Lectura Mediante Robot - BERESHIT 28:10
al 32:3 y Hoshea
12:13 al 14:10
Por Eliyahu BaYona Ben Yossef,
Director Shalom Haverim Org. New
York
Aliyot es el plural hebreo de
Aliá o Aliyá que significa
"subir". Cada vez que una
persona - Olé- sube a la Bimá
debe recitar la Braja
-Bendicion- antes de comenzar el
Baal Koréh -בעל קורא -
la Lectura y al cerrar la misma.
Esto se hace cada vez que el
Baal Koréh lee la Porción
-Parashá- correspondiente.
El Maftir es la última persona
que se llama a la Bimá y es
invitada a leer la porción de la
Haftará -Profetas-
Esta es la Brajá
de la Lectura de la Toráh:
Barejú et
Adonai hamevoraj. |
Baruj Adonay
hamevoraj le'olam va'ed. |
Baruj atáh
Adonay Eloheynu melej
ha'olam, asher bajar
banu mikol-ha'amim,
venatan lanu et-torato. |
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Mas aquél con quien halles tus dioses,
que no viva. |
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LECTURA DE LA HAFTARÁ Hosheah
- Oseas 12:13 - 14:10
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Baruj atáh
Adonay jabóker batoráh
uveMoshé avdó
uveYisra'el amó
uvinvi'ey ja'emet
vatsédek. |
|
Vayivraj Ya'akov sedeh
Aram vaya'avod Yisra'el
be'ishah uve'ishah
shamar. |
Uvenavi he'elah Adonay
et-Yisra'el miMitsrayim
uvenavi nishmar. |
Hij'is Efrayim tamrurim
vedamav alav yitosh
vejerpato yashiv lo
Adonav |
Kedaber Efrayim retet
nasa hu beYisra'el
vayesham baba'al
vayamot. |
Ve'atah yosifu lajato
vaya'asu lahem masejah
mikaspam kitevunam
atsabim ma'aseh jarashim
kuloh lahem hem omrim
zovjey adam agalim
yishakun. |
Lajen yihyu
ka'anan-boker vejatal
mashkim holej kemots
yeso'er migoren
uje'ashan me'arubah. |
Ve'anoji Adonay Eloheyja
me'erets Mitsrayim
ve'Elohim zulati lo teda
umoshia ayin bilti. |
Ani yedatija bamidbar
be'erets tal'uvot. |
Kemar'itam vayisba'u
save'u vayarom libam
al-ken shejejuni. |
Va'ehi lahem kemo-shajal
kenamer al-derej Ashur. |
Efgeshem kedov shakul
ve'ekra segor libam
ve'ojlem sham kelavi
jayat hasadeh tevake'em. |
Shijetja Yisra'el ki-vi
ve'ezreja. |
Ehi malkeja efo
veyoshi'aja bejol-areyja
veshofteyja asher amarta
tnah-li melej vesarim. |
Eten leja melej be'api
ve'ekaj be'evrati. |
Tsarur avon Efrayim
tsefunah jatato. |
Jevley yoledah yavo'u lo
hu-ven lo jajam ki-et
lo-ya'amod bemishbar
banim. |
Miyad she'ol efdem
mimavet eg'alem ehi
devareyja mavet ehi
kotovja she'ol nojam
yisater me'eynay. |
Ki hu beyn ajim yafri
yavo kadim ruaj Adonay
mimidbar oleh veyevosh
mekoro veyejerav mayano
hu yishse otsar kol-kli
jemedah. |
Tesham Shomeron ki
martah be'eloheyha
bajerev yipolu oleleyhem
yerutashu vehari'otav
yevuka'u. |
Shuvah Yisra'el ad
Adonay Eloheyja ki
jashalta ba'avoneja. |
Kju imajem devarim
veshuvu el-Adonay imeru
elav kol-tisa avon
vekaj-tov uneshalmah
farim sfateynu. |
Ashur lo yoshi'enu
al-sus lo nirkav
velo-nomar od Eloheynu
lema'aseh yadeynu
asher-beja yerujam
yatom. |
Erpa meshuvatam ohavem
nedavah ki shav api
mimenu. |
Eheyeh jatal le-Yisra'el
yifraj kashoshanah veyaj
shorashav kaLevanon. |
Yelju yonekotav vyhi
jazayit hodo vere'aj lo
kaLevanon. |
Yashuvu yoshvey veTsiloh
yejayu dagan veyifreju
jagafen zijro keyeyn
Levanon. |
Efrayim mah-li od
la'atsabim ani aniti
va'ashurenu ani kivrosh
ra'anan mimeni perija
nimtsa. |
Mi jajam veyaven eleh
navon veyeda'em
ki-yesharim darjey
Adonay vetsadikim yelju
vam ufosh'im yikashlu
vam. |
|
Ne'eman, atah ju Adonay Eloheynu,
vene'emanim devareyja,
vedavar ejad midvareyja
ajor lo-yashuv reykam,
ki El melej ne'eman
verajaman atah. |
Baruj atáh Adonay, ha'El jane'eman
bekol-devarav. -Amen |
Rajem al-Tsiyon, ki ji beyt jayeynu, vel'aluvat nefesh toshia
bimjeraj veyameynu. |
Baruj atáh Adonay, mesame'aj Tsiyon bevaneyj. |
Samejenu, Adonay Eloheynu, be'Eliyahu janavi avdeja, uvmaljut
beyt David meshijeja.
Bimjeraj yavo veyagel
libenu, |
al kis'o lo yeshev zar, velo yinjalu od ajerim et kevodo, ki
veshem kodsheja nishbata
lo, shelo yicbej nero
le'olam va'ed. |
Baruj atáh Adonay, magén David. |
EN ESPAÑOL
Bereshit - Génesis- Capítulo 28: 10 al
32:3
¡Bendecid al Eterno, el Bendito! |
Bendito es el Eterno, el Bendito para
siempre. |
Bendito seas Tu, oh Eterno nuestro Dios,
Rey del universo que nos
elegiste entre todos los
pueblos y nos diste Tu
Toráh, Bendito seas, oh
Eterno, que nos
concediste la Toráh. |
Bendito seas, oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. AMEN |
|
Y se encontró en un lugar, y pasó la
noche allí, porque se
había puesto el sol. Y
tomó de las piedras del
lugar y se las puso por cabecera, y
se acostó en aquel
lugar. |
Y soñó; y he aquí una escalera que estaba
apoyada en la tierra; y
su extremo superior
llegaba al cielo; y he
aquí que los ángeles de
Dios subían y bajaban
por ella; |
y he aquí que el Eterno estaba a su lado,
y di]o: Yo soy el
Eterno, Dios de Abraham,
tu padre, y Dios de
Isaac; la tierra sobre
la cual estás acostado,
te la daré a ti y a tu
descendencia. |
Y será tu descendencia como el polvo de
la tierra; y te
extenderás hacia el
occidente, y hacia el
oriente, y hacia el
norte, y hacia el sur; y
en ti y en tu
descendencia se
bendecirán todas las
familias de la tierra. |
Y he aquí que Yo estoy contigo, y te
guardaré dondequiera que
anduvieres, y te haré
volver a esta tierra;
porque no te abandonaré
hasta que haya cumplido
lo que te he hablado. |
Y despertó Jacob de su sueño, y dijo :
¡Ciertamente el Eterno
está en este lugar, y yo
no lo sabía! |
Y temió, y dijo: ¡Cuán pavoroso es este
lugar! No es esto otra
cosa sino la casa de
Dios, y ésta es la puerta
del cielo. |
Y se levantó Jacob por la mañana muy
temprano y tomó la
piedra que se había
puesto por cabecera, y
la alzó por monumento (conmemorativo),
y derramó aceite sobre
la parte superior. |
Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-EI,
aunque Luz era el nombre
de la ciudad
anteriormente. |
Y Jacob hizo una promesa, diciendo: Si
estuviere Dios conmigo y
me guardare en este
camino en que ando, y me
diere pan para comer y
ropa para vestir, |
y si volviere en paz a la casa de mi
padre, y el Eterno fuere
Dios para mí, |
entonces esta piedra que he alzado por
monumento
(conmemorativo) será la
casa de Dios; y de todo
lo que me dieres, la
décima parte separaré
para Ti. |
|
y miró, y he aquí un pozo en el campo, y
allí tres rebaños de
ovejas que yacían junto
a él, pues de aquel pozo
abrevaban los rebaños; y
una piedra grande estaba
sobre la boca del pozo. |
Y allí se reunían todos los rebaños; y
hacían rodar la piedra
de encima de la boca del
pozo y abrevaban las
ovejas, y volvían la
piedra sobre la boca del
pozo, a su lugar. |
Y les dijo Jacob: Hermanos míos ¿de dónde
sois? Y ellos
contestaron: De Jaran
somos nosotros. |
Y les dijo: ¿Conocéis a Laván, hijo de
Najor? Y
respondieron: Le
conocemos. |
Y les dijo: ¿La paz está con él? Y
dijeron: Sí, está en
paz. Y he aquí que
Raquel, su hija, venía
con las ovejas. |
Y él dijo: He aquí que aún queda mucho
del día; no es tiempo de
que sea recogido el
ganado; abrevad las
ovejas e id y
apacentadlas. |
Y ellos dijeron: No podemos hasta que se
Junten todos los rebaños
y hagan rodar la piedra
de encima de la boca del
pozo, para que abrevemos
el ganado. |
Todavía estaba él hablando con ellos
cuando Raquel llegó con
las ovejas de su padre,
pues ella era pastora. |
Y sucedió que como viese Jacob a Raquel,
hija de Laván, el
hermano de su madre, y a
las ovejas de Laván,
hermano de su madre, se
aproximó Jacob e hizo
rodar la piedra de sobre
la boca del pozo, y
abrevó a las ovejas de
Laván, hermano de su
madre. |
Y besó Jacob a Raquel; y
alzó su voz y lloró. |
Y anunció Jacob a Raquel que era hermano
(pariente) de su
padre, y que era hijo de Rebeca. Entonces ella corrió y lo contó a su
padre. |
Y aconteció que cuando Laván oyó la
fama de Jacob, hijo de su hermana, corrió a
su encuentro y le abrazó
y le beso, y le trajo a
su casa; y él contó a
Laván todas estas
cosas. |
Y Laván le dijo:
¡Ciertamente mi hueso y
mi carne eres! Y estuvo
con él por espacio de un
mes. |
Entonces dijo Laván a Jacob: ¿Acaso
porque eres mi hermano me
servirás de balde? Declárame cual ha de ser tu salario. |
Laván tenía dos hijas: el nombre de la
mayor era Leá, y el
nombre de la menor,
Raquel. |
Y los ojos de Leá eran lacrimosos, mas
Raquel era de bella
figura y de hermoso
semblante. |
|
A lo cual respondió Laván: Mejor es que
te la dé a ti y no la dé
a otro; quédate conmigo. |
Y Jacob sirvió por Raquel siete años, y
fueron a sus ojos como
unos días, por el amor
que le tenía. |
Y dijo Jacob a Laván: Dame mi mujer, que
se han cumplido mis
días, y me llegaré a
ella. |
Y juntó Laván a todos los hombres del
lugar, e hizo un
banquete. |
Mas aconteció que por la noche tomó a
Leá, su hija, y se la
trajo; y él se llegó a
ella. |
Y dio Laván a ella su sierva Zilpá; a
Leá, su hija, por
sierva. |
Y aconteció que por la mañana (se dio
cuenta), y he aquí que
era Leá. Y él le dijo a
Laván: ¿Qué es esto que
me has hecho?
Ciertamente serví
contigo por Raquel. ¿Y
por qué me has engañado? |
Y respondió Lavan: No se hace así en
nuestro lugar, dar la
menor antes que la
mayor. |
Cumple esta semana y te daremos también a
ella (Raquel), por el
servicio que harás
todavía conmigo siete
años más. |
Y Jacob lo hizo así, y cumplió esta
semana, y él le dio a
Raquel, su hija, por
mujer. |
Y dio Laván, a su hija Raquel, a Bilhá,
su sierva, por sierva
suya. |
Y él se llegó a Raquel también; y también
amé a Raquel mas que a
Leá; y sirvió aún con él
otros siete años. |
Y viendo el Eterno que Leá era
despreciada, abrió su
matriz, mas Raquel era
estéril. |
Y concibió Leá y parió un hijo; y ella llamó
su nombre Rubén
(Reuvén), pues dijo: Porque el Eterno ha visto mi
aflicción. Por tanto, ahora me amará mi marido. |
Y concibió. otra vez y parió un hijo, y
dijo: Por cuanto el
Eterno oyó que yo era
despreciada, me ha dado
éste también; y lo llamó
Simón (Shimón). |
Y concibió otra vez y parió un hijo, y
dijo: Esta vez se unirá
mi marido conmigo,
porque le he parido tres
hijos. Y por tanto
él lo llamó Leví. |
Y volvió a concebir y parió un hijo, y
dijo: Esta vez
agradeceré al Eterno.
Por tanto ella le puso
el nombre de Judá
(Yehudá); |
Y vio Raquel que no paría hijos a Jacob,
y se enceló Raquel de su
hermana, y dijo a Jacob:
Dame hijos, que si no, soy
muerta. |
Y se encendió la ira de Jacob contra
Raquel, y dijo: ¿Estoy
yo acaso en lugar de
Dios, que te negó el
fruto de (tu) vientre? |
Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilhá;
llégate a ella y que dé
a luz sobre mis
rodillas; y así yo
también tendré hijos a
través de ella. |
Y ella le dio pues a Bilhá, su sierva,
por mujer; y se llegó a
ella Jacob. |
Y concibió Bilhá, y parió a Jacob un
hijo. |
Y dijo Raquel: Me ha hecho justicia Dios,
y también ha oído mi
voz, y me dio un hijo. Por lo tanto llamó su nombre Dan. |
Y Bilhá, sierva de Raquel, concibió otra
vez y parió un segundo
hijo a Jacob. |
Y dijo Raquel: Con gran persistencia
insistí con Dios (para
igualarme) con mi
hermana, y también lo
conseguí. Y llamó su
nombre Naftalí. |
Y vio Leá que había dejado de parir, y
tomó a Zilpá, su sierva,
y la dio a Jacob por
mujer. |
Y parió Zilpá, sierva de Leá, un hijo a
Jacob. |
Y dijo Lea: ¡Llegó la ventura! Y llamó su
nombre Gad. |
Y parió Zilpá, sierva de Leá, un segundo
hijo a Jacob. |
Y dijo Leá: Para mi dicha, porque me
consideraron dichosa las
doncellas. Por tanto llamó su nombre Asher. |
|
Mas ella le respondió: ¿Es poco el
haberte tú llevado a mi
marido, que quieres
llevarte también las
mandrágoras de mi hijo?
Y dijo Raquel: Por esto
se acostará contigo esta
noche, a trueque de las
mandrágoras de tu hijo. |
Y volvió Jacob del campo por la tarde, y
salió Leá a su encuentro
y le dijo: A mí vendrás;
que ciertamente te
alquilé por las
mandrágoras de mi hijo. Y se acostó con ella aquella noche. |
Y oyó Dios a Leá, y concibió y parió a
Jacob un quinto hijo. |
Y dijo Leá: Me ha dado Dios mi
recompensa, porque di mi
sierva a mi marido; y
llamó su nombre Isajar
(Yissajar). |
Y Leá concibió otra vez, y parió un sexto
hijo a Jacob. |
Y dijo Leá: Dios me ha dado una buena
suerte; esta vez
habitará conmigo mi
marido, ya que le he
parido seis hijos; y
llamó su nombre Zebulón
(Zevulún). |
Y después parió una hija, y llamó su
nombre Diná. |
Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios
y abrió su matriz; |
y concibió y parió un hijo, y dijo: ¡Ha
quitado Dios mi oprobio! |
Y llamó su nombre José (Yosef), diciendo:
¡que añada el Eterno
para mí otro hijo! |
Y aconteció que cuando Raquel hubo parido
a José, Jacob dijo a
Laván: Despídeme e iré a
mi lugar y a mi tierra. |
Dame mis mujeres y mis hijos, por quienes
te he servido, y me iré;
pues tú sabes el
servicio con que te he
servido. |
Mas Laván le respondió: ¡Que yo halle,
por favor, gracia a tus
ojos, pues he, adivinado
que el Eterno me ha bendecido
por tu causa! |
|
Y él contestó: Tú sabes como te he
servido, y lo que ha
venido a ser tu ganado
conmigo; |
porque lo poco que tenías antes de mi
venida, ha crecido
grandemente, pues te ha
bendecido el Eterno por
mi causa; y ahora
¿cuándo he de trabajar
también para
mi casa? |
Y le dijo: ¿Qué te he de dar? Y respondió
Jacob: No me des nada,
mas si me concedieres
esta cosa, volveré a
apacentar y a cuidar tu
ganado. |
Pasaré por todos tus rebaños hoy, y tú
aparta de ellos toda
oveja salpicada y
manchada, y toda oveja
morena entre los
corderos, y la manchada
y salpicada entre las
cabras, y de éstas será
mi salario. |
Y mi justicia (integridad) responderá por
mí el día de mañana,
cuando vinieres para
revisar mi salario, que
tendrás delante de ti;
todo lo que no sea
salpicado y manchado
entre las cabras, y
moreno entre los
corderos, téngase por
robado por mí. |
Y dijo Laván: ¡Convenido. Ojalá sea
conforme a tu dicho. |
Y apartó aquel mismo día los machos
cabríos listados y
manchados, y todas las
cabras salpicadas y
manchadas; todo (animal)
que tenía algo de blanco
en él, y todo lo moreno
entre los corderos, y
los entrego en manos de
sus hijos. |
E interpuso una distancia de tres días
entre él y Jacob; y
Jacob apacentaba el
resto del rebaño de
Laván. |
Y Jacob tomó para sí varas de álamo
blanco y fresco, y de
avellano y de castaño, y
descortezó en ellas
listas blancas, haciendo
descubrir lo blanco que
había en las varas; |
y puso las varas que había descortezado
en las pilas delante del
ganado, en los
abrevaderos del agua
donde solían las ovejas
venir a beber; y ellas
se ponían en celo cuando
venían a beber. |
De suerte que se ponían en celo las
ovejas delante de las
varas, y parían las
ovejas crías listadas,
salpicadas y manchadas. |
Y estos corderos los apartaba Jacob, y
dirigió la vista del
ganado de Laván hacia lo
listado y todo lo moreno
de entre el rebaño de
Laván, y ponía los
rebaños de él aparte, y
no los ponía con el
ganado de Laván. |
Y era así que cada vez que andaba en celo
el ganado robusto, puso
Jacob las varas delante
de los ojos del ganado
en las pilas, para
hacerlo poner en celo
entre las varas. |
Mas siempre que era débil el ganado, no
las ponía; con lo cual
vino a ser lo débil para
Laván, y lo robusto para
Jacob. |
Y (de este modo), el hombre (Jacob),
medró de manera
extraordinaria, y tuvo
muchos rebaños, y
siervas, y siervos, y
camellos y asnos. |
Y oyó las palabras de los hijos de Laván,
que decían: Jacob ha
tomado todo lo que era
de nuestro padre, y de
lo que es de nuestro
padre se ha hecho toda
esta honra (fortuna). |
Y vio Jacob el rostro de Laván, y he aquí
que no era para con él
como ayer y anteayer
(antes). |
Y habló el Eterno a Jacob: Vuelve a la
tierra de tus padres, y
a tu parentela, y Yo
estaré contigo. |
Y envió Jacob a llamar a Raquel y a Leá al
campo donde
tenía su rebaño, |
y les dijo: Estoy viendo por el rostro de
vuestro padre que él no
es conmigo como ayer y
anteayer; mas el Dios de
mi padre ha estado
conmigo. |
Y vosotras sabéis que con toda mi fuerza
he servido a vuestro
padre; |
mas vuestro padre se ha burlado de mí, y
ha cambiado mi salario
diez veces; pero no le
dejó Dios hacerme mal. |
Si él decía así: Los salpicados serán tu
salario, entonces parían
todas las ovejas (crías)
salpicadas. Y si decía
así: Los listados serán
tu salario, entonces
todas las ovejas parían
(crías) listadas. |
De suerte que Dios ha quitado el ganado
de vuestro padre y me lo
ha dado a mí. |
Y sucedió que al tiempo que andaba en
celo el ganado, alcé mis
ojos y vi en sueños que,
he aquí, los machos que
cubrían a las ovejas
eran listados,
salpicados y manchados. |
Y me dijo el ángel de Dios en sueños:
¡Jacob!, y yo dije: Heme
aquí. |
Y dijo él: Alza, por favor, tus ojos, y
ve que todos los machos
que cubren a las ovejas
son listados, salpicados
y manchados; porque he
visto todo lo que Laván
te está haciendo. |
Yo soy el Dios de Bet-El, donde ungiste
el monumento, y donde me
hiciste voto. Ahora
levántate, sal de esta
tierra y vuelve a la
tierra de tu nacimiento. |
Y respondieron Raquel y Leá, y le
dijeron: ¿Acaso nos
queda todavía a nosotras
parte ni herencia en la
casa de nuestro padre? |
Ciertamente extrañas fuimos consideradas
por él, porque nos
vendió y se ha comido por completo nuestra
plata. |
De manera que toda la riqueza que ha
quitado Dios a nuestro
padre, de nosotras es y
de nuestros hijos.
Ahora, pues, haz todo lo
que te ha dicho Dios. |
|
y condujo a todo su ganado y toda su
hacienda que había
adquirido, los bienes de
su ganancia que había
adquirido en Pad dán
Aram, para volver con
Isaac, su padre, a la
tierra de Canaán. |
Mas Laván había ido a esquilar su rebaño,
y Raquel hurtó los
ídolos que tenía su
padre. |
Y Jacob robó el corazón (engañó) a Laván
el arameo; pues no le
avisó que huía. |
Y huyó él con todo lo que era suyo; se
levantó y pasó el río, y
se dirigió hacia la
montaña de Guilad. |
Y fue avisado a Laván al tercer día, que
había huído Jacob. |
éste tomó a sus hermanos (parientes)
consigo, y siguió tras
de él a distancia de
siete días, y lo alcanzó
en la montaña de Guilad. |
Y vino Dios a Laván el arameo en el sueño
de la noche, y le dijo:
¡Guárdate de hablar
con Jacob bien ni mal! |
Alcanzó pues Laván a Jacob, y Jacob había
fijado su tienda en el
monte, y Laván fijó la
suya, con sus parientes,
en el monte de Guilad. |
Y dijo Lavan a Jacob: ¿Qué has hecho que
has robado mi corazón, y
te has llevado a mis
hijas como cautivas de
espada (guerra)? |
¿Por qué te escondiste para huir y me
robaste (engañaste), y
no me lo avisaste para
que te despidiese con
alegría y con cánticos,
con pandero y con arpa? |
¿Y ni siquiera me dejaste besar a mis
hijos (nietos) y a mis
hijas? Ahora, pues, actuaste como un necio. |
Tengo poder en mis manos para haceros
mal; pero el Dios de
vuestro padre me habló
ayer en la noche,
diciendo: "¡Guárdate de
hablar con Jacob bien ni
mal! " |
Y ahora que te fuiste por lo mucho que
anhelabas la casa de tu
padre ¿por qué hurtaste
mis dioses? |
Y respondió Jacob y dijo a Laván: Porque
tuve miedo; pues pensaba
que tú me quitarías por
fuerza a tus hijas. |
Delante de nuestros hermanos reconoce qué
tengo de lo tuyo y
llévatelo. Pues Jacob no sabía que Raquel los había hurtado. |
Y entró Laván en la tienda de Jacob, y en
la tienda de Leá, y en
la tienda de las dos
siervas, mas no los
halló; y saliendo de la
tienda de Leá, entró en
la tienda de Raquel. |
Mas Raquel había tomado
los ídolos y los había metido en una albarda del
camello, y se había
sentado encima de ellos.
Laván pues tentó toda la
tienda, mas no los
halló. |
Y ella dijo a su padre: No se enoje mi
señor de que no pueda
levantarme delante de
ti, porque estoy con la
costumbre de las
mujeres. Y él buscó,
mas no halló los ídolos. |
Y se encolerizó Jacob y riñó con Laván; y
tomó Jacob la palabra y
dijo a Laván: ¿Cuál es
mi delito y cuál es mi
pecado, para que me
persiguieses, |
para que palpases todos mis objetos? ¿Qué
has hallado de todos
los objetos
de tu casa? Ponlos aquí ante mis hermanos y tus
hermanos (gente), y
juzguen ellos entre
nosotros dos. |
Estos veinte años que he estado contigo,
tus ovejas y tus cabras
no han quedado sin cría,
y los carneros de tus
rebaños no me los he
comido. |
Lo despedazado por fieras no lo traje a
ti; yo llevé la culpa;
de mi mano lo exigías,
ya fuese hurtado de día,
ya hurtado de noche. |
Donde estaba yo de día me consumía el
calor, y de noche la
helada, y el sueño huía
de mis ojos. |
Hace veinte años que estoy en tu casa; te
serví catorce por tus
dos hijas, y seis años
por tu ganado; y tú has
cambiado mi salario diez
veces. |
Si no hubiese estado conmigo el Dios de
mi padre, el Dios de
Abraham y el temor
(Dios) de Isaac, me
habrías ahora enviado
con las magos vacías.
Dios ha visto mi
aflicción y la fatiga de
mis manos, y El te
reprendió anoche. |
|
Ahora bien, ven, hagamos un pacto yo y
tú, y que sea de
testimonio entre mí y
entre ti. |
Y tomó Jacob una piedra y la levantó como
monumento. |
Y dijo Jacob a sus hermanos (gente):
Recoged piedras. Tomaron
pues piedras e hicieron
un montón, y comieron
allí sobre el montón. |
Y lo llamó Laván
Yegar-Sahadutá, mas Jacob lo llamó Gal-Ed. |
Y dijo Laván: Este montón sea testimonio
entre mí y entre ti,
hoy. Por tanto llamó su nombre Gal-Ed |
y al lugar Mitzpá (atalaya); lo llamó así
porque dijo: Vigile el
Eterno entre mi y entre
ti, cuando nos hayamos
ocultado el uno del
otro; |
si oprimieras a mis hijas o si tomares
otras mujeres además de
mis hijas, nadie está
con nosotros, (pero)
mira, Dios es testigo
entre mí y entre ti. |
Dijo (más) Laván a Jacob: He aquí este
montón y he aquí este
monumento que he
levantado entre mí y
entre ti; |
sea testimonio este montón y testimonio
este monumento, de que
yo no pasaré este montón
hacia ti, y de que tú no
pasarás este montón y
este monumento hacia mí,
para mal. |
¡El Dios de Abraham y los dioses de Najor
juzguen entre nosotros!
-los dioses del padre de
ellos-. Y juró Jacob por
el temor (Dios) de su
padre Isaac. |
Y ofreció Jacob sacrificio en el monte, y
llamó a sus parientes
para que comiesen pan. Y
comieron pan, y pasaron
la noche en el monte. |
|
Mas Jacob siguió su
camino, y se encontraron con él ángeles de Dios. |
Y dijo Jacob al verlos: Campamento de
Dios es éste; y llamó
aquel lugar Majanáyim
(lugar de dos
campamentos). |
|
Bendito seas Tu oh Eterno nuestro Dios,
Rey del Universo que nos
diste (Tu Torah), la
Toráh de la Verdad, e
implantaste en nosotros
la Vida Eterna. |
Bendito seas, oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. (TODOS DICEN AMEN) |
LECTURA DE LA
HAFTARÁ
Hosheah - Oseas 12:13 - 14:10
Bendito seas
Tú, Eterno Dios nuestro
y Rey del Universo, que
escogiste buenos
profetas y te
complaciste en sus
palabras, que fueron
enunciadas con verdad. |
Bendito seas
Tú, Eterno, que
escogiste la Torah, a
Moisés Tu siervo, a Tu
pueblo Israel y a
profetas de la verdad y
y de la rectitud. |
|
Mas Jacob huyó del país
de Aram, e Israel se
hizo siervo por una
mujer (Raquel), y por
una mujer guardó ovejas. |
También por un profeta
hizo subir el Eterno a
Israel de Egipto, y por
un profeta fue
preservado. |
Pero Efraín, muy
amargamente, ha
provocado la ira del
Eterno con las estatuas;
por tanto, sobre él será
derramada su sangre, y
el Eterno hará volver
sobre él su oprobio. |
Cuando Efraín Qeroboam
hablaba (reprobando al
rey Salomón), temblaba,
y por esto fue ensalzado
en Israel; mas cuando
pecó acerca de Baal,
murió. |
Y ahora siguen pecando,
y de su plata han hecho
para sí imágenes
fundidas, ídolos según
sus formas, todo ello
obra de artífices; de
ellos se dice que
decían: "quien besa a
los becerros (ídolos) es
tan digno como quien les
sacrifica seres
humanos". |
Por tanto, ellos serán
como la neblina de la
montaña y como el rocío,
que pronto desaparece;
como el tamo que el
torbellino arrebata de
la era, y como el humo
que sale de la chimenea. |
Con todo, Yo soy el
Eterno, tu Dios, desde
la tierra de Egipto, por
tanto no conocerás a
otro Dios fuera de Mí;
pues no hay ningún
Salvador sino Yo. |
Fui Yo quien te conoció
en el desierto, en la
tierra en que no se
encuentra nada de lo que
se desea. |
Cuando tuvieron pasto
ellos se saciaron; se
saciaron y se ensalzó su
corazón; por tanto se
han olvidado de Mí. |
Por eso seré para ellos
como un león, cual tigre
acecharé junto al camino
; |
como un oso privado de
sus hijos, les saldré al
encuentro, y rasgaré su
pecho hasta el corazón,
y los devoraré allí como
león y como fiera del
campo que despedaza. |
Tu destrucción, oh
Israel, consiste en
estar tú contra Mí,
contra tu propio
auxilio. |
¿Dónde está ahora tu rey
para que te salve en
todas tus ciudades? ¿Y
tus jueces, a quienes
dijiste: "dadme rey y
príncipes? " |
¡Te di un rey en mi ira,
y lo quité en mi furor! |
La iniquidad de Efraín
está atada, su pecado
está guardado (hasta que
se llene la medida). |
Dolores de parturienta
vendrán sobre él; es un
hijo insensato, pues el
tiempo llegará en que no
podrá resistir, como la
parturienta en el lugar
donde pare sus hijos. |
Del poder del sepulcro
Yo los rescataré, de la
muerte los redimiré.
Pero ahora soy Yo quien
les hablará palabras de
muerte. Les forzaré
hacia el sepulcro, y su
arrepentimiento estará
encubierto a mis ojos. |
Aunque él dé fruto entre
los prados, vendrá un
viento solano, soplo del
Eterno, procedente del
desierto; y secará su
manantial, y su fuente
agotará; despojará el
tesoro de todos sus
objetos preciosos. |
Samaria quedará
desolada, porque se ha
rebelado contra su Dios;
caerán a espada; sus
pequeños serán
estrellados, y a sus
mujeres grávidas
arrancaran los fetos. |
¡Vuelve, oh Israel, al
Eterno tu Dios, porque
has caído por tu
iniquidad! |
¡Tomad con vosotros
palabras (de penitencia)
y volveos al Eterno!
Decidle: Perdona toda
iniquidad y acepta en
cambio lo que es bueno;
así te ofreceremos en
lugar de novillos, las
plegarias de nuestros
labios. |
Asiria no nos salvará;
ya no montaremos en
caballos, y no diremos
más a la obra de
nuestras manos: "tú eres
nuestro dios"; sólo en
Ti el huérfano hallará
misericordia. |
Yo sanaré sus
apostasías; los amaré de
voluntad, porque mi ira
se ha apartado ya de
ellos. |
Yo seré para Israel como
el rocío; él brotará
como el lirio, y
ahondará sus raíces como
las (del cedro) del
Líbano. |
Sus ramas se extenderán;
su hermosura será
también como la del
olivo, y su fragancia
como la del Líbano. |
Los que se abrigaban
bajo su sombra,
volverán; se vivificarán
como el cereal y
florecerán como la vid,
y su fama será como la
del vino del Líbano. |
Cuando Efraín diga:
"¿qué tengo yo que ver
ya con los ídolos? " Yo
le responderé y cuidaré
de él; le seré como el
ciprés verde, de Mí
provendrá tu fruto. |
¿Quién será el sabio que
entienda estas cosas, el
inteligente que las
conozca? Porque rectos
son los caminos del
Eterno, y los justos
andarán en ellos; mas
los transgresores
tropezarán por no andar
en ellos. |
Bendito seas Tú, Eterno, Dios nuestro y
Rey del Universo, fuerte
de todos los mundos,
justo en todas las
generaciones; Dios fiel,
que dice y obra, que
promete y cumple, cuyas
palabras son verdad y
justicia. |
Fiel eres Tú, Eterno, Dios nuestro, y tus
promesas son merecedoras
de fe; ninguna de Tus
palabras dejará de
cumplirse, porque Tú
eres Dios y Rey fiel (y
piadoso). |
Bendito seas Tú, Eterno, Dios fiel en
todas tus palabras.
-Amen |
Ten piedad de Sión, pues es el hogar de
nuestra vida, y salva a
esa ciudad afligida de
espíritu, pronto y en
nuestros días. |
Bendito seas Tú, Eterno, que alegras a
Sión en sus hijos. |
Alégranos, oh Eterno, Dios nuestro, con
la llegada de Elías, tu
profeta y servidor, y
con el reinado de David
tu ungido. Llegue pronto
su advenimiento y haga
regocijar nuestros
corazones. |
No permitas que extraños se sienten en su
trono, ni que otros
hereden de su gloria,
pues por tu santo nombre
le juraste que su luz
jamás se extinguirá. |
Bendito seas Tú, Eterno, Escudo de David. |
RESUMEN DE LA PARASHA
Huyendo de Esav, Yaakov dejó Bersheva y se
dirigió a Harán, la ciudad donde
vivía la familia de su madre.
Después de pasar 14 años estudiando en la
Yeshiva de Shem y Ever, Yaakov
continuó su jornada y llegó al
Monte Moriah, lugar donde
Avraham ofreció a su padre
Yitzjak como sacrificio, y donde
en el futuro se construiria el
Templo. Yaakov se acosto a
dormir y tuvo un sueño profético
en el que vio a ángeles
ascendiendo y descendiendo una
escalera situada entre el cielo
y la tierra. Hashem le prometió
darle la tierra de Israel y
también que sus descendientes
van a formar una grán Nación y
le aseguró que va a tener
siempre la protección divina.
Yaakov se despierta y promete
construir alli un altar y
también dar diezmos. Desde alli
viaja a Harán y se encuentra con
su prima Rajel (Raquel) en el
pozo. Yaakov pide a Lavan la
mano de Rajel en matrimonio, a
cambio de siete años de trabajo,
pero Lavan le engaña y sustituye
a Rajel por su hija mayor Leah.
Yaakov promete trabajar otros
siete años para Rajel.
Leah le dá cuatro hijos, Reuvén, Shimon,
Levy y Yehuda, las cuatro
primeras tribus de Israel. Rajel
no puede concebir y está celosa,
por eso le dá a su marido a su
asistenta Zilpah en matrimonio.
Zilpah concibe a Gad y a Asher.
Leah vuelve a quedar embarazada
y nacen de ella Yissajar,
Zevulun y una hija Dina.
Finalmente Hashem se apiada de Rajel y la
bendice con un hijo, Yosef.
Yaakov decide dejar a Laván , pero a Laván
no le entusiasma la idea porque
sabe lo mucho que se beneficia
del trabajo de Yaakov, pero
finalmente acaba el contrato que
tenia con él, y le deja marchar,
no sin antes tratar de engañarle
otra vez. Yaakov es consciente
de la mala voluntad que le tiene
Laván y aprovecha una ausencia
de éste para marcharse de la
casa, llevándose con el a toda
su familia. Laván les presigue
pero Hashem le advierte que le
deje en paz. Laván y Yaakov
firman un convenio y Laván se
retira a su casa.Yaakov continua
en su camino hacia el
enfrentamiento con su hermano
Esav.
"Ella concibió y dio a luz un hijo y
declaró: 'Esta vez quiero alabar
con gratitud a Hashem' por eso
lo llamó Iehuda..." (29:35)
Cuando alguien te hace un favor, ¿cuántas
veces le dices 'gracias'?
¿Una vez, dos, tal vez tres veces? ¿Cada
vez que te encuentras con esa
persona? ¿Por el resto de tu
vida? ¿Por toda la eternidad?
El Talmud relata que desde el día en que
Hashem creó el universo, nadie
Le agradeció hasta el momento en
que Lea le agradeció su cuarto
hijo (Rabí Iojanan en nombre de
Rabí Shimon bar Iojai/Berajot
7b).
¿Cómo es posible que antes que Lea nunca
nadie Le hubiera dado gracias a
Hashem?
¿Acaso Abraham, Sara, Itzjak, Rivka y
Iaakov eran todos unos ingratos?
Además, ¿por qué la propia Lea aguardó
hasta tener su cuarto hijo para
agradecerle a Hashem? ¿Tres
hijos no eran bendición
suficiente?
La respuesta es que Lea sabía, gracias a su
visión profética, que habrían de
nacer doce tribus a Israel. Como
Yaakov tenía cuatro mujeres,
cuando Lea tuvo su cuarto hijo,
se dio cuenta de que Hashem le
había dado más de lo que por
derecho le correspondía (Rashi).
Y al darse cuenta de eso, de que le habían
dado más de lo que se merecía,
Lea reconoció que en realidad no
"se merecía" ninguno de sus
hijos; que en la vida todo es
un regalo enorme del Amo del
Universo
No es que nadie Le hubiera dado gracias a
Hashem en absoluto antes que
Lea, sino que nadie Le había
agradecido del modo que Le
agradeció ella.
Con este cuarto hijo, Lea quiso decirle
'Gracias' a Hashem de una manera
única y maravillosa. Y al bebé
lo llamó "Iehuda", que proviene
de la raíz "agradecer". Para que
a lo largo de todas las
generaciones, hasta el Final de
los Días, cada vez que alguien
le pusiera de nombre a su hijo
"Iehuda", perpetuara el
agradecimiento y la alabanza que
Lea sintió hacia Hashem cuando
llamó a su hijo "Iehuda".
(Adaptado de
Mizmor le Todá por Rabí Daniel
Travis)
"Y tomó de las piedras del lugar, y las
colocó alrededor de su cabeza, y
se recostó en aquel lugar"
(28:11)
El Midrash nos explica que cada una de las
doce piedras quería tener el
mérito de ser la piedra en la
que apoyaría la cabeza el gran
tzadik, Iaakov.
Unos versículos más adelante, la Torá habla
de una piedra, lo cual implica
que las piedras se habían
transformado en una sola. ¿Qué
significa que las doce piedras
se transformen en una?
Las doce piedras simbolizan a las doce
tribus de Israel. La discusión
entre las piedras giraba en
torno a cuál de las tribus
constituiría la esencia del
pueblo judío.
¿Acaso era Levi, y sus descendientes,
quienes realizaban el servicio
en el Templo Sagrado? ¿O Isajar,
quien se dedicó al estudio de la
Torá? ¿O Zevulún, quien, por
medio de sus negocios, daría
sustento a Isajar, para que éste
pudiera concentrarse en el
estudio de la Torá?
Cada una de las piedras clamaba ser ella la
esencia del pueblo judío, hasta
que Hashem las tomó a todas y
las transformó en una sola.
Porque ninguna "parte" del
pueblo constituye su esencia,
sino que la verdadera esencia de
Israel es su unidad, pues
solamente en un ambiente de
unidad Israel será capaz de
cumplir con su objetivo, que es
reflejar la Unidad del Creador,
quien Une a todos los objetos y
seres en Uno Solo.
(Oído de boca
de Rabí Calev Gestetner)
"Está en mi poder hacerte daño; pero el
Dios de tu padre Se dirigió a mí
anoche, diciendo: 'Cuídate de
hablar con Iaakov, ni bien ni
mal" (31:29)
Si Laván quería asustar a Iaakov,
diciéndole que estaba en su
"poder hacerte daño...", ¿por
qué luego destruye toda su
credibilidad admitiendo que
Hashem le dijo que tuviera
cuidado de "hablar con Iaakov ni
bien ni mal"?
Así actúan los que buscan ganar status y
poder a los ojos de los demás.
Siempre que pueden, dejan oír un nombre
importante. Y Laván no pudo
resistir la tentación: le dijo a
Iaakov que nada más ni nada
menos que Hashem le había
hablado, si bien tal mención
habría de frustrar todas sus
amenazas.
(Oído de boca
de Rabí Mordejai Perlman)
"Y Iaakov trabajó siete años por Rajel y le
parecieron unos pocos días, a
causa de su amor por ella"
(29:20)
El hombre entra al restaurant y le pide al
mozo: "¿Qué hay hoy de rico?"
Cuando el mozo le responde: "¡El
pescado está de maravillas!", el
hombre sonríe y dice:
"¡Excelente! ¡Me encanta el
pescado!"
En realidad lo que dice este hombre es que
"se encanta a sí mismo", porque
si en realidad le importaran un
poco los peces, colgaría un
cartel en la entrada del
restaurant, que dijera: "ESTE
RESTAURANT ASESINA A LOS PECES"
Todos los "amores" de este mundo, ya sean
amor por un objeto o por una
persona, todos los amores
convencionales, no son amores
puros de aquel que ama hacia lo
que ama, sino más bien al revés:
el que ama en realidad se ama a
sí mismo. El objeto de su cariño
no es más que un medio para su
autogratificación.
Cuando el amor consiste de tomar para sí,
de autogratificarse, entonces
cada hora en la que no se cuenta
con ese objeto, las ansias son
insportables.
Pero en el amor que consiste de dar, ese
amor se efectiviza cuando damos.
"Yaakov trabajó siete años por
Rajel". A partir del momento
en que Yaakov empezó a trabajar,
le estaba dando a Rajel, y
entonces "los años le parecieron
unos pocos días, a causa de su
amor por ella".
El héroe romántico le protesta a su
'amada': ¡Querida... cada minuto
que pasó, desde que te vi por
última vez, ha sido para mí una
eternidad....! Los minutos
fueron como años, las horas como
siglos. ¡Qué diferentes son los
sentimientos de las novelas al
amor sin tiempo que
Iaakov sentía por Rajel!
El "amor" que toma para sí expande el
tiempo, pero el que da lo
contrae.
(Adaptado de
Rabí Eliau Lopian)
|
|
Salió
El Midrash (Yalcut 117) objeta que las palabras "y Jacob salió de
Beer-Sheva" parecen superfluas,
ya que sabíamos por lo que fue
escrito anteriormente, que Jacob
se encontraba hasta entonces en
Beer-Sheva; bastaba decir:
"Jacob fue a Jarán", y explica:
cuando el tzadik (hombre justo)
sale de la ciudad, salen con él
el brillo y la gloria y el
ornamento de ésta; por ello fue
necesario decir: "y salió Jacob
de Beer-Sheva". Jacob se vio
obligado a abandonar su país e
ir al exilio. Todas sus penas
fueron causadas por el
aborrecimiento de su hermano.
Esto mismo sucede todavía hoy
entre los hombres civilizados
que persiguen a sus hermanos en
la humanidad y a sus semejantes
ante Dios, en lugar de convivir
en armonía y comprensión con
todos los miembros de la
sociedad humana, gozando de los
mismos derechos en justicia e
igualdad.
|
Y se encontró en un lugar, y pasó la
noche allí, porque se
había puesto el sol. Y
tomó de las piedras del
lugar y se las puso por cabecera, y
se acostó en aquel
lugar. |
Cabecera
Cuenta el Midrash que se produjo una disputa entre las piedras, ya
que cada una quería que la
cabeza de Jacob reposara sobre
ella. Esta es una verdadera
lección para aquellos individuos
y pueblos que, ahogando todo
sentimiento humano, cierran sus
puertas frente al sufrimiento de
sus semejantes, cuando huyen de
las persecuciones. Estos
deberían tomar el ejemplo de las
piedras del desierto por donde
pasó Jacob, las cuales fueron
más hospitalarias, más sensibles
y más humanas que muchos
hombres.
|
Y temió, y dijo: ¡Cuán pavoroso es este
lugar! No es esto otra
cosa sino la casa de
Dios, y ésta es la puerta
del cielo. |
Puerta del
cielo
La visión que Jacob tuvo en su sueño era la revelación de todo lo
que debía ocurrirle a su
posteridad. La escalera
representaba simbólicamente la
escala de la Historia: pueblos,
reinados, imperios que subían
cada uno hasta cierto grado de
grandeza, y descendían en su
decadencia (Yalcut, 21). Esta
visión simboliza también la
escala social. Todos los hombres
de virtud, cualquiera que sea su
nacionalidad, su raza y su
culto, tienen el derecho de
ascender por ella. Todos se
pueden aproximar a la Luz
Divina. Pero pocos son los que
subiendo alcanzan la cumbre de
la escalera, pues es allí donde
las fuerzas se agotan. La
cultura del espíritu, la virtud
y la oración son las fuerzas
mágicas que aproximan a Dios.
|
Y se levantó Jacob por la mañana muy
temprano y tomó la
piedra que se había
puesto por cabecera, y
la alzó por monumento (conmemorativo),
y derramó aceite sobre
la parte superior. |
Monumento
Esta piedra que Jacob alzó en forma de monumento, derramando
también aceite sobre ella,
sirvió para marcar el lugar a
fin de crear un santuario allí.
Según nuestros sabios, este
lugar es el mismo monte Moriá
donde Abraham iba a sacrificar a
su hijo, y donde sería
construido más tarde el Templo.
|
Y besó Jacob a Raquel; y
alzó su voz y lloró. |
Raquel
Según el exegeta Ibn Ezrá, Jacob besó la mano a Raquel en señal de
cariño y respeto, mas la
Escritura Sagrada no especifica
el lugar del beso.
|
Y anunció Jacob a Raquel que era hermano
(pariente) de su
padre, y que era hijo de Rebeca. Entonces ella corrió y lo contó a su
padre. |
Su padre
En realidad era sobrino, ya que Laván era hermano de Rebeca.
Su padre
Generalmente es costumbre en las muchachas contar las cosas a la
madre y no al padre ; de aquí
deduce el Midrash que la madre
de Raquel ya no vivía.
|
Y aconteció que cuando Laván oyó la
fama de Jacob, hijo de su hermana, corrió a
su encuentro y le abrazó
y le beso, y le trajo a
su casa; y él contó a
Laván todas estas
cosas. |
La fama
A causa de que él solo hizo rodar la gran piedra que cubría el
pozo.
Estas cosas
Todo lo que le pasó con Esaú su hermano, por lo que Rebeca le envió
a casa de Laván.
|
Entonces dijo Laván a Jacob: ¿Acaso
porque eres mi hermano me
servirás de balde? Declárame cual ha de ser tu salario. |
Hermano
Es interesante notar con qué espontaneidad la gente del mundo
antiguo se trataba de hermanos.
Laván consideró inmediatamente a
Jacob como su hermano. Jacob
llamó igualmente hermanos a unos
pobres pastores idólatras:
"Hermanos míos ¿de dónde sois?"
(verso 4). Este detalle no puede
pasar desapercibido, y la
humanidad debería aprender
finalmente que, siendo una sola
familia, el trato con sus
semejantes tiene que ser de
hermano a hermano.
|
Y concibió Leá y parió un hijo; y ella llamó
su nombre Rubén
(Reuvén), pues dijo: Porque el Eterno ha visto mi
aflicción. Por tanto, ahora me amará mi marido. |
Llamo su nombre
Reuben
Se nota que muchos de los nombres bíblicos surgieron de los
sentimientos que experimentaban
quienes los ponían: Eva (Javvah
= Jay) porque ella sería la
madre de todo ser viviente
(capítulo 3, 20); Caín (Cáyin =
caniti): he adquirido un varón
con la ayuda del Eterno; Noé
(Nóaj = Yenajamenu): éste nos
dará consuelo. De este mismo
modo, las dos esposas de Jacob
pusieron los nombres de sus
hijos y de los de sus siervas,
como puede verse por el texto.
|
Y volvió a concebir y parió un hijo, y
dijo: Esta vez
agradeceré al Eterno.
Por tanto ella le puso
el nombre de Judá
(Yehudá); |
Puso el nombre
de Yehuda
El nombre del cuarto hijo de Jacob (Yehudá) se generalizó después
del cautiverio de Babilonia a
todos los hebreos, quienes
tomaron el calificativo de
yehudim (judíos).
|
Y vio Raquel que no paría hijos a Jacob,
y se enceló Raquel de su
hermana, y dijo a Jacob:
Dame hijos, que si no, soy
muerta. |
Soy muerta
Cuatro personas se consideran como muertas, nos dice Rabí Samuel
Bar Najmaní: el ciego, el
leproso, el que no tiene hijos y
el pobre. Los tres primeros
viven en constante sufrimiento
físico y moral, y el cuarto es
realmente como si no existiese
(Yalcut 127). El exegeta Rashí
comenta que Elifaz, hijo de
Esaú, fue enviado por su padre
para matar a Jacob. Este dijo
entonces a su sobrino: Toma todo
lo que poseo y así podrás decir
a tu padre que ya cumpliste su
orden. Siendo pobre, seré considerado como muerto aún
estando vivo.
|
Mas ella le respondió: ¿Es poco el
haberte tú llevado a mi
marido, que quieres
llevarte también las
mandrágoras de mi hijo?
Y dijo Raquel: Por esto
se acostará contigo esta
noche, a trueque de las
mandrágoras de tu hijo. |
Las mandrágoras
Existe una diferencia de opiniones entre los exegetas sobre la
significación de la palabra en
hebreo dudaim, que tradujimos
por mandrágoras. El exegeta
Rashi la traduce por jazmín;
Rishbam explica que significa
"flor de higuera"; Ibn Ezrá dice
que es una flor que tiene forma
de cabeza y manos humanas; otros
exegetas afirman que se trata de
una clase de fruto semejante a
una manzana. Acerca de las
propiedades mágicas de los
dudaim, corrían en la antigüedad
muchas fábulas. Se les llamaba
"manzanas de amor", y tenían
entre otras, la propiedad de
excitar la sensualidad. Se
supone que Raquel quiso obtener
los dudaim para atraer con ellos
a Jacob y también para curarse
de su esterilidad. En el "Cantar
de los Cantares" (7, 13) está
escrito: "Las mandrágoras
(hadudaim) han dado olor", dando
a entender que éstas tenían
fragancia. Lo más probable es
que existieran variedades de
mandrágoras, con buen y con mal
olor.
|
Mas Laván le respondió: ¡Que yo halle,
por favor, gracia a tus
ojos, pues he, adivinado
que el Eterno me ha bendecido
por tu causa! |
Bendecido por
tu causa
El israelita siempre
constituyó un factor de progreso
y de bendición allí donde vivió.
Activo y laborioso, se destacó
en todos los ramos: en el
comercio, en las ciencias, en la
cultura, etc. Cuando el sultán
Bayazet II de Turquía; acogió a
los israelitas expulsados por la
parte fanática de España en
1492, dijo entonces estas
palabras: "Yo considero al rey
Fernando y a la reina Isabel de
España personas inteligentes,
pues enviando fuera a los judíos
empobrece a su país y enriquece
al mio".
|
porque lo poco que tenías antes de mi
venida, ha crecido
grandemente, pues te ha
bendecido el Eterno por
mi causa; y ahora
¿cuándo he de trabajar
también para
mi casa? |
Para mi casa
"Mi casa" significa aquí "mis
esposas y mis hijos". Se deduce
de estas palabras que Jacob era
un esposo y padre ejemplar que
siempre piensa en el bienestar
de su familia. La gran mayoría
de los judíos, como
descendientes de Jacob,
continúan su ejemplo a través de
las generaciones.
|
Y habló el Eterno a Jacob: Vuelve a la
tierra de tus padres, y
a tu parentela, y Yo
estaré contigo. |
Yo estaré
contigo
Durante los veinte años en que Jacob convivió con Laván, Dios no se
le apareció a Jacob. Este estaba
preocupado, puesto que Dios le
había prometido no abandonarlo
(ver capítulo 28, 15). Fue
entonces cuando Dios le dijo:
¡Vuelve a tu tierra! Sepárate de
un hombre injusto como Laván y
Yo estaré contigo. Todo el
tiempo que un justo convive con
un malvado, Dios se aparta
también del justo, y nuestros
sabios dijeron: ¡Ay del malvado
y ay de su vecino! (aunque
éste sea justo).
|
Y envió Jacob a llamar a Raquel y a Leá al
campo donde
tenía su rebaño, |
Al campo
Antes de tomar la decisión de abandonar a Laván, Jacob tomó consejo
de sus esposas. El Talmud
recomienda al marido, en la
mayoría de los casos, tomar
opiniones de la esposa. "Aunque
tu mujer sea de corta estatura,
inclínate y pídele consejo" (B.
Metziá 59).
|
Ciertamente extrañas fuimos consideradas
por él, porque nos
vendió y se ha comido por completo nuestra
plata. |
Nos vendió
Antiguamente se podía
concertar un casamiento entre el
padre de la muchacha y el futuro
yerno, firmando entre ambos la
dote de honor que éste debía
pagar. Laván recibió de Jacob
como precio de sus hijas Leá y
Raquel, 14 años de trabajo.
Caleb prometió su hija Ajsá a
quien tomara la ciudad de
Kiryat-Séfer (Josué 15, 16). El
rey Saúl, por su hija Mijal,
exige de David cien prepucios de
los filisteos (1 Samuel, 18,
25). Este procedimiento de los
padres daba lugar a la protesta
de las hijas. De ahí la queja de
Raquel y Leá, que se
consideraban vendidas como
extranjeras. Pero la conciencia
humana se esmeró poco a poco,
hasta que la legislación judaica
transformó el móhar precio que
el esposo pagaba al padre de su
futura esposa (ver capítulo 34,
12) en dote, con acta escrita
llamada ketubá, con la cual el
marido se compromete a pagar, en
caso de muerte o divorcio de su
esposa, 200 zuzim (equivalentes
a 50 siclos de plata) si era
virgen; y 100 zuzim en caso
contrario; además debe pagar en
caso de divorcio, el ajuar que
la novia trajo consigo, y los
bienes dotales llamados en el
lenguaje talmúdico nijsé tzon
barzel (pecus ferreum),
inmuebles, etc.
|
Y vino Dios a Laván el arameo en el sueño
de la noche, y le dijo:
¡Guárdate de hablar
con Jacob bien ni mal! |
Hablar con
Jacob bien
Aún el bien de los malvados es malo.
|
Mas Raquel había tomado
los ídolos y los había metido en una albarda del
camello, y se había
sentado encima de ellos.
Laván pues tentó toda la
tienda, mas no los
halló. |
Tomado los
ídolos
Raquel había robado los ídolos (terafim) de la casa de su padre
para salvarle de la idolatría
(Rashí); pero Jacob no sabía
esto, y pronunció la maldición
(verso 52) que según el Midrash
causó más tarde la muerte
prematura de ella. (35, 19) "No
hagas salir de tu boca ninguna
palabra dura" (Pesajim 3).
"Muchos malhechores me han
causado males, pero ninguno como
mi propia lengua" (Reshit
Jojmá).
|
para que palpases todos mis objetos? ¿Qué
has hallado de todos
los objetos
de tu casa? Ponlos aquí ante mis hermanos y tus
hermanos (gente), y
juzguen ellos entre
nosotros dos. |
Objetos de tu
casa
En los actos y en los detalles insignificantes es donde podemos
conocer la verdadera
personalidad del individuo.
Jacob sirvió durante veinte años
a Laván, que lo engañaba
constantemente (31, 41), y no se
permitió llevar nada de lo que
no le pertenecía. Esto sirve
para mostrar hasta qué punto
debe llegar la honestidad del
empleado, aún con un patrón
injusto.
|
Y lo llamó Laván
Yegar-Sahadutá, mas Jacob lo llamó Gal-Ed. |
Lavan Yegar
Sahaduta
Palabras arameas que significan "montón del testimonio", lo mismo
que gal-ed en hebreo.
|
Mas Jacob siguió su
camino, y se encontraron con él ángeles de Dios. |
Su camino
Se nota en cierto modo una
semejanza entre los
acontecimientos que ocurrieron
con Jacob y los del pueblo
israelita. Jacob vuelve a su
tierra natal después de pasar
grandes penurias y días
difíciles. Largos años tuvo que
trabajar para establecer su
hogar. Veces y más veces le
engañaron y le robaron (capítulo
31, 40 - 42). Pero a todo se
sobrepuso, y por fin tuvo que
volver a su país. Este es el
problema de la diáspora en
general. Jacob no consiguió
construir su hogar definitivo,
pues éste, igual que la Sucá,
símbolo de la morada del galut,
no puede subsistir por largo
tiempo. Esta es la triste
realidad, la cual no debemos
olvidar. Los rabinos del Talmud
dijeron: a la persona que estaba
en condiciones de morar en Eretz
Yisrael y no lo hizo, se le
prohibe llevarlo allí después de
su muerte (a no ser que dejase
recomendado (tzavaa) que así lo
hicieran), porque está escrito:
En vuestra vida mi heredad
pusisteis por abominación, y en
vuestra muerte venís y
contamináis mi tierra. La Torah
exige que entreguemos a Eretz
Yisrael no nuestra muerte, sino
nuestra vida.
Comentario a la Haftará
Hoshea 11:7 - 14:10
"Porque los caminos de Hashem son justos;
los rectos transitan por ellos,
pero los malvados se caen en
ellos" (14:10)
Había una vez un hombre de una generosidad
increíble, que no escatimaba
esfuerzos ni dinero en recibir
invitados en su casa. Una vez,
preparó un gran banquete para
todo el que quisiera asistir, y
sirvió los manjares más
exquisitos y exclusivos.
Uno de los invitados era de débil físico.
No obstante, se deleitó con toda
clase de exquisiteces, con el
resultado de que se enfermó
gravemente.
El hombre se puso furioso, acusando al
dueño de casa de echar a perder
la salud de la gente.
El dueño de casa respondió: "Por favor,
pregúntele a los demás invitados
si la comida también les cayó
mal. Lo que ocurre es que,
desgraciadamente, Ud. es de
salud frágil; por eso la comida
le cayó mal. Este banquete
estaba dirigido únicamente a
personas que gozan de buena
salud".
Las personas ciegas en un sentido
espiritual dicen que Hashem odia
a la gente, aplastándolos con el
pesadísimo yugo de las mitzvot;
que El crea únicamente
obstáculos a una vida de
libertad.
¡Qué error colosal! El tzadik no solamente
se siente enriquecido y
ennoblecido por las mitzvot,
sino que su mismísimo
sustento y fuerza vital los
obtiene de ellas.
Por eso el profeta nos dice: "Los caminos
de Hashem son justos" y "los
rectos transitan por ellos",
vale decir, que los rectos
prosperan en esos caminos. Pero
para los que piensan que los
caminos de Hashem son una pesada
carga, "el mal los hace caer"
Para los ciegos, espiritualmente
hablando, las mitzvot son un
"aguafiestas"
Pero la luz que irradian los tzadikim
atestigua la calidad de la
"dieta"
(Kojav mi
Iaakov, en Maiana shel Torá)
"Te corrompiste, Israel, pues tu ayuda es
únicamente a través Mío" (13:9)
Una vez, un gran rey le preguntó a uno de
los sabios de Israel por qué, en
el momento de la destrucción del
Beit ha Mikdash, fueron muertos
tantos miles de judíos.
El sabio respondió que el pueblo judío
siempre había confiado que
Hashem los salvaría, y El
siempre los había protegido.
Ellos nunca se dedicaron a
aprender la estrategia de la
guerra, sino que siempre
volcaron sus corazones en
plegarias y ofrendas.
Por eso, cuando el pueblo judío pecó y
consecuentemente perdió la
protección de Hashem, se vio
privado de defensas. Y cayeron
ante sus enemigos como cae la
cosecha erguida ante la guadaña,
como corderos a los que el
pastor ha abandonado, devorados
por los lobos.
El pueblo judío es el cordero rodeado de
setenta naciones. El cordero no
está protegido por los F16 ni
por el poderío militar, ni por
ninguna potencia del mundo, por
más anchos hombros que tenga. El
pueblo judío tiene un solo
Amigo, pero es el Unico Amigo
que necesitamos.
(Basado en
Ahavat Iehonatán en Maianá shel
Torá)
PROMESAS DE HASHEM
Isaias 43:10
Vosotros sois
mis testigos, dice el
Eterno, y mi siervo a
quien he escogido, para
que sepáis y me creáis y
entendáis que Yo soy.
Antes de Mí no fue
formado Dios alguno, ni
después de Mí habrá
otro. |
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naciones por medio del
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Escrito y Recopilado por: Rabino Yaakov Asher Sinclair de
la Organización Ohr Somayach de
Israel y Monsey
Editado por Eliyahu BaYona,
Director Shalom Haverim, Monsey,
NY