Lectura Mediante Robot - Deuteronomio 11:26 al 16:17 e
Isaías 54:11 al 55:5
Por Eliyahu BaYonah Ben Yossef,
Director Shalom Haverim Org. New
York
Aliyot es el plural hebreo de
Aliá o Aliyá que significa
"subir". Cada vez que una
persona - Olé- sube a la Bimá
debe recitar la Braja
-Bendicion- antes de comenzar el
Baal Koréh -בעל קורא - la Lectura y al cerrar la misma. Esto
se hace cada vez que el Baal
Koréh lee la Porción -Parashá-
correspondiente.
El Maftir es la última persona
que se llama a la Bimá y es
invitada a leer la porción de la
Haftará -Profetas-
al kis'o lo yeshev zar, velo yinjalu od ajerim et kevodo, ki
veshem kodsheja nishbata
lo, shelo yicbej nero
le'olam va'ed.
Baruj atáh Adonay, magén David.
EN ESPAÑOL
¡Bendecid
al Eterno, el Bendito!
Bendito es
el Eterno, el Bendito
para siempre.
Bendito
seas Tu, oh Eterno
nuestro Dios, Rey del
universo que nos
elegiste entre todos los
pueblos y nos diste Tu
Toráh, Bendito seas, oh
Eterno, que nos
concediste la Toráh.
Bendito
seas, oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. AMEN
la
bendición, si
obedeciereis los
mandamientos del Eterno,
vuestro Dios, que yo os
ordeno hoy;
y la
maldición, si no
obedeciereis los
mandamientos del Eterno,
vuestro Dios, sino que
os apartáreis del camino
que yo os ordeno hoy,
andando en pos de otros
dioses que no
conocisteis.
Y sucederá
que cuando el Eterno, tu
Dios, te haya
introducido en la tierra
adonde vas para
poseerla, pondrás a los
que van a bendecir al
pueblo frente al monte
Guerizzim, y a los que
van a maldecir, frente
al monte Eval.
He aquí
que estos montes se
encuentran más allá de
Jordán, lejos, en la
parte del occidente, en
la tierra del cananeo
que habita en la
planicie, enfrente del
Guilgal, junto a las
encinas (planicies) de
Moré.
Pues
vosotros estáis a punto
de pasar el Jordán, a
fin de tomar posesión de
la tierra que el Eterno,
vuestro Dios, os da, y
la poseeréis y
habitaréis en ella;
y
cuidaréis de cumplir
todos los estatutos y
los juicios que hoy os
pongo delante.
Estos son
los estatutos y los
juicios que os cuidaréis
de cumplir en la tierra
que el Eterno, Dios de
tus padres, te habrá
dado a poseer por todos
los días que viviereis
sobre la tierra.
Ciertamente destruiréis
todos los lugares en que
las naciones que habéis
de desterrar sirvieron a
sus dioses, sobre los
montes altos y sobre las
colinas, y debajo de
todo árbol frondoso.
Y
derribaréis sus altares,
y quebraréis sus
monolitos, y quemaréis a
fuego sus árboles de
idolatría, y cortaréis
las esculturas de sus
dioses, y haréis
desaparecer sus nombres
de aquel lugar.
No
serviréis de modo
semejante al Eterno,
vuestro Dios,
sino que
iréis al lugar que el
Eterno, vuestro Dios,
escogiere de entre todas
vuestras tribus para
poner allí su nombre;
por el lugar de su
morada preguntaréis, y
allí iréis.
Y
llevaréis allí vuestros
holocaustos y vuestros
sacrificios y vuestros
diezmos, y vuestra
ofrenda de primicias, y
vuestros votos, y
vuestras ofrendas
voluntarias, y los
primogénitos de vuestro
ganado mayor y menor,
y allí los
comeréis delante del Eterno, vuestro Dios, y os regocijaréis,
vosotros y vuestras
familias, con todo lo
que poseéis, por lo que
os bendijo el Eterno
vuestro Dios. *
No
procederéis en nada
según lo que hacemos
aquí hoy, cada cual lo
que le parece bien a sus
ojos;
pues hasta
ahora no habéis llegado
al descanso y a la
herencia que el Eterno,
tu Dios, te da;
mas lo
podréis hacer cuando
paséis el Jordán y
habitéis en la tierra
que el Eterno, vuestro
Dios, os hace heredar, y
cuando El os haya dado
reposo de todos
vuestros, enemigos
alrededor, de modo que
habitéis con seguridad;
y entonces en el lugar
que el Eterno, vuestro
Dios, escogerá para
hacer habitar en él su
nombre, hacia allí
llevaréis todo lo que yo
os ordeno: vuestros
holocaustos, y vuestros
sacrificios, y vuestros
diezmos, y la ofrenda de
vuestras primicias, y
todo lo escogido de los
votos y compromisos que
hayas ofrecido a Adonay.
y os
regocijaréis (allí)
delante del Eterno,
vuestro Dios, vosotros y
vuestros hijos, y
vuestras hijas, y
vuestros siervos, y
vuestras siervas, y el
levita que habita dentro
de vuestras ciudades;
pues él no tiene parte
ni herencia entre
vosotros.
Guárdate
de ofrecer tus
holocaustos en cualquier
lugar que vieres,
sino que
en el lugar que
escogiere el Eterno en
una de tus tribus, allí
ofrecerás tus
holocaustos, y allí
harás todo lo que yo te
ordeno.
Con todo,
según el deseo de tu
alma podrás degollar
(animales) y comer carne
en todas tus ciudades,
conforme a la bendición
del Eterno, tu Dios, que
El te hubiere dado; la
persona impura, así como
la que está pura, podrán
comerla juntos, como se
come la carne de ciervo
o gacela
No te será
permitido comer dentro
de tus ciudades el
diezmo de tus cereales
ni de tu mosto ni de tu
aceite, ni los
primogénitos de tu
ganado mayor y menor, ni
ninguno de los votos que
ofrecieres, ni tus
ofrendas voluntarias, ni
la ofrenda de tus
primicias
sino que
delante del Eterno lo
comerás, dentro de la
ciudad que el Eterno, tu
Dios, escogiere, tú y tu
hijo, y tu hija, y tu
siervo, y tu sierva, y
el levita que mora
dentro de tus ciudades;
y te regocijarás ante el
Eterno, tu Dios, con
todo lo que poseyeres.
Guárdate
de abandonar al levita
por todos los días que
vivieres en tu tierra.
Guando el
Eterno, tu Dios,
ensanchare tu territorio
según te habló, y tú
dijeres: "voy a comer
carne", porque tu alma
desea comer carne, con
todo el deseo de tu alma
podrás comer carne.
Si
estuviere lejos de ti el
lugar que escogiere el
Eterno, tu Dios, para
poner allí su nombre,
entonces podrás degollar
de tu ganado mayor o
menor que te diere el
Eterno, de acuerdo con
lo que te tengo
ordenado, y comerás
dentro de tus ciudades,
según todo lo que
desees.
Pero como
se come el corzo y el
ciervo, así los comerás:
la persona impura, así
como la que está pura,
podrán comer de ellos
juntas.
Solamente
te esforzarás para no
comer la sangre; porque
la sangre es el alma, y
no comerás cuando el alma está junto a la carne.*
No la
comerás; sobre la tierra
la derramarás como agua.
No la
comerás para que te vaya
bien a ti y a tus hijos
después de ti, porque
harás lo que es recto a
los ojos del Eterno.
De cierto,
las cosas santificadas
que tuvieres y tus
ofrendas tomaras, e irás
al lugar que escogiere
el Eterno,
y
ofrecerás tus
holocaustos, la carne
juntamente con la
sangre, sobre el altar
del Eterno, tu Dios;
también la sangre de tus
demás sacrificios será
derramada sobre el altar
del Eterno, tu Dios; y
la carne comerás.
Guarda
pues y obedece estas
palabras que yo te
ordeno, a fin de que te
vaya bien a ti y a tus
hijos después de ti,
para siempre, cuando
hicieres lo que es bueno
y recto a los ojos del
Eterno, tu Dios,
Cuando el Eterno, tu
Dios, hubiere
exterminado delante de
ti a las naciones hacia
las cuales vas para
desterrarlas de delante
de ti, y las hubieres
heredado y habitares en
su tierra,
guárdate
de no unirte a ellas,
siguiéndolas aún después
de ser destruidas
delante de ti, y que no
inquieras respecto de
sus dioses, diciendo:
"del modo que servían
estas naciones a sus
dioses, así haré yo
también".
No
procederás de modo
semejante para con el
Eterno, tu Dios, porque
toda suerte de
abominaciones, las
cuales aborrece el
Eterno, han hecho ellas
a sus dioses; pues
ellas queman para sus dioses a sus hijos y a sus hijas. *
Todo
cuanto os ordeno, eso
cuidaréis de hacer; no
añadiréis a ello ni
quitaréis de ello nada.
Si se
levantare en medio de ti
profeta, o soñador de
sueños, y te diere una
señal del cielo o un
milagro de la tierra,
y se
realizare la señal o la
maravilla de que te haya
hablado y te dijere:
"Vamos en pos de otros
dioses que nunca
conociste y
sirvámoslos",
no
obedecerás las palabras
de aquel profeta o de
aquel soñador de sueños,
porque el Eterno,
vuestro Dios, os está
probando para saber si
amáis al Eterno, vuestro
Dios, con todo vuestro
corazón y con toda
vuestra alma.
En pos del
Eterno, vuestro Dios,
habéis de andar, y a El
habéis de temer, y sus
mandamientos habéis de
guardar, y su voz habéis
de escuchar, y a El
habéis de servir, y a El
os habéis de adherir.
Y el tal
profeta o el tal soñador
de sueños será muerto,
porque predicó perversión en nombre del Eterno, vuestro Dios, que os sacó de la tierra de Egipto
y que te redimió de la
casa de servidumbre,
para desviarte del
camino en que el Eterno,
tu Dios te ordeno que te
condujeras. Asi
acabaran con el mal que
haya entre ustedes. *
Cuando te
incitare en secreto tu
hermano de padre, o tu
hermano de madre, o tu
hijo, o tu hija, o la
mujer de tu afección, o
tu amigo que es como tu
alma, diciendo: "vamos y
sirvamos a otros dioses
desconocidos de ti y de
tus padres",
los dioses
de los pueblos que están
alrededor de vosotros,
cerca o lejos de ti, (o
que están) desde un
extremo de la tierra al
otro extremo de la
tierra,
no cederás
a él y no le escucharás,
y tus ojos no tendrán
piedad de él ni
ocultaras su culpa,
sino que
ciertamente le matarás;
tu mano será la primera
que se levante contra él
para hacerle morir, y la
mano de todo el pueblo
después,
y le
apedrearás para que
muera, por lo mismo que
procuraba desviarte del
Eterno, tu Dios, que te
sacó de la tierra de
Egipto, de la casa de
servidumbre.
Y todo
Israel oirá! y temerá, y
no volverán más a hacer
semejante cosa mala en
medio de ti.
Si oyeres
decir de cualquiera de
las ciudades que el
Eterno, tu Dios, te da
para habitar allí:
Han salido
hombres perversos de en
medio de ti, y han
descarriado a. los
habitantes de su ciudad,
diciendo: "vamos y
sirvamos a otros dioses
que no conocisteis",
inquirirás
y buscarás y preguntarás
diligentemente, y he
aquí que la cosa es
verdad, cosa cierta es
que tal abominación se
hizo en medio de ti;
ciertamente golpearás a los habitantes de aquella ciudad a filo de espada, destruyéndola
completamente con todo
lo que hubiere en ella,
y hasta sus bestias
destruirás a filo de
espada. *Y
todos sus despojos
juntarás en medio de su
plaza, y quemarás a
fuego enteramente la
ciudad con todo su
despojo, en nombre del
Eterno tu Dios, y
quedará hecha un montón
de ruinas para siempre;
no será reconstruida
jamás. Y no se quedará
en tu mano nada del
anatema, para que el
Eterno se aparte del
furor de su ira y tenga
piedad de ti, y se
compadezca de ti, y te
multiplique como juró a
tus padres; por lo que
obedecerás la voz del
Eterno, tu Dios,
guardando todos sus
mandamientos que yo
ordeno hoy, y haciendo
lo que es recto a los
ojos del Eterno, tu
Dios.
Hijos sois del Eterno,
vuestro Dios; no os
haréis cortes en vuestra
carne ni os haréis rapar
la cabeza por causa de
muerto, porque eres un
pueblo santo para el
Eterno tu Dios, y a ti
te escogió el Etern para
que le seas un pueblo
querido, más que todos
los pueblos que hay
sobre la faz de la
tierra. No comeras nada
de lo que fuere abominable. *Estos son los animales que podréis comer: el buey,
el cordero y el cabrito;
el ciervo, y el corzo, y
el búfalo, y el macho
cabrío salvaje, y el
antílope, y el toro
silvestre y la cabra
montés;y todo animal de
pezuña hendida y
separada en dos de
arriba abajo, y que
rumia, entre los
animales, ése podréis
comer. Con todo, éstos
no comeréis entre los
que rumian o entre los
que tienen pezuña
hendida: el shesuá, el camello, y la liebre, y el conejo, pues aunque rumian no tienen la
pezuña hendida; impuros
son para vosotros ; *y
el puerco, pues aunque
tiene la pezuña hendida,
no rumia; impuro es para
vosotros. De la carne de
ellos no comeréis, ni
tocaréis su cuerpo
muerto. Estos podréis
comer de todo lo que hay
en las aguas: todo lo
que tiene aletas y
escamas comeréis;y todo
lo que no tiene aletas y
escamas no lo comeréis;
impuro será para
vosotros. Toda ave pura
podréis comer; y éstas
son las que no comeréis:
el águila, el
quebrantahuesos y el
águila de mar; y el
milano, y el buitre, y
el azor, según su
especie; y todo cuervo
según su especie; y el
avestruz, y la lechuza,
y la gaviota, y el
gavilán, según sus
especies; y el búho, y
el ibis, y el vampiro; y
el pelícano, y el buitre
egipcio, y el cuervo
marino;y la cigüeña, y
la garza, según sus
especies, y el gallo
montés, y el murciélago.
Y todo insecto alado será impuro para vosotros; no se comerá. *Toda ave
pura podréis comer.No
comeréis ningún animal
que murió por sí mismo ;
al peregrino
incircunciso que
habitare en tus
ciudades, lo podrás dar
y él lo comerá, o lo
podrás vender al
extranjero; porque tú
eres un pueblo santo
para el Eterno, tu Dios.
No guisarás el cabrito
en la leche de su madre.
Ciertamente separarás el
diezmo de todo el
producto de tus
simientes que el campo
produce año por año, y
lo comerás delante del
Eterno, tu Dios, en el
lugar que El escogiere
para hacer habitar allí
su nombre; el diezmo de
tu cereal, de tu mosto y
de tu aceite, y los primogénitos de tu ganado mayor y menor, a fin de que aprendas a temer al
Eterno, *Mas
si el camino fuere
demasiado largo para ti,
de manera que no
pudieres llevarlo por
estar demasiado lejos de
ti el lugar que
escogiere el Eterno, tu
Dios, para poner allí su
nombre, pues te ha de
bendecir el Eterno, tu
Dios, y tendrás
producción
abundanteentonces lo
convertirás en dinero, y
atarás el dinero en tu
mano e irás al lugar que
escogiere el Eterno, tu
Dios,y gastarás el
dinero en todo lo que
descare tu alma, en
ganado mayor o menor o
en vino añejo, o en
cualquier cosa que te
pidiere tu alma; y
comerás allí delante del
Eterno tu Dios, y te
regocijarás, tú y tu
casa; y al levita que
habitare dentro de tus
ciudades, no le
abandonarás (no dándole
el primer diezmo),
porque no tiene parte ni
herencia contigo.Al fin
de cada tercer año, sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo depositarás
en tus ciudades, *y
vendrá el levita, que no tiene parte ni herencia contigo, y el peregrino, y el huérfano, y la viuda que habitan en tus ciudades, y comerán
y se saciarán, para que
te bendiga el Eterno, tu
Dios, en toda obra de tu
mano que hicieres. **
Al final de cada siete
años, harás el año sabático.* Y ésta será la manera del año sabático: todo
acreedor que prestó a su
compañero, lo dejará; no
lo exigirá de su
compañero o de su
hermano, por haber
llegado el año sabático
para el Eterno.Al
extranjero idólatra
podrás exigirlo; mas lo
que estuviere en poder de tu hermano, lo dejarás.*Con todo, no habrá en medio de ti menesteroso, porque el Eterno te bendecirá
abundantemente en la
tierra que el Eterno, tu
Dios, te da en herencia.
para que la poseas, *con
tal de que oigas
atentamente la voz del
Eterno, tu Dios, para
guardar y cumplir todo
este mandamiento que yo
te prescribo hoy. Porque
el Eterno, tu Dios, te
ha bendecido como te
tiene hablado, y tú
podrás prestar a muchas
naciones, mas no tendrás
que pedir prestado; y
tendrás dominio sobre
muchas naciones, mas
ellas no tendrán dominio
sobre ti. Cuando hubiere
en medio de ti un
menesteroso entre tus
hermanos, en alguna de
tus ciudades, en la
tierra que el Eterno tu
Dios te da, no
endurecerás tu corazón
ni cerrarás tu mano a tu
hermano menesteroso;
sino que ciertamente le
abrirás tu mano, y sin
falta le prestarás lo
suficiente para lo que
le faltare.Guárdate de
que no haya en tu
corazón cosa perversa,
ni digas: "se va
acercando el año
séptimo, el año
sabático", de modo que
tu ojo sea malo para con
tu hermano menesteroso y
no le des nada, y él
clame contra ti al
Eterno, y haya en ti
pecado. Aunque sea
muchas veces le darás, y
que tu corazón no se
malee cuando le dieres,
porque a causa de esto
te bendecirá el Eterno,
tu Dios, en toda tu obra
y en todo aquello en que
pusieres tu mano. Porque
nunca dejará de haber
menesterosos en medio de
la tierra; por tanto, yo
te ordeno diciendo:
Ampliamente has de abrir
tu mano a tu hermano, o
sea a tu pobre y a tu
menesteroso en tu
tierra. Si fuere vendido
a ti tu hermano el
hebreo o hebrea, te
servirá seis años, y en
el séptimo lo dejarás ir
libre de ti. Y cuando le
dejares ir libre de ti,
no le enviaras con las
manos vacías, sino que
le cargarás proveyéndole
de tu rebaño y de tu era
y de tu bodega; de
aquello en que te haya
bendecido el Eterno, tu
Dios, le darás. Y
recordarás que tú fuiste
siervo en la tierra de
Egipto, y que el Eterno,
tu Dios, te redimió; por
tanto yo te ordeno esto
hoy. Y si él te dijere:
"no saldré de tu
servicio", porque te ama
a ti y a tu casa, porque
le va bien contigo
entonces tomarás una
lezna y le horadarás su
oreja (derecha junto a
la puerta, y él será tu
siervo para siempre
(hasta el año del
jubileo). Y también con tu sierva harás del mismo modo. *No será a tus ojos
cosa dura cuando le
enviares de ti libre,
puesto que durante seis
años te sirvió el doble
de lo que corresponde al
salario de un jornalero;
y así te bendecirá el
Eterno, tu Dios, en todo
lo que hicieres.
Todo primogénito, siendo
macho, que naciere en tu
ganado mayor o menor, lo
consagrarás al Eterno,
tu Dios; no harás ningún
servicio con el
primogénito de tu toro
vaca), ni esquilarás al
primogénito de tus
ovejas; delante del
Eterno, tu Dios, los
comerás, tu sacerdote y
los de tu casa, de
preferencia antes de que
tengan un año, en el
lugar que escogiere el
Eterno.Mas si hubiere en
él algún defecto, ya
fuere cojo o ciego, o
con cualquier otro
defecto grave, no lo
sacrificarás al Eterno,
tu Dios;dentro de tus
ciudades lo comerás; el
impuro del mismo modo
que el puro lo podrán
comer juntamente, así
como se come el corzo y
el ciervo. Solamente su
sangre no comerás; sobre
la tierra la derramarás
como agua. Estate alerta
desde antes que llegue,
para observar el mes de
Aviv (primavera), y celebrarás la pascua. en honor del Eterno, tu Dios, porque en el mes de Aviv, de noche, te
sacó el Eterno, tu Dios,
de Egipto, *y
sacrificarás la pascua
al Eterno, tu Dios, de
las ovejas y de las
vacas, en el lugar que
el Eterno escogiere para
hacer habitar allí su
nombre. No comerás con
ella leudo; siete días
comerás con ella panes
ázimos, pan de
aflicción, porque aprisa
salista de tierra de
Egipto, para que te
acuerdes del día en que
saliste de la tierra de
Egipto, todos los días
de tu vida. Y no será
vista contigo levadura
en todo tu territorio,
por siete días; y no
quedará de la carne del
cordero pascual que
sacrificares en la.
tarde del primer día,
nada hasta la mañana. No
podrás sacrificar el
cordero de la pascua en
cualquiera de tus
ciudades que el Eterno,
tu Dios, te da, sino que
en el lugar que
escogiere el Eterno, tu
Dios, para hacer habitar
allí su nombre, has de
sacrificar el cordero de
la pascua por la tarde;
al ponerse el sol lo
comerás, al mismo tiempo
en que saliste de
Egipto; y lo asarás y lo
comerás en el lugar que
escogiere el Eterno, tu
Dios; y regresarás por
la mañana del segundo
día, y volverás a tu
morada. Seis días
comerás panes ázimos, y
en el día séptimo habrá
asamblea solemne en
honor del Eterno, tu
Dios; ningún trabajo
harás.Siete semanas
contarás para ti; desde
que la hoz corte el
ómer, principiarás a
contar siete semanas. Y
celebrarás la fiesta de
las semanas al Eterno,
tu Dios; con lo que
pudieres dar de tu mano
darás, de acuerdo con lo
que te haya bendecido el
Eterno tu Dios. Y
deberas alegrarte ante
el Eterno, tu Dios, en
el lugar que el Eterno
elija parqa hacer
reposar alli Su Nombre,
tú y tu hijo, y tu hija,
y tu siervo, y tu
sierva, y el levita que
reside dentro de tus
ciudades, juntamente con
el prosélito y el
huérfano y la viuda que
habitan en medio de ti.Y
acuérdate de que tú
fuiste siervo en Egipto;
por tanto guardarás y
cumplirás estos
estatutos.
La fiesta de las cabañas
celebrarás por siete
días, cuando hayas
recogido el producto de
tu era y de tu vendimia.
Y te regocijarás en tu
fiesta, tú y tu hijo, y
tu hija, y tu siervo, y
tu sierva, y el levita,
y el prosélito, y el huérfano, y la viuda, que habitan dentro de tus ciudades. *Siete
días celebrarás fiesta
solemne al Eterno, tu
Dios, en el lugar que
escogiere el Eterno;
porque el Eterno, tu
Dios, te bendecirá en
todos tus productos y en
toda la obra de tus
manos; por tanto estarás
ciertamente alegre. Tres
veces en el año se
presentarán todos tus
varones delante del
Eterno, tu Dios, en el
lugar que El escogiere;
en la fiesta de los
ázimos, y en la fiesta
de las semanas, y en la
fiesta de las cabañas; y
no se aparecerán delante
del Eterno con las manos
vacias.cada uno (hará
ofrendas) según sus
posibilidades, conforme
a la bendición que el
Eterno, tu Dios, te haya
dado.
Bendito
seas Tu oh Eterno
nuestro Dios, Rey del
Universo que nos diste
(Tu Torah), la Toráh de
la Verdad, e implantaste
en nosotros la Vida
Eterna.
Bendito
seas, oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. (TODOS DICEN AMEN)
LECTURA DE LA HAFTARÁ Isaías
66: 1 al 25
Bendito
seas Tú, Eterno Dios
nuestro y Rey del
Universo, que escogiste
buenos profetas y te
complaciste en sus
palabras, que fueron
enunciadas con verdad.
Bendito
seas Tú, Eterno, que
escogiste la Torah, a
Moisés Tu siervo, a Tu
pueblo Israel y a
profetas de la verdad y
y de la rectitud.
Así dice
el Eterno: El cielo es
mi trono, y la tierra el
escabel de mis pies.
¿Cuál sería la casa que
habríais de edificar
para Mí, y cuál sería el
lugar de mi descanso?
Mi mano
también hizo todas estas
cosas, y así existen
todas ellas, dice el
Eterno; aunque habito en
las alturas, hacia éste
miraré: a aquél que es
pobre y abatido de
espíritu, y que tiembla
ante mi palabra.
El
perverso que inmola un
toro para ofrecérmelo
como sacrificio, es para
Mí como el que hiere a
un hombre; si sacrifica
un cordero, es cosa
abominable para Mí, como
el que quiebra la cerviz
de un perro; si presenta
ofrenda vegetal, es como
el que asperja en
sacrificio sangre de
puerco; si quema
incienso, es como el que
presenta algo
desagradable. Así como
ellos han escogido sus
propios caminos y sus
almas se complacen en
sus abominaciones,
de igual
manera Yo también
escogeré burlarme de
ellos, y haré venir
sobre ellos lo que
temen; porque llamé y no
hubo quien respondiese,
hablé y no escucharon,
sino que hicieron lo que
es malo a mis ojos y
escogieron aquello en
que no me complacía.
¡Oíd la
palabra del Eterno, los
que tembláis ante su
palabra! Vuestros
hermanos que os odian y
que os echan fuera,
dicen: "A causa de la
grandeza de nuestro
nombre, el Eterno será
glorificado". No será
así, dice el profeta;
todos nosotros veremos
vuestra gloria, y los
que así piensan serán
avergonzados.
¡Voz de
alboroto (que procede)
de la ciudad! ¡Voz (que
proviene) del Templo!
¡Voz del Eterno, que da
su merecido a sus
enemigos!
Antes de
que estuviese de parto,
dio a luz (Sión); antes
de que le vinieran los
dolores, produjo un hijo
varón.
¿Quién oyó
jamás tal cosa? ¿Quién
vio cosas semejantes?
¿Pueden venir dolores a
una parturienta en un
solo día para dar a luz
la gente suficiente con
que llenar la tierra?
¿Nacerá una nación de
una vez? Pues luego que
Sión estuvo de parto,
parió de una sola vez a
sus hijos (viniendo
todos de la Diáspora a
Sión).
¿Acaso
haría Yo llegar a una
mujer al punto de dar a
luz y no hacerla parir?
(¿iniciaría Yo una cosa
y no la terminaría?),
dice el Dios tuyo.
iRegocijáos con
Jerusalem y gloriáos por
medio de ella todos los
que la amáis! ¡Alegráos
con ella hasta el
alborozo todos los que
os enlutasteis por ella,
para que
maméis y os saciéis del
pecho de sus
consolaciones, para que
sorbáis y os deleitéis
con el alvéolo de miel
de su gloria!
Porque así
dice el Eterno: He aquí
que Yo haré pasar sobre
ella la paz como un río,
y como un torrente
inundador la gloria de
las naciones; y mamaréis
y gozaréis de ella, y
seréis llevados en
brazos, y sobre las
rodillas seréis
acariciados.
Como
alguno a quien su madre
consuela, así os
consolaré Yo a vosotros,
y en Jerusalem seréis
consolados.
Entonces,
al ver esto, vuestro
corazón se regocijará, y
vuestros huesos
florecerán como la
hierba, y será
manifestada la mano del
Eterno en favor de sus
siervos, y El se
indignará contra sus
enemigos.
Pues he
aquí que el Eterno con
fuego vendrá, y como
torbellino sus carros de
guerra; para retribuir
su ira con furor, y su
reprensión con llamas de
fuego.
Porque con
fuego el Eterno entrará
en juicio, y con su
espada para con toda
criatura; y serán muchos
los que serán muertos
por el Eterno.
Los que se
unen y se purifican para
entrar a los jardines
donde se encuentra el
ídolo, grupo tras grupo,
a fin de servirle; los
que ¡comen de la carne
del puerco y de los
reptiles y del ratón,
serán destruídos
juntamente, dice el
Eterno.
Porque Yo
(conozco) sus obras y
pensamientos, viene el
tiempo en que juntaré
todas las naciones y las
lenguas, las cuales
vendrán y verán mi
gloria.
Y pondré
enmedio de ellas una
señal; y enviaré los
escapados de ellas a las
naciones, a Tarsís, a
Pul y a Lud, cuyos
pueblos saben manejar el
arco, a Tubal y a Javán,
y a los moradores de las
islas lejanas que no han
oído mi fama ni han
visto mi gloria; y ellos
anunciarán mi gloria
entre las naciones.
Y traerán
a todos vuestros
hermanos de entre todas
las naciones, como
presente al Eterno, en
caballos y en carros y
en vehículos cubiertos y
en mulos, con danzas, a
mi santo monte, a J
erusalem, dice el
Eterno, como traen los
hijos de Israel la
ofrenda, en vaso puro, a
la Casa del Eterno.
Y también
de ellos tomaré algunos
para (servir a) los
sacerdotes y a los
levitas, dice el Eterno.
Porque así
como los nuevos cielos y
la nueva tierra que voy
a hacer, permanecerán
delante de Mí, dice el
Eterno, así también
permanecerá vuestra
posteridad y vuestro
nombre.
Y sucederá
que en cada luna nueva y
en cada sábado, vendrá
toda criatura para
postrarse ante Mí en el
Santuario, dice el
Eterno.
Estos
saldrán y mirarán los
cadáveres de los hombres
que se rebelaron contra
Mí; pues su gusano no
morirá, y su fuego
(infernal) no se
apagará; y serán objeto
de desprecio para toda
criatura.
Y sucederá
que en cada luna nueva y
en cada sábado, vendrá
toda criatura para
postrarse ante Mí en el
Santuario, dice el
Eterno.
Bendito
seas Tú, Eterno, Dios
nuestro y Rey del
Universo, fuerte de
todos los mundos, justo
en todas las
generaciones; Dios fiel,
que dice y obra, que
promete y cumple, cuyas
palabras son verdad y
justicia.
Fiel eres
Tú, Eterno, Dios
nuestro, y tus promesas
son merecedoras de fe;
ninguna de Tus palabras
dejará de cumplirse,
porque Tú eres Dios y
Rey fiel (y piadoso).
Bendito
seas Tú, Eterno, Dios
fiel en todas tus
palabras. -Amen
Ten piedad
de Sión, pues es el
hogar de nuestra vida, y
salva a esa ciudad
afligida de espíritu,
pronto y en nuestros
días.
Bendito
seas Tú, Eterno, que
alegras a Sión en sus
hijos.
Alégranos,
oh Eterno, Dios nuestro,
con la llegada de Elías,
tu profeta y servidor, y
con el reinado de David
tu ungido. Llegue pronto su advenimiento y
haga regocijar nuestros
corazones.
No
permitas que extraños se
sienten en su trono, ni
que otros hereden de su
gloria, pues por tu
santo nombre le juraste
que su luz jamás se
extinguirá.
Bendito
seas Tú, Eterno, Escudo
de David.
NOTAS EXPLICATORIAS:
Delante de vosotros
Estos tres primeros versículos
de la parashá, y más adelante el
de la Parashá de Nitzavim
(Deuteronomio 30, 19): "La
Torah, que es la fuente de la
misericordia, muestra al hombre
los dos caminos del bien y del
mal, pues resulta difícil
orientarse en el laberinto de
las sendas de este mundo. El
hombre habrá de vacilar siempre,
perplejo ante toda encrucijada;
uno de los caminos le parecerá
más fácil, despejado, ofreciendo
mayores garantías de seguridad.
Pero a medida que avance por él
se dará cuenta de que aumentan
las bifurcaciones y los
obstáculos, que aumenta la
oscuridad y que lleva al abismo.
Por el contrario, el otro
camino, aparentemente pleno de
dificultades, resulta al final
el más seguro y verdadero. Estos
son los dos caminos alegóricos,
que representan el bien y el
mal, delante de los cuales,
según la Agadá (leyenda), está
sentado un anciano de blanca
barba que previene al caminante:
Este camino que te parece de
rosas está lleno de espinas,
aquel otro espinoso, es el
verdadero y el mejor".Con esto,
la Torah nos quiere recalcar una
idea central: la convicción de
que los sacrificios materiales
no pueden de ninguna manera
equipararse con el ideal, y que
por lo contrario nada valen ante
el verdadero placer espiritual.
Quizá las Mitzvot exijan de
nosotros sacrificios y
resignación y nos impongan
deberes y obligaciones, pero
todo esto nos resultará pesado
sólo en el caso de que no exista
una convicción interna, una
verdadera fe. Si poseemos sin
embargo el por qué, el fin, si
estamos convencidos de estar
cumpliendo el mandato divino, no
importan los sacrificios ni las
penurias. *
Delante del
Eterno
En el primer versículo de este capítulo notamos una particularidad:
La expresión "tierra" está
repetida, pero una vez se emplea
la palabra áretz, y otra vez
adamá. Con áretz se refiere la
Torah a Eretz Yisrael, mientras
que adamá significa toda la
Tierra. La observancia de los
preceptos de la Torah excepto
algunos, no se limitan solamente
a Eretz Yisrael, sino que deben
ser universales. Los pueblos de
la antigüedad creían en dioses
nacionales; cada Estado poseía
su dios particular, y sólo en él
tenía jurisdicción y debían
cumplirse sus preceptos. El
monoteísmo judío, la concepción
de la Torah, se opone
completamente a esta idea. A la
pregunta: ¿dónde se encuentra el
Eterno? se responde: ¿dónde no
se encuentra?, y ésta es la idea
central de la Torah. "El es el
lugar del universo, mas no es el
Universo su lugar". Por lo
tanto, el concepto de un Dios
nacional es completamente
absurdo. *
La sangre no
comerás
La prohibición de comer sangre, repetida varias veces en la Torah,
basta para deshacer la calumnia
inventada por los enemigos de
Israel, respecto al mito del
crimen ritual de la Pascua.
Según el Shulján Aruj, el
israelita debe dejar la carne
cruda sumergida en agua medía
hora y después retirarla y
cubrirla con sal. Tras de quedar
así una hora, debe enjuagarla y
sólo entonces puede cocinarla;
esto con el fin de quitarle toda
la sangre. La sal, aparte de
eliminar la sangre, posee
propiedades antisépticas lo que
constituye una excelente medida
de higiene. *
El alma está
junto a la carne
Estas palabras hacen alusión a
la prohibición de quitar un
miembro a un animal que está
vivo. *
Queman para sus
dioses
El exégeta Rashí (versículo
50) destaca la razón por la cual
merecieron ser exterminadas las
naciones que habitaban en
Canaán, y añade que si los
israelitas llegaran a actuar de
la misma manera, merecerían
igual castigo. Los versículos 2,
5 y 31 muestran que la finalidad
era el exterminio de la
idolatría cananea, y no de los
pueblos mismos. Este detalle lo
vemos también en el libro del
Éxodo (capítulo 34, 11-16).
Innumerables veces se detiene la
Torah sobre este principal
precepto: el de extirpar
completamente la idolatría, en
todas las maneras y formas que
pudiera adquirir. Al penetrar
los judíos a Eretz Yisrael,
debían destruir todos los ídolos
e imágenes paganos, para que
éstos no influyeran sobre el
pueblo que trataba de instaurar
un Estado sobre un nuevo
concepto del monoteísmo y ética
de la Torah. *
Predicó
perversión
Se reconocía al falso profeta de la siguiente manera: si anunciaba
alguna cosa en nombre del Eterno
y ésta no se realizaba (capítulo
19, 22); o si, aunque se
realizase, él ordenara después
servir a dioses ajenos, ya que
la misión de un profeta era
instaurar la verdad y la
justicia, la regeneración de la
raza humana por medio del
monoteísmo. El profeta a quien
el israelita debe obedecer es
aquél que está lleno de virtud,
de ciencia y neutralidad, que
tiene la facultad de discernir
entre la justicia y la
injusticia; que eleva su voz y
amonesta sin temor, y tiene como
razón de su existencia la
redención de la humanidad. *
Ciertamente
golpearás
La Ley que ordena exterminar a los pueblos de Canaán, por la razón
que dijimos, ordena igualmente
aniquilar a la gente y a las
ciudades israelitas que
adoptaren el culto de la
idolatría: "Cuando oyeres que de
alguna de tus ciudades... han
salido hombres perversos y han
descarriado a los habitantes de
su ciudad, diciendo: "vamos y
sirvamos a otros dioses que no
conocíais"... ciertamente
herirás a los habitantes de
aquella ciudad a filo de espada,
destruyéndola completamente con
todo lo que hubiere en ella"
(versículos 15-17). Todo ello a
causa de las razones que dijimos
en el comentario anterior. *
Que fuere
abominable
Existen diversas opiniones en lo que se refiere a la prohibición de
comer ciertos animales, aves,
peces, etc. citados en este
capítulo. Maimónides dice que se
trata principalmente de higiene
alimenticia. También la ciencia
moderna corrobora generalmente
esta razón, afirmando que los
únicos animales comestibles para
la higiene de nuestro cuerpo son
aquéllos que el Pentateuco
señala. El cerdo, por ejemplo,
posee en su interior gérmenes
(triquina) y parásitos nocivos
para la persona. Pero muchos
comentaristas señalan otro
principio: la influencia moral,
ya que existe un influjo de lo
físico sobre lo moral, y la
causa de la prohibición es este
influjo. Así como ciertas
enfermedades causan
perturbaciones físicas, la
ingestión de los animales
prohibidos causan efectos
negativos sobre las facultades
morales de la persona.La gran
importancia que la Torah
atribuye a esta prohibición, y
el lugar que le otorga en medio
de las más sagradas leyes
religiosas y morales del
judaísmo, es una prueba de que
no se trata simplemente de
higiene alimenticia, sino de una
pureza interior cuyo sentido
escapa a la inteligencia humana,
y que solamente Dios, sabedor de
los misterios de la formación de
nuestro cuerpo y alma, puede
apreciar. Llegamos a esta
conclusión por los términos
empleados en la Torah: "...Y no
contaminéis vuestras almas por
causa de los animales o de las
aves, o de todo lo que se
arrastra sobre la tierra; cosas
que aparté de vosotros por
tenerlas como impuras".
(Levítico 20, 25). *
El Sheshuá
Era un animal que tenía dos corcovas y dos columnas vertebrales. *
Todo insecto
alado
Ver en Levítico 11, 22, los insectos alados que pueden comerse. *
Cada tercer año
Si no separó los diezmos del primer y del segundo año de la shemitá
en su tiempo, debía hacerlo en
el tercer año. *
El levita
Para recibir el primer diezmo que le pertenecía por ley, según
Números 18, 21. *
El peregrino, y
el huerfano y la viuda
Con el fin de recibir el diezmo del pobre, que debía ser suficiente
para sus necesidades
alimenticias. Sólo haciendo
partícipes a los otros de sus
bienes, es como puede merecer la
persona la bendición de Dios en
toda obra de sus manos.*
El año Sabático
Todo año séptimo desde la fecha de la creación del mundo, es un año
sabático (shemitá). En él estaba
prohibido todo trabajo del
campo, como arar, sembrar, etc.
para que la tierra descansase
según el mandamiento de la
Torah. En el primer y segundo
año de la shemitá, el israelita
debía separar, de lo que
producía la tierra, el primer
diezmo (maaser rishón),
destinado al levita, y el
segundo (maaser shení) para sí
mismo, comiéndolo en Jerusalem.
Así hacía también en el cuarto y
quinto año. Pero en el tercero y
en el sexto año de la shemitá
separaba el primer diezmo y el
diezmo del pobre (maaser aní)
destinado a los desposeídos,
peregrinos, huérfanos y
viudas. *
En poder de tu
hermano lo dejarás
El año sabático anulaba las
deudas contraídas verbalmente o
por escrito. Aquellas para las
que se entregaba alguna prenda o
algún terreno como garantía, no
quedaba anuladas. En opinión de
la mayoría de nuestros rabinos,
esta ley debe seguir y sigue aún
hoy en vigor, y los israelitas
ortodoxos practican los
préstamos por medio del prozbol,
instituído por el sabio Hilel a
fin de poder cobrarlos aunque
pasen el año sabático. De
acuerdo con el prozbol, se
procede así: el acreedor va ante
tres entendidos de la Ley de
Moisés, constituidos en tribunal
religioso, y les dice: "Declaro
ante vosotros que el préstamo
que hice a Fulano podrá cobrarlo
cuando quiera" (aún después del
año sabático). Y ellos escriben
lo siguiente: "En presencia de
nosotros tres, constituidos en
tribunal religioso, declaramos
unánimemente que vino Fulano
como acreedor y nos hizo la
declaración escrita arriba".
Firman entonces como jueces y
como testigos. Hay opiniones de
que el prozbol puede hacerse
también verbalmente ante tres
testigos. *
Con tu sierva
harás del mismo modo
Se refiere a lo que está escrito en el versículo 14, puesto que no
se agujereaba la oveja de la
sierva. *
Celebrarás la
Pascua
Además del cordero pascual, que podía ser igualmente un cabrito, se
hacían otros sacrificios de
ganado como ofrendas festivas,
llamadas Korbán Jaguigá. Desde
el comienzo del capítulo 16
hasta el versículo 17, la Toráh
trata de las tres fiestas
denominadas shalosh regalim (las
tres fiestas de peregrinaje).
Cuando existía el Templo en
Jerusalem, todo varón debía
acudir durante estas tres
fiestas a él, para agradecer a
Dios los frutos que había
recogido; no debía ir con las
manos vacías (ver versículos
16-17). Aunque el significado de
Pésaj, Shavuot y Sucot tenían
relación con la tierra, estas
fiestas se convertían
respectivamente en fiesta de la
libertad, fiesta de la
promulgación de la Ley y fiesta
de la travesía del desierto.
Cada una tiene relación directa
con las otras dos. Pésaj es la
salida de Egipto, la liberación;
Shavuot, es la constitución
moral y espiritual de Israel; y
Sucot, su constitución civil y
territorial. Las tres son
fiestas de alegría y épocas de
regocijo (moadim lesimjá),
porque nos sitúan en presencia
de Dios, de la naturaleza y de
nuestra milagrosa historia. *
El proselito, el
huerfano y la viuda
La Parashá de Reé habla varias
veces (ver capítulo 15, 7-11) de
uno de los más sagrados deberes
sociales: el de socorrer al
necesitado. Esto se considera
como una de las primordiales
virtudes humanas; es un
mandamiento positivo del
judaísmo. Todo hombre, aún aquél
que se mantiene de limosna,
tiene obligación de practicar la
caridad. Se socorre a todo el
que extiende la mano, aún a los
idólatras. Las mujeres son más
tímidas y débiles que los
hombres, por lo que hay que
ayudarlas primero. Los parientes
pobres tienen prioridad sobre
los extraños. Según el Talmud,
tanto la riqueza como la pobreza
vienen de Dios, a fin de probar
a las personas; al rico, para
que emplee dignamente su dinero,
y al pobre para que siga el
camino recto a pesar de las
tentaciones. El rey Salomón
dijo: "No me des pobreza ni
riqueza; dame el pan que me sea
necesario, no sea que me harte y
te niegue y diga: ¿quién es el
Eterno? O no sea que siendo
pobre, hurte y blasfeme el
nombre de Dios" (Proverbios 30,
8-9).
Comentarios a la Haftará Isaías
54:11 - 55:5
En ésta, la tercera Haftará de
las "siete de consolación", el
profeta Isaías describe una
época futura en la cual será
sabido que Hashem ha glorificado
a Israel, y el pueblo irá tras
el descendiente de David que ha
de conducir a Israel.
En esta evocación lírica de la
Era Mesiánica, el profeta habla
de un mundo en que la protección
provendrá abiertamente de
Hashem, y en el que los que Lo
escuchen serán satisfechos con
abundancia, y en el que no
bastará únicamente con los
esfuerzos materiales.
Comentarios sobre las Canciones
que cantamos en la mesa de
Shabat a través de las
generaciones.
Kol Mekadesh
"Todo aquel que Guarda
Shabat..."
Hamaajarim latzet min hashabat
umemaharim lavó.
"Los que retrasan la salida del
Shabat y se apresuran a entrar."
¿Cómo es que uno puede retrasar
la salida antes de apresurarse a
entrar?
Esto puede ser una referencia a
la inmersion mental y emocional
del judío en la santidad del
Shabat. El que observa el Shabat
debería estar tan envuelto,
'conectado', en la experiencia
santa del dia que si hay un
lapso momentario en su conección
él se apresura en reestablecer
contacto.
Es por esto que cantamos la
alabanza de judíos que odian
dejar esta conección total con
el Shabat -"los que retrasan la
salida"- y por consiguiente "se
apresuran a entrar" por medio de
'conectarse' de nuevo lo más
pronto posible.
Escrito y Recopilado por: Rabino
Yaakov Asher Sinclair de
la Organización Ohr Somayach de
Israel y Monsey. Editado por el
Maestro y Periodista Eliyahu
SEA PARTE DE ESTE PROYECTO JUDEO-HISPANO
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Editado por Miembros de
la Organización Shalom
Haverim bajo la
dirección del Periodista
Eliyahu BaYona, en
Monsey, New York
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