Devarim / Deuteronomio Cap. 1
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Devarim
Deuteronomio 1
CONVIERTASE EN BENEFACTOR
PRONUNCIACION SEFARDI
SEPHARDIC PRONUNCIATION
הגייה ספרדית
Devarim / Deuteronomio Cap. 1
En Hebreo y Espanol
DEVARIM- DEUTERONOMIO - "Las Palabras"
CAPITULO 1
(fonética sefaradí)
1:1 Estas son las palabras (1) que habló
Moisés a todo Israel, de este lado del
Jordán, con relación al desierto, (2) a
la Aravá (planicie), (al lugar que está)
frente al mar Rojo, (al lugar que está)
entre Parán y Tofel, y (con relación a)
Lavá.
Eleh hadevarim asher diber Moshe
el-kol-Yisra'el be'ever haYarden
bamidbar ba'Aravah mol Suf beyn-Paran
uveyn-Tofel veLavan vaJatserot veDi
Zahav.
1:2 Jornada de once días hizo Israel
desde Jorev, por el camino de la montaña
de Seír, hasta Cadesh Barnea. (3)
Ajad asar yom meJorev derej har-Se'ir ad
Kadesh Barnea.
1:3 Y aconteció en el cuadragésimo año,
en el mes undécimo, el primero del mes,
que habló Moisés a los hijos de Israel
conforme a todo lo que había ordenado el
Eterno acerca de ellos;
Vayehi be'arba'im shanah be'ashtey-asar
jodesh be'ejad lajodesh diber Moshe
el-beney Yisra'el kejol asher tsivah
Adonay oto alehem.
1:4 después de que hubo herido a Sijón,
rey de los amoreos, que habitaba en
Jeshbón, y a Og, rey de Bashán, que
habitaba en Ashtarot, en Edrei.
Ajarey hakoto et Sijon melej ha'Emori asher
yoshev beJeshbon ve'et Og melej haBashan
asher-yoshev be'Ashtarot be'Edre'i.
1:5 De este lado del Jordán, en la
tierra de Moav, comenzó Moisés a
explicar esta ley, diciendo:
Be'ever haYarden be'erets Mo'av ho'il Moshe be'er et-hatorah hazot
lemor.
1:6 El Eterno, nuestro Dios, nos habló
en Jorev, diciendo: Bastante tiempo
habéis permanecido en este monte;
Adonay Eloheynu diber eleynu beJorev lemor
rav-lajem shevet bahar hazeh.
1:7 volveos y partid e id a la montaña
de los emoreos y a todos sus lugares
vecinos, situados en la Aravá, en la
serranía, en el valle, en el Neguev
(sur) y en la costa del mar, hasta la
tierra del cananeo, y al Líbano hasta el
gran río, el río Eúfrates.
Penu use'u lajem uvo'u har ha'Emori
ve'el-kol-shjenav ba'Aravah vahar
uvashfelah uvaNegev uvejof hayam erets
haKna'ani vehaLevanon ad-hanahar hagadol
nehar Perat.
1:8 Ved que pongo delante de vosotros la
tierra, entrad y poseed la tierra que
juró el Eterno a vuestros padres, a
Abraham, a Isaac y a Jacob, que se la
daría a ellos y a su descendencia
después de ellos.
Re'eh natati lifneyjem et-ha'arets bo'u
ureshu et-ha'arets asher nishba Adonay
la'avoteyjem le-Avraham le-Yitsjak
ule-Ya'akov latet lahem ulezar'am
ajareyhem.
1:9 Y os hablé en aquel tiempo,
diciendo: No puedo yo solo llevar la
carga de vosotros.
Va'omar alejem ba'et hahi lemor lo-ujal
levadi set etjem.
1:10 El Eterno, vuestro Dios, os ha
hecho numerosos; y heos aquí el día de
hoy como estrellas del cielo en
multitud.
Adonay Eloheyjem hirbah etjem vehinejem
hayom kejojvey hashamayim larov.
1:11 ¡El Eterno, Dios de vuestros
padres, os acreciente mil veces más de
lo que sois y os bendiga según habló a
vosotros! (4)
Adonay Elohey avoteyjem yosef aleyjem kajem
elef pe'amim vivarej etjem ka'asher
diber lajem.
1:12 ¿Cómo (5) he de sobrellevar yo solo
vuestra molestia y vuestra carga y
vuestra contienda?
Eyjah esa levadi torjajem umasa'ajem
verivjem.
1:13 Tomad para vosotros hombres sabios
e inteligentes y conocidos de vuestras
tribus, y los pondré por cabezas
vuestros.
Havu lajem anashim jajamim unevonim vidu'im
leshivteyjem va'asimem berasheyjem.
1:14 Y me respondisteis y me dijisteis:
bueno es lo que dijiste para hacerlo.
Vata'anu oti vatomeru tov-hadavar
asher-dibarta la'asot.
1:15 Y tomé a los cabezas de vuestras
tribus, hombres sabios y conocidos, y
los puse por cabezas sobre vosotros,
jefes de miles, de cientos, jefes de
cincuentenas y jefes de decenas, y
guardas nombré para vuestras tribus.
Va'ekaj et-rashey shivteyjem anashim
jajamim vidu'im va'eten otam rashim
aleyjem sarey alafim vesarey me'ot
vesarey jamishim vesarey asarot
veshotrim leshivteyjem.
1:16 Y ordene a vuestros jueces, en
aquel tiempo, diciendo: Oíd las causas
entre vuestros hermanos, y juzgad con
justicia entre cada uno y su hermano o
su litigante.
Va'atsaveh et-shofteyjem ba'et hahi lemor
shamoa beyn-ajeyjem ushfatetem tsedek
beyn-ish uveyn-ajiv uveyn gero.
1:17 No conozcáis rostros en el juicio;
al pequeño como al grande, del mismo
modo oiréis; no temeréis a hombre
alguno, porque el juicio es de Dios; y
la causa que fuere demasiado difícil
para vosotros, la traeréis a mí y yo la
oiré.
Lo-takiru fanim bamishpat kakaton kagadol
tishma'un lo taguru mipney-ish ki
hamishpat le'Elohim hu vehadavar asher
yiksheh mikem takrivun elay ushmativ.
1:18 Y os ordené en aquel tiempo todas
las cosas que deberíais hacer.
Va'atsaveh etjem ba'et hahi et
kol-hadevarim asher ta'asun.
1:19 Y partimos de Jorev y anduvimos por
todo aquel desierto grande y temible que
visteis, por el camino de la montaña del
emoreo, como nos había ordenado el
Eterno, nuestro Dios; y así llegamos
hasta Cadesh Barnea.
Vanisa meJorev vanelej et kol-hamidbar
hagadol vehanora hahu asher re'item
derej har ha'Emori ka'asher tsivah
Adonay Eloheynu otanu vanavo ad Kadesh
Barnea.
1:20 Y yo os dije: Habéis llegado a la
montaña del emoreo que el Eterno,
nuestro Dios, nos va a dar.
Va'omar alejem batem ad-har ha'Emori
asher-Adonay Eloheynu noten lanu.
1:21 Mira: el Eterno tu Dios ha puesto
ante tí la tierra; sube, toma posesión
como te lo ha dicho el Eterno, Dios de
tus padres; no temas ni te quebrantes.
Re'eh natan Adonay Eloheyja lefaneyja
et-ha'arets aleh resh ka'asher diber
Adonay Elohey avoteyja laj al-tira
ve'al-tejat.
1:22 Y os llegasteis a mí todos vosotros
y dijisteis: Enviemos hombres delante de
nosotros que nos exploren la tierra y
nos informen sobre su idioma, (6) sobre
el camino por donde hemos de subir y
sobre las ciudades adonde hemos de
entrar.
Vatikrevun elay kulejem vatomeru nishlejah
anashim lefaneynu veyajperu-lanu
et-ha'arets veyashivu otanu davar
et-haderej asher na'aleh-bah ve'et
he'arim asher navo aleyhen.
1:23 Y agradó esto a mis ojos, y tomé de
entre vosotros doce hombres, un hombre
de cada tribu;
Vayitav be'eynay hadavar va'ekaj mikem
shneym asar anashim ish ejad lashavet.
1:24 y emprendieron la marcha y subieron a
la montaña y llegaron hasta el torrente
(valle) de Eshkol, y espiaron (la
tierra).
Vayifnu vaya'alu haharah vayavo'u ad-najal
Eshkol vayeraglu otah.
1:25 Y tomaron de las frutas del país en
su mano, y nos las trajeron, y nos
informaron sobre su idioma y dijeron:
Buena es la tierra que el Eterno,
nuestro Dios, nos da.
Vayikju veyadam mipri ha'arets vayoridu
eleynu vayashivu otanu davar vayomeru
tovah ha'arets asher-Adonay Eloheynu
noten lanu.
1:26 Pero no quisisteis subir y fuisteis
rebeldes contra la orden del Eterno,
vuestro Dios,
Velo avitem la'alot vatamru et-pi Adonay
Eloheyjem.
1:27 y murmurasteis en vuestras tiendas
y dijisteis: Por habernos aborrecido el
Eterno, nos sacó de la tierra de Egipto,
a fin de entregarnos en mano del emoreo
para destruirnos.
Vateragnu ve'aholeyjem vatomeru besin'at
Adonay otanu hotsi'anu me'erets
Mitsrayim latet otanu beyad ha'Emori
lehashmidenu.
1:28 ¿Adónde estamos nosotros subiendo?
Nuestros hermanos han hecho que se nos
derrita el corazón, diciendo; El pueblo
es mayor y más fuerte que nosotros; las
ciudades son grandes y fortificadas
hasta los cielos; y también vimos allí
hijos de gigantes.
Anah anajnu olim ajeynu hemasu et-levavenu
lemor am gadol varam mimenu arim gedolot
uvetsurot bashamayim vegam-beney Anakim
ra'inu sham.
1:29 Entonces yo os dije: No os
quebrantéis ni tengáis miedo de ellos.
Va'omar alejem lo-ta'artsun velo-tir'un
mehem.
1:30 El Eterno, vuestro Dios, es el que
va delante de vosotros; El mismo peleará
por vosotros, así como todo lo que hizo
por vosotros en Egipto, ante vuestros
mismos ojos;
Adonay Eloheyjem haholej lifneyjem hu
yilajem lajem kejol asher asah itjem
beMitsrayim le'eyneyjem.
1:31 y también en el desierto, donde
viste cómo el Eterno, tu Dios, te llevó
como lleva un hombre a su hijo, por todo
el camino que anduvisteis hasta vuestra
llegada a este lugar.
Uvamidbar asher ra'ita asher nesa'aja
Adonay Eloheyja ka'asher yisa-ish
et-beno bejol-haderej asher halajtem
ad-bo'ajem ad-hamakom hazeh.
1:32 Pero ni por esto creísteis (7) en
el Eterno, vuestro Dios,
Uvadavar hazeh eynjem ma'aminim b'Adonay
Eloheyjem.
1:33 que iba delante de vosotros en el
camino para prepararos lugar donde
pudierais acampar, de noche con fuego
para mostraros el camino por donde
habíais de andar, y de día con una nube.
Haholej lifneyjem baderej latur lajem
makom lajanotjem ba'esh laylah larotejem
baderej asher telju-vah uve'anan yomam.
1:34 Y oyó el Eterno la voz de vuestras
palabras, y se airó y juró, diciendo:
Vayishma Adonay et-kol divreyjem vayiktsof
vayishava lemor.
1:35 No verá ni uno solo de estos
hombres, de esta mala generación, la
buena tierra que juré dar a vuestros
padres;
Im-yir'eh ish ba'anashim ha'eleh hador hara
hazeh et ha'arets hatovah asher nishbati
latet la'avoteyjem.
1:36 excepto Caleb, hijo de Yefunné, él
la verá, y a él le daré la tierra que ha
pisado, y a sus hijos, porque perseveró
en seguir en el temor del Eterno.
Zulati Kalev ben-Yefuneh hu yir'enah
velo-eten et-ha'arets asher daraj-bah
ulevanav ya'an asher mile ajarey Adonay.
1:37 También contra mi se airó el Eterno
por vuestra causa, diciendo: Tampoco tú
entrarás allá;
Gam-bi hit'anaf Adonay biglaljem lemor gam-atah lo-tavo sham.
1:38 Josué, hijo de Nun, que está
delante de ti, él entrará allá. Anímale,
porque él hará que Israel la herede.
Yehoshua bin-Nun ha'omed lefaneyja hu yavo
shamah oto jazek ki-hu yanjilenah
et-Yisra'el.
1:39 Y vuestros niños, de quienes
dijisteis que iban a ser una presa, y
vuestros hijos que no conocieron hasta
el día de hoy ni bien ni mal, ellos
entrarán allá; porque a ellos la daré, y
ellos la tomarán en posesión.
Vetapjem asher amartem lavaz yihyeh
uvneyjem asher lo-yad'u hayom tov vara
hemah yavo'u shamah velahem etnenah
vehem yirashuha.
1:40 Pero vosotros volveos y emprended
la marcha hacia el desierto, en
dirección al mar Rojo.
Ve'atem penu lajem use'u hamidbarah derej
Yam-Suf.
1:41 Y me respondisteis y me dijisteis:
Hemos pecado contra el Eterno; nosotros
subiremos y pelearemos, conforme a todo
lo que el Eterno, nuestro Dios, nos
tiene ordenado. Y os ceñisteis cada cual
sus armas de guerra, y os dispusisteis a
subir a la montaña.
Vata'anu vatomeru elay jatanu l'Adonay
anajnu na'aleh veniljamnu kejol
asher-tsivanu Adonay Eloheynu vatajgeru
ish et-kley miljamto vatahinu la'alot
haharah.
1:42 Y el Eterno me dijo: Diles: No
subáis ni peleéis, que Yo no estoy en
medio de vosotros, no suceda que seáis
derrotados delante de vuestros enemigos.
Vayomer Adonay elay emor lahem lo ta'alu
velo-tilajamu ki eyneni bekirbejem velo
tinagefu lifney oyveyjem.
1:43 Y yo os hablé pero no escuchasteis,
sino que os rebelasteis contra el
mandamiento del Eterno, y persististeis
y subisteis a la montaña.
Va'adaber aleyjem velo shmatem vatamru
et-pi Adonay vatazidu vata'alu haharah.
1:44 Y salieron los emoreos que
habitaban en aquella montaña, a vuestro
encuentro; y os persiguieron como suelen
hacer las abejas, y os derrotaron en
Seír, hasta Jormá.
Vayetse ha'Emori hayoshev bahar hahu
likratjem vayirdefu etjem ka'asher
ta'aseynah hadevorim vayaktu etjem
beSe'ir ad-Jormah.
1:45 Y volvisteis y llorasteis ante el
Eterno; pero el Eterno no oyó vuestra
voz ni os prestó oídos.
Vatashuvu vativku lifney Adonay velo-shama
Adonay bekolejem velo he'ezin aleyjem.
1:46 Y habitasteis en Cadesh muchos
años, igual al número total de años que
estuvisteis en los otros lugares.
Vateshvu veKadesh yamim rabim kayamim asher yeshavtem.
א
אֵ֣לֶּה הַדְּבָרִ֗ים אֲשֶׁ֨ר דִּבֶּ֤ר משֶׁה֙ אֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵ֔ל
בְּעֵ֖בֶר הַיַּרְדֵּ֑ן
בַּמִּדְבָּ֡ר בָּֽעֲרָבָה֩
מ֨וֹל ס֜וּף בֵּֽין־פָּארָ֧ן
וּבֵֽין־תֹּ֛פֶל וְלָבָ֥ן
וַֽחֲצֵרֹ֖ת וְדִ֥י זָהָֽב: |
ב
אַחַ֨ד עָשָׂ֥ר יוֹם֙ מֵֽחֹרֵ֔ב דֶּ֖רֶךְ הַר־שֵׂעִ֑יר עַ֖ד קָדֵ֥שׁ
בַּרְנֵֽעַ: |
ג
וַֽיְהִי֙ בְּאַרְבָּעִ֣ים שָׁנָ֔ה בְּעַשְׁתֵּֽי־עָשָׂ֥ר חֹ֖דֶשׁ
בְּאֶחָ֣ד לַחֹ֑דֶשׁ דִּבֶּ֤ר
משֶׁה֙ אֶל־בְּנֵ֣י
יִשְׂרָאֵ֔ל כְּ֠כֹ֠ל אֲשֶׁ֨ר
צִוָּ֧ה יְהֹוָ֛ה אֹת֖וֹ
אֲלֵהֶֽם: |
ד
אַֽחֲרֵ֣י הַכֹּת֗וֹ אֵ֚ת סִיחֹן֙ מֶ֣לֶךְ הָֽאֱמֹרִ֔י אֲשֶׁ֥ר
יוֹשֵׁ֖ב בְּחֶשְׁבּ֑וֹן
וְאֵ֗ת ע֚וֹג מֶ֣לֶךְ
הַבָּשָׁ֔ן אֲשֶׁר־יוֹשֵׁ֥ב
בְּעַשְׁתָּרֹ֖ת
בְּאֶדְרֶֽעִי: |
ה
בְּעֵ֥בֶר הַיַּרְדֵּ֖ן בְּאֶ֣רֶץ מוֹאָ֑ב הוֹאִ֣יל משֶׁ֔ה בֵּאֵ֛ר
אֶת־הַתּוֹרָ֥ה הַזֹּ֖את
לֵאמֹֽר: |
ו
יְהֹוָ֧ה אֱלֹהֵ֛ינוּ דִּבֶּ֥ר אֵלֵ֖ינוּ בְּחֹרֵ֣ב לֵאמֹ֑ר
רַב־לָכֶ֥ם שֶׁ֖בֶת בָּהָ֥ר
הַזֶּֽה: |
ז
פְּנ֣וּ | וּסְע֣וּ לָכֶ֗ם וּבֹ֨אוּ הַ֥ר הָֽאֱמֹרִי֘
וְאֶל־כָּל־שְׁכֵנָיו֒
בָּֽעֲרָבָ֥ה בָהָ֛ר
וּבַשְּׁפֵלָ֥ה וּבַנֶּ֖גֶב
וּבְח֣וֹף הַיָּ֑ם אֶ֤רֶץ
הַכְּנַֽעֲנִי֙
וְהַלְּבָנ֔וֹן עַד־הַנָּהָ֥ר
הַגָּדֹ֖ל נְהַר־פְּרָֽת: |
ח
רְאֵ֛ה נָתַ֥תִּי לִפְנֵיכֶ֖ם אֶת־הָאָ֑רֶץ בֹּ֚אוּ וּרְשׁ֣וּ
אֶת־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֣ר
נִשְׁבַּ֣ע יְ֠הֹוָ֠ה
לַֽאֲבֹ֨תֵיכֶ֜ם לְאַבְרָהָ֨ם
לְיִצְחָ֤ק וּלְיַֽעֲקֹב֙
לָתֵ֣ת לָהֶ֔ם וּלְזַרְעָ֖ם
אַחֲרֵיהֶֽם: |
ט
וָֽאֹמַ֣ר אֲלֵכֶ֔ם בָּעֵ֥ת הַהִ֖וא לֵאמֹ֑ר לֹֽא־אוּכַ֥ל לְבַדִּ֖י
שְׂאֵ֥ת אֶתְכֶֽם: |
י
יְהֹוָ֥ה אֱלֹֽהֵיכֶ֖ם הִרְבָּ֣ה אֶתְכֶ֑ם וְהִנְּכֶ֣ם הַיּ֔וֹם
כְּכֽוֹכְבֵ֥י הַשָּׁמַ֖יִם
לָרֹֽב: |
יא
יְהֹוָ֞ה אֱלֹהֵ֣י אֲבֽוֹתֵכֶ֗ם יֹסֵ֧ף עֲלֵיכֶ֛ם כָּכֶ֖ם אֶ֣לֶף
פְּעָמִ֑ים וִֽיבָרֵ֣ךְ
אֶתְכֶ֔ם כַּֽאֲשֶׁ֖ר
דִּבֶּ֥ר לָכֶֽם: |
יב
אֵיכָ֥ה אֶשָּׂ֖א לְבַדִּ֑י טָרְחֲכֶ֥ם וּמַשַּֽׂאֲכֶ֖ם
וְרִֽיבְכֶֽם: |
יג
הָב֣וּ לָ֠כֶ֠ם אֲנָשִׁ֨ים חֲכָמִ֧ים וּנְבֹנִ֛ים וִֽידֻעִ֖ים
לְשִׁבְטֵיכֶ֑ם וַֽאֲשִׂימֵ֖ם
בְּרָֽאשֵׁיכֶֽם: |
יד
וַתַּֽעֲנ֖וּ אֹתִ֑י וַתֹּ֣אמְר֔וּ טוֹב־הַדָּבָ֥ר
אֲשֶׁר־דִּבַּ֖רְתָּ
לַֽעֲשֽׂוֹת: |
טו
וָֽאֶקַּ֞ח אֶת־רָאשֵׁ֣י שִׁבְטֵיכֶ֗ם אֲנָשִׁ֤ים חֲכָמִים֙
וִֽידֻעִ֔ים וָֽאֶתֵּ֥ן
אוֹתָ֛ם רָאשִׁ֖ים עֲלֵיכֶ֑ם
שָׂרֵ֨י אֲלָפִ֜ים וְשָׂרֵ֣י
מֵא֗וֹת וְשָׂרֵ֤י
חֲמִשִּׁים֙ וְשָׂרֵ֣י
עֲשָׂרֹ֔ת וְשֹֽׁטְרִ֖ים
לְשִׁבְטֵיכֶֽם: |
טז
וָֽאֲצַוֶּה֙ אֶת־שֹׁ֣פְטֵיכֶ֔ם בָּעֵ֥ת הַהִ֖וא לֵאמֹ֑ר שָׁמֹ֤עַ
בֵּֽין־אֲחֵיכֶם֙
וּשְׁפַטְתֶּ֣ם צֶ֔דֶק
בֵּֽין־אִ֥ישׁ
וּבֵֽין־אָחִ֖יו וּבֵ֥ין
גֵּרֽוֹ: |
יז
לֹֽא־תַכִּ֨ירוּ פָנִ֜ים בַּמִּשְׁפָּ֗ט כַּקָּטֹ֤ן כַּגָּדֹל֙
תִּשְׁמָע֔וּן לֹ֤א
תָג֨וּרוּ֙ מִפְּנֵי־אִ֔ישׁ
כִּ֥י הַמִּשְׁפָּ֖ט
לֵֽאלֹהִ֣ים ה֑וּא
וְהַדָּבָר֙ אֲשֶׁ֣ר
יִקְשֶׁ֣ה מִכֶּ֔ם
תַּקְרִב֥וּן אֵלַ֖י
וּשְׁמַעְתִּֽיו: |
יח
וָֽאֲצַוֶּ֥ה אֶתְכֶ֖ם בָּעֵ֣ת הַהִ֑וא אֵ֥ת כָּל־הַדְּבָרִ֖ים
אֲשֶׁ֥ר תַּֽעֲשֽׂוּן: |
יט
וַנִּסַּ֣ע מֵֽחֹרֵ֗ב וַנֵּ֡לֶךְ אֵ֣ת כָּל־הַמִּדְבָּ֣ר הַגָּדוֹל֩
וְהַנּוֹרָ֨א הַה֜וּא אֲשֶׁ֣ר
רְאִיתֶ֗ם דֶּ֚רֶךְ הַ֣ר
הָֽאֱמֹרִ֔י כַּֽאֲשֶׁ֥ר
צִוָּ֛ה יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ
אֹתָ֑נוּ וַנָּבֹ֕א עַ֖ד
קָדֵ֥שׁ בַּרְנֵֽעַ: |
כ
וָֽאֹמַ֖ר אֲלֵכֶ֑ם בָּאתֶם֙ עַד־הַ֣ר הָֽאֱמֹרִ֔י אֲשֶׁר־יְהֹוָ֥ה
אֱלֹהֵ֖ינוּ נֹתֵ֥ן לָֽנוּ: |
כא
רְאֵ֠ה נָתַ֨ן יְהֹוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ לְפָנֶ֖יךָ אֶת־הָאָ֑רֶץ עֲלֵ֣ה
רֵ֗שׁ כַּֽאֲשֶׁר֩ דִּבֶּ֨ר
יְהֹוָ֜ה אֱלֹהֵ֤י
אֲבֹתֶ֨יךָ֙ לָ֔ךְ
אַל־תִּירָ֖א וְאַל־תֵּחָֽת: |
כב
וַתִּקְרְב֣וּן אֵלַי֘ כֻּלְּכֶם֒ וַתֹּֽאמְר֗וּ נִשְׁלְחָ֤ה
אֲנָשִׁים֙ לְפָנֵ֔ינוּ
וְיַחְפְּרוּ־לָ֖נוּ
אֶת־הָאָ֑רֶץ וְיָשִׁ֤בוּ
אֹתָ֨נוּ֙ דָּבָ֔ר
אֶת־הַדֶּ֨רֶךְ֙ אֲשֶׁ֣ר
נַֽעֲלֶה־בָּ֔הּ וְאֵת֙
הֶֽעָרִ֔ים אֲשֶׁ֥ר נָבֹ֖א
אֲלֵיהֶֽן: |
כג
וַיִּיטַ֥ב בְּעֵינַ֖י הַדָּבָ֑ר וָֽאֶקַּ֤ח מִכֶּם֙ שְׁנֵ֣ים
עָשָׂ֣ר אֲנָשִׁ֔ים אִ֥ישׁ
אֶחָ֖ד לַשָּֽׁבֶט: |
כד
וַיִּפְנוּ֙ וַיַּֽעֲל֣וּ הָהָ֔רָה וַיָּבֹ֖אוּ עַד־נַ֣חַל
אֶשְׁכֹּ֑ל וַיְרַגְּל֖וּ
אֹתָֽהּ: |
כה
וַיִּקְח֤וּ בְיָדָם֙ מִפְּרִ֣י הָאָ֔רֶץ וַיּוֹרִ֖דוּ אֵלֵ֑ינוּ
וַיָּשִׁ֨בוּ אֹתָ֤נוּ דָבָר֙
וַיֹּ֣אמְר֔וּ טוֹבָ֣ה
הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁר־יְהֹוָ֥ה
אֱלֹהֵ֖ינוּ נֹתֵ֥ן לָֽנוּ: |
כו
וְלֹ֥א אֲבִיתֶ֖ם לַֽעֲלֹ֑ת וַתַּמְר֕וּ אֶת־פִּ֥י יְהֹוָ֖ה
אֱלֹֽהֵיכֶֽם: |
כז
וַתֵּרָֽגְנ֤וּ בְאָֽהֳלֵיכֶם֙ וַתֹּ֣אמְר֔וּ בְּשִׂנְאַ֤ת יְהֹוָה֙
אֹתָ֔נוּ הֽוֹצִיאָ֖נוּ
מֵאֶ֣רֶץ מִצְרָ֑יִם לָתֵ֥ת
אֹתָ֛נוּ בְּיַ֥ד הָֽאֱמֹרִ֖י
לְהַשְׁמִידֵֽנוּ: |
כח
אָנָ֣ה | אֲנַ֣חְנוּ עֹלִ֗ים אַחֵ֩ינוּ֩ הֵמַ֨סּוּ אֶת־לְבָבֵ֜נוּ
לֵאמֹ֗ר עַ֣ם גָּד֤וֹל וָרָם֙
מִמֶּ֔נּוּ עָרִ֛ים גְּדֹלֹ֥ת
וּבְצוּרֹ֖ת בַּשָּׁמָ֑יִם
וְגַם־בְּנֵ֥י עֲנָקִ֖ים
רָאִ֥ינוּ שָֽׁם: |
כט
וָֽאֹמַ֖ר אֲלֵכֶ֑ם לֹא־תַֽעַרְצ֥וּן וְלֹא־תִֽירְא֖וּן מֵהֶֽם: |
ל
יְהֹוָ֤ה אֱלֹֽהֵיכֶם֙ הַֽהֹלֵ֣ךְ לִפְנֵיכֶ֔ם ה֖וּא יִלָּחֵ֣ם
לָכֶ֑ם כְּ֠כֹ֠ל אֲשֶׁ֨ר
עָשָׂ֧ה אִתְּכֶ֛ם
בְּמִצְרַ֖יִם לְעֵֽינֵיכֶֽם: |
לא
וּבַמִּדְבָּר֙ אֲשֶׁ֣ר רָאִ֔יתָ אֲשֶׁ֤ר נְשָֽׂאֲךָ֙ יְהֹוָ֣ה
אֱלֹהֶ֔יךָ כַּֽאֲשֶׁ֥ר
יִשָּׂא־אִ֖ישׁ אֶת־בְּנ֑וֹ
בְּכָל־הַדֶּ֨רֶךְ֙ אֲשֶׁ֣ר
הֲלַכְתֶּ֔ם עַד־בֹּֽאֲכֶ֖ם
עַד־הַמָּק֥וֹם הַזֶּֽה: |
לב
וּבַדָּבָ֖ר הַזֶּ֑ה אֵֽינְכֶם֙ מַֽאֲמִינִ֔ם בַּֽיהֹוָ֖ה
אֱלֹֽהֵיכֶֽם: |
לג
הַֽהֹלֵ֨ךְ לִפְנֵיכֶ֜ם בַּדֶּ֗רֶךְ לָת֥וּר לָכֶ֛ם מָק֖וֹם
לַֽחֲנֹֽתְכֶ֑ם בָּאֵ֣שׁ |
לַ֗יְלָה לַרְאֹֽתְכֶם֙
בַּדֶּ֨רֶךְ֙ אֲשֶׁ֣ר
תֵּֽלְכוּ־בָ֔הּ וּבֶֽעָנָ֖ן
יוֹמָֽם: |
לד
וַיִּשְׁמַ֥ע יְהֹוָ֖ה אֶת־ק֣וֹל דִּבְרֵיכֶ֑ם וַיִּקְצֹ֖ף
וַיִּשָּׁבַ֥ע לֵאמֹֽר: |
לה
אִם־יִרְאֶ֥ה אִישׁ֙ בָּֽאֲנָשִׁ֣ים הָאֵ֔לֶּה הַדּ֥וֹר הָרָ֖ע
הַזֶּ֑ה אֵ֚ת הָאָ֣רֶץ
הַטּוֹבָ֔ה אֲשֶׁ֣ר
נִשְׁבַּ֔עְתִּי לָתֵ֖ת
לַֽאֲבֹֽתֵיכֶֽם: |
לו
זֽוּלָתִ֞י כָּלֵ֤ב בֶּן־יְפֻנֶּה֙ ה֣וּא יִרְאֶ֔נָּה
וְלֽוֹ־אֶתֵּ֧ן אֶת־הָאָ֛רֶץ
אֲשֶׁ֥ר דָּֽרַךְ־בָּ֖הּ
וּלְבָנָ֑יו יַ֕עַן אֲשֶׁ֥ר
מִלֵּ֖א אַֽחֲרֵ֥י יְהֹוָֽה: |
לז
גַּם־בִּי֙ הִתְאַנַּ֣ף יְהֹוָ֔ה בִּגְלַלְכֶ֖ם לֵאמֹ֑ר
גַּם־אַתָּ֖ה לֹֽא־תָבֹ֥א
שָֽׁם: |
לח
יְהוֹשֻׁ֤עַ בִּן־נוּן֙ הָֽעֹמֵ֣ד לְפָנֶ֔יךָ ה֖וּא יָ֣בֹא שָׁ֑מָּה
אֹת֣וֹ חַזֵּ֔ק כִּי־ה֖וּא
יַנְחִלֶ֥נָּה
אֶת־יִשְׂרָאֵֽל: |
לט
וְטַפְּכֶם֩ אֲשֶׁ֨ר אֲמַרְתֶּ֜ם לָבַ֣ז יִֽהְיֶ֗ה וּבְנֵיכֶ֠ם
אֲשֶׁ֨ר לֹא־יָֽדְע֤וּ
הַיּוֹם֙ ט֣וֹב וָרָ֔ע
הֵ֖מָּה יָבֹ֣אוּ שָׁ֑מָּה
וְלָהֶ֣ם אֶתְּנֶ֔נָּה וְהֵ֖ם
יִֽירָשֽׁוּהָ: |
מ
וְאַתֶּ֖ם פְּנ֣וּ לָכֶ֑ם וּסְע֥וּ הַמִּדְבָּ֖רָה דֶּ֥רֶךְ
יַם־סֽוּף: |
מא
וַתַּֽעֲנ֣וּ | וַתֹּֽאמְר֣וּ אֵלַ֗י חָטָ֘אנוּ֘ לַֽיהֹוָה֒
אֲנַ֤חְנוּ נַֽעֲלֶה֙
וְנִלְחַ֔מְנוּ כְּכֹ֥ל
אֲשֶׁר־צִוָּ֖נוּ יְהֹוָ֣ה
אֱלֹהֵ֑ינוּ וַתַּחְגְּר֗וּ
אִ֚ישׁ אֶת־כְּלֵ֣י
מִלְחַמְתּ֔וֹ וַתָּהִ֖ינוּ
לַֽעֲלֹ֥ת הָהָֽרָה: |
מב
וַיֹּ֨אמֶר יְהֹוָ֜ה אֵלַ֗י אֱמֹ֤ר לָהֶם֙ לֹ֤א תַֽעֲלוּ֙
וְלֹֽא־תִלָּ֣חֲמ֔וּ כִּ֥י
אֵינֶ֖נִּי בְּקִרְבְּכֶ֑ם
וְלֹא֙ תִּנָּ֣גְפ֔וּ
לִפְנֵ֖י אֹֽיְבֵיכֶֽם: |
מג
וָֽאֲדַבֵּ֥ר אֲלֵיכֶ֖ם וְלֹ֣א שְׁמַעְתֶּ֑ם וַתַּמְרוּ֙ אֶת־פִּ֣י
יְהֹוָ֔ה וַתָּזִ֖דוּ
וַתַּֽעֲל֥וּ הָהָֽרָה: |
מד
וַיֵּצֵ֨א הָֽאֱמֹרִ֜י הַיּשֵׁ֨ב בָּהָ֤ר הַהוּא֙ לִקְרַאתְכֶ֔ם
וַיִּרְדְּפ֣וּ אֶתְכֶ֔ם
כַּֽאֲשֶׁ֥ר תַּֽעֲשֶׂ֖ינָה
הַדְּבֹרִ֑ים וַיַּכְּת֥וּ
אֶתְכֶ֛ם בְּשֵׂעִ֖יר
עַד־חָרְמָֽה: |
מה
וַתָּשֻׁ֥בוּ וַתִּבְכּ֖וּ לִפְנֵ֣י יְהֹוָ֑ה וְלֹֽא־שָׁמַ֤ע
יְהֹוָה֙ בְּקֹ֣לְכֶ֔ם וְלֹ֥א
הֶֽאֱזִ֖ין אֲלֵיכֶֽם: |
מו
וַתֵּֽשְׁב֥וּ בְקָדֵ֖שׁ יָמִ֣ים רַבִּ֑ים כַּיָּמִ֖ים אֲשֶׁ֥ר
יְשַׁבְתֶּֽם: |
Comentario:
1
"Estas son las palabras que Moisés habló a todo Israel" (vers. 1). El Midrash (Yalcut 788) pregunta: "¿Solamente estas palabras son las que Moisés habló a Israel? ¡Desde el Éxodo hasta aquí el profeta no dejó de hablarle continuamente! " Pero éstas, explica el Midrash, son palabras de amonestación y reprensión. Antes de morir, Moisés quiso recordar una vez más a los israelitas, los errores y las faltas del pasado, para impedirles que los repitiesen. Las palabras de Moisés se suceden con simplicidad y magnitud, sencillez y magnificencia, belleza y amor, pero en todas ellas se nota la severa expresión de un padre que amonesta a sus hijos. Los rabinos del Talmud nos dicen: siempre que en el Tanaj (Biblia) está mencionada la palabra devarim o sus diferentes inflexiones como divré, etc., inmediatamente después encontramos tojajá, que significa amonestación, corrección y reprensión. El verdadero significado de la tojajá no es de ninguna manera reproche, sino al contrario, corrección, es decir, que la tojajá no tiene sentido negativo sino únicamente positivo; no significa rebajar hacia el mal sino elevar hacia el bien, o sea convertir el mal en bien. La tojajá se expresa en una mitzvá (precepto) especial: hojéaj tojíaj et amiteja, "amonestarás a tu compañero", y ésta es la mitzva que Moisés realizó en sus últimos días.
2
Cada uno de estos nombres recuerda los principales errores del pueblo israelita: "en el desierto" y "delante del mar Rojo" hablan de cuando el pueblo quería regresar a Egipto; "en la planicie" trae a la memoria el pecado del pueblo con las midianitas y moabitas; "Parán", el informe nefasto de los exploradores, "Tófel" y "Laván" son palabras que se asocian con el maná, en relación al cual pecaron; "Jatzerot" recuerda la rebeldía de Coré; y "Di-Zahav" el pecado del becerro de oro. En este simple versículo vemos pues encerrados algunos de los sucesos trascendentales de 1a historia del pueblo hebreo en el desierto, sin que fuese necesario exponer los pecados, sino sólo su referencia.
3
También este versículo contiene palabras de reprensión de Moisés, y significa: "La distancia que hay entre Horev hasta Cadesh, la recorristeis en tres días. Añadiendo a éstos los siete días que estuvisteis en jatzerot, hasta que Miriam se curó de la lepra (Núm. XII, 14-16), y el día en que partisteis de allí hasta llegar al desierto de Parán, o Cadesh (Núm. XIII, 26), completan un total de once días. El Eterno bien podía haceros entrar en la tierra santa, desde que salisteis de Jorev, en tres o en once días, pero por vuestra mala conducta os hizo errar en el desierto durante cuarenta años".
4
En la lectura de lunes y jueves, el trozo que se lee en la Torah termina aquí, pero en sábado deberá llamarse al segundo olé antes del versículo 11 para que no se inicie la lectura con la triste palabra ejá.
5
La traducción de ejá, primera palabra del versículo 12, es "cómo". Hay tres ejá en la Biblia en forma de lamentación y tristeza. El segundo ejá lo encontramos en el libro de lsaías (l, 21): "¡Cómo se ha tornado ramera la ciudad fiel, ella que estaba toda llena de justicia! En ella habitaba la equidad, mas ahora, homicidas!" Y el tercer ejá está en el libro de las Lamentaciones de Jeremías: "¡Cómo quedó solitaria la ciudad populosa; la grande entre las naciones se ha vuelto igual que viuda!" (Lament. I, 1). Estos tres ejá tristes, se encuentran íntimamente ligados uno al otro. El de esta perashá define los pleitos entre el pueblo; el segundo representa la decadencia moral y el tercero la consecuencia de los otros dos: la destrucción. Para que ésta no sobrevenga habría que evitar los dos primeros. Es por ello por lo que se acostumbra leer la palabra ejá con el triste tono empleado para las lamentaciones de Jeremías, y no se inicia con ella la lectura de un nuevo olé.
6
Para saber el pueblo al cual pertenecen.
7
Todas estas palabras de Moisés al pueblo de Israel, fueron palabras de tojajá, o sea amonestación con sentido moral positivo. La tojajá es uno de los mandamientos de la Torah: "No dejarás de reprender a tu prójimo", etc. (Lev. XIX, 17). En otro lugar de la Biblia leemos: "Aquél que reprende a un hombre hallará después más favor que el que lo lisonjea con la lengua" (Prov. XXVIII, 23). La crítica expresada por la palabra tojajá nace del amor que se tiene por el prójimo; en cuanto a las lisonjas, son muchas veces producto del odio.¿Qué significa la Mitzvá (precepto) de Tojajá? Los jajamim (sabios de la Ley) nos dicen que ello se debe a que no existe "individuo independiente", sino que es parte de la sociedad. El hombre no es sólo responsable de sus actos, sino también de los de todo el pueblo: Kol Yisrael arevim ze bazé, "todo judío es responsable por su hermano". Si es que existe el mal, aunque yo no lo haya cometido soy responsable por él, pues debo remediarlo del mismo modo que cada miembro del cuerpo humano es solidario con los otros. Por ello es por lo que los jajamim ven en la tojajá un producto del amor y no del odio.
DISENO