Organizacion Sin Animo de Lucro
Adscrita al Judaismo Ortodoxo Moderno
Desde Monsey, New York
aliyot Bereshit
Aliyot Shemot Mishpatim
Shemot - Éxodo- Capítulo 21:1 al 24:18
Por Eliyahu
BaYonah Ben Yossef, Director
Shalom Haverim Org. New York
Aliyot es el plural hebreo de
Aliá o Aliyá que significa
"subir". Cada vez que una
persona - Olé- sube a la Bimá
debe recitar la Braja
-Bendicion- antes de comenzar el
Baal Koréh -בעל
קורא - la Lectura y al cerrar la misma. Esto se
hace cada vez que el Baal Koréh
lee la Porción -Parashá-
correspondiente.
El Maftir es la última persona
que se llama a la Bimá y es
invitada a leer la porción de la
Haftará -Profetas-
Esta es la Brajá
de la Lectura de la Toráh:
Barejú et Adonai hamevoraj. |
¡Bendecid al
Eterno, el Bendito! |
|
Baruj Adonay hamevoraj le'olam va'ed. |
Bendito es el
Eterno, el Bendito para
siempre. |
|
Baruj atáh Adonay Eloheynu melej ha'olam, asher bajar banu
mikol-ha'amim, venatan
lanu et-torato. |
Bendito seas
Tu, oh Eterno nuestro
Dios, Rey del universo
que nos elegiste entre
todos los pueblos y nos
diste Tu Toráh, Bendito
seas, oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. |
|
|
Bendito seas,
oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. AMEN |
Al terminar la Porción debe leer esta Brajá:
|
Bendito seas
Tu oh Eterno nuestro
Dios, Rey del Universo
que nos diste (Tu
Torah), la Toráh de la
Verdad, e implantaste en
nosotros la Vida Eterna. |
|
|
Bendito seas,
oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. (TODOS DICEN
AMEN) |
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|
Cuando
compres un siervo hebreo seis
años te servirá, mas el
séptimo saldrá libre de
balde. |
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|
Si entró
solo, solo saldrá; si
tenía mujer, saldrá su
mujer con él. |
|
|
Si su amo le
hubiere dado mujer
(extranjera) y ella le
hubiere parido hijos o
hijas, la mujer y sus
hijos serán de su amo, y
él saldrá solo. |
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|
Mas si el
siervo persistiese en
decir: "amo a mi señor y
a mi mujer y a mis
hijos, no saldré libre", |
|
|
entonces su
amo le hará llegar ante
los jueces, y
acercándole a la puerta
o la jamba, su amo le
agujereará la oreja
(derecha) con una lesna,
y él será siervo suyo
para siempre. |
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Cuando alguno
vendiere a su hija por
sierva, ella no saldrá
como salen los siervos. |
|
|
Si no
agradare a su señor
después de que la haya
destinado para sí,
permitirá que sea
redimida; no podrá
venderla a otro hombre
(ni al padre de ella)
después de haberse
servido de ella y no
haberla desposado. |
|
|
Si la hubiere
destinado para su hijo,
la tratará como se trata
a las hijas. |
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|
Si tomare
otra mujer aparte de
ella, no le disminuirá
nada de su comida, ni de
su vestido, ni de su
derecho matrimonial. |
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|
Mas si no
quisiere hacer con ella
estas tres cosas,
entonces ella saldrá de
balde, sin rescate. |
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El que
hiriere a un hombre de
modo que muera, será
muerto irremisiblemente. |
|
|
Mas si no le
armó una celada, sino
que Dios designó que la
persona fuese muerta por
su mano, en tal caso Yo
le señalaré lugar donde
se refugie. |
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Y cuando
alguno obrare
premeditadamente contra
su prójimo, matándole
con engaño, de mi mismo
altar le quitarás para
que muera. |
|
|
El que
hiriere a su padre o a
su madre, será muerto
irremisiblemente. |
|
|
El que robare
una persona y la
vendiere, y fuere
hallada en su poder,
será muerto
irremisiblemente. |
|
|
El que
maldijere a su padre o a
su madre, será muerto
irremisiblemente. |
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|
Cuando
riñeren hombres y el uno
hiriere al otro con
piedra o con el puño y
éste no muriere, pero
cayere en cama, |
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|
si se
levantare y anduviere
fuera por su propia
fuerza, será libre aquél
que lo hirió; le pagará
sin embargo el tiempo
que perdió y el precio
de su cura. |
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Mas si
sobrevivieren un día o
dos (veinticuatro
horas), no serán
vengados, por cuanto es
su dinero. |
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|
Cuando
riñeren hombres y
golpearen a una mujer
preñada, de modo que
salieren sus criaturas
sin que haya desgracia
(de muerte en la mujer),
el culpable será
ciertamente multado
conforme a lo que
impusiere el marido de
la mujer, lo cual piará
(por el aborto |
|
|
Mas si
resultare desgracia (de
muerte en la mujer),
darás vida por vida, |
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ojo por ojo, diente
por diente, mano por
mano, pie por pie, |
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quemadura por
quemadura, herida por
herida, contusión por
contusión. |
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Si alguno
hiriere el ojo de su
siervo o el ojo de su
sierva extranjeros) y lo
dañase, le dejará ir
libre a causa de su ojo. |
|
|
Asimismo, si
hiciese saltar un diente
a su siervo o un diente
a su sierva, le dejará
ir libre a causa de su
diente. |
|
|
Cuando un
buey (u otro animal)
corneare a hombre o a
mujer de modo que muera,
será apedreado
irremisiblemente aquel
buey, y no será comida
su carne; mas el dueño
del buey quedará
absuelto. |
|
|
Pero si el
buey estuviese avezado a
cornear desde ayer y
anteayer (tres veces), y
se le hubiere advertido
al dueño y él no le
hubiere guardado, de
modo que matare a hombre
o mujer, el buey será
apedreado, y su dueño
también será muerto. |
|
|
Si le fuere
impuesto rescate, pagará
por la redención de su
vida, conforme a todo lo
que le fuere impuesto. |
|
|
Sea que (el
buey) haya corneado a un
niño, sea que haya
corneado a una niña,
conforme a esta
sentencia se hará con él
. |
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|
Si el buey
cornease a un siervo o a
una sierva, el dueño
pagará treinta siclos de
plata a su amo, y el
buey será apedreado. |
|
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Cuando alguno
abriere un pozo y no lo
tapare, y cayere allí
buey o asno, |
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|
el dueño del
pozo pagará; dinero (o
cualquier valor) dará a
su dueño, mas el valor
del animal muerto
descontará. |
|
|
Si el buey de
alguno hiriere al buey
de su compañero de modo
que muera, venderán el
buey vivo y dividirán el
dinero, y también
dividirán el buey
muerto. |
|
|
Mas si se
sabía que el buey estaba
avezado a cornear desde
ayer y anteayer (tres
veces) y su dueño no lo
guardaba, sin falta
pagará buey por buey; y
el (animal) muerto será
para el perjudicado,
descontando el precio. |
|
|
Cuando alguno
hurtare buey o carnero o
los degollare o los
vendiere, cinco bueyes
restituirá por un buey,
y cuatro carneros por un
carnero. |
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|
Si el ladrón
fuere hallado forzando
una casa y fuere herido
y muriese, el que lo
hiera no será culpado de
homicidio. |
|
|
Mas si el sol hubiere salido sobre él, el que lo hiera y mate será culpado de homicidio,
(mas si no muere), el
ladrón pagará (por su
robo), y si no tuviera
con qué hacerlo será
vendido por su hurto. |
|
|
Si lo que
hurtó fuere hallado vivo
en su poder, oca buey o asno o carnero, con el doble hará restitución. |
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. |
Cuando
hubiere un fuego y,
hallando espinas, se
consumiere la hacina, o
las mieses, o el campo,
aquél que encendió el
fuego deberá sin falta
pagar |
|
|
Cuando un
hombre diere a su
prójimo dinero u objetos
a guardar y fueren
hurtados de la casa del
tal hombre, si se
hallare al ladrón pagará
el doble. |
|
|
Si el ladrón
no fuere hallado, el
dueño de la casa será
presentado ante los
jueces para jurar que no
ha metido su mano en la
propiedad de su
compañero. |
|
|
En toda
cuestión de delito sobre
buey, sobre asno, sobre
carnero, sobre ropa o
cualquier cosa perdida
de que alguno dijere:
"esto es mío", ante los
jueces vendrá la causa
de los dos; y aquél que
los jueces condenaren
pagará el doble a su
compañero. |
|
|
Cuando alguno
diere a su compañero
asno, o buey, o carnero,
o cualquier otro animal
a guardar, y éste
muriese, o fuere
estropeado, o fuere
arrebatado sin que nadie
lo viese; |
|
|
juramento al
Eterno se hará entre los
dos para verificar si
(el depositario) no ha
extendido su mano contra
la propiedad de su
compañero; y aceptará el
dueño (el juramento del
depositario), y (éste)
no pagará nada. |
|
|
Mas si le
hubiere sido hurtado,
pagará a su dueño. |
|
|
Si hubiere
sido destrozado por
fieras, tráigalo en
testimonio; por lo que
ha sido destrozado sin
poderlo salvar, no
pagará. |
|
|
Y cuando
alguno pidiere (bestia)
prestada a su prójimo, y
ésta se estropease o
muriese; si su dueño no
estuviere presente,
deberá pagar. |
|
|
Si estuviere
presente su dueño, no
pagará; si (el animal)
fuere alquilado, (su
pérdida) se cubrirá con
(el precio) del
alquiler. |
|
|
Si alguno
sedujere a una virgen que no estuviere comprometida (con kidushín) y se acostase con ella, ciertamente
pagará la dote y la
tomará sin tardanza por
mujer. |
|
|
Mas si el
padre rehusare
absolutamente dársela,
él (le) pagará el dinero
correspondiente a la dote de las vírgenes. |
|
|
A la
hechicera (o hechicero)
no la dejarás vivir. |
|
|
Todo aquél
que efectuare coito con
bestia, será muerto
irremisiblemente. |
|
|
Aquél que
ofreciere sacrificios a
los dioses será muerto;
solamente podrá hacerlos
al Eterno. |
|
|
No engañarás
al extranjero ni le
oprimirás; porque
extranjeros fuisteis
vosotros en tierra de
Egipto. |
|
|
A ninguna
viuda ni huérfano
afligiréis. |
|
|
Si los
afligiereis y ellos
clamaren a Mí, Yo
ciertamente oiré su
clamor; |
|
|
y se
encenderá mi ira y os
mataré a espada; y
vuestras mujeres serán
viudas y huérfanos
vuestros hijos. |
|
|
Deberás
prestar dinero al pobre
de entre mi pueblo que
habita contigo, y no te
portarás con él como
acreedor y no le
impondrás usura. |
|
|
Si tomares en
prenda el vestido de tu
prójimo, se lo
devolverás antes de
ponerse el sol, |
|
|
porque ese es
su único abrigo, es su
vestido para sus carnes;
¿en que habrá de dormir?
Y sucederá que, cuando
el clame a Mí, Yo oiré,
porque soy
misericordioso. |
|
|
|
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|
|
CUARTA ALIA |
|
|
|
|
|
|
|
Tu obligación
de ofrendar las
primicias y tu
contribución (al
sacerdote) darás a su
debido tiempo; el
primogénito de tus hijos
me darás. |
|
|
De igual
manera harás con tu buey
y con tu carnero. Siete
días estará la cría con
su madre, mas el octavo
día me la darás. |
|
|
Y hombres de
santidad seréis para Mí
; y carne destrozada por
las fieras) en el campo
(o en cualquier lugar),
a los perros la
echareis. |
|
|
No darás oído
a la maledicencia. No
acompañarás al malvado
para servir de testigo
falso. |
|
|
No seguirás a
la mayoría para condenar
a alguien injustamente,
ni te desviarás de la
decisión del juez
supremo; mas te
inclinarás a la mayoría
(cuando sea justa la
condena). |
|
|
Y al pobre no
favorecerás (por el
hecho de ser pobre) en
su pleito. |
|
|
Cuando
encontrares el buey de
tu enemigo, o su asno,
extraviado, sin falta se
lo harás volver. |
|
|
Si vieres el
asno del que te aborrece
caído bajo su carga, no
te negarás a
descargarlo, sino que tú ayudarás a descargarlo con él. |
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QUINTA ALIA |
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|
De palabra
falsa te alejarás; y al
inocente y al justo no
matarás, porque Yo no
justificaré al malo. |
|
|
Y soborno no
recibirás, porque el
soborno ofusca a los que
ven y pervierte las
palabras de los justos. |
|
|
Y al peregrino no oprimirás, porque vosotros conocéis el alma del
peregrino; pues
peregrinos fuisteis en
la tierra de Egipto. |
|
|
Y seis años
sembrarás tu tierra y
recogerás su producto; |
|
|
mas el
séptimo la dejarás de
cultivar (de abonar y
limpiar), para que coman
(de lo que sale por sí
mismo) los pobres de tu
pueblo; y lo que ellos
dejaren lo comerá la
bestia del campo. De
igual manera harás con
tu viña y tu olivar. |
|
|
Seis días
trabajarás en tus
quehaceres, mas el
séptimo día descansarás
para que descansen tu
buey y tu asno, y
reposen el hijo de tu
sierva y el extranjero. |
|
|
Y todo lo que
os he dicho lo
observaréis; y el nombre
de otros dioses no
mencionaréis; ni
siquiera será oído de tu
boca. |
|
|
Tres veces al
año celebrarás fiestas
en mi honor; |
|
|
la fiesta de
los ázimos guardarás:
siete días comerás panes
ázimos conforme te tengo
ordenado, en el tiempo
señalado, en el mes de
Aviv (primavera), porque
en él saliste de Egipto;
y ninguno se presentará
delante de mí con las
manos vacías. |
|
|
También
(observarás) la fiesta
de la siega (Shavuot),
que es la de las
primicias de tus
labores, de lo que
hubieres sembrado en el
campo; y la fiesta de la
cosecha (Sucot) al fin
del año, cuando hayas
cosechado (el producto)
de tus labores del
campo. |
|
|
Tres veces al
año se presentarán todos
tus varones ante la faz
del Señor, el Eterno. |
|
|
No ofrecerás
la sangre de mi
sacrificio pascual junto
a pan fermentado, ni se
dejará el sebo del
sacrificio de mi
solemnidad hasta la
mañana. |
|
|
Los primeros
frutos de tu tierra
traerás a la casa del
Eterno, tu Dios. No
cocinarás el cabrito en la leche de su madre. |
|
|
|
|
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|
SEXTA ALIA |
|
|
|
|
|
|
|
Guárdate de
él y escucha su voz; no
le seas rebelde : pues
no perdonará vuestra
trasgresión, porque mi
nombre está en él. |
|
|
Pero si
oyeres atentamente su
voz e hicieres todo lo
que Yo te ordenare,
entonces Yo seré el
enemigo de tus enemigos,
y oprimiré a los que te
opriman. |
|
|
Cuando
anduviere mi ángel ante
ti y te llevare al
emoreo, y al hiteo, y al
perizeo, y al cananeo, y
al hiveo, y al yevuseo,
Yo los destruiré. |
|
|
No te
postrarás ante sus
dioses ni les servirás,
y no harás conforme a
sus obras; al contrario,
los destruirás
completamente (a sus
dioses) y quebrarás sus
monumentos de idolatría. |
|
|
Y serviréis
al Eterno, Dios vuestro,
y El bendecirá tu pan y
tus aguas; y Yo quitaré
las enfermedades de en
medio de ti. |
|
|
|
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|
SÉPTIMA ALIA |
|
|
|
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|
|
|
Enviaré el
terror mío delante de ti
y perturbaré a todos los
pueblos contra quienes
has de ir; y haré que
todos tus enemigos
vuelvan la nuca ante ti. |
|
|
Enviaré
también a la avispa delante
de ti, que eche de tu
presencia al hiveo, al
cananeo y al hiteo. |
|
|
No los echaré
de delante de ti en un
año, porque no quede la
tierra desierta y se
multipliquen contra ti
las fieras del campo. |
|
|
Poco a poco
iré desterrándolos de
delante de ti, hasta que
te multipliques y puedas
tomar la tierra en
posesión. |
|
|
Y fijaré tus
confines desde el mar
Rojo hasta el mar de los
filisteos, y desde el
desierto hasta el río
(Eúfrates), porque
entregaré en vuestra
mano a los habitantes de
la tierra, y tú los
expulsarás de delante de
ti. |
|
|
No harás
pacto con ellos ni con
sus dioses. |
|
|
Ellos no han
de habitar en tu tierra,
no sea que te hagan
pecar contra Mí,
sirviendo a sus dioses;
porque esto sería para
ti una celada. |
|
|
Y El dijo a
Moisés: Sube al Eterno,
tú con Aarón, Nadav y
Avihú, y setenta de los
ancianos de Israel, y os
prosternaréis desde
lejos. |
|
|
Y Moisés solo
se llegará al Eterno,
mas ellos no se
llegarán, ni tampoco
subirá el pueblo con él. |
|
|
Y vino Moisés
y refirió al pueblo
todas las palabras del
Eterno y todas sus
leyes. Y respondió todo
el pueblo a una voz y
dijo: ¡Nosotros haremos
todo cuanto el Eterno ha
dicho! |
|
|
Y Moisés
escribió todas las
palabras del Eterno, y
se levantó muy de mañana
y edificó un altar al
pie del monte, y
(levantó) doce columnas
por las doce tribus de
Israel. |
|
|
Y envió a los
mozos (primogénitos) de
los hijos de Israel, los
cuales ofrecieron
holocaustos y
sacrificaron ofrendas de
paces, de novillos, al
Eterno. |
|
|
Y Moisés tomó
la mitad de la sangre y
la puso en tazones, y la
otra mitad la roció
sobre el altar. |
|
|
Y tomó el Libro de la Alianza y lo leyó en presencia del pueblo; y ellos
respondieron: ¡Nosotros
haremos todo cuanto ha
dicho el Eterno, y escucharemos! |
|
|
Y tomó Moisés
la sangre y la roció
sobre el pueblo,
diciendo: ¡He aquí la
sangre del pacto que ha
hecho el Eterno con
vosotros, acerca de
todas estas cosas! |
|
|
Y subió
Moisés con Aarón, Nadav
y Avihú, y setenta de
los ancianos de Israel; |
|
|
y vieron al
Dios de Israel, y debajo
de sus pies había como
una obra de piedra de
zafiro, y como la visión
de los cielos en su
limpidez. |
|
|
Mas El no
extendió su mano sobre los nobles de
los hijos de Israel, los
cuales contemplaron la
gloria de Dios y
comieron y bebieron. |
|
|
Y dijo el
Eterno a Moisés: Sube
adonde Yo estoy, sobre
el monte, y estate allí
para que te dé las
tablas de piedra con la
ley y los mandamientos
que tengo escritos en
ellas, para que los
enseñes. |
|
|
Y se levantó
Moisés con su ayudante
Josué, y subió Moisés al
monte de Dios. |
|
|
Mas a los
ancianos les había
dicho: Esperadnos aquí
hasta que volvamos a
vosotros. Y he aquí que
Aarón y Jur están con
vosotros; quienquiera
que tuviere alguna
cuestión, acuda a ellos. |
|
|
|
|
|
Y posó la
gloria del Eterno sobre
el monte de Sinaí; y la
nube lo cubrió por seis
días. Y al séptimo día,
El llamó a Moisés desde
en medio de la nube. |
|
|
Y era la
apariencia de la gloria
del Eterno como un fuego
devorador sobre la
cumbre del monte, a los
ojos de los hijos de
Israel. |
|
|
Y entró
Moisés en medio de la
nube, y subió al monte.
Y estuvo Moisés en el
monte cuarenta días y
cuarenta noches. |
|
|
|
NOTAS
EXPLICATORIAS:
Los juicios
Muchos afirman que las leyes
de la Toráh, inclusive el
Decálogo, están ya dictadas por
la inteligencia del hombre que
es un don de Dios, sin que
tengan que ser específicamente
ordenadas. Aquí se nos presenta
el aspecto único de la Toráh en
relación a los códigos legales
de todos los tiempos. Reyes y
gobiernos condicionaban estas
leyes a la responsabilidad de la
sociedad, a la obediencia al
Estado, a la censura de la
propia conciencia humana o, para
usar una expresión de Kant, al
"imperativo categórico". Mas
¿cuántas veces estas leyes
perdían su fuerza cuando se
violaba la obediencia al Estado
o flaqueaba la conciencia del
hombre? Atribuyendo el
fundamento de estas leyes a la
responsabilidad del hombre
frente a Dios y no tan sólo ante
su conciencia, Moisés pudo
asegurar su cumplimiento total
en todas las circunstancias y en
todas las épocas. La trasgresión
de un mandamiento de la Toráh no
es tan sólo un crimen contra la
conciencia o contra el Estado,
sino también un pecado religioso
contra Dios, y si una persona
cumple realmente los cinco
primeros mandamientos,
difícilmente podrá transgredir
los cinco últimos. El Decálogo
está compuesto de preceptos
religiosos, morales y sociales,
pero la Toráh no hace diferencia
entre ellos, significando que
toda trasgresión a los preceptos
morales y sociales se considera
también un pecado religioso.
Un siervo
hebreo
La ley de la esclavitud no tiene ya aplicación entre los
israelitas.
Ojo por ojo
Según el Talmud, el legislador no quiso decir en realidad "ojo por
ojo" etc., y aquí vamos a dar
dos ejemplos para demostrar que
su aplicación no es siempre
posible. Suponiendo que Simón
tenga sólo un ojo y que en una
pelea con Rubén éste se lo saque
quedando aquél completamente
ciego, no se haría justicia
sacando un ojo a Rubén; el
castigo sería insuficiente,
puesto que cegó completamente a
un hombre y él no quedó ciego.
Veamos el caso contrario: Simón,
que tiene un solo ojo, saca un
ojo a Rubén. Si para castigar a
Simón se le saca su único ojo
quedará ciego, con lo cual el
castigo no tendrá proporción con
el delito, ya que Simón no cegó
completamente a Rubén. Por
consiguiente, esta ley llamada
del Talión no tiene el sentido
que se le atribuye, sino que es
una cuestión de daños y
perjuicios, que el damnificador
sufre o paga según el criterio
de los jueces (ver más pruebas
en el Talmud Babá Kamá 85:).
Si el sol
hubiera salido sobre él
Esto significa "si fue claro como el sol que el ladrón no vino con
intenciones de matar", como en
el caso de un padre o una madre
que entraran en casa de sus
hijos para robar, o viceversa,
pues se supone que ellos no los
matarían.
Oca, buey,
asno o carnero
El Midrash (Yalcut 343) explica que hay otra clase de robo que se
considera tan grave como robar
un buey, un asno o un cordero.
Es el de mostrar a alguien una
amistad simulada, por interés.
Convidar a alguien a comer
cuando se sabe de antemano que
no va a aceptar; ofrecer regalos
sabiendo que van a ser
rehusados; hacer creer a un
huésped que se sirve en la mesa
un buen vino en su honor, cuando
de todos modos iba a ser
servido, etc.
Que no
estuviere comprometida
Es posible consagrar para sí a una mujer por medio de la ceremonias
de kidushim, o sea dando
a la mujer un objeto de plata o
de oro por valor de una perutá (antigua
moneda de poco valor) en
presencia de dos testigos y
pronunciando las palabras:
"Quedas consagrada para mí con
esta plata (u oro), de acuerdo
con la ley de Moisés e Israel".
Ella queda formalmente casada
aún sin relación conyugal, para
la cual se necesita otra
ceremonia de bendición nupcial.
La dote de las
vírgenes
La dote correspondiente a la virgen era de cincuenta siclos de
plata.
Tu ayudarás a
descargarlo con él
La caridad judaica no se extiende solamente al pobre, enfermo,
viuda, huérfano y extranjero,
sino también a los animales: "Si
vieres el asno del que te
aborrece caído bajo su carga, no
pienses dejarlo así; lo ayudarás
a descargar el peso (del
animal)". Nadie puede esquivar
este precepto, incluso el
príncipe de la diáspora (Rosh
Hagolá), los jueces o cualquier
otra alta personalidad. El
Shulján Aruj (Código Legislativo
Israelita) tiene un capítulo
especial intitulado
"Obligaciones para con los
animales", pues es una
prescripción de la ley la que
determina no causarles mal Tsáar
baalé jaim mideorayta (Shabat
154 ). Las sociedades
protectoras de animales en todos
los países del mundo, se
inspiraron sin duda en este
precepto.
Al peregrino
En la época en que Israel formaba una nación independiente, este
precepto era sagrado para todo
israelita; aún más, hoy que
conocemos mejor el alma del
extranjero, la Toráh nos obliga
a tratar al guer (peregrino
y extranjero) como a uno mismo
(Levítico 29, 34 y Números 15,
15-16). Cuando un israelita
comparece con un guer ante
el tribunal, el juez no debe
hacer pesar la báscula en favor
del israelita (Deuteronomio 1,
16). En la época bíblica el
extranjero se beneficiaba de
toda asistencia social
establecida en favor de los
israelitas necesitados (Levítico
19, 9-10 y Deuteronomio 24,
19-21). Considerando la gran
importancia de esta obligación,
la Toráh repite treinta y seis
veces el precepto de respetar y
amar al extranjero.
La leche de su
madre
"No cocinarás el cabrito en la
leche de su madre" (capítulo 23,
19). El exegeta Rashí nos dice
que la palabra guedt'
(cabrito) significa también
corderito y becerro. Esta
prohibición fue repetida tres
veces en la Toráh: una para
prohibir comer carne con leche o
sus derivados; otra para
prohibir el aprovechamiento de
esta mezcla, y la tercera
prohibiendo cocinar estos dos
alimentos juntos (Talmud Pesajim
26, Jolin 1, 15). Este precepto
pertenece a la categoría de las
leyes denominadas jukim,
que definen los preceptos cuyas
razones no nos fueron reveladas.
Maimónides ve en este
mandamiento un precepto de
higiene; Ibn Ezrá, un precepto
de piedad. Abarbanel escribe que
los pueblos idólatras antiguos
lo hacían, y los israelitas no
debían imitar sus costumbres.
Un ángel
Según algunos exegetas se trata aquí del propio Moisés, pero otros
rabinos opinan que es el ángel
llamado Metatrón.
La avispa
Género de insecto volátil que atacaba particularmente a los ojos,
inyectándoles su veneno y
causando la muerte (Talmud,
Sotáh 36).
El Libro de la
Alianza
El Libro de la Alianza comprendía el relato del Génesis hasta el
Decálogo.
Y escucharemos
Primero declaramos cumplir sus órdenes incondicionalmente, y
después atenderemos a sus
palabras.
Los nobles
Nadav, Avihú y los ancianos.
SEA PARTE DE ESTE PROYECTO JUDEO-HISPANO