר שׁוּשָׁ֔ן צָהֲלָ֖ה וְשָׂמֵֽחָה׃
16
לַיְּהוּדִ֕ים הָֽיְתָ֥ה אוֹרָ֖ה וְשִׂמְחָ֑ה וְשָׂשֹׂ֖ן וִיקָֽר׃
17
וּבְכָל־מְדִינָ֨ה וּמְדִינָ֜ה וּבְכָל־עִ֣יר וָעִ֗יר מְקוֹם֙ אֲשֶׁ֨ר
דְּבַר־הַמֶּ֤לֶךְ וְדָתוֹ֙ מַגִּ֔יעַ שִׂמְחָ֤ה וְשָׂשׂוֹן֙
לַיְּהוּדִ֔ים מִשְׁתֶּ֖ה וְי֣וֹם ט֑וֹב וְרַבִּ֞ים מֵֽעַמֵּ֤י
הָאָ֙רֶץ֙ מִֽתְיַהֲדִ֔ים כִּֽי־נָפַ֥ל פַּֽחַד־הַיְּהוּדִ֖ים
עֲלֵיהֶֽם׃
אסתר ט
1
וּבִשְׁנֵים֩ עָשָׂ֨ר חֹ֜דֶשׁ הוּא־חֹ֣דֶשׁ אֲדָ֗ר בִּשְׁלוֹשָׁ֨ה
עָשָׂ֥ר יוֹם֙ בּ֔וֹ אֲשֶׁ֨ר הִגִּ֧יעַ דְּבַר־הַמֶּ֛לֶךְ וְדָת֖וֹ
לְהֵעָשׂ֑וֹת בַּיּ֗וֹם אֲשֶׁ֨ר שִׂבְּר֜וּ אֹיְבֵ֤י הַיְּהוּדִים֙
לִשְׁל֣וֹט בָּהֶ֔ם וְנַהֲפ֣וֹךְ ה֔וּא אֲשֶׁ֨ר יִשְׁלְט֧וּ
הַיְּהוּדִ֛ים הֵ֖מָּה בְּשֹׂנְאֵיהֶֽם׃
2
נִקְהֲל֨וּ הַיְּהוּדִ֜ים בְּעָרֵיהֶ֗ם בְּכָל־מְדִינוֹת֙ הַמֶּ֣לֶךְ
אֳחַשְׁוֵר֔וֹשׁ לִשְׁלֹ֣חַ יָ֔ד בִּמְבַקְשֵׁ֖י רָֽעָתָ֑ם וְאִישׁ֙
לֹא־עָמַ֣ד לִפְנֵיהֶ֔ם כִּֽי־נָפַ֥ל פַּחְדָּ֖ם עַל־כָּל־הָעַמִּֽים׃
3
וְכָל־שָׂרֵ֨י הַמְּדִינ֜וֹת וְהָאֲחַשְׁדַּרְפְּנִ֣ים וְהַפַּח֗וֹת
וְעֹשֵׂ֤י הַמְּלָאכָה֙ אֲשֶׁ֣ר לַמֶּ֔לֶךְ מְנַשְּׂאִ֖ים
אֶת־הַיְּהוּדִ֑ים כִּֽי־נָפַ֥ל פַּֽחַד־מָרְדֳּכַ֖י עֲלֵיהֶֽם׃
4
כִּֽי־גָ֤דוֹל מָרְדֳּכַי֙ בְּבֵ֣ית הַמֶּ֔לֶךְ וְשָׁמְע֖וֹ הוֹלֵ֣ךְ
בְּכָל־הַמְּדִינ֑וֹת כִּֽי־הָאִ֥ישׁ מָרְדֳּכַ֖י הוֹלֵ֥ךְ וְגָדֽוֹל׃
(פ)
5
וַיַּכּ֤וּ הַיְּהוּדִים֙ בְּכָל־אֹ֣יְבֵיהֶ֔ם מַכַּת־חֶ֥רֶב וְהֶ֖רֶג
וְאַבְדָ֑ן וַיַּֽעֲשׂ֥וּ בְשֹׂנְאֵיהֶ֖ם כִּרְצוֹנָֽם׃
6
וּבְשׁוּשַׁ֣ן הַבִּירָ֗ה הָרְג֤וּ הַיְּהוּדִים֙ וְאַבֵּ֔ד חֲמֵ֥שׁ
מֵא֖וֹת אִֽישׁ׃
7
וְאֵ֧ת ׀ פַּרְשַׁנְדָּ֛תָא וְאֵ֥ת ׀ דַּֽלְפ֖וֹן וְאֵ֥ת ׀
אַסְפָּֽתָא׃
8
וְאֵ֧ת ׀ פּוֹרָ֛תָא וְאֵ֥ת ׀ אֲדַלְיָ֖א וְאֵ֥ת ׀ אֲרִידָֽתָא׃
9
וְאֵ֤ת ׀ פַּרְמַ֙שְׁתָּא֙ וְאֵ֣ת ׀ אֲרִיסַ֔י וְאֵ֥ת ׀ אֲרִדַ֖י
וְאֵ֥ת ׀ וַיְזָֽתָא׃
10
עֲ֠שֶׂרֶת בְּנֵ֨י הָמָ֧ן בֶּֽן־הַמְּדָ֛תָא צֹרֵ֥ר הַיְּהוּדִ֖ים
הָרָ֑גוּ וּבַ֨בִּזָּ֔ה לֹ֥א שָׁלְח֖וּ אֶת־יָדָֽם׃
11
בַּיּ֣וֹם הַה֗וּא בָּ֣א מִסְפַּ֧ר הַֽהֲרוּגִ֛ים בְּשׁוּשַׁ֥ן
הַבִּירָ֖ה לִפְנֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃ (ס)
12
וַיֹּ֨אמֶר הַמֶּ֜לֶךְ לְאֶסְתֵּ֣ר הַמַּלְכָּ֗ה בְּשׁוּשַׁ֣ן
הַבִּירָ֡ה הָרְגוּ֩ הַיְּהוּדִ֨ים וְאַבֵּ֜ד חֲמֵ֧שׁ מֵא֣וֹת אִ֗ישׁ
וְאֵת֙ עֲשֶׂ֣רֶת בְּנֵֽי־הָמָ֔ן בִּשְׁאָ֛ר מְדִינ֥וֹת הַמֶּ֖לֶךְ
מֶ֣ה עָשׂ֑וּ וּמַה־שְּׁאֵֽלָתֵךְ֙ וְיִנָּ֣תֵֽן לָ֔ךְ
וּמַה־בַּקָּשָׁתֵ֥ךְ ע֖וֹד וְתֵעָֽשׂ׃
13
וַתֹּ֤אמֶר אֶסְתֵּר֙ אִם־עַל־הַמֶּ֣לֶךְ ט֔וֹב יִנָּתֵ֣ן גַּם־מָחָ֗ר
לַיְּהוּדִים֙ אֲשֶׁ֣ר בְּשׁוּשָׁ֔ן לַעֲשׂ֖וֹת כְּדָ֣ת הַיּ֑וֹם
וְאֵ֛ת עֲשֶׂ֥רֶת בְּנֵֽי־הָמָ֖ן יִתְל֥וּ עַל־הָעֵֽץ׃
14
וַיֹּ֤אמֶר הַמֶּ֙לֶךְ֙ לְהֵֽעָשׂ֣וֹת כֵּ֔ן וַתִּנָּתֵ֥ן דָּ֖ת
בְּשׁוּשָׁ֑ן וְאֵ֛ת עֲשֶׂ֥רֶת בְּנֵֽי־הָמָ֖ן תָּלֽוּ׃
15
וַיִּֽקָּהֲל֞וּ היהודיים [הַיְּהוּדִ֣ים] אֲשֶׁר־בְּשׁוּשָׁ֗ן גַּ֠ם
בְּי֣וֹם אַרְבָּעָ֤ה עָשָׂר֙ לְחֹ֣דֶשׁ אֲדָ֔ר וַיַּֽהַרְג֣וּ
בְשׁוּשָׁ֔ן שְׁלֹ֥שׁ מֵא֖וֹת אִ֑ישׁ וּבַ֨בִּזָּ֔ה לֹ֥א שָׁלְח֖וּ
אֶת־יָדָֽם׃
16
וּשְׁאָ֣ר הַיְּהוּדִ֡ים אֲשֶׁר֩ בִּמְדִינ֨וֹת הַמֶּ֜לֶךְ נִקְהֲל֣וּ
׀ וְעָמֹ֣ד עַל־נַפְשָׁ֗ם וְנ֙וֹחַ֙ מֵאֹ֣יְבֵיהֶ֔ם וְהָרֹג֙
בְּשֹׂ֣נְאֵיהֶ֔ם חֲמִשָּׁ֥ה וְשִׁבְעִ֖ים אָ֑לֶף וּבַ֨בִּזָּ֔ה לֹ֥א
שָֽׁלְח֖וּ אֶת־יָדָֽם׃
17
בְּיוֹם־שְׁלֹשָׁ֥ה עָשָׂ֖ר לְחֹ֣דֶשׁ אֲדָ֑ר וְנ֗וֹחַ בְּאַרְבָּעָ֤ה
עָשָׂר֙ בּ֔וֹ וְעָשֹׂ֣ה אֹת֔וֹ י֖וֹם מִשְׁתֶּ֥ה וְשִׂמְחָֽה׃
18
והיהודיים [וְהַיְּהוּדִ֣ים] אֲשֶׁר־בְּשׁוּשָׁ֗ן נִקְהֲלוּ֙
בִּשְׁלֹשָׁ֤ה עָשָׂר֙ בּ֔וֹ וּבְאַרְבָּעָ֥ה עָשָׂ֖ר בּ֑וֹ וְנ֗וֹחַ
בַּחֲמִשָּׁ֤ה עָשָׂר֙ בּ֔וֹ וְעָשֹׂ֣ה אֹת֔וֹ י֖וֹם מִשְׁתֶּ֥ה
וְשִׂמְחָֽה׃
19
עַל־כֵּ֞ן הַיְּהוּדִ֣ים הפרוזים [הַפְּרָזִ֗ים] הַיֹּשְׁבִים֮
בְּעָרֵ֣י הַפְּרָזוֹת֒ עֹשִׂ֗ים אֵ֠ת י֣וֹם אַרְבָּעָ֤ה עָשָׂר֙
לְחֹ֣דֶשׁ אֲדָ֔ר שִׂמְחָ֥ה וּמִשְׁתֶּ֖ה וְי֣וֹם ט֑וֹב וּמִשְׁל֥וֹחַ
מָנ֖וֹת אִ֥ישׁ לְרֵעֵֽהוּ׃ (פ)
20
וַיִּכְתֹּ֣ב מָרְדֳּכַ֔י אֶת־הַדְּבָרִ֖ים הָאֵ֑לֶּה וַיִּשְׁלַ֨ח
סְפָרִ֜ים אֶל־כָּל־הַיְּהוּדִ֗ים אֲשֶׁר֙ בְּכָל־מְדִינוֹת֙
הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֔וֹשׁ הַקְּרוֹבִ֖ים וְהָרְחוֹקִֽים׃
21
לְקַיֵּם֮ עֲלֵיהֶם֒ לִהְי֣וֹת עֹשִׂ֗ים אֵ֠ת י֣וֹם אַרְבָּעָ֤ה
עָשָׂר֙ לְחֹ֣דֶשׁ אֲדָ֔ר וְאֵ֛ת יוֹם־חֲמִשָּׁ֥ה עָשָׂ֖ר בּ֑וֹ
בְּכָל־שָׁנָ֖ה וְשָׁנָֽה׃
22
כַּיָּמִ֗ים אֲשֶׁר־נָ֨חוּ בָהֶ֤ם הַיְּהוּדִים֙ מֵא֣וֹיְבֵיהֶ֔ם
וְהַחֹ֗דֶשׁ אֲשֶׁר֩ נֶהְפַּ֨ךְ לָהֶ֤ם מִיָּגוֹן֙ לְשִׂמְחָ֔ה
וּמֵאֵ֖בֶל לְי֣וֹם ט֑וֹב לַעֲשׂ֣וֹת אוֹתָ֗ם יְמֵי֙ מִשְׁתֶּ֣ה
וְשִׂמְחָ֔ה וּמִשְׁל֤וֹחַ מָנוֹת֙ אִ֣ישׁ לְרֵעֵ֔הוּ וּמַתָּנ֖וֹת
לָֽאֶבְיוֹנִֽים׃
23
וְקִבֵּל֙ הַיְּהוּדִ֔ים אֵ֥ת אֲשֶׁר־הֵחֵ֖לּוּ לַעֲשׂ֑וֹת וְאֵ֛ת
אֲשֶׁר־כָּתַ֥ב מָרְדֳּכַ֖י אֲלֵיהֶֽם׃
24
כִּי֩ הָמָ֨ן בֶּֽן־הַמְּדָ֜תָא הָֽאֲגָגִ֗י צֹרֵר֙ כָּל־הַיְּהוּדִ֔ים
חָשַׁ֥ב עַל־הַיְּהוּדִ֖ים לְאַבְּדָ֑ם וְהִפִּ֥יל פּוּר֙ ה֣וּא
הַגּוֹרָ֔ל לְהֻמָּ֖ם וּֽלְאַבְּדָֽם׃
25
וּבְבֹאָהּ֮ לִפְנֵ֣י הַמֶּלֶךְ֒ אָמַ֣ר עִם־הַסֵּ֔פֶר יָשׁ֞וּב
מַחֲשַׁבְתּ֧וֹ הָרָעָ֛ה אֲשֶׁר־חָשַׁ֥ב עַל־הַיְּהוּדִ֖ים
עַל־רֹאשׁ֑וֹ וְתָל֥וּ אֹת֛וֹ וְאֶת־בָּנָ֖יו עַל־הָעֵֽץ׃
26
עַל־כֵּ֡ן קָֽרְאוּ֩ לַיָּמִ֨ים הָאֵ֤לֶּה פוּרִים֙ עַל־שֵׁ֣ם הַפּ֔וּר
עַל־כֵּ֕ן עַל־כָּל־דִּבְרֵ֖י הָאִגֶּ֣רֶת הַזֹּ֑את וּמָֽה־רָא֣וּ
עַל־כָּ֔כָה וּמָ֥ה הִגִּ֖יעַ אֲלֵיהֶֽם׃
27
קִיְּמ֣וּ וקבל [וְקִבְּל֣וּ] הַיְּהוּדִים֩ ׀ עֲלֵיהֶ֨ם ׀
וְעַל־זַרְעָ֜ם וְעַ֨ל כָּל־הַנִּלְוִ֤ים עֲלֵיהֶם֙ וְלֹ֣א יַעֲב֔וֹר
לִהְי֣וֹת עֹשִׂ֗ים אֵ֣ת שְׁנֵ֤י הַיָּמִים֙ הָאֵ֔לֶּה כִּכְתָבָ֖ם
וְכִזְמַנָּ֑ם בְּכָל־שָׁנָ֖ה וְשָׁנָֽה׃
28
וְהַיָּמִ֣ים הָ֠אֵלֶּה נִזְכָּרִ֨ים וְנַעֲשִׂ֜ים בְּכָל־דּ֣וֹר
וָד֗וֹר מִשְׁפָּחָה֙ וּמִשְׁפָּחָ֔ה מְדִינָ֥ה וּמְדִינָ֖ה וְעִ֣יר
וָעִ֑יר וִימֵ֞י הַפּוּרִ֣ים הָאֵ֗לֶּה לֹ֤א יַֽעַבְרוּ֙ מִתּ֣וֹךְ
הַיְּהוּדִ֔ים וְזִכְרָ֖ם לֹא־יָס֥וּף מִזַּרְעָֽם׃ (ס)
29
וַ֠תִּכְתֹּב אֶסְתֵּ֨ר הַמַּלְכָּ֧ה בַת־אֲבִיחַ֛יִל וּמָרְדֳּכַ֥י
הַיְּהוּדִ֖י אֶת־כָּל־תֹּ֑קֶף לְקַיֵּ֗ם אֵ֣ת אִגֶּ֧רֶת הַפּוּרִ֛ים
הַזֹּ֖את הַשֵּׁנִֽית׃
30
וַיִּשְׁלַ֨ח סְפָרִ֜ים אֶל־כָּל־הַיְּהוּדִ֗ים אֶל־שֶׁ֨בַע
וְעֶשְׂרִ֤ים וּמֵאָה֙ מְדִינָ֔ה מַלְכ֖וּת אֲחַשְׁוֵר֑וֹשׁ דִּבְרֵ֥י
שָׁל֖וֹם וֶאֱמֶֽת׃
31
לְקַיֵּ֡ם אֵת־יְמֵי֩ הַפֻּרִ֨ים הָאֵ֜לֶּה בִּזְמַנֵּיהֶ֗ם כַּאֲשֶׁר֩
קִיַּ֨ם עֲלֵיהֶ֜ם מָרְדֳּכַ֤י הַיְּהוּדִי֙ וְאֶסְתֵּ֣ר הַמַּלְכָּ֔ה
וְכַאֲשֶׁ֛ר קִיְּמ֥וּ עַל־נַפְשָׁ֖ם וְעַל־זַרְעָ֑ם דִּבְרֵ֥י
הַצֹּמ֖וֹת וְזַעֲקָתָֽם׃
32
וּמַאֲמַ֣ר אֶסְתֵּ֔ר קִיַּ֕ם דִּבְרֵ֥י הַפֻּרִ֖ים הָאֵ֑לֶּה
וְנִכְתָּ֖ב בַּסֵּֽפֶר׃ (פ)
אסתר י
1
וַיָּשֶׂם֩ הַמֶּ֨לֶךְ אחשרש [אֲחַשְׁוֵר֧וֹשׁ ׀] מַ֛ס עַל־הָאָ֖רֶץ
וְאִיֵּ֥י הַיָּֽם׃
2
וְכָל־מַעֲשֵׂ֤ה תָקְפּוֹ֙ וּגְב֣וּרָת֔וֹ וּפָרָשַׁת֙ גְּדֻלַּ֣ת
מָרְדֳּכַ֔י אֲשֶׁ֥ר גִּדְּל֖וֹ הַמֶּ֑לֶךְ הֲלוֹא־הֵ֣ם כְּתוּבִ֗ים
עַל־סֵ֙פֶר֙ דִּבְרֵ֣י הַיָּמִ֔ים לְמַלְכֵ֖י מָדַ֥י וּפָרָֽס׃
3
כִּ֣י ׀ מָרְדֳּכַ֣י הַיְּהוּדִ֗י מִשְׁנֶה֙ לַמֶּ֣לֶךְ
אֲחַשְׁוֵר֔וֹשׁ וְגָדוֹל֙ לַיְּהוּדִ֔ים וְרָצ֖וּי לְרֹ֣ב אֶחָ֑יו
דֹּרֵ֥שׁ טוֹב֙ לְעַמּ֔וֹ וְדֹבֵ֥ר שָׁל֖וֹם לְכָל־זַרְעֽוֹ׃
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