Al escuchar los milagros que
Dios
hizo para los Hijos de Israel, el suegro
de Moshé, Itró, llegó al desierto, con
la esposa de Moshé y sus hijos, para
reunir a la familia otra vez. Itró está
tan impresionado por lo que Moshé le
cuenta sobre el éxodo de Egipto, que se
convierte y se une al Pueblo Judío.
Viendo que la única autoridad judicial
para la nación es Moshé, Itró sugiere
que se elijan jueces subsidiados para
solucionar los problemas pequeños,
dejando a Moshé libre para atender los
grandes temas. Moshé acepta su consejo.
Los Hijos de Israel llegan al Monte
Sinai donde se les ofrece la Torá.
Después de que la aceptan, Dios le
ordena a Moshé que le diga al pueblo que
no se acerque a la montaña, y que se
preparen tres días para recibir la Torá.
El tercer día, en medio de truenos y
relámpagos, la voz de Dios emana de la
montaña, y El comienza a hablar al
Pueblo Judío, dándoles los Diez
Mandamientos:
Creer en Dios
No tener otros dioses
No usar el nombre
de Dios en vano
Observar el Shabat
Honrar a los padres
No matar
No cometer adulterio
No secuestrar
No atestiguar falsamente
No codiciar
Después de recibir los dos primeros
mandamientos, el Pueblo Judío, abrumado
por esta experiencia de lo Divino, pide
que Moshé les transmita la palabra de Dios. Dios le ordena a Moshé que
advierta al Pueblo Judío en cuanto a su
responsabilidad de ser fieles a Aquél
que les habló.
"Moshé descendió de la montaña
al pueblo" (19:14)
"¿A qué hora aterrizamos?"
"Dentro de aproximadamente dos horas,
Sr. Presidente".
"Bueno, voy a necesitar cerca de una
hora para bañarme, refrescarme y
cambiarme de ropa, antes de encontrarme
con el Primer Ministro. ¿Puedes llamar y
arreglar una reunión para las doce? A
decir verdad, mejor que sea para las
doce y media. No pegué el ojo en todo el
viaje; mejor que me duerma unos veinte
minutos. Ah... y también me vendría buen
un desayuno liviano cuando me despierte,
solamente un pancito y un café, y un
poco de cereales. Pero que sea café de
verdad. Dime algo... ¿de veras hace
falta que la reunión sea ni bien
llegamos? ¿Por qué no la dejamos para la
tarde?"
Moshe, el líder judío, fue "de la
montaña al pueblo". No se tomó un
descanso. Dejó a un lado por completo
todas sus cuestiones personales, y fue
derecho al trabajo. De la montaña al
pueblo.
(Basado en Rashi)
"Y todo
el pueblo vio las voces" (20:15)
Un día invernal, llegó a la pequeña
aldea polaca una figura frágil que
llevaba una cajita de cuero negra.
Aún era muy temprano, y la pálida luz
del sol apenas si coloreaba las fachadas
grises de las casas.
El hombre se dirigió a la plaza
central. Se frotó las manos y les sopló
aliento cálido. Una nube de bruma salió
del otro lado de sus palmas
entrecerradas, elevándose en un zigzag,
y atrapando los rayos del sol naciente,
al tiempo que se desvanecía.
El abrió la caja y conectó las tres
partes cilíndricas del clarinete.
Empezó a tocar, al principio lenta y
persistentemente. El sonido era tan
maravilloso que muy pronto se dejaron
ver caras bostezando en las ventanas.
Los niños apretaban las narices
contra las ventanas. El ritmo se aceleró.
El sonido era tan deleitable, tan dulce,
que enseguida la gente salió a la calle
y en forma espontánea se puso a bailar.
La música subía más y más. La
increíble dulzura del sonido doraba de
deleite los rostros de los que bailaban.
En esta escena vino a parar un sordo.
El estaba absolutamente convencido de
que se habían vuelto todos locos: en
este lugar, sin ninguna razón lógica,
medio pueblo bailaba en la plaza a las
seis de la mañana!!!
Pero si se hubiera puesto a pensar un
poco, se habría dado cuenta de que la
voz del clarinete y su bella música eran
la razón de la improvisada danza.
Cuando se entregó la Torá en el
Sinaí, la gente "vio" las voces.
Experimentaron el fenómeno de
kinestesia, la alteración de la
percepción sensorial. Ver el sonido. Oír
la imagen.
Cuando se entregó la Torá en el
Sinaí, Hashem irradió la luz de Su
Presencia en todo el pueblo judío unido.
Ellos lo percibieron como ángeles que
bailaban.
Al ver ángeles bailando,
comprendieorn que se debía a la sublime
dulzura y belleza de la Torá Sagrada. Y,
por así decirlo, estiraron el cuello y
pararon las orejas para oír tan
fantástica melodía.
En comparación con los ángeles, ellos
eran un poco "sordos" espiritualmente
hablando, pues jamás habían percibido
semejantes sonidos. No obstante,
quisieron probar y tener por lo menos un
"vistazo" de aquel sonido.
Dios les abrió los ojos, y todos
vieron aquella alegría increíble, y si
bien no podían percibir la música con
claridad, lo que sí podían era sentir la
inmensa felicidad.
Por eso se apresuraron a oír la voz
de la propia Torá.
Tal vez lograran alcanzar ese nivel y
comprender la exquisita luz que es la
Torá...
Ahora acabo
de conocer que el Eterno es más grande que todos los dioses,
pues aquello con que se ensoberbecieronrecayó
sobre ellos mismos.
Recayó sobre ellos
mismos
Estas palabras hacen alusión al Faraón, que quiso aniquilar al
pueblo israelita ahogando en el Nilo a todos los varones. Dios hizo
que se ahogasen él y sus hombres en las aguas del mar Rojo.
Y tomó
Yitró, suegro de Moisés, holocausto y sacrificios para Dios;
y Aarón y todos los ancianos de Israel vinieron a comer pan
con el suegro de Moisés
delante de Dios.
Delante de Dios
Aarón y todos los ancianos de Israel vinieron para comer con el
suegro de Moisés delante de Dios. ¿Y dónde estaba Moisés, si fue él
mismo quien los invitó a comer? ¿Por qué el versículo no le menciona?,
pregunta el Midrash (Yalcut 270). Y explica: Moisés estaba sirviendo
a sus huéspedes, conforme hizo el patriarca Abraham con los ángeles
(Génesis 23, 8). La Toráh nos enseña con esto que todos los que
comieron ante Moisés era como si estuviesen comiendo ante Dios.
Sentarse a la mesa de un sabio, tomar parte en la comida de un
rabino, es lo mismo que sentarse a la mesa de Dios y gozar del
esplendor divino. Nuestros sabios nos recomiendan huir de la
sociedad de personas vanas y fútiles,del
am-haáretz(ignorante),
"porque todas sus mesas están llenas de cosas inmundas, pues Dios
esta ausente" (Isaías 28, 8). En cuanto a comer en la mesa deltalmid
jajam(sabio), es como si se comiese en la mesa de Dios.
Enel
tercer mesde
la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en
ese mismo día llegaron al desierto de Sinaí.
En el tercer mes
En el tercer mes después de la salida de los hijos de Israel de la
tierra de Egipto, en ese mismo día llegaron al desierto de Sinaí.
Dios no juzgó al pueblo de Israel apto para recibir la Toráh antes
del tercer mes de su salida de Egipto, semejante a la mujer
convertida al judaísmo, que necesita de un período mínimo de tres
meses para adquirir el derecho de casarse con un israelita adepto a
la Toráh. La palabra bajódesh (en el mes), la divide el Midrash
(Yalcut 271) en dos, transformándola en Ba-jódesh (llegó el mes),
esto es, el mes verdadero, el mes solemne de la iniciación religiosa
de los hebreos. Jódesh deriva de la palabrajadash,
nuevo). Israel fue un pueblo nuevo, en todos los sentidos, después
de recibir las leyes del Sinaí.
Y dijo el
Eterno a Moisés: He aquí que Yo vendré a ti en una nube
espesa, a fin de que oiga el pueblo mientras Yo hablo
contigo, y que también crean en ti para siempre. Y refirió
Moisés al Eternolas
palabras del pueblo.
Las palabras del
Pueblo
Los comentaristas notan que allí donde los hijos de Israel
acampaban había siempre descontento, perturbación entre el pueblo;
pero al llegar al monte de Sinaí reinaron en Israel una paz y una
profunda armonía; parecía que todos formaban un solo cuerpo y una
sola voz para obedecer a Dios y a Moisés. Este es el significado de
las palabras: "Y acampó allí Israel, frente al monte" (capítulo 19,
2) en vez de "y acamparon allí los hijos de Israel", señal de que el
pueblo formaba una sola unidad. Fue al comprobar esta unidad cuando
Dios juzgó al pueblo de Israel merecedor de recibir la Toráh.
No lo
tocará mano, pues será apedreado o asaeteado; ya sea bestia
ya sea hombre, no vivirá. Solamente en el caso de
prolongarse mucho elsonido
del Yovel(cuerno
de carnero), podrán subir al monte.
Sonido del Yovel
Esta palabra significa, según el lugar donde está empleada,
carnero, trompeta de cuerno de carnero y jubileo (celebración de un
acontecimiento en el quincuagésimo año).
No te
postrarás ante ellas ni las servirás, porque Yo soy el
Eterno tu Dios, Dios celoso, que revisa la iniquidadde
los padres en los hijoshasta
la tercera y la cuarta generación de los que me aborrecen;
De los padres en
los hijos
Cuando éstos siguen practicando la iniquidad de sus padres, ya
que los hijos no deben seguir el mal ejemplo de ellos después de
conocer sus consecuencias.
y que usa
de misericordia enmillares
de generacionespara
aquellos que me aman y guardan mis mandamientos.
Millares de
generaciones
La misericordia de Dios se extiende por lo menos hasta dos mil
generaciones, mientras que su castigo es mucho menor para los que le
aborrecen.
No
codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de
tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su
asno, ni cosa algunaque
sea de tu prójimo.
Que sea de tu
prójimo
Esta Parashá y la segunda del libro del Deuteronomio contienen los
Diez Mandamientos, principios fundamentales de las doctrinas hebreas.
El pueblo reunido al pie del monte Sinaí oye el Decálogo y lo adopta
incondicionalmente, como base de toda su existencia, diciendo:Naasé
venishmá(haremos y
obedeceremos). La importancia de los diez mandamientos no está
solamente en su significado, sino en el hecho de que constituyen
ejemplos clásicos para todas las demás leyes. Fueron, por así
decirlo, dados como preámbulo antes de ser contraída la alianza en
el monte de Sinaí, entre Dios e Israel. Por su división en dos
tablas de cinco fundamentos cada una, tenemos las categorías
principales de estos fundamentos: los primeros cinco son leyes del
hombre para con Dios; los cinco segundos, del hombre para con sus
semejantes. La primera tabla se inicia con el precepto de la
creencia en el Eterno Dios, y los mandamientos se basan en el amor a
El, lo que es la piedra fundamental del judaísmo. La segunda tabla
termina con las palabras: "a tu prójimo", y todos los preceptos que
constan en ella tienen por base el amor a nuestros semejantes. El
amor a Dios, cuando es de todo corazón, conduce inevitablemente al
amor para con el prójimo, puesto que éste fue creado a su imagen.
También lo inverso es verdadero: el amor al prójimo lleva al amor a
Dios.
La revelación de la Shejiná en el
Sinaí, que es el tema de la parashá de
esta semana, aparece reflejado en la
Haftará con la revelación de la Shejiná
al profeta Yeshayahu.
Por lo general, las personas siempre
quieren ser las primeras en todo.
Demostrar su superioridad sobre los
demás. Esa es la fuerza que nos conduce
a poseer dinero y poder. ¡Yo soy mejor
que tú! ¡Tú estás en segundo lugar!
Y hasta cuando dejamos que los otros
tomen el primer lugar, cuando los
colocamos delante de nosotros, por lo
general queremos demostrar cuán
exaltados son nuestros rasgos de
carácter, vale decir, ¡que estamos en un
nivel más elevado que ellos!
En la kedushá (santidad) que
pronunciamos por lo menos dos veces al
día, les pedimos prestada una plegaria a
los ángeles, con la que ensalzamos la
gloria del Eterno.
Decimos "Santo, santo, santo, es el
Señor de las Huestes. Todo el mundo está
repleto de Su Gloria".
El hombre no es un ángel. Cuando los
ángeles dicen kedushá, empiezan
llamándose los unos a los otros, como
diciendo: "tú primero, pues tú eres más
grande que yo" Y la respuesta: "No, ¡tú
eres más grande que yo!" Por fin, todos
alaban juntos a Hashem.
Los ángeles repiten la palabra
"santo" tres veces. Todo lo que se hace
tres veces se considera que tiene
permanencia en la perpetuidad.
Por eso, los ángeles nunca dejan de
decir "santo", ya que Hashem es
infinitamente Santo.
Editado por Eliyahu BaYona,
Director Shalom Haverim, Monsey, NY
Canciones que
cantamos en la mesa de Shabat
Mizmor LeDavid
""Cancion de David..."
Hashem roí, lo ejsar...
"Hashem es mi pastor, no me faltará
nada"
El pastor es el que le da sustento a
su rebaño. Cuando estudiamos Torá
mientras un pastor humano nos da el
sustento, estamos obligados a compartir
la recompensa de ese estudio con esa
persona. Pero cuando "Hashem es mi
pastor", y nos proporciona el sustento
en forma directa, entonces "no me
faltará nada" de toda la recompensa que
he de recibir. Este pensamiento, que
está expresado en este salmo al comienzo
de la cena, se repite en la bendición
que se pronuncia al terminar de comer,
cuando le pedimos a Hashem que nos salve
de depender de los regalos de las
personas de carne y hueso, y que nos
provea en forma directa para todo lo que
necesitamos, a través de Su "mano llena,
abierta, sagrada y generosa".
¡Así
perezcan todos tus enemigos, oh Eterno! Mas
los que le aman sean como cuando el sol se
levanta, y su fuerza va en aumento. Y la
tierra descansó cuarenta años.
Su Tzedaka contribuye a darle luz a las naciones por medio
del conocimiento de la Toráh y contribuye a traerle a usted un mejor
bienestar. Necesitamos que usted nos ayude. Gracias.
PARASHA SHEMOT YITRÓ
Honrar a Padres y Recordar el Shabat que tienen en
común?
SIGNIFICADO
CABALISTICO DE TU BISHEVAT
CLASES DE TORAH
BERESHIT #93
El Hambre cubre la Tierra
Parashat
Shemot - Éxodo Bó
VIDEO PARA ESCUCHAR MEDIANTE
ROBOT Libro de
Éxodo Capítulo
18:1 al
20:23
e Isaías 6:1 - 7:6 and 9:5 - 9:6