Nuestra función en este mundo es
para activar la luz de Di-s.
Di-s
dijo: "La luz de la Menorá y el mundo
verá que no es lo que iluminan el mundo,
sino usted." (Midrash Shemot Rabá 36;
2)
Cuando se creó el mundo Di-s
dijo: "Hágase la luz!" Desde el
principio de los tiempos toda la luz
espiritual que iba a ser revelada a
medida que transcurre la historia se
había creado, pero se mantiene en
suspensión. La luz de Di-s nos esperaba
para activarla a través de nuestras
acciones. Como hemos construido el
Mishkán, se produjo un cambio de
paradigma. Un cambio en el mundo que
alteraría para siempre la forma en que
la raza humana funcionó. Cuando
encendimos la Menorá creamos un receptor
que absorbe y aprovecha la luz de Di-s
en este mundo y revoluciona la forma en
que vivimos. Esa luz emana de la energía
de la claridad, la paz y la
misericordia. (Noam Elimelec)
Nuestra función en este mundo es para
activar la luz de Di-s.
Los
Judios que salieron de Egipto se
enfrentaron a un desafío militar
importante. El pueblo de Amalec llaman a
la destrucción de los Judios. Amalec no
sólo era fuerte y familiarizado con las
condiciones del desierto, que eran
malas. Hoy podemos entender que lo más
difícil es poder de combatir las fuerzas
del mal. Los Judios no sabían de la
guerra; que no eran militarmente
astutos. Amalec aprovechó la oscuridad y
trató de aniquilar a nuestro pueblo.
Moshe, el mayor líder judío de todos los
tiempos, sabía que necesitaba activar la
luz de Di-s. Se subió a una montaña
donde todo el mundo pudo verlo y él
levantó las manos al cielo. Todo Israel
miraron hacia arriba y oraron a nuestro
Padre en el Cielo. Mientras estaban
extendidos los brazos de Moshe la fuerza
de los Judios se incrementó. Cuando
Moshé bajó las manos Amalec comenzó a
ganar. Cuando se activa la luz de la
Creación estábamos victoriosos.
El mundo necesita desesperadamente la
luz! Todos debemos iluminar nuestra
menorá. A través de nuestros actos de
bondad, a través de nuestras oraciones y
por medio de nuestro estudio podemos
llevar la luz de la Creación en nuestras
comunidades, nuestras familias y
nuestras vidas. Podemos crear la
claridad, la paz y el amor. Podemos
marcar el comienzo de los tiempos de
Mashiaj que los profetas se refieren
como "la luz del mundo".