Organizacion Sin Animo de Lucro
Adscrita al Judaismo Ortodoxo Moderno
Desde Monsey, New York
aliyot shemot yitro
Aliyot Shemot Yitró
Éxodo Capítulo 18:1 al 20:23
=Esta Parasha es en honor de mi padre Yosef BaYona, Shl''=
Por Eliyahu BaYonah Ben Yossef,
Director Shalom Haverim Org. New York
Aliyot es el plural hebreo de
Aliá o Aliyá que significa
"subir". Cada vez que una
persona - Olé- sube a la Bimá
debe recitar la Braja
-Bendicion- antes de comenzar el
Baal Koréh -בעל
קורא - la Lectura y al cerrar la misma. Esto se
hace cada vez que el Baal Koréh
lee la Porción -Parashá-
correspondiente.
El Maftir es la última persona
que se llama a la Bimá y es
invitada a leer la porción de la
Haftará -Profetas-
Esta es la Brajá
de la Lectura de la Toráh:
Barejú et Adonai hamevoraj. |
¡Bendecid al
Eterno, el Bendito! |
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Baruj Adonay hamevoraj le'olam va'ed. |
Bendito es el
Eterno, el Bendito para
siempre. |
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Baruj atáh Adonay Eloheynu melej ha'olam, asher bajar banu
mikol-ha'amim, venatan
lanu et-torato. |
Bendito seas
Tu, oh Eterno nuestro
Dios, Rey del universo
que nos elegiste entre
todos los pueblos y nos
diste Tu Toráh, Bendito
seas, oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. |
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Bendito seas,
oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. AMEN |
Al terminar la Porcion debe leer esta Braja:
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Bendito seas
Tu oh Eterno nuestro
Dios, Rey del Universo
que nos diste (Tu
Toráh), la Toráh de la
Verdad, e implantaste en
nosotros la Vida Eterna. |
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Bendito seas,
oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. (TODOS DICEN
AMEN) |
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Y tomó Yitró,
suegro de Moisés, a
Seforá, mujer de Moisés,
después de haber sido
enviada (a su padre), |
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y a sus dos
hijos, de los cuales el
uno se llamaba Gershom,
pues había dicho:
"peregrino he sido en
tierra extraña", |
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y el otro se
llamaba Eliézer, porque
dijo: "el Dios de mi
padre me ayudó y me
libró de la espada de
Faraón". |
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Y envió a
decir a Moisés: Yo, tu
suegro Yitró, vengo a ti
con tu mujer, y sus dos
hijos con ella. |
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Y salió
Moisés al encuentro de
su suegro, y se postró
ante él y le besó. Y se
preguntaron el al otro
por su paz, y entraron
en la tienda. |
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Y contó
Moisés a su suegro todo
lo que el Eterno había
hecho al Faraón y a los
egipcios con relación a
Israel; y todas las
contrariedades que
habían pasado en el
camino, y cómo los había
librado el Eterno. |
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Y se regocijó
Yitró por todo el bien
que el Eterno había
hecho a Israel, a quien
libró de manos de los
egipcios. uno |
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Y dijo Yitró:
¡Bendito sea el Eterno
que os ha librado de
mano de los egipcios y
de mano del Faraón,
libertando al pueblo de
la opresión de los
egipcios! |
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Ahora acabo
de conocer que el Eterno
es más grande que todos
los dioses, pues aquello
con que se
ensoberbecieron recayó sobre ellos mismos. ** |
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Y tomó Yitró,
suegro de Moisés,
holocausto y sacrificios
para Dios; y Aarón y
todos los ancianos de
Israel vinieron a comer
pan con el suegro de
Moisés delante de Dios. ** |
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SEGUNDA ALIÁ |
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Y vio el
suegro de Moisés todo lo
que él hacía para con el
pueblo, y dijo: ¿Qué es
esto que haces tú con el
pueblo? ¿Por qué te
sientas tú solo y todo
el pueblo está delante
de ti en pie desde la
mañana hasta la tarde? |
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Y dijo Moisés
a su suegro: Porque el
pueblo viene a mí para
consultar a Dios. |
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Cuando tienen
algún asunto vienen a
mí, y yo juzgo entre el
uno y el otro y les doy
a conocer los estatutos
de Dios y sus leyes. |
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Y le dijo el
suegro de Moisés: No
está bien lo que haces; |
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sin duda
alguna desfallecerás,
así tú como este pueblo
que contigo está, porque
esto es demasiado pesado
para ti; no podrás
hacerlo tu solo. |
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Ahora pues,
oye mi voz y te
aconsejaré, y estará
Dios contigo. Se tu el
representante del pueblo
frente a Dios, para que
traigas las causas a
Dios. |
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Tú les
enseñarás pues los
estatutos y las leyes, y
les darás a conocer el
camino en que deban
andar y la obra que
deban hacer. |
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Y tú verás
(buscarás) entre todo el
pueblo varones de
virtud, temerosos de
Dios, hombres verídicos
y que aborrezcan el
lucro, y los pondrás
sobre ellos como jefes
de mil, jefes de ciento,
jefes de cincuenta y
jefes de diez. |
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Y ellos
juzgarán al pueblo en
todo tiempo; y será que
todo asunto grande lo
traerán a ti, mas todo
asunto pequeño lo
juzgarán ellos mismos.
Así se aliviará el peso
de sobre ti, y ellos
llevarán la carga
contigo. |
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Si hicieres
esta cosa y Dios así te
la ordenare, entonces
podrás soportar, y
también todo este pueblo
irá a su lugar en paz. |
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TERCERA ALIA |
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y escogió
Moisés hombres capaces
de entre todo Israel, y
los puso por cabezas del
pueblo, por jefes de
mil, jefes de ciento,
jefes de cincuenta y
jefes de diez; |
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y éstos
juzgaban al pueblo en
todo tiempo; el asunto
difícil lo llevaban a
Moisés, mas todo asunto
pequeño lo juzgaban
ellos mismos. |
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Y despidió
Moisés a su suegro, el
cual se fue a su tierra. |
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CUARTA ALIA |
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Y partieron
de Refidim y llegaron al
desierto de Sinaí, y
acamparon en el
desierto; y acampó allí
Israel frente al monte. |
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Y Moisés
subió a Dios, y le llamó
el Eterno desde el
monte, diciendo: Así
dirás a la casa de Jacob
y anunciarás a los hijos
de Israel: |
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"Vosotros
habéis visto lo que hice
a los egipcios, y cómo
os he llevado como en
alas de águilas y os he
traído a Mí. |
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Ahora pues,
si escuchareis
atentamente mi voz y
guardareis mi pacto,
seréis para. Mí un
tesoro especial sobre
todos los pueblos,
puesto que mía es toda
la tierra; |
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y vosotros
seréis para Mí un reino
de sacerdotes y una
nación santa. Estas son
las palabras que dirás a
los hijos de Israel". |
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QUINTA ALIA |
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Y respondió
todo el pueblo a una,
diciendo: ¡Todo lo que
el Eterno ha dicho,
haremos! Y
Moisés refirió al Eterno
las palabras del pueblo. |
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Y dijo el
Eterno a Moisés: He aquí
que Yo vendré a ti en
una nube espesa, a fin
de que oiga el pueblo
mientras Yo hablo
contigo, y que también
crean en ti para
siempre. Y refirió Moisés al Eterno las
palabras del pueblo. ** |
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Y dijo el
Eterno a Moisés: Ve al
pueblo y santifícalos
hoy y mañana, y que
laven sus vestidos |
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y estén
preparados para el día
tercero, porque el
tercer día descenderá el
Eterno, a vista de todo
el pueblo, sobre el
monte de Sinaí. |
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Y señalarás
término al pueblo
alrededor, diciendo:
Guardaos de subir al
monte y aun de tocar a
su término.Todo aquél que tocare el monte será
muerto irremisiblemente. |
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No lo tocará
mano, pues será
apedreado o asaeteado;
ya sea bestia ya sea
hombre, no vivirá.
Solamente en el caso de
prolongarse mucho el sonido del Yovel (cuerno de carnero), podrán subir al monte. ** |
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Y bajó Moisés
del monte al pueblo y
santificó al pueblo, y
ellos lavaron sus
vestidos; |
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y él dijo al
pueblo: Estad preparados
para el tercer día; no
os lleguéis a mujer. |
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|
Y aconteció
que el día tercero, al
despuntar la mañana,
hubo truenos y
relámpagos y una nube
densa sobre el monte, y
una voz de shofar
(trompeta de cuerno) muy
fuerte. Y se estremeció
todo el pueblo que
estaba en el campamento. |
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Y sacó Moisés
al pueblo del campamento
al encuentro de Dios; y
se quedaron de pie en lo
bajo del monte. |
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Y el monte de
Sinaí estaba humeando
todo él, porque el
Eterno había descendido
sobre él en fuego; y
subía su humo como el
humo del horno; y todo
el monte temblaba mucho. |
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Y la voz del
shofar iba haciéndose
muy fuerte: Moisés
hablaba y Dios le
respondía en voz alta. |
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SEXTA ALIA |
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Y el Eterno
dijo a Moisés:
Desciende, advierte al
pueblo, no sea que
irrumpa hacia el Eterno
para ver y caigan muchos
de ellos. |
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Y también los
sacerdotes allegados al
Eterno se santifiquen,
no sea que el Eterno los
hiera. |
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Pero Moisés
respondió al Eterno: El
pueblo no podrá subir al
monte de Sinaí, porque
Tú nos advertiste
diciendo: Señala
términos al monte y
santifícalo". |
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Mas el Eterno
le dijo: ¡Anda,
desciende! Y subirás tú
y Aarón contigo, pero
que los sacerdotes y el
pueblo no irrumpan para
subir a donde está el
Eterno, no sea que haga
estrago en ellos. |
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Y descendió
Moisés al pueblo y habló
con ellos. |
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Y habló Dios
todas estas palabras,
diciendo: |
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Yo soy el
Eterno, tu Dios, que te
sacó de la tierra de
Egipto, de la casa de
servidumbre. |
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|
No tendrás
otros dioses ante mi
faz. |
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No harás para
ti escultura ni
semejanza alguna de lo
que está arriba en el
cielo, ni de lo que está
abajo en la tierra, ni
de lo que está en las
aguas debajo de la
tierra. |
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|
No te
postrarás ante ellas ni
las servirás, porque Yo
soy el Eterno tu Dios,
Dios celoso, que revisa
la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y la cuarta generación
de los que me
aborrecen; ** |
|
|
y que usa de
misericordia en millares de generaciones para aquellos que me aman y guardan mis
mandamientos. ** |
|
|
No
pronunciarás el nombre
del Eterno, tu Dios, en
vano, porque el Eterno
no tendrá por inocente
al que pronuncie su
nombre en vano. |
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|
Acuérdate del
día del sábado para
santificarlo. |
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Seis días
trabajarás y harás toda
tu obra; |
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|
mas el día
séptimo es sábado
(consagrado) al Eterno,
tu Dios; no harás obra
alguna tú, ni tu hijo,
ni tu hija, ni tu
siervo, ni tu sierva, ni
tu bestia, ni tu
prosélito que habita
dentro de tus puertas
(ciudades); |
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|
porque en
seis días hizo el Eterno
los cielos y la tierra,
el mar y todo cuanto en
ellos hay, y descansó en
el séptimo día; por
tanto, el Eterno bendijo
el día del sábado y lo
santificó. |
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|
Honra a tu
padre y a tu madre, para
que se prolonguen tus
días sobre la tierra,
que el Eterno tu Dios te
da. |
|
|
No
matarás. No cometerás
adulterio. No
hurtarás. No hablarás
contra tu prójimo falso
testimonio. |
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Lo tajmod beyt re'eja. Lo tajmod eshet re'eja ve'avdo va'amato
veshoro vajamoro vekol
asher lere'eja. |
No codiciarás
la casa de tu prójimo,
no codiciarás la mujer
de tu prójimo, ni su
siervo, ni su sierva, ni
su buey, ni su asno, ni
cosa alguna que sea de tu prójimo. ** |
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SÉPTIMA ALIA |
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y dijeron a
Moisés: ¡Habla tú con
nosotros, que nosotros
oiremos; mas no hable
Dios con nosotros, no
sea que muramos! |
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Y respondió
Moisés al pueblo: No
temáis ; porque para
probaros ha venido Dios,
y para que su temor esté
ante vosotros a fin de
que no pequéis.
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Y el pueblo
se mantuvo a lo lejos; y
Moisés penetró en las
densas tinieblas en
donde estaba Dios.
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Y dijo el
Eterno a Moisés: Así
dirás a los hijos de
Israel: Vosotros habéis
visto que Yo he hablado
con vosotros desde el
cielo. |
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No harán
[imágenes de] lo que
esta conmigo; dioses de plata o dioses de oro;no los haréis para vosotros. ** |
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Un altar de
tierra harás para Mi, y
junto a el degollaras
tus ofrendas de
ascensión y tus ofrendas
de paz, tus ovinos y tus
reses. En todo lugar
donde Yo [permita] que
se mencione mi Nombre,
vendré a ti y te
bendeciré. |
Ve'im-mizbaj avanim ta'aseh-li lo-tivneh ethen gazit ki karbeja
henafta aleyja
vatejaleleja. |
|
|
Velo-ta'aleh
vema'alot al-mizbeji
asher lo-tigaleh
ervatejaa alav. |
No ascenderás
en gradas a Mi altar,
para que no se descubra
tu desnudez sobre el. |
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NOTAS EXPLICATORIAS:
Recayó sobre ellos mismos
Estas palabras hacen alusión
al Faraón, que quiso aniquilar
al pueblo israelita ahogando en
el Nilo a todos los varones.
Dios hizo que se ahogasen él y
sus hombres en las aguas del mar
Rojo.
Delante de
Dios
Aarón y todos los ancianos de
Israel vinieron para comer con
el suegro de Moisés delante de
Dios. ¿Y dónde estaba Moisés, si
fue él mismo quien los invitó a
comer? ¿Por qué el versículo no
le menciona?, pregunta el
Midrash (Yalcut 270). Y explica:
Moisés estaba sirviendo a sus
huéspedes, conforme hizo el
patriarca Abraham con los
ángeles (Génesis 23, 8). La
Toráh nos enseña con esto que
todos los que comieron ante
Moisés era como si estuviesen
comiendo ante Dios. Sentarse a
la mesa de un sabio, tomar parte
en la comida de un rabino, es lo
mismo que sentarse a la mesa de
Dios y gozar del esplendor
divino. Nuestros sabios nos
recomiendan huir de la sociedad
de personas vanas y fútiles, del
am-haáretz (ignorante),
"porque todas sus mesas están
llenas de cosas inmundas, pues
Dios esta ausente" (Isaías 28,
8). En cuanto a comer en la mesa
del talmid jajam (sabio),
es como si se comiese en la mesa
de Dios.
En el tercer
mes
En el tercer mes después de la
salida de los hijos de Israel de
la tierra de Egipto, en ese
mismo día llegaron al desierto
de Sinaí. Dios no juzgó al
pueblo de Israel apto para
recibir la Toráh antes del
tercer mes de su salida de
Egipto, semejante a la mujer
convertida al judaísmo, que
necesita de un período mínimo de
tres meses para adquirir el
derecho de casarse con un
israelita adepto a la Toráh. La
palabra bajódesh (en el mes), la
divide el Midrash (Yalcut 271)
en dos, transformándola en
Ba-jódesh (llegó el mes), esto
es, el mes verdadero, el mes
solemne de la iniciación
religiosa de los hebreos. Jódesh
deriva de la palabra jadash,
nuevo. Israel fue un pueblo
nuevo, en todos los sentidos,
después de recibir las leyes del
Sinaí.
Las palabras
del Pueblo
Los comentaristas notan que allí donde los hijos de Israel
acampaban había siempre
descontento, perturbación entre
el pueblo; pero al llegar al
monte de Sinaí reinaron en
Israel una paz y una profunda
armonía; parecía que todos
formaban un solo cuerpo y una
sola voz para obedecer a Dios y
a Moisés. Este es el significado
de las palabras: "Y acampó allí
Israel, frente al monte"
(capítulo 19, 2) en vez de "y
acamparon allí los hijos de
Israel", señal de que el pueblo
formaba una sola unidad. Fue al
comprobar esta unidad cuando
Dios juzgó al pueblo de Israel
merecedor de recibir la Toráh.
Sonido del
Yovel
Esta palabra significa, según el lugar donde está empleada,
carnero, trompeta de cuerno de
carnero y jubileo (celebración
de un acontecimiento en el
quincuagésimo año).
De los padres
en los hijos
Cuando éstos siguen practicando la iniquidad de sus padres, ya que
los hijos no deben seguir el mal
ejemplo de ellos después de
conocer sus consecuencias.
Millares de
generaciones
La misericordia de Dios se extiende por lo menos hasta dos mil
generaciones, mientras que su
castigo es mucho menor para los
que le aborrecen.
Que sea de tu
prójimo
Esta Parashá y la segunda del
libro del Deuteronomio contienen
los Diez Mandamientos,
principios fundamentales de las
doctrinas hebreas. El pueblo
reunido al pie del monte Sinaí
oye el Decálogo y lo adopta
incondicionalmente, como base de
toda su existencia, diciendo: Naasé
venishmá (haremos y
obedeceremos). La importancia de
los diez mandamientos no está
solamente en su significado,
sino en el hecho de que
constituyen ejemplos clásicos
para todas las demás leyes.
Fueron, por así decirlo, dados
como preámbulo antes de ser
contraída la alianza en el monte
de Sinaí, entre Dios e Israel.
Por su división en dos tablas de
cinco fundamentos cada una,
tenemos las categorías
principales de estos
fundamentos: los primeros cinco
son leyes del hombre para con
Dios; los cinco segundos, del
hombre para con sus semejantes.
La primera tabla se inicia con
el precepto de la creencia en el
Eterno Dios, y los mandamientos
se basan en el amor a El, lo que
es la piedra fundamental del
judaísmo. La segunda tabla
termina con las palabras: "a tu
prójimo", y todos los preceptos
que constan en ella tienen por
base el amor a nuestros
semejantes. El amor a Dios,
cuando es de todo corazón,
conduce inevitablemente al amor
para con el prójimo, puesto que
éste fue creado a su imagen.
También lo inverso es verdadero:
el amor al prójimo lleva al amor
a Dios.
Dioses de
plata o dioses de oro
Esto quiere decir también: no convertir la plata y el oro en
dioses.
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