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Bo – Vivir y aprender
Rabino Moshé Hauer
Fácilmente vemos en los demás, y con dificultad vemos
en nosotros mismos, cómo se
repiten los errores y se ignoran
las lecciones obvias. Sabemos
que es fundamental para nosotros
aprender de la experiencia y,
sin embargo, lamentablemente,
nosotros, como individuos y como
sociedad, a menudo no lo
hacemos. ¿Cómo cambiamos este
patrón?
El mayor ejemplo de este fracaso es Faraón, quien
endureció su corazón, tanto por
sí mismo como por la mano de
Hashem, y se negó a aprender
lecciones obvias. Incluso cuando
parecía entenderlo, tarde o
temprano volvía a su antigua
intransigencia. Si estudiamos de
cerca esta historia del faraón y
los judíos, podemos identificar
una estrategia eficaz para
combatir este desafío universal.
Hashem había dicho que el objetivo de los milagros del
Éxodo era ayudar a los egipcios
a saber que Él es Di-s y mover
al pueblo judío a contar la
historia de estos milagros a sus
descendientes (10:1-2). Esto
proporciona un contraste
sorprendente ya que tanto los
judíos como los egipcios fueron
testigos de los milagros por
igual, pero los egipcios
permitieron que lo que
aprendieron se olvidara mientras
milenios más tarde continuamos
enseñándolo a nuestros hijos,
recordándolo a diario y
conmemorando su aniversario.
Este contraste se presentó en la apertura de nuestra
Parashá en el preludio de la
plaga de la langosta. Fue como
resultado de esta plaga que
Faraón pareció doblegarse,
concediéndonos permiso para
servir a Hashem, pero luego
preguntando mi valmi haholjim,
quién iría. Moshé respondió que
para servir a Di-s iríamos con
jóvenes y ancianos, tanto con
nuestros hijos como con nuestras
hijas. Faraón rechazó esto,
diciendo que si vas a servir a
Di-s entonces solo los varones
adultos deben ir (10:8-11).
Aquí yace la brecha entre los judíos y los egipcios.
Para ellos parecía que el
servicio de Di-s estaba
reservado para el hombre de la
casa mientras que para nosotros
es una forma de vida que nos
incluye a todos, jóvenes y
viejos, hombres y mujeres.
Nuestras experiencias se
convierten en nuestros valores,
moldeando y formando nuestras
vidas y la dirección que
brindamos a nuestros hijos. No
estamos destinados simplemente a
aprender algo y guardarlo.
Debemos integrarlo en nuestro
vivir y pensar y compartirlo con
nuestros hijos.
Esta no es solo una estrategia para asegurarnos de que
nuestros niños estén informados.
Así construimos una actitud de
aprender y cambiar a partir de
las experiencias. Crecemos y
cambiamos cuando tomamos cada
encuentro significativo y cada
lección aprendida y no
simplemente nos la guardamos en
el bolsillo, sino que la
integramos en lo que enseñamos y
compartimos con nuestros hijos y
quienes nos rodean. Al
reflexionar sobre todo lo que
vemos y compartir nuestras
observaciones con nuestras
familias, nos convertimos en
verdaderos aprendices de por
vida y nos aseguramos de que las
lecciones de la vida no se
olviden.
Rabino Moshé Hauer
El rabino Moshe Hauer se unió a la Unión Ortodoxa (OU)
como su vicepresidente ejecutivo
el 1 de mayo de 2020. En este
cargo, se desempeña como líder
rabínico de la organización,
encabezando sus esfuerzos
orientados a la comunidad y
sirviendo como su líder
político/religioso profesional y
portavoz principal. .
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