Aliyot Shemot Pekudei
Por Eliyahu BaYona Ben Yossef, Director Shalom
Haverim Org. New York
Aliyot es el plural hebreo de Aliá o Aliyá que significa "subir". Cada
vez que una persona - Olé- sube a la
Bimá debe recitar la Brajá
-Bendición- antes de comenzar el Baal
Koréh -בעל
קורא - la Lectura y al cerrar la
misma. Esto se hace cada vez que el Baal
Koréh lee la Porción -Parashá-
correspondiente.
El Maftir es la última
persona que se llama a la Bimá y es
invitada a leer la porción de la Haftará
-Profetas-
Esta es la Brajá de la Lectura de la Torá:
Barejú et Adonai hamevoraj. |
¡Bendecid al Eterno,
el Bendito! |
Baruj Adonay
hamevoraj le'olam va'ed. |
Bendito es el Eterno,
el Bendito para siempre. |
Baruj atáh Adonay
Eloheynu melej ha'olam, asher
bajar banu mikol-ha'amim,
venatan lanu et-torato. |
Bendito seas Tu, oh
Eterno nuestro Dios, Rey del
universo que nos elegiste entre
todos los pueblos y nos diste Tu
Toráh, Bendito seas, oh Eterno,
que nos concediste la Toráh. |
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Bendito seas, oh
Eterno, que nos concediste la
Toráh. AMEN |
Al terminar la Porción debe
leer esta Brajá:
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Bendito seas Tu oh
Eterno nuestro Dios, Rey del
Universo que nos diste (Tu
Torah), la Toráh de la Verdad, e
implantaste en nosotros la Vida
Eterna. |
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Bendito seas, oh
Eterno, que nos concediste la
Toráh. (TODOS
DICEN AMEN) |
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Y Betzalel, hijo de
Urí, hijo de Jur, de la tribu de
Judá, hizo todo cuanto el Eterno
había ordenado a Moisés. |
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Y con él estaba
Aholiav, hijo de Ajisamaj, de la
tribu de Dan; maestro y artista
y bordador en tejido de lana
azul celeste, y en púrpura y en
carmesí, y en lino. |
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Todo el oro
empleado en la obra, en toda la
obra del santuario, es decir, el
oro de la ofrenda, fue de
veintinueve talentos y
setecientos treinta siclos,
según el siclo del santuario. |
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Y la plata de los
de la congregación que fueron
empadronados, fue cien talentos
y mil setecientos setenta y
cinco siclos, según el siclo del
santuario, |
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a razón de un beca
por cabeza, es decir, la mitad
de un siclo según el siclo del
santuario por cada uno entre los
empadronados, de edad de veinte
años para arriba, de los
seiscientos tres mil quinientos
cincuenta. |
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Y sirvieron los
talentos de plata para fundir
las basas del santuario y las
basas del velo, es decir, cien
basas de los cien talentos, un
talento para cada basa. |
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Y de los mil
setecientos setenta y cinco
siclos, hizo capiteles para las
columnas, y revistió sus partes
superiores y las proveyó de
cornisas. |
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Y el cobre de la
ofrenda fue de setenta talentos
y dos mil cuatrocientos siclos; |
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e hizo con ellos
las basas para la entrada de la
tienda de asignación, y el altar
de cobre, y el enrejado de cobre
que tenía, con todos los
utensilios del altar; |
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y las basas del
atrio alrededor, y las basas
para la entrada del atrio, y
todas las estacas del
Tabernáculo, y todas las estacas
del atrio, alrededor. |
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Y del tejido de
lana azul celeste, y de púrpura
y de carmesí, hicieron las
vestiduras destinadas para el
servicio del Santuario, e
hicieron con ellas las
vestiduras santas de Aarón, como
había ordenado el Eterno a
Moisés. |
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El Olé debe recitar la Braja de Cierre
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SEGUNDA ALIA |
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Extendieron las
láminas de oro y las cortaron en
hilos para entretejerlos con el
hilo azul celeste y púrpura y
carmesí, y el lino torcido, obra
de artista. |
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Le hicieron (al
efod) hombreras que lo unían; de
sus dos partes fue unido. |
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Y el cinto de
adorno que llevaba sobre él
formaba con él una sola pieza, y
era de labor semejante: de oro,
tejido de lana azul celeste y
púrpura y carmesí, y lino
torcido; como había ordenado el
Eterno a Moisés. |
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E hicieron las
piedras de ónix rodeadas de
engastes de oro, grabadas con
grabados como de sello, conforme
a los nombres de los hijos de
Israel; |
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y las puso sobre
las hombreras del efod, por
piedras de recuerdo a favor de
los hijos de Israel; como había
ordenado el Eterno a Moisés. |
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E hizo el pectoral,
obra de artista, al estilo de la
obra del efod: de oro, de tejido
de lana azul celeste y púrpura y
carmesí, y de lino torcido. |
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Ravua hayah kaful asu et-hajoshen zeret orko vezeret
rojbo kaful. |
Era cuadrado, y
doblado hicieron el pectoral; de
un palmo era su longitud y de un
palmo su anchura estando
doblado. |
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Y engastaron en él
cuatro hileras de piedras. En la
primera hilera: un rubí, un
topacio y una esmeralda; esta
fue la hilera primera. |
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Y la hilera
segunda: un carbunclo, un zafiro y un diamante. |
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Y la hilera
tercera: un ópalos un ágata y
una amatista. |
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Y la hilera cuarta:
un crisólito, un ónix y un
jaspe; cercadas todas y
guarnecidas de oro en sus
engastes. |
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Y las piedras eran
doce, conforme a los nombres de
los hijos de Israel, según los
nombres de ellos, con grabados
como de sello cada una, según su
nombre correspondiente, para las
doce tribus. |
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E hicieron sobre el
pectoral cadenillas de
terminación de oro puro, a
manera de trenzado. |
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E hicieron dos
engastes de oro y dos argollas
de oro; y fijaron las dos
argollas en los dos extremos
(superiores) del pectoral. |
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Las dos cadenillas
de oro las pasaron por las dos
argollas a los extremos del
pectoral, |
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y los otros dos
extremos de las dos cadenillas
ligaron a los dos engastes, los
cuales fijaron sobre las
hombreras del efod por su parte
delantera. |
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E hicieron otras
dos argollas de oro, que
pusieron en los dos extremos
(inferiores) del pectoral, sobre
el borde que está hacia el revés
del efod, por el lado de
adentro. |
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E hicieron dos
argollas de oro que fijaron
sobre las dos hombreras del efod
hacia abajo, por su parte
delantera, frente a su enlace,
por encima del cinto de adorno
del efod. |
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Y juntaron el
pectoral por medio de sus
argollas a las argollas del
efod, con un cordón azul
celeste, para que permaneciese
sobre el cinto de adorno del
efod, y para que no se separase
el pectoral del efod, como había
ordenado el Eterno a Moisés. |
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TERCERA ALIA |
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y la abertura del
manto estaba doblada por dentro
como el cuello de malla de un
corselete, con un ribete
alrededor de la abertura para
que no se rompiese. |
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E hicieron sobre el
borde inferior del manto
granadas de tejido de lana azul
celeste y púrpura y carmesí, y
lino torcido. |
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E hicieron
campanillas de oro puro, y
colocaron las campanillas entre
las granadas, sobre el borde
inferior del manto a la redonda,
entre las granadas; |
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una campanilla y
una granada, una campanilla y
una granada sobre el borde
inferior del manto alrededor,
para el servicio; como había
ordenado el Eterno a Moisés. |
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E hicieron las
túnicas de lino, obra de
tejedor, para Aarón y sus hijos. |
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Y la mitra de lino,
y los adornos de las tiaras, de
lino, y los calzones de lino,
hechos de lino torcido; |
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y el cinturón, de
lino torcido, tejido de lana
azul celeste y púrpura y
carmesí, obra de bordador; como
había ordenado el Eterno a
Moisés. |
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E hicieron la
diadema como corona santa, de
oro puro, e inscribieron en ella
un rótulo con grabados como de
sello: "Santidad al Eterno". |
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Y fijaron en ella
un cordón de lana azul celeste
para asegurarla sobre la mitra
por la parte de arriba, como
había ordenado el Eterno a
Moisés. |
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Así fue acabada
toda la obra del Tabernáculo de
la tienda de asignación, e
hicieron los hijos de Israel
conforme a todo lo que ordenó el
Eterno a Moisés; así lo
hicieron. |
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CUARTA ALIA |
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y la cubierta de
pieles de carnero teñidas de
rojo, y la cubierta de pieles de
tájash; y el velo de la cortina; |
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el arca del
testimonio y sus varas, y el
propiciatorio; |
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|
la mesa con todos
sus utensilios, y el pan de la
proposición; |
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|
el candelabro (de
oro) puro y sus lámparas, las
lámparas dispuestas en su orden,
y todos sus utensilios, y el
aceite del alumbrado; |
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y el altar de oro,
y el aceite de la unción, y el
incienso de especias, y la
cortina para la entrada de la
tienda; |
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|
el altar de cobre y
el enrejado de cobre que tenía,
sus varas y todos sus
utensilios; el lavatorio con su
base; |
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|
las cortinas del
atrio, sus columnas y sus basas,
y la cortina para la entrada del
atrio; sus cuerdas y sus
estacas; y todos los utensilios
para el servicio del
Tabernáculo, para la tienda de
asignación; |
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|
las vestiduras
litúrgicas para el servicio del
Santuario, que son las
vestiduras santas para Aarón, el
(sumo) sacerdote, y las
vestiduras de sus hijos para
ejercer el sacerdocio. |
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|
Conforme a todo lo
que había ordenado el Eterno a
Moisés, así hicieron los hijos
de Israel toda la obra. |
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Y vio Moisés toda
la obra, y he aquí que la
hicieron; como había ordenado el
Eterno, así la habían hecho; y
los bendijo Moisés. |
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El Olé debe recitar la Braja de Cierre
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QUINTA ALIA |
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En el mes primero
(Nisán), a primero del mes,
erigirás el Tabernáculo de la tienda de asignación. |
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Y pondrás allí el
arca del testimonio, y
protegerás el arca con el velo. |
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Y traerás la mesa,
y pondrás en orden (los panes);
y traerás el candelabro y
encenderás sus lámparas; |
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|
y pondrás el altar
de oro para el incienso enfrente
del arca del testimonio; y
pondrás la cortina a la entrada
del Tabernáculo. |
|
|
Y pondrás el altar
del holocausto delante de la
entrada del Tabernáculo de la
tienda de asignación. |
|
|
Y pondrás el
lavatorio entre la tienda de
asignación y el altar, y pondrás
ahí agua. |
|
|
Y pondrás el atrio
alrededor (del Tabernáculo), y
colocarás la cortina a la
entrada del atrio. |
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|
Y tomarás el aceite
de la unción y ungirás el
Tabernáculo y todo lo que hay en
él; así lo santificarás con
todos sus utensilios, y será
santo. |
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|
Y ungirás el altar
del holocausto con todos sus
utensilios; así santificaras el
altar, para que sea el altar
cosa santísima. |
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|
Y ungirás el
lavatorio y su base; así los
santificarás. |
|
|
Y harás que se
aproximen Aarón y sus hijos a la
entrada de la tienda de
asignación, y los sumergirás en
agua. |
|
|
Y vestirás a Aarón
con las vestimentas santas, y lo
ungirás y lo santificarás, para
que me sirva como sacerdote. |
|
|
Y harás que se
aproximen sus hijos, y los
vestirás con túnicas, |
|
|
y los ungirás como
ungiste a su padre, para que me
sirvan como sacerdotes; así ha
de hacerse, para que su unción
les sea por señal de un
sacerdocio perdurable durante
todas sus generaciones. |
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Y lo hizo así
Moisés, conforme a todo lo que
el Eterno le había ordenado; así
lo hizo. |
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SEXTA ALIA |
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Y Moisés erigió el
Tabernáculo, y colocó sus basas,
y puso sus tablones, y metió sus
travesaños, y levantó sus
columnas. |
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|
Y extendió la
tienda por encima del
Tabernáculo, y puso la cubierta
de la tienda encima de ésta, por
la parte de arriba, como había
ordenado el Eterno a Moisés. |
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|
Y tomó el
testimonio y lo puso dentro del
arca, y puso las varas al arca,
y colocó el propiciatorio encima
del arca, por la parte de
arriba. |
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Y metió el arca
dentro del Tabernáculo, y puso
el velo de la cortina, y cubrió
el arca del testimonio; como
había ordenado el Eterno a
Moisés. |
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Y colocó la mesa
dentro de la tienda de
asignación, al costado norte del
Tabernáculo, fuera del velo. |
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|
Y puso en orden
sobre ella los panes delante del
Eterno, como había ordenado el
Eterno a Moisés. |
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Y puso el
candelabro dentro de la tienda
de asignación, frente a la mesa,
al costado sur del Tabernáculo, |
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|
y encendió las
lámparas delante del Eterno;
como había ordenado el Eterno a
Moisés. |
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|
Y puso el altar de
oro dentro de la tienda de
asignación, delante del velo, |
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y quemó sobre él
incienso de especias; como había
ordenado el Eterno a Moisés. |
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El Olé debe recitar la Braja de Cierre
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SEPTIMA ALIA |
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Y el altar del
holocausto lo puso a la entrada
del Tabernáculo de la tienda de
asignación; y ofreció sobre él
el holocausto y la ofrenda
vegetal; como había ordenado el
Eterno a Moisés. |
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Y puso el lavatorio
entre la tienda de asignación y
el altar, y puso allí agua para
lavarse. |
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Y se lavaron en el,
Moisés y Aarón y los hijos de
éste, sus manos y sus pies. |
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Siempre que
entraban en la tiend ade
asignación y siempre que se
acercaban al altar, se lavaban;
como había ordenado el Eterno a
Moisés. |
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E hizo levantar el
atrio alrededor del Tabernáculo
y del altar, y colocó la cortina
a la entrada del atrio; y acabó
Moisés la obra. |
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ULTIMA ALIA |
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Y no pudo Moisés
entrar en la tienda de
asignación, porque la nube
posaba sobre ésta y la gloria
del Eterno llenaba el Tabernáculo. |
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Y cuando se alzaba
la nube de encima del
Tabernáculo, los hijos de Israel
partían en todas sus jornadas. |
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Pero si no se
alzaba la nube, entonces no se
movían hasta el día en que ella
se alzaba. |
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Porque la nube del
Eterno permanecía sobre el
Tabernáculo de día, y de noche
había fuego en él, a los ojos de
toda la casa de Israel, en todas
sus jornadas. |
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El Maftir debe recitar la Braja de Cierre
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NOTAS EXPLICATORIAS:
Enumeradas por órden de Moisés
Moisés, que era el responsable de
todos los trabajos, reunió a la
colectividad y presentó el balance
de las cuentas en público, a fin de
no dar lugar a dudas en lo que se
refiere al empleo de la plata, del
oro y de otras donaciones hechas
para la confección del Tabernáculo.
Aún siendo venerado, y conocida su
honestidad por todos, Moisés
insistió en presentar cuentas,
sirviendo de ejemplo a los futuros
dirigentes comunales para que
hiciesen lo mismo. "Cuando suene la
hora de que el hombre comparezca
ante el Supremo Juez, Dios pedirá en
primer lugar que le rindan cuentas,
para comprobar si fue honesto en sus
transacciones"(Yalcut, Isaías
502).
Un zafiro
Cuenta el Midrash que una de las
piedras preciosas del pectoral del
sumo sacerdote, se perdió. Era el
zafiro, y no podían encontrar otro
del mismo tamaño y color, apropiado
para su uso. Los rabinos tomaron
conocimiento de que un cierto pagano
cuyo nombre era Damá, hijo de
Netiná, lo poseía, y éste se propuso
venderlo por mil siclos de plata.
Pero cuando entró en su gabinete
para tomar la piedra preciosa, vio
que su padre estaba acostado sobre
la llave de la caja de seguridad, y
no quiso molestarle. Los rabinos
creyeron que aquello era un pretexto
por parte del vendedor, y aumentaron
el precio de la piedra, no logrando
a pesar de todo convencerle.
Esperaron entonces un cierto tiempo,
hasta que Netiná despertó. Su hijo
tomó la piedra y dijo a los rabinos:
"Hela aquí. Págame el precio de mil
siclos, pues no quiero sacar
provecho del respeto que debo a mi
padre". Ver en el Talmud (Kidushim
31) cómo recompensó Dios a Damá por
este gesto: permitiendo que naciera
en su rebaño la Para Adumá (la vaca
bermeja - ver comentario en Números
19).
Para Aharón y sus hijos
Cuenta el Talmud (Maséjet
Shabbat), que habiendo oído un noble
pagano el relato de la magnífica
indumentaria que vestía el sumo
sacerdote (Cohén Gadol), se dirigió
al jefe de la célebre escuela
Bet-Shamay y le dijo: "Poseo una
gran fortuna y soy muy considerado
entre la gente. Me quiero convertir
al judaísmo con la esperanza de
llegar a ser algún día sumo
sacerdote, y poder llevar sus
ornamentos". Oyendo esto, Shamay le
despidió rudamente.El pagano no se
desanimó y se dirigió al famoso
Hilel, manifestándole su deseo.
Hilel le hizo ver con buenas maneras
que nadie, a no ser de la familia de
Aarón, el sumo sacerdote, podría
llevar dichas vestiduras (ver
Números 18, 7). El pagano comprendió
y renunció a sus pretensiones, pero
se convirtió al judaísmo y fue un
buen israelita, haciendo parte del
reino de sacerdotes (pueblo de
Israel) (ver Éxodo 19, 6). Entonces
dijo: La rudeza de Shamay me
rechazó, pero la dulce manera de
Hilel me acogió y me hizo llegar a
esto.
El Tabernáculo
El Midrash cuenta esta parábola
referente a la Casa de Dios: Un rey
tenía una hija a quien adoraba. La
educó de la mejor manera posible, y
cuando estuvo en edad de casarse,
escogió un marido digno de ella. Una
vez celebrada la boda, al llegar el
amargo momento de la despedida, el
rey habló en estos términos a su
joven yerno:"Te doy a mi hija como
esposa, desligándome así de mi
derecho de permanecer en su
proximidad. Espero que sabrás cuidar
bien de ella, y como me resulta dura
esta separación, te pido, querido
yerno que siempre me reserves un
aposento para que pueda ir de vez en
cuando a disfrutar de la compañía de
este ser que me es tan querido".De
igual modo Dios dio la Torah su hija
querida, al pueblo de Israel,
recomendándole: "Te confío esta
joya. Espero que sabrás cuidar de
ella y que no olvidarás reservarme,
en cualquier lugar donde vivas, una
morada de la que Yo pueda hacer uso
para permanecer al lado de mi hija.
Desde entonces, el templo se
constituyó en casa de Dios.
El Tabernáculo
El Tabernáculo fue hecho, sobre
todo, con el propósito de inculcar
en el pueblo la idea de la presencia
divina: la de que Dios se encuentra
en todo lugar y acompaña al hombre
dondequiera que esté. "En todo lugar
donde Yo haga recordar mi nombre,
vendré a estar contigo y te
bendeciré" (Éxodo 20: 24).Cuando
Tito penetró en el Templo de
Jerusalem, buscó al Dios que los
isrealitas adoraban, pero nada pudo
encontrar. Como pagano, no podía
comprender cómo era posible adorar a
un Dios invisible."He aquí que los
cielos y los cielos de los cielos no
te pueden contener, cuanto menos
esta casa", dijo el rey Salomón (1
Reyes 8, 27). Pero cuando los
hombres estamos unidos y elevamos
con sinceridad nuestros corazones al
Eterno, El baja y habita entre
nosotros, conforme está dicho: "Y
harán para Mí un santuario, y Yo
habitaré entre ellos" (capítulo 25,
8).
El Tabernáculo
El verdadero significado del
Mishcan (Tabernáculo) sólo es
comprensible si tomamos en cuenta su
sentido y su posición. La Divinidad
se había revelado al pueblo de
Israel por medio de la Shejiná
(Divina Presencia), que simboliza la
revelación de Dios al hombre.
Shejiná es el espíritu divino
descendiendo sobre el hombre. El
Mishcan está etimológicamente unido
con Shejiná, pues ambos provienen de
la raíz shajón (morar), que en forma
alegórica utiliza la Torah con
relación a la divinidad. El pueblo
de Israel se había elevado en el
monte de Sinay a las alturas
espirituales. El abandono del Sinay
podía significar el abandono de la
presencia constante de la divinidad
entre el pueblo. Este es el sentido
del mandamiento divino al ordenar la
construcción del Mishcán. Es
necesario resaltar la absoluta
negación del antropomorfismo, en el
sentido de morada de Dios. El
principal móvil del Mishkán es: "Y
moraré entre ellos"; no "en él"
(betojó), sino "entre ellos"
(betojam), con lo que se llega a la
absoluta negación del
antropomorfismo. El templo no es
morada de Dios, sino de los hombres,
y su principal propósito es el de
perfeccionar la condición divina del
ser humano. El Mishcán y todo lo que
contenía estaba destinado a
simbolizar e inculcar en el pueblo
la presencia de la divinidad, por lo
cual podríamos definir al Mishcán
como un templo para el hombre más
que un templo para Dios. Así podemos
interpretar también las palabras del
rey Salomón al construir el Templo
de Jerusalem: "¿Pero en verdad
habitará el Eterno sobre la tierra?
He aquí que los cielos y los cielos
de los cielos no te pueden abarcar,
cuanto menos esta casa que yo acabo
de edificar... Que tus ojos estén
abiertos de noche y de día sobre
esta casa, sobre este lugar del cual
has dicho: Mi nombre estará allí. Y
que oigas la oración que tu siervo
hará en este lugar" (1 Reyes 8,
27-29). Los cielos no pueden abarcar
al Eterno, ni el Mishcán ni el
Templo hacen que descienda la
divinidad; no la encierran ni
enclaustran, pero engrandecen al
hombre y lo elevan para que él y su
corazón lleguen hasta Dios. El
verdadero templo es el que se
construye en los corazones. En el
primer versículo de esta perashá, se
encuentra repetida dos veces la
palabra Mishcán, y los rabinos ven
en esta repetición una alusión
(rémez) al Templo que fue dos veces
destruido. Otra interpretación
afirma que la palabra Mishcan tiene
gran semejanza con mashcón, lo que
significa prenda o garantía. Siendo
así, el Mishcán es una prenda que
Dios tiene del pueblo de Israel.
Cuando Israel abandona la senda de
Dios, El exige su prenda, y ésta fue
la causa de la destrucción de los
dos Templos. Pero si éstos fueron
destruidos materialmente, el Templo
espiritual jamás lo será porque "la
nube del Eterno estará sobre él de
día, y de noche habrá fuego en él, a
los ojos de toda la casa de Israel,
en todas sus jornadas" (versículo
38).
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