Aliyot para Pésaj 7o. Día
Shemot - Éxodo- Cap. 13: 17 al 15:26
Por Eliyahu BaYona Ben Yosef, Director Shalom
Haverim Org. New York
Aliyot es el plural hebreo de Aliá o Aliyá que
significa "subir". Cada vez que
una persona - Olé- sube a la
Bimá debe recitar la
Brajá -Bendición- antes de
comenzar el Baal Koréh -בעל
קורא - la Lectura y
al cerrar la misma. Esto se hace
cada vez que el Baal Koréh lee
la Porción -Parashá-
correspondiente.
El Maftir es la última persona que se llama a la
Bimá y es invitada a leer la
porción de la Haftará -Profetas-
Esta es la Brajá de la
Lectura de la Torá:
Barejú et Adonai hamevoraj. |
¡Bendecid al Eterno, el
Bendito! |
Baruj Adonai hamevoraj
le'olam va'ed. |
Bendito es el Eterno, el
Bendito para siempre. |
Baruj atá Adonai Elohenu
Mélej ha'olam, asher
bajar banu
mikol-ha'amim, venatan
lanu et-torató. |
Bendito seas Tu, oh
Eterno nuestro Dios, Rey
del universo que nos
elegiste entre todos los
pueblos y nos diste Tu
Torá, Bendito seas, oh
Eterno, que nos
concediste la Torá. |
|
Bendito seas, oh Eterno,
que nos concediste la
Torá. AMEN |
Al terminar la Porción debe leer esta Brajá:
|
|
Bendito seas Tu oh
Eterno nuestro Dios, Rey
del Universo que nos
diste (Tu Torá), la Torá
de la Verdad, e
implantaste en nosotros
la Vida Eterna. |
||
|
Baruj atá Adonai, notén
hatorá. AMEN
|
Bendito seas, oh Eterno,
que nos concediste la
Torá. (TODOS DICEN AMEN)
|
||
13:17 |
|
|
||
13:18 |
|
E hizo Dios que el
pueblo diese vuelta por
el camino del desierto
hacia el mar Rojo. Y los
hijos de Israel subieron
armados de la tierra de
Egipto. |
||
13:19 |
|
Y tomo Moisés consigo los
huesos de José, el
cual había juramentado
rigurosamente a los
hijos de Israel
diciendo: "Ciertamente
os visitará Dios y haréis
subir mis huesos de aquí
con vosotros". |
||
13:20 |
|
Y partieron de Sucot y
acamparon en Etam, al
extremo del desierto. |
||
13:21 |
|
Y el Eterno iba al
frente de ellos, de día
en una columna de nube
para guiarlos en el
camino, y de noche en
una columna de fuego
para alumbrarles, a fin
de que anduviesen de día
y de noche. |
||
13:22 |
|
No se apartaba la
columna de nube de día,
ni la columna de fuego
de noche, delante del
pueblo. |
||
14:1 |
|
Y habló el Eterno a
Moisés, diciendo: |
||
14:2 |
|
Habla a los hijos de
Israel para que vuelvan
y acampen delante de Pi
Hajirot, entre Migdol y
el mar, enfrente de Baal
Tzefón; frente a él
acamparéis, junto al
mar, |
||
14:3 |
|
para que el Faraón diga
de los hijos de Israel:
Están descarriados en el
país, los tiene
encerrados "el desierto. |
||
14:4 |
|
Y Yo endureceré el
corazón del Faraón de
manera que los persiga,
y seré honrado por medio
del Faraón y de todo su
ejército; y sabrán los
egipcios que Yo soy el
Eterno. Y ellos lo
hicieron así. |
||
14:5 |
|
Y fue dado aviso al rey
de Egipto de que había
huído el pueblo, y se
mudó el corazón del
Faraón y de sus siervos
acerca del pueblo, de
modo que dijeron: ¿Qué
es esto que hemos hecho,
dejando ir a Israel para
que dejase de servirnos? |
||
14:6 |
|
Y unció el Faraón su
carro y tomó consigo a
su pueblo. |
||
14:7 |
|
Tomó también seiscientos
carros escogidos, y
todos los carros de
Egipto, con capitanes
sobre todos ellos. |
||
14:8 |
|
Y el Eterno endureció el
corazón del Faraón, rey
de Egipto, de modo que
persiguió a los, hijos
de Israel; y los hijos
de Israel salieron
osadamente. |
||
14:9 |
|
|
||
|
Y el Faraón se acercó; y
alzaron los hijos de
Israel sus ojos y he
aquí que los egipcios
venían marchando tras
ellos. Y temieron mucho,
y clamaron los hijos de
Israel al Eterno. |
|||
14:11 |
|
Y dijeron a Moisés:
¿Acaso por no haber
sepulturas en Egipto nos
trajiste acá para morir
en el desierto? ¿Que has
hecho de nosotros
sacándonos de Egipto? |
||
14:12 |
|
Ciertamente esto es lo
que te hablamos en
Egipto diciendo: Déjanos
para que sirvamos a los
egipcios. Porque mejor
es para nosotros servir
a los egipcios que morir
en el desierto. |
||
14:13 |
|
Y dijo Moisés al pueblo:
No temáis, permaneced
firmes y ved la
salvación que el Eterno
obrará para vosotros
hoy; porque los egipcios
que hoy habéis visto,
nunca más los volveréis
a ver. |
||
14:14 |
|
El eterno peleará por
vosotros y vosotros
guardaréis silencio. |
||
14:15 |
|
|
||
14:16 |
|
Mas tu, alza tu vara y
extiende tu mano sobre
el mar y hiéndelo, para
que vayan los hijos de
Israel por en medio del
mar, en seco. |
||
14:17 |
|
Y Yo, he aquí que
endureceré el corazón de
los egipcios para que
entren atrás de ellos, y
seré glorificado por
medio del Faraón y de
todo su ejército, y de
sus carros y de sus
jinetes. |
||
14:18 |
|
Y sabrán los egipcios
que Yo soy el Eterno al
ser glorificado por
medio del Faraón, sus
carros y sus jinetes. |
||
14:19 |
|
Y el ángel del Eterno
que iba delante de las
huestes de Israel, se
apartó de allí y se fue
tras ellos; se apartó
también la columna de
nube delante de ellos, y
se puso detrás de ellos. |
||
14:20 |
|
De manera que se colocó
entre el campamento de
los egipcios y el
campamento de Israel; y
era nube y tinieblas
(para los egipcios), mas
alumbraba (la columna de
fuego para Israel) de
noche; de modo que no se
acercaron los unos a los
otros en toda la noche. |
||
14:21 |
|
Y extendió Moisés su
mano sobre el mar y
empujó el Eterno al mar,
con un fuerte viento
oriental, toda aquella
noche, y convirtió el
mar en tierra seca, y
fueron hendidas las
aguas. |
||
14:22 |
|
Y entraron los hijos de
Israel por en medio dio
del mar, en seco, y las
aguas eran para ellos
como una muralla a su
derecha y a su
izquierda. |
||
14:23 |
|
Y siguieron los egipcios
a su alcance, y entraron
tras ellos todos los
caballos del Faraón, sus
carros y sus jinetes,
hasta en medio del mar. |
||
14:24 |
|
Más aconteció a la
vigilia de la
mañana, que
dirigió el Eterno una
mirada hacia el ejercito
de los egipcios, por
medio de las columnas de
fuego y de nube, y
confundió al ejército de
los egipcios. |
||
14:25 |
|
Y quitó las ruedas de
sus carros, de manera
que los hizo avanzar con
dificultad. Entonces
dijeron los egipcios:
¡Huyamos de la presencia
de Israel, porque el
Eterno pelea por ellos
contra los egipcios! |
||
14:26 |
|
|
||
14:27 |
|
Y extendió Moisés su
mano sobre el mar, y al
romper la mañana se
volvió el mar a su
estado de fuerza; y los
egipcios huyeron hacia
el otro lado del mar), y
así envolvió el Eterno a
los egipcios en medio
del mar. |
||
14:28 |
|
Y volvieron las aguas y
cubrieron los carros y
los jinetes de todo el
ejército del Faraón que
habían entrado tras
ellos en el mar; de modo
que no quedó de ellos ni
siquiera uno. |
||
14:29 |
|
Mas los hijos de Israel
anduvieron en seco por
medio del mar, teniendo
las aguas por muro a su
derecha y a su
izquierda. |
||
14:30 |
|
Y salvó el Eterno en
aquel día a Israel de
mano de los egipcios; y
vio Israel a los
egipcios muertos sobre
la orilla del mar. |
||
14:31 |
|
Y vio Israel el gran
poder que ejerció el
Eterno contra los
egipcios, y temió el
pueblo al Eterno, y
creyeron en el Eterno y
en Moisés, su siervo. |
||
15:1 |
|
Entonces cantaron Moisés
y los hijos de Israel este
cántico al
Eterno, y dijeron así:
¡Cantaré al Eterno,
porque se ha ensalzado
grandemente! ¡Al caballo
y a su jinete ha
arrojado en la mar! |
||
15:2 |
|
Mi fuerza y mi canción
es el Eterno. El fue mi
salvación y yo le haré
una morada. El es el
Dios de mi padre y le
ensalzaré. |
||
15:3 |
|
El Eterno es varón de
guerra. ¡Eterno es su
nombre! |
||
15:4 |
|
Los carros del Faraón y
su ejército El ha
arrojado en la mar; y
sus capitanes más
escogidos fueron
hundidos en el mar Rojo. |
||
15:5 |
|
Los abismos los
cubrieron; descendieron
a las profundidades como
una piedra. |
||
15:6 |
|
Tu diestra, oh Eterno,
es poderosa en fuerza;
tu diestra, oh Eterno,
quebranta al enemigo. |
||
15:7 |
|
Y en la grandeza de tu
majestad derribas a los
que se levantan contra
Ti; envías tu ira que
los consume como
rastrojo. |
||
15:8 |
|
Y con el soplo de las
ventanas de tu nariz se
amontonaron las aguas,
se alzaron las
corrientes como en
montón; se cuajaron los
abismos en el corazón
del mar. |
||
15:9 |
|
Dijo el enemigo:
¡Perseguiré, alcanzaré,
repartiré, se henchirá
de ellos mi
alma. ¡Desenvainaré mi
espada, mi poder los
debilitará! |
||
15:10 |
|
Más Tú soplaste con tu
viento y los cubrió el
mar. ¡Se
hundieron como
plomo en las poderosas
aguas! |
||
15:11 |
|
¿Quién como Tú entre los
fuertes, oh Eterno?
¿Quién como Tú, fuerte
en santidad,
reverenciado en
alabanzas, hacedor de
maravillas? |
||
15:12 |
|
¡Extendiste tu diestra y
los tragó la tierra! |
||
15:13 |
|
Guiaste con tu merced al
pueblo al cual
redimiste; lo condujiste
con tu poder a tu santa
morada. |
||
15:14 |
|
Oyeron los pueblos y se
estremecieron. ¡Congoja
se apoderó de los
habitantes de Filistea! |
||
15:15 |
|
Entonces fueron turbados
los caudillos de Edom;
los poderosos de Moav,
estremecimiento se
apoderó de ellos; se
derritieron todos los
moradores de Canaán. |
||
15:16 |
|
Cayeron sobre ellos
miedo y pavor. Por la
grandeza de tu brazo
enmudecieron como una
piedra, hasta que pasó
tu pueblo, oh Eterno,
hasta que pasó el pueblo
que Tú mimaste. |
||
15:17 |
|
Los traerás y los
plantarás en el monte de
tu herencia, lugar que
preparaste para tu misma
habitación, oh Eterno;
en el santuario, Eterno,
que establecieron tus
manos. |
||
15:18 |
|
¡Eterno reinará para
siempre y siempre! |
||
15:19 |
|
Cuando los caballos del
Faraón y sus carros y
sus jinetes entraron en
el mar, el Eterno hizo
volver sobre ellos las
aguas del mar; pero los
hijos de Israel
anduvieron en seco por
en medio dio del mar. |
||
15:20 |
|
Y Miriam la profetisa,
hermana de Aarón, tomó
un pandero en su mano, y
salieron todas las
mujeres tras ella, con
panderos y con danzas. |
||
15:21 |
|
Y Miriam respondió al
canto de ellas: ¡Cantad
al Eterno porque se ha
ensalzado grandemente!
¡Al caballo y a su
jinete arrojó en la mar! |
||
15:22 |
|
Y Moisés condujo a los
hijos de Israel del mar
Rojo, y salieron al
desierto de Shur; y
anduvieron tres días en
el desierto y no
encontraron agua. |
||
15:23 |
|
Y llegaron a Mará; mas
no pudieron beber agua
de Mará, porque era
amarga; por tanto le
pusieron el nombre de
Mará. |
||
15:24 |
|
Y se quejó el pueblo
contra Moisés diciendo:
¿Qué beberemos? |
||
15:25 |
|
Y él clamó al Eterno, y
le mostró el Eterno un
árbol y lo arrojó a las
aguas, y las aguas se
endulzaron. Allí impuso
(Dios al pueblo)
estatutos y juicios, y
allí lo probó. |
||
15:26 |
|
Y El dijo: Si oyeres
atentamente la voz del
Eterno, tu Dios, e
hicieres lo que es recto
a sus ojos, y prestares
oídos a sus
mandamientos, y
guardares todos sus
estatutos, entonces no
enviaré sobre ti ninguna
enfermedad de las que
envié, sobre los
egipcios |
||
|
|
|
|
|
Al terminar la Porción debe leer esta Brajá:
|
Bendito seas Tu oh
Eterno nuestro Dios, Rey
del Universo que nos
diste (Tu Torá), la Torá
de la Verdad, e
implantaste en nosotros
la Vida Eterna. |
|
Bendito seas, oh Eterno,
que nos concediste la
Torá. (TODOS DICEN AMEN) |
NOTAS EXPLICATORIAS:
Aunque era el más próximo
Por el camino de la Filistea los israelitas podían llegar a Canaán,
caminando normalmente, en once
días, pero viendo Dios que no
estaban preparados para
constituir un pueblo bien
disciplinado, con sus leyes y
estatutos, les guió por un
camino opuesto, a fin de
entrenarles espiritualmente
antes de ocupar la Tierra
Prometida.
Los Huesos de
José
Al salir de Egipto Moisés, en lugar de ocuparse de sus propias
necesidades, se preocupó de
llevar consigo los huesos de
José. Cumplir las últimas
voluntades del que muere es en
el judaísmo uno de los más
piadosos deberes humanos.
Haréis subir
de aquí mis huesos con vosotros
El Midrash (Yalcut 227) cuenta
cómo pudo Moisés descubrir el
lugar donde estaban los restos
de José. Séraj, hija de Asher
(ver Génesis 46, 17), había
sobrevivido a la generación de
José. Esta contó a Moisés que
los egipcios habían tirado el
ataúd de José al lado del Nilo,
para que las aguas fueran
benditas. Moisés fue entonces a
la orilla del Nilo y llamó:
¡José! ¡La hora de la liberación
llegó ya! Queremos cumplir el
juramento que hiciste a nuestros
padres, el de llevar tus huesos
con nosotros. ¡No hagas por tu
causa demorar nuestra redención!
De repente, ¡oh milagro!, el
ataúd de José emergió a la
superficie. Y así tomó Moisés
los huesos de José con él (verso
19).
Vosotros
guardaréis silencio
Estas palabras quieren decir también: Dios os dará pan, pero
vosotros deberéis primero arar
la tierra.
Por qué clamas
a Mí
El Midrash cuenta que cuando
los hebreos se enfrentaban a
esta situación desesperada, el
mar Rojo ante ellos y a sus
espaldas los egipcios
despiadados, Moisés invocó la
protección de Dios, pero el
Todopoderoso le respondió:
¿Cómo? ¿Mis hijos están en
situación angustiosa y tú oras?
Existen circunstancias para orar
y otras para obrar. Di a los
hijos de Israel que marchen y el
milagro se realizará. Durante
dos mil años -podemos decir-
Dios no contestó las infinitas
plegarias del pueblo judío en lo
que respecta al retorno a la
Tierra Santa, hasta que éste se
decidió a poner de lleno manos a
la obra para la conquista del
país que le pertenece.
Que marchen
La Voz Divina dice siempre a
Israel: ¡Marchad! Ya sea que se
encuentre ante vosotros el mar
Rojo, las persecuciones antiguas
o la intolerancia moderna,
marchad, proseguid, avanzad
siempre hacia adelante. No
miréis hacia atrás, donde yacen
en ruinas los pueblos que os
persiguieron, sino mirad hacia
adelante, donde se abren en toda
su grandeza los magníficos
horizontes del futuro de la
humanidad. ¡Marchad! Las olas
del mar no apagarán el vigor de
vuestra existencia; los ríos de
vuestra sangre derramada por los
tiranos no destruirán vuestro
nombre y vuestra gloria.
¡Marchad! Estáis por encima de
los elementos, del tiempo y del
espacio. Avanzad siempre y no
retrocedáis.
La vigilia de
la mañana
La noche se divide en tres partes llamadas ashmurot (vigilias), y
ésta es la tercera.
Este cántico
Este cántico de Moisés es el
documento poético más antiguo de
la literatura hebrea. Está
animado por una auténtica
emoción que expresa la alegría
de la salvación, la fe y
confianza en Dios. Moisés supo
expresar con palabras llenas de
entusiasmo, todo lo que sintió
su alma por el maravilloso
acontecimiento. En materia de
poesía, los hebreos no usaban la
versificación. El historiador
Flavio Josefo escribe a este
propósito que el canto de
Moisés, así como su bendición a
las doce tribus, escrita al
final del Pentateuco
(Deuteronomio capítulo 33),
fueron compuestos en forma
examétrica. En cuanto al rey
David, hizo algunos de sus
salmos en trímetros y otros en
pentámetros.El cántico de Moisés
encierra una belleza
insuperable, y su traducción a
cualquier idioma hace que pierda
gran parte de su majestuosidad y
disminuya el magno sentido de
sus palabras.
Se hundieron
Cuando los egipcios perecían en la furia del mar, quisieron los
ángeles entonar sus cánticos
para exaltar la grandeza del
Todopoderoso; pero Dios no se lo
permitió diciendo: ¿Las obras de
mis manos (seres humanos) se
ahogan en el mar y vosotros
eleváis para Mí cánticos?
(Talmud Sanedrín 39:). Estas
palabras enseñan que no está
permitido alegrarse con la
derrota de los enemigos, sobre
todo cuando sufren o perecen. La
persona se alegra generalmente
cuando ve la justicia triunfar,
pero Dios nos muestra que no es
la muerte del malvado lo que El
desea, sino su retorno al buen
camino, para que viva. "¿Quiero
Yo la muerte del malvado? Lo que
quiero es que se aparte de sus
caminos y viva" (Ezequiel 18,
23).Samuel el pequeño decía: "No
te regocijes cuando cae tu
enemigo, y en su infelicidad tu
corazón no se alegre, pues Dios
podría ver mal esto y hacer
volver hacia ti su cólera (Avot
4, 19)).