Aliyot Haftará BESHALAJ
Para Leer en
Shabbat
Por Eliyahu BaYonah Ben Yossef,
Director Shalom Haverim Org. New York
Aliyot es el plural hebreo de Aliá
o Aliyá que significa "subir". Cada vez
que una persona - Olé- sube a la Bimá
debe recitar la Braja -Bendicion- antes
de comenzar el Baal Koréh -בעל
קורא - la Lectura y al cerrar la misma. Esto se hace cada vez que el Baal
Koréh lee la Porción -Parashá-
correspondiente.
El Maftir es la última persona que
se llama a la Bimá y es invitada a leer
la porción de la Haftará -Profetas-
Esta es la Brajá de la
Lectura de la Haftaráh:
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Bendito seas Tú,
Eterno Dios nuestro y Rey del
Universo, que escogiste buenos
profetas y te complaciste en sus
palabras, que fueron enunciadas
con verdad. |
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Baruj atáh Adonay jaboker
batoráh uveMoshé avdó
uveYisra'el amó uvinvi'ey
ja'emet vatsédek. |
Bendito seas Tú,
Eterno, que escogiste la Torah,
a Moisés Tu siervo, a Tu pueblo
Israel y a profetas de la verdad
y y de la rectitud. |
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Y Débora (Devorah), profetisa, mujer de
virtudes, juzgaba a Israel en
aquel tiempo. |
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Y solía estar sentada bajo la palmera de
Débora entre Ramá y Bet-El, en
la montaña de Efraín; y los
hijos de Israel acudían a ella
para celebrar juicio. |
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Y ella envió a llamar a Barak, hijo de
Abinóam, de Kédesh-Naftalí, y le
dijo: En verdad ha ordenado el
Eterno, Dios de Israel: Anda y
reúne gente en el monte Tabor,
tomando contigo diez mil hombres
de los hijos de Naftalí y de los
hijos de Zebulón. |
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Yo atraeré hacia ti, hacia el torrente de
Kishón, a Siserá, jefe del
ejército de Jabin (Yavín), con
sus carros y con la multitud de
su pueblo, y le entregaré en tu
mano. |
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Y Barak le contestó: Si tú fueres
conmigo, iré; pero si no fueres
conmigo, no iré. |
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Y ella dijo: De seguro iré yo contigo;
mas no será tuya la gloria de la
jornada que vas a emprender,
porque en mano de una mujer
entregará el Eterno a Siserá. Y
se levantó Débora y fue con
Barak a Kédesh. |
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Entonces Barak convocó a la tribu de
Zebulón y a la de Naftalí en
Kédesh, y subieron en pos de él
diez mil hombres; también Débora
subió con él. |
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Y Jéber el keneo se había separado del
resto de los keneos, o sea de
los hijos de Jovav, suegro de
Moisés, y había armado sus
tiendas hasta llegar a la
planicie de Tzaananim, que está
junto a Kédesh. |
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Y avisaron a Siserá que Barak, hijo de
Abinóam, había subido al monte
Tabor. |
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Y Siserá juntó todos sus carros,
novecientos carros de hierro,
con todo el pueblo que estaba
con él, desde Jaróshet de los
Gentíos hasta el torrente de
Kishón. |
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Y dijo Débora a Barak: ¡Levántate, porque
éste es el día en que el Eterno
ha entregado a Siserá en tu
mano! Ciertamente el ángel del
Eterno salió delante de ti (para
que obtengas triunfo). Y bajó
Barak del monte Tabor, y diez
mil hombres tras él. |
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Y el Eterno desbarató a Siserá delante de
Barak, con todos sus carros y
todo su ejército, a filo de
espada; y Siserá, bajándose de
su carro, huyó a pie. |
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Mas Barak persiguió a los carros y al
ejército hasta Jaróshet de los
Gentíos; y cayó todo el ejército
de Siserá a filo de espada,
hasta no quedar ni uno. |
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Y Siserá huyó a pie a la tienda de Jael
(Yael), mujer de Jéber el keneo,
porque había paz entre Jabin,
rey de Jatzor, y la casa de
Jéber el keneo. |
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Y salió Jael al encuentro de Siserá y le
dijo: ¡Entra, señor mío, entra
aquí, no temas! Y entró a su
tienda, y ella. le tapó con una
colcha. |
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Y él le dijo: Dame, te ruego, un poco de
agua, porque tengo sed. Y ella
abrió un odre de leche, le dio
de beber y le volvió a tapar. |
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Y él le dijo: Ponte a la puerta de la
tienda, y si alguno viniere y te
preguntare, diciendo: "¿hay aquí
alguien?" le responderás: "No
hay". |
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Y Jael, mujer de Jéber, cogió el clavo
grande de la tienda, echó mano
al martillo, se llegó a él
calladamente y le clavó el clavo
en la sien, de modo que penetró
en la tierra; porque él había
caído en profundo sueño, pues
estaba fatigado; y así murió. |
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Y he aquí que Barak venía persiguiendo a
Siserá; y salió Jael a su
encuentro y le dijo: Ven y te
mostraré al hombre que estás
buscando; entró pues adonde ella
estaba, y he aquí que Siserá
placía muerto con el clavo en su
sien. |
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Así Dios en aquel día humilló a Jabín,
rey de Canaán, ante los hijos de
Israel. |
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Y el poder de los hijos de Israel
prevaleció cada vez más contra
Jabin, rey de Canaán, hasta que
acabaron de destruir a Jabin,
rey de Canaán. |
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Y en aquel día cantaron Débora y Barak,
hijo de Abinóam, diciendo: |
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iPor haberse vengado el Eterno de los
enemigos por medio de Israel, y
por haberse ofrecido
voluntariamente el pueblo,
bendecid al Eterno! |
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¡Oíd, reyes; prestad atención, oh
príncipes! Yo pertenezco al
Eterno, yo le cantaré; elevaré
salmos al Eterno, Dios de
Israel. |
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Oh, Eterno, cuando Tú saliste de Seír,
cuando marchaste desde el campo
de Edom, la tierra se
estremeció, también los cielos
gotearon, también las nubes
gotearon aguas. |
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Transpiraron los montes ante la presencia
del Eterno, como el monte de
Sinay ante el Eterno, Dios de
Israel. |
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En los días de Shamgar, hijo de Anat, en
los días de Jael, cesaron las
caravanas y los viajeros
caminaban por atajos sinuosos. |
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Cesaron también las ciudades abiertas en
Israel, cesaron, hasta que yo,
Débora, me levanté, hasta que me
levanté por madre de Israel. |
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Cuando Israel escogió para él nuevos
dioses, entonces hubo guerra a
las puertas de sus ciudades.
Cuando estaba Israel con Dios,
cveíase por ventura escudo o
lanza entre cuarenta mil de
Israel cuando vencían? |
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¡Mi corazón se inclina hacia los jefes de
Israel que se ofrecieron
voluntariamente entre el
pueblo! ¡Bendecid al
Eterno! |
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¡Vosotros, los que cabalgáis en asnas
blancas, los que os sentáis
sobre alfombras para juzgar y
los que andáis por el camino,
hablad de esto! |
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En el lugar donde se oye la voz
estruendosa de los arqueros,
enmedio de las pilas de aguas,
allí será oída la voz de los que
hablan de las justicias del
Eterno, de las justicias para
con las ciudades abiertas en
Israel; ahora baja libremente a
las ciudades el pueblo del
Eterno. |
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¡Despierta, despierta, Débora!
¡Despierta, despierta, entona un
cántico! ¡Levántate, Barak,
lleva presos a tus cautivos, oh
hijo de Abinóam. |
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Entonces subyugó el resto del pueblo a
los poderosos de los idólatras. El
Eterno hará que yo subyugue a
los valientes. |
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De Efraín, de su raíz, salió Josué quien
subyugó a Amalek; tras él ha de
salir de Benjamín (Saúl), quien
lo subyugará nuevamente con
mucho pueblo. De Majir
descendieron a la guerra los
comandantes, y de Zebulón los
que llevan la pluma del
escribano. |
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Y los príncipes de Isajar estaban con
Débora, e Isajar hizo como
Barak, al valle se arrojó en
seguimiento de él. Por la
separación de Rubén, que no
entró en esta guerra, hubo sobre
esto grandes conjeturas. |
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¿Por qué te sentaste, oh Rubén, junto a
las fronteras? ¿Acaso es para
escuchar a los que pitan
llamando a los rebaños? Por
esto, por la separación de
Rubén, que no entró en esta
guerra, grandes conjeturas se
harán. |
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(Si es porque Rubén estaba lejos del
lugar de la guerra,) Guilad
también quedaba del otro lado
del Jordán. Y Dan ¿por qué no
vino? ¿Acaso es porque vive en
la vecindad de los navíos? Asher
tuvo razón en no venir, porque
habita en la costa del mar y
mora en ciudades no amuralladas. |
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Zebulón son gente que despreció su vida
hasta la muerte, y también
Naftalí sobre las alturas del
campo de batalla. |
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Entre tanto, vinieron reyes y pelearon en
ayuda de Siserá; reyes de Canaán
pelearon entonces, desde Taanaj
hasta junto a las aguas de
Meguidó, mas no se llevaron
ganancia de plata. |
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¡Desde los cielos pelearon! ¡Las
estrellas salieron de sus
órbitas y pelearon contra
Siserá. |
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El torrente de Kishón los arrastró, las
antiguas y escasas aguas del
torrente aumentaron en el
torrente de Kishón! ¡Oh, alma mía,
pisoteaste la fuerza del
enemigo! |
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¡Entonces se hirieron los cascos de los
caballos en el galope
desenfrenado, a causa de la
impetuosa huida, huida de sus
valientes! |
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¡Maldecid a Meroz, dijo el ángel del
Eterno, maldecid duramente a los
habitantes de ella, porque no
acudieron en ayuda del pueblo
del Eterno, en ayuda del pueblo
del Eterno contra los fuertes! |
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¡Bendita sobre todas las mujeres sea
Jael, mujer de Jéber el keneo;
sobre las mujeres moradoras en
tiendas, sea ella bendita! |
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Agua pidió él, leche le dio ella; en taza
de príncipes le ofreció crema. |
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Extendió la mano izquierda al clavo, y su
mano derecha al martillo de
obreros, y martilló a Siserá, le
golpeó la cabeza, le hirió y le
traspasó la sien. |
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Entre los pies de ella cayó de rodillas,
quedó tendido. Entre los pies de
ella cayó de rodillas, adonde se
arodilló, ahí mismo cayó muerto. |
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Desde la ventana avizoraba la madre de
Siserá y exclamaba a través de
la reja: ¡Por qué tarda su carro
en venir? ¿Por qué se
atrasan las pisadas de sus
carros? |
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Las más sabias de sus damas le
contestaban, y ella misma volvía
a darse respuesta: |
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¿No están hallando y repartiendo los
despojos? A cada varón una o dos
doncellas; despojo de diversos
colores para Siserá, despojo de
diversos colores bordados; de
diversos colores bordados de los
dos lados; estarán siendo
repartidos para los cuellos de
los despojadores. |
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¡Así perezcan todos tus enemigos, oh
Eterno! Mas los que le aman sean
como cuando el sol se levanta, y
su fuerza va en aumento. Y
la tierra descansó cuarenta
años. |
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Al terminar la Porcion debe leer
esta Braja:
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Bendito seas Tú, Eterno, Dios nuestro y
Rey del Universo, fuerte de
todos los mundos, justo en todas
las generaciones; Dios fiel, que
dice y obra, que promete y
cumple, cuyas palabras son
verdad y justicia. |
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Ne'eman, atáh ju Adonay
Eloheynu, vene'emanim devareyja,
vedavar ejad midvareyja ajor
lo-yashuv reykam, ki El melej
ne'eman verajaman atah. |
Fiel eres Tú, Eterno, Dios nuestro, y tus
promesas son merecedoras de fe;
ninguna de Tus palabras dejará
de cumplirse, porque Tú eres
Dios y Rey fiel (y piadoso). |
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Baruj atáh Adonay, ha'El
jane'eman bekol-devarav.
-Amen |
Bendito seas Tú, Eterno, Dios fiel en
todas tus palabras. -Amen |
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Rajem al-Tsiyon, ki ji beyt
jayeynu, vel'aluvat nefesh
toshia bimjeraj veyameynu. |
Ten piedad de Sión, pues es el hogar de
nuestra vida, y salva a esa
ciudad afligida de espíritu,
pronto y en nuestros días. |
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Baruj atáh Adonay, mesame'aj
Tsiyon bevaneyj. |
Bendito seas Tú, Eterno, que alegras a
Sión en sus hijos. |
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Samejenu, Adonay Eloheynu,
be'Eliyahu janavi avdeja,
uvmaljut beyt David meshijeja.
Bimjeraj yavó veyagel libenu, |
Alégranos, oh Eterno, Dios nuestro, con
la llegada de Elías, tu profeta
y servidor, y con el reinado de
David tu ungido. Llegue
pronto su advenimiento y haga
regocijar nuestros corazones. |
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al kis'ó lo yeshev zar, veló
yinjalu od ajerim et kevodó, ki
veshem kodsheja nishbata lo,
sheló yicbej neró le'olam va'ed. |
No permitas que extraños se sienten en su
trono, ni que otros hereden de
su gloria, pues por tu santo
nombre le juraste que su luz
jamás se extinguirá. |
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Baruj atáh Adonay, magén David. |
Bendito seas Tú, Eterno, Escudo de David. |