Aliyot - Bamidbar Shelaj
Lectura Mediante Robot -
Bamidbar -Números- 13:1 al 15:41 i
Por Eliyahu BaYona Ben
Yosef, Director Shalom
Haverim Org. New York
Aliyot es el plural
hebreo de Aliá o Aliyá
que significa "subir".
Cada vez que una persona
- Olé- sube a la Bimá
debe recitar la Brajá
-Bendición- antes de
comenzar el Baal Koréh -בעל קורא - la Lectura y al cerrar la misma. Esto se hace cada vez que el Baal
Koréh lee la Porción
-Parashá-
correspondiente.
El Maftir es la última
persona que se llama a
la Bimá y es invitada a
leer la porción de la
Haftará -Profetas-
Esta es la Brajá de la Lectura de la Toráh:
Barejú et Adonai hamevoraj. |
Baruj Adonay hamevoraj le'olam va'ed. |
Baruj atáh Adonay Eloheynu melej ha'olam, asher bajar banu
mikol-ha'amim,
venatan lanu
et-torato. |
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Bamidbar -Numeros- 13:1 al 15:41
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Im-atem tavo'u el-ha'arets asher nasati et-yadi leshaken etjem bah ki
im-Kalev
ben-Yefuneh
viYehoshua
bin-Nun. |
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Kol-ha'ezraj ya'aseh-kajah et-eleh lehakriv isheh re'aj-nijoaj
l'Adonay. |
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LECTURA DE LA HAFTARÁ
Yahoshua (Josué)
2:1 al 2:24
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Baruj atáh Adonay jabóker
batoráh uveMoshé avdó
uveYisra'el amó uvinvi'ey
ja'emet vatsédek. |
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Ve'atah hishav'u-na li
b'Adonay ki-asiti imajem
jased va'asitem gam-atem
im-beyt avi jesed unetatem
li ot emet. |
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Ne'eman, atah ju Adonay
Eloheynu, vene'emanim
devareyja, vedavar ejad
midvareyja ajor lo-yashuv
reykam, ki El melej ne'eman
verajaman atah. |
Baruj atáh Adonay, ha'El
jane'eman bekol-devarav.
-Amen |
Rajem al-Tsiyon, ki ji beyt
jayeynu, vel'aluvat nefesh
toshia bimjeraj veyameynu. |
Baruj atáh Adonay, mesame'aj
Tsiyon bevaneyj. |
Samejenu, Adonay Eloheynu,
be'Eliyahu janavi avdeja,
uvmaljut beyt David
meshijeja. Bimjeraj yavo
veyagel libenu, |
al kis'o lo yeshev zar, velo
yinjalu od ajerim et kevodo,
ki veshem kodsheja nishbata
lo, shelo yicbej nero
le'olam va'ed. |
Baruj atáh Adonay,
magén David. |
Baruj atáh Adonay,
magén David.
EN ESPAÑOL
¡Bendecid al
Eterno, el
Bendito! |
Bendito es el
Eterno, el
Bendito para
siempre. |
Bendito seas Tu,
oh Eterno
nuestro Dios,
Rey del universo
que nos elegiste
entre todos los
pueblos y nos
diste Tu Toráh,
Bendito seas, oh
Eterno, que nos
concediste la
Toráh. |
Bendito seas, oh
Eterno, que nos
concediste la
Toráh. AMEN |
|
Envía para ti
hombres para que
exploren la
tierra de
Canaán, que he
de dar a los
hijos de Israel;
un hombre por
cada tribu de
sus padres
enviarás, siendo
cada uno
príncipe entre
ellos. |
Y los envió Moisés
desde el
desierto de
Parán, por
mandamiento del
Eterno; todos
ellos eran
hombres
(principales),
cabezas de los
hijos de Israel. |
Y estos son sus
nombres: de la
tribu de Rubén,
Shammúa, hijo de
Zakkur. |
De la tribu de
Simón, Shafat,
hijo de Jorí. |
De la tribu de
Judá, Kalev,
hijo de Yefunné. |
De la tribu de
Isajar, Yigal,
hijo de Yosef. |
De la tribu de
Efraín, Oshea,
hijo de Nun. |
De la tribu de
Benjamín, Paltí,
hijo de Rafú. |
De la tribu de
Zebulón,
Gaddiel, hijo de
Sodí. |
De la tribu de
José, o sea, de
la tribu de
Manasé, Gaddí,
hijo de Susí. |
De la tribu de
Dan, Ammiel,
hijo de
Guemmal-lí. |
De la tribu de
Asher, Setur,
hijo de Mijael. |
De la tribu de
Naftalí, Najbí,
hijo de Vofsí. |
De la tribu de
Gad, Gueuel,
hijo de Mají. |
Estos son los
nombres de los
varones que
envió Moisés a
explorar la
tierra; y puso
Moisés a Oshea,
hijo de Nun, el
nombre de Josué
(Yehoshúa) |
Y los envió Moisés
a explorar la
tierra de
Canaán, y les
dijo: Subid por
aquí, por el
sur; luego
subiréis a la
montaña |
y veréis la tierra
qué tal es ella;
y el pueblo que
habita sobre
ella si es
fuerte o débil,
si es poco o
numeroso. |
Y qué tal es la
tierra en que él
habita, si es
buena o mala, y
cómo son las
ciudades en que
habita, si vive
en ciudades
abiertas o en
fortalezas. |
Y cómo es el
suelo, si es
fértil o es
estéril, y si en
él hay árboles o
no. Esforzaos
pues y tomad de
los frutos de la
tierra. Y eran
aquellos días,
días de las
primicias de las
uvas. |
Y ellos subieron
y exploraron la tierra, desde el desierto de Tzin hasta Rejov Levó
Jamat. |
Y subieron por el
sur y llegaron
hasta Hebrón; y
ahí estaban
Ajimán, Sheshay
y Talmay,
nacidos de
gigante; Y
Hebrón fue
edificada siete
años antes que
Tzoan de Egipto. |
Y llegaron hasta el torrente (o valle) de Eshkol, y cortaron de
allí un
sarmiento con un
racimo de uvas y
lo llevaron en
dos varas, y
también llevaron
granadas e
higos. |
Aquel sitio fue
llamado torrente
(o valle) de
Eshkol, a causa
del racimo que
cortaron de allí
los hijos de
Israel. |
Y volvieron de
explorar la
tierra al cabo
de cuarenta
días. |
Y anduvieron y
regresaron a
Moisés y a Aarón
y a toda la
congregación de
los hijos de
Israel, al
desierto de
Parán, a Gadesh,
y les rindieron
cuenta a ellos y
a toda la
congregación, y
les mostraron el
fruto de la
tierra. |
Y le contaron (a
Moisés) y
dijeron:
Llegamos a la
tierra donde nos
enviaste, la
cual ciertamente
mana leche y
miel; y éste es
el fruto de
ella. |
Pero muy fuerte es
el pueblo que
habita en la
tierra, y las
ciudades están
fortificadas y
son muy grandes.
Y también a los
nacidos de
gigante hemos
visto allí. |
Amalec habita en
la tierra del
sur, y el hiteo
y el yevuseo y
el emoreo
habitan en la
montaña, y el
cananeo habita a
la orilla del
mar y en las
riberas del
Jordán. |
Y Kalev acalló al
pueblo que
murmuraba contra
Moisés y les
dijo: Subamos y
tomemos posesión
de ella, porque
ciertamente
prevaleceremos
sobre ella. |
Pero los hombres
que habían
subido con él
dijeron: No
podremos contra
aquel pueblo,
porque es más
fuerte que
nosotros. |
E infamaron éstos,
ante los hijos
de Israel, la
tierra que
habían
explorado,
diciendo; La
tierra por donde
hemos pasado
para explorarla,
es tierra que
consume a sus
moradores; y
todo el pueblo
que vimos en
ella son hombres
de gran
estatura. |
Y allí vimos a
gente fuerte de
hijos de
gigantes, de
gente fuerte; y
a nuestros ojos
éramos como
langostas, y así
éramos a los
ojos de ellos. |
Y se levantó toda
la congregación
y alzó sus
voces; y lloró el pueblo aquella noche |
Y se quejaron
contra Moisés y
contra Aarón
todos los hijos
de Israel, y les
dijo toda la
congregación:
¡Ojalá
hubiéramos
muerto en la
tierra de
Egipto, o ojalá
hubiéramos
muerto en este
desierto! |
Y ¿por qué razón
el Eterno nos
trae a esta
tierra para que
caigamos a
espada, y para
que nuestras
mujeres y
nuestros hijos
vengan a ser una
presa? Ciertamente es mejor para nosotros volver a Egipto. |
Y dijo cada uno a
su compañero:
Pongamos un
cabecilla y
volvamos a
Egipto. |
Y cayeron Moisés y
Aarón sobre sus
rostros ante
toda la asamblea
de la
congregación de
los hijos de
Israel. |
Y Josué, hijo de
Nun, y Kalev,
hijo de Yefunné,
que eran de los
exploradores de
la tierra,
rasgaron sus
vestidos. |
Y hablaron a toda
la congregación
de los hijos de
Israel,
diciendo: La
tierra por donde
hemos pasado
para explorarla,
es una tierra
buena en gran
manera; |
|
Pero tan sólo no
os rebeléis
contra el Eterno
ni temáis al
pueblo de la
tierra, porque
no son mas que
pan para
nosotros; su
amparo se ha
retirado de
ellos, mientras
que el Eterno
está con
nosotros. No los temáis. |
Y pensó toda la
congregación en
apedrearlos,
pero la gloria
del Eterno
apareció en la
tienda de
asignación a
todos los hijos
de Israel. |
Y dijo el Eterno a
Moisés: ¿Hasta
cuándo me ha de
irritar este
pueblo? Y ¿hasta
cuándo no
creerán en Mí,
con todas las
señales que hice
en medio de él? |
Yo lo heriré con
mortandad y lo
aniquilaré, y
haré de ti una
nación más
grande y más
fuerte que él. |
Y dijo Moisés al
Eterno: Si toman
conocimiento los
egipcios de que
vas a matar a
este pueblo, al
cual hiciste
subir con tu
fuerza de entre
ellos, |
ellos que supieron
que Tú, oh
Eterno, estás en
medio de este
pueblo y que
cara a cara se
le apareces Tú,
y que tu nube
está sobre el, y
en columna de
nube Tú andas
delante de él de
día, y en
columna de fuego
de noche, |
si matares a este
pueblo como a un
solo hombre,
hablarán las
naciones que
oyeron tu fama,
diciendo: |
Porque el Eterno
no ha podido
introducir a
este pueblo en
la tierra que
les había
prometido con
juramento, por
eso los destruyó
en el desierto. |
Y ahora, te lo
ruego, haz que
se engrandezca
tu fuerza, oh
Eterno, según lo
que hablaste,
diciendo: |
'El Eterno es tardo para la ira y grande en
misericordia;
perdona la
iniquidad y la
rebeldía, y no
absuelve al
culpable que no
hace
penitencia; visita (revisa) la iniquidad de los padres sobre los hijos
hasta la tercera
y hasta la
cuarta
generacion. |
Te ruego perdones
la iniquidad de
este pueblo, de
acuerdo con la
grandeza de tu
misericordia,
así como fuiste
indulgente con
este pueblo
desde Egipto
hasta aquí. |
Y respondió el
Eterno: Yo he
perdonado
conforme a tu
palabra; |
pero tan
ciertamente como
Yo vivo y como
toda la tierra
está llena de mi
gloria, |
así todos aquellos
hombres que han
visto mi gloria
y las señales
que he hecho en
Egipto y en el
desierto, y con
todo me pusieron
a prueba ya diez
veces y no han
obedecido a mi
voz, |
ninguno de ellos
verá la tierra
que prometí con
juramento a sus
padres, ni
ninguno de los
que me han
irritado, la
verá. |
Mas a mi siervo
Kalev, porque
hubo otro
espíritu en él y
perseveró en
seguirme, Yo le
introduciré en
la tierra adonde
entró, y su
descendencia
desterrará a sus
habitantes. |
Y el amalekita y
el cananeo
habitan en el
valle; mañana
volved y partid
hacia el
desierto, en
dirección al Mar
Rojo. |
|
¿Hasta cuando esta congregación perversa hará que Israel
se queje contra
Mí? Yo he oído
las
murmuraciones de
los hijos de
Israel que esta
congregación
hace murmurar
contra Mí. |
Diles: Así como Yo
vivo, dice el
Eterno, conforme
hablasteis en mi
presencia, así
mismo os voy a
hacer. |
En este desierto
caerán vuestros
cadáveres, todos
los que de
vosotros
fuisteis
contados según
el total del
censo hecho de
vosotros, desde
la edad de
veinte años para
arriba; todos
los que habéis
murmurado contra
Mí. |
Ciertamente no
entraréis en la
tierra respecto
a la cual alcé
mi mano, en
señal de
juramento, para
habitar en ella,
salvo Kalev,
hijo de Yefunné
y Josué, hijo de
Xun. |
Y vuestros
pequeños, de los
cuales dijisteis
que iban a
servir de presa,
a éstos
introduciré, y
ellos conocerán
la tierra que
vosotros habéis
despreciado. |
Y en cuanto a
vosotros,
vuestros
cadáveres caerán
en este
desierto; |
y vuestros hijos
andarán errantes
por el desierto
cuarenta años, y
cargarán
vuestras culpas
hasta que acaben
de caer vuestros
cadáveres en el
desierto. |
Según el número de
los días que
explorasteis la
tierra, o sea
cuarenta días,
por cada día un
año, un año por
cada día, así
llevaréis la
pena de vuestras
iniquidades
cuarenta años, y
conoceréis la
consecuencia de
vuestro
alejamiento de
Mí. |
Yo, el Eterno, he
hablado: así
haré a toda esta
perversa
congregación que
se ha juntado
contra Mí. En
este desierto se
irán
consumiendo, y
en él morirán. |
Y los hombres que
Moisés había
enviado a
explorar la
tierra, y que al
volver hicieron
murmurar a toda
la congregación
contra él,
infamando a la
tierra, |
aquellos hombres
que infamaron a la tierra, murieron de
plaga ante el
Eterno. |
Mas Josué, hijo de
Nun, y Kalev,
hijo de Yefunné,
quedaron con
vida. de entre
aquellos hombres
que fueron a
explorar la
tierra. |
Y cuando Moisés
refirió todas
estas palabras a
todos los hijos
de Israel, el
pueblo se enlutó
(afligió) mucho. |
Y por la mañana
madrugaron y
subieron a lo
alto de la
montaña,
diciendo: Henos
aquí, subiremos
al lugar que
dijo el Eterno,
porque hemos
pecado. |
Y dijo Moisés:
¿Por qué
transgredís el
mandamiento del
Eterno? Esto no prosperará. |
No subáis, porque
el Eterno no
está entre
vosotros, para
que no seáis
vencidos ante
vuestros
enemigos. |
Porque el
amalekita y el
cananeo están
ahí delante de
vosotros y
caeréis a
espada, porque
os desviasteis
del Eterno y no
estará el Eterno
con vosotros. |
Y se esforzaron
por subir a la
cumbre de la
montaña, mas el
arca del pacto
del Eterno y
Moisés no se
movieron de en
medio del
campamento. |
Y descendieron el
amalekita y el
cananeo que
habitaban en
aquella montaña,
y los hirieron y
los derrotaron
hasta Jormá. |
Y habló el Eterno
a Moisés,
diciendo: |
Habla a los hijos
de Israel y
diles: Cuando
hubiereis
entrado a la
tierra de
vuestras
moradas, que os
he de dar, |
e hiciereis la
ofrenda de fuego
al Eterno del
ganado mayor o
menor, sea en
holocausto o
sacrificio, en
cumplimiento de
voto o como
ofrenda
voluntaria, o en
vuestras fiestas
solemnes, para
ser recibidos
con agrado por
el Eterno, |
el que presentare
su sacrificio
traerá al
Eterno, como
ofrenda vegetal,
la décima parte
(de una efá) de
flor de harina
de trigo
mezclada con la
cuarta parte de
un hin de
aceite, |
y para libación,
la cuarta parte
de un hin de
vino; ofrecerá
esto con el
holocausto o el
sacrificio, para
cada cordero. |
Y si fuere
carnero,
ofrecerás como
ofrenda vegetal
dos décimas (de
una efá) de flor
de harina de
trigo, mezclada
con la tercera
parte de un hin
de aceite; |
y para libación,
la tercera parte
de un hin de
vino; ofrecerás
esto como
ofrenda para ser
recibida con
agrado por el
Eterno. |
|
presentarás además
del novillo,
como ofrenda
vegetal, tres
décimas (de una
efa) de flor de
harina de trigo
mezclada con la
mitad de un hin
de aceite. |
Y presentarás como
libación la
mitad de un hin
de vino; ofrenda
de fuego para
ser aceptada con
agrado por el
Eterno. |
Así se ha de hacer
con un novillo o
con un carnero,
o con cada uno
de los hijos del
carnero o de la
cabra. |
Conforme al número
que vais a
ofrecer, así
haréis
(libaciones con
cada uno, según
el número de
ellos. |
Todo nativo lo
hará así, al
presentar
ofrenda de fuego
para ser
aceptada con
agrado por el
Eterno. |
Y cuando
peregrinare
entre vosotros
un prosélito, o
él morare entre
vosotros,
durante vuestras
generaciones, e
hiciere ofrenda
de fuego para
ser aceptada con
agrado por el
Eterno, del
mismo modo que
hacéis vosotros
hará él. |
La congregación
tendrá un mismo
estatuto, para
vosotros y para
el prosélito que
mora (entre
vosotros);
estatuto
perpetuo es para
todas maestras
generaciones:
como es para
vosotros, así
será para el
peregrino
delante del
Eterno. |
Un mismo estatuto
y un mismo
reglamento habrá
para vosotros y
para el
prosélito que
habite con
vosotros. |
|
Habla a los hijos
de Israel y
diles: Cuando
hubiereis
entrado a la
tierra adonde os
llevo, |
y cuando comiereis
del pan de la
tierra,
separaréis una
ofrenda alzada
para el Eterno. |
En primer lugar,
separaréis de
vuestras masas una torta como ofrenda alzada; como la
ofrenda alzada
de la era, así
separareis ésta. |
De lo primero de
vuestras masas
presentaréis al
Eterno una
ofrenda alzada,
durante vuestras
generaciones. |
Y cuando pecareis
por ignorancia y
dejareis de
cumplir
cualquiera de
estos
mandamientos que
ha dicho el
Eterno a Moisés, |
o sea, todo lo que
os ha ordenado
el Eterno por
conducto de
Moisés, desde el
día en que lo
ordenó el
Eterno, y de ahí
en adelante en
vuestras
generaciones, |
si por causa de
los jefes de la
congregación se
cometiere algún
yerro y éste se
hiciere por
ignorancia,
entonces toda la
congregación
ofrecerá un
novillo joven
por holocausto,
para ser
aceptado con
agrado por el
Eterno, con su
ofrenda vegetal
y su libación. |
Y el sacerdote
hará expiación
por toda la
congregación de
los hijos de
Israel, y les
será perdonado;
porque fue
pecado de
ignorancia, y
por su error
habrán traído su
sacrifico,
ofrenda de fuego
al Eterno, y su
ofrenda por el
pecado ante el
Eterno, a causa |
Así será perdonado
a toda la
congregación de
los hijos de
Israel, y al
prosélito que
habita entre
ellos, puesto
que de todo el
pueblo fue el
yerro. |
|
y el sacerdote
hará expiación
por la persona
que pecare por
ignorancia,
cuando
(realmente)
pecare por
ignorancia ante
el Eterno,
haciendo así
expiación por
ella; y le será
perdonado. |
Una misma ley
tendréis para el
nativo entre los
hijos de Israel
y para el
prosélito que
habite entre
ellos, para
aquéllos que
pecaren por
ignorancia. |
Y la persona que
obrare
intencionadamente,
sea nativa o
prosélita,
contra el Eterno
ha blasfemado; y
la tal alma será
segregada de
entre su pueblo, |
porque la palabra
del Eterno
despreció y
violó su
mandamiento;
ciertamente será
segregada
aquella alma, y
su iniquidad
estará sobre
ella. |
Y estuvieron los
hijos de Israel
en el desierto,
y hallaron un
hombre que
estaba
recogiendo leña
en día de
sábado. |
Y lo presentaron,
los que le
hallaron
recogiendo leña,
ante Moisés y
Aarón y toda la
congregación. |
Y le pusieron en
prisión, porque
no estaba
declarado qué
habían de hacer
con él. |
Y dijo el Eterno a
Moisés: Tal
hombre será
ciertamente
muerto; mátele a
pedradas toda la
congregación,
fuera del
campamento. |
Y toda la
congregación le
sacó fuera del
campamento, y le
apedrearon de
modo que murió;
como el Eterno había ordenado a Moisés. |
|
Habla a los hijos
de Israel y
diles que se
hagan borlas en
los ángulos de
sus vestidos,
durante todas
sus
generaciones, y
pondrán sobre la
borla de cada
ángulo un cordón
azul celeste. |
Y será para
vosotros por
tzitzit (borla);
y lo veréis y os
acordaréis de
todos los
mandamientos del
Eterno, y los
cumpliréis; y no
erraréis yendo
tras las
codicias de
vuestros
corazones y de
vuestros ojos,
en pos de los
cuales vosotros
andáis errando, |
a fin de que os
acordéis y
cumpláis todos
mis
mandamientos, y
seáis santos
para con vuestro
Dios; |
Yo soy el Eterno,
vuestro Dios,
que os saqué la
tierra de Egipto
para ser el Dios
vuestro. Yo soy el Eterno, vuestro Dios. |
Bendito seas Tu oh
Eterno nuestro
Dios, Rey del
Universo que nos
diste (Tu
Torah), la Toráh
de la Verdad, e
implantaste en
nosotros la Vida
Eterna. |
Bendito seas, oh
Eterno, que nos
concediste la
Toráh. (TODOS DICEN AMEN) |
LECTURA DE LA HAFTARÁ
Yahoshua (Josué)
2:1 al 2:24
Bendito seas Tú,
Eterno Dios
nuestro y Rey
del Universo,
que escogiste
buenos profetas
y te complaciste
en sus palabras,
que fueron
enunciadas con
verdad. |
Bendito seas Tú,
Eterno, que
escogiste la
Torah, a Moisés
Tu siervo, a Tu
pueblo Israel y
a profetas de la
verdad y y de la
rectitud. |
|
Y Josué, hijo de
Nun, envió desde
Sittim en
secreto a dos
hombres
exploradores,
diciéndoles:
Andad, reconoced
la. tierra, y a
Jericó. Y fueron
y entraron en
casa de una
mujer hostelera
que se llamaba
Rahab (Rajav), y
posaron allí. |
Y fue dado aviso
al rey de
Jericó,
diciendo: He
aquí que hombres
de los hijos de
Israel han
venido aquí esta
noche a espiar
la tierra. |
Entonces el rey de
Jericó envió a
decir a Rahab:
Saca fuera a los
hombres que han
venido a ti y
entraron en tu
casa, porque
vinieron a
espiar la
tierra. |
Alas la mujer
había tomado a
los dos hombres
y los había
escondido
(separadamente),
y dijo: Verdad
es que los
hombres vinieron
a mí, mas no
supe de donde
eran; |
y en el momento de
cerrar la puerta
(de la ciudad),
estando ya
oscuro, los
hombres
salieron, y no
sé hacia donde
se han ido;
seguidles
aprisa., porque
los alcanzaréis. |
Pero ella los
había hecho
subir al terrado
y los había
escondido entre
tascos de lino
que en aquel
terrado tenía
puestos en
orden. |
Y los hombres
fueron tras
ellos por el
camino del
orden, hasta los
vados; y luego
que salieron, la
puerta (de la
ciudad) fue
cerrada. |
Antes de que los
exploradores se
acostasen, ella
subió hasta
ellos al
terrado, y les
dijo: |
Sé que el Eterno
os ha dado esta
tierra; porque
el temor que
infundí ha caído
sobre nosotros y
todos los
moradores del
país se funden
por causa de
vuestra
presencia. |
Porque hemos oído
que el Eterno
hizo secar las
aguas del mar
Rojo delante de
vosotros, cuando
salisteis de
Egipto, y
también lo que
hicisteis a los
dos reyes de los
amoreos que
estaban de la
parte allá del
Jordán, a Sijón
y a Og, a los
cuales habéis
destruido. |
Oyendo esto se han
fundido nuestros
corazones; ni ha
quedado más
aliento en
ninguno por
vuestra causa;
porque cl
Eterno, vuestro
Dios, es Dios
arriba en los
cielos y abajo
en la tierra. |
Y ahora juradme,
os ruego, por el
Eterno, que
según he hecho
misericordia con
vosotros, así la
haréis vosotros
con la casa de
mi padre, y que
me daréis una
señal i
verdadera; |
y que conservaréis
en vida a mi
padre y a mi
madre, y a mis
hermanos y
hermanas, y a
todo lo que
ellos tienen; y
que libraréis
nuestras vidas
de la muerte. |
Y los hombres le
dijeron:
¡Nuestra vida
responderá por
la. vuestra si
no denunciáis
esta nuestra
misión; y cuando
el Eterno nos
hubiere dado la
tierra, nosotros
haremos contigo
misericordia y
verdad. |
Entonces ella les
hizo descender
con una cuerda
por la ventana;
porque su casa
estaba en la
pared de la
muralla, y en la
muralla ella
habitaba. |
Y ella les dijo:
Marchaos al
monte para que
no os encuentren
los
perseguidores; y
escondeos allí
por tres días,
hasta que los
que os siguen
hayan vuelto; y
después os iréis
por vuestro
camino. |
Y los hombres le
dijeron:
Desobligados
seremos del
pecado de este
juramento que
nos hiciste
jurar |
si cuando nosotros
entremos en la
tierra no
tuvieres atado
este cordón de
hilo escarlata a
la ventana por
la cual nos
hiciste bajar; y
no hubieres
recogido en casa
contigo a tu
padre y a tu
madre y a tus
hermanos y a
toda la casa de
tu padre. |
Cualquiera que
saliere fuera de
las puertas de
tu casa, su
sangre caerá
sobre su cabeza,
y nosotros
quedaremos sin
culpa. Y la
sangre de
cualquiera que
estuviere
contigo en casa,
caerá sobre
nuestra cabeza
si alguien le
tocare. |
Y si tú
denunciares esta
nuestra misión,
nosotros
quedaremos
desobligados de
este juramento
con que nos has
juramentado. |
Y ella respondió:
Sea así como
habéis dicho.
Luego los
despidió y se
fueron; y ella
ató el cordón
escarlata a la
ventana. |
Y ellos se fueron
y llegaron al
monte, y
estuvieron allí
tres días, hasta
que se volvieron
los
perseguidores;
éstos los
buscaron por
todo el camino,
mas no los
hallaron. |
Y regresaron los
dos varones,
descendieron del
monte y pasaron
el Jordán; y
vinieron ante
Josué, hijo de
Nun, y le
contaron todas
las cosas que
les había
acontecido. |
Y dijeron a Josué:
Ciertamente el
Eterno ha
entregado toda
la tierra
(Canaán) en
nuestras manos;
y también todos
los moradores
del país se
funden (de
miedo) delante
de nosotros. |
Bendito seas Tú,
Eterno, Dios
nuestro y Rey
del Universo,
fuerte de todos
los mundos,
justo en todas
las
generaciones;
Dios fiel, que
dice y obra, que
promete y
cumple, cuyas
palabras son
verdad y
justicia. |
Fiel eres Tú,
Eterno, Dios
nuestro, y tus
promesas son
merecedoras de
fe; ninguna de
Tus palabras
dejará de
cumplirse,
porque Tú eres
Dios y Rey fiel
(y piadoso). |
Bendito seas Tú,
Eterno, Dios
fiel en todas
tus palabras.
-Amen |
Ten piedad de
Sión, pues es el
hogar de nuestra
vida, y salva a
esa ciudad
afligida de
espíritu, pronto
y en nuestros
días. |
Bendito seas Tú,
Eterno, que
alegras a Sión
en sus hijos. |
Alégranos, oh
Eterno, Dios
nuestro, con la
llegada de
Elías, tu
profeta y
servidor, y con
el reinado de
David tu
ungido. Llegue pronto
su advenimiento
y haga regocijar
nuestros
corazones. |
No permitas que
extraños se
sienten en su
trono, ni que
otros hereden de
su gloria, pues
por tu santo
nombre le
juraste que su
luz jamás se
extinguirá. |
Bendito seas Tú,
Eterno, Escudo
de David. |
Resúmen de la Parashá
Ante la insistencia
de Bnei Israel el pueblo
de Israel-, y con el
permiso de Hashem, Moshé
envía doce
representantes, uno por
cada tribu, a que
exploren la tierra de
Canaán. Previendo que
habrá problemas, Moshé
le cambia el nombre a
Hoshea Salva-, por
Yehoshua Dios Salva-, en
expresión de plegaria de
que Hashem no permita
que fracase en su
misión. Los espias
retornan después de
cuarenta días,
transportando frutos de
un tamaño inusualmente
grande.
Cuando diez de los
doce espias afirman que
los habitantes de Canaán
son de aspecto igual de
formidable que la fruta,
cunde el desaliento.
Calev y Yehoshua, los
únicos dos enviados que
se mantienen a favor de
invadir la tierra,
tratan de darle ánimos
al pueblo. Sin embargo,
la nación decide que,
ante los riesgos
potencialmente fatales,
la Tierra no vale la
pena, y en cambio,
exigen el retorno a
Egipto.
Hashem se "enoja"
ante semejante actitud,
pero el rezo ferviente
de Moshé lo "calma". No
obstante, Hashem declara
que la nación debe
permanecer en el
desierto durante
cuarenta años, hasta que
perezcan todos los que
lloraron ante el falso
informe de los espias.
Un grupo de
israelitas, arrepentidos
de haber cometido tal
equivocación, decide en
forma intempestiva
invadir la Tierra,
basándose en la orden
original de Hashem.
Moshé les advierte que
no deben actuar de tal
modo, mas no le hacen
caso, y son masacrados.
Hashem instruye a
Moshé en lo relativo a
las ofrendas que harán
los israelitas cuando,
por fin, ingresen a la
tierra.. Se le manda al
pueblo que separe jalá
de la masa y la done a
los kohanim. Se explican
las leyes de las
ofrendas relativas a los
pecados inintencionales,
para el individuo y para
la comunidad. Si alguien
blasfema en contra de
Hashem y no se
arrepiente, se lo separa
espiritualmente del
pueblo. Se descubre un
hombre que recoge leña
en una propiedad pública
en Shabat, y se lo
condena a muerte.
Se enseñan las leyes
de los tzitzit, y por
eso dos veces al día
repetimos esta sección
de la parashá, que nos
recuerda el Exodo.
Comentarios a la
Parashá
"Enviad para
vosotros hombres que
espíen la tierra de
Canaán" (13:2)
Después de la Guerra
de los Seis Días, la
milicia norteamericana
tenía una gran intriga:
¿cuál era el ingrediente
secreto que les permitió
a los pilotos israelíes
derribar el 90% (cifra
sin precedentes) de los
aviones egipcios?
Con tal fin, se
llevó a cabo una
investigación que
examinó cada uno de los
aspectos de las vidas de
los pilotos, hasta los
más personales y
secretos. Por ejemplo,
¿tenían mascotas en la
casa? ¿Cuántas veces a
la semana se duchaban?
Una vez recopilados
los resultados, los
norteamericanos
publicaron su informe:
no había ninguna
diferencia palpable o
identificable que
separara a los pilotos
israelíes de los
norteamericanos... con
una sola excepción (se
burlaba el informe):
"¡todos los pilotos
israelíes tenían brit
milá!"Pero, a decir
verdad, la "broma" era
sobre los propios
americanos: habían
descubierto el "arma
secreta" de los
israelíes, sin siquiera
darse cuenta! El Midrash
nos cuenta que Abraham
Avinu está parado en la
puerta del Gehenom para
impedir que entre todo
el que tiene brit milá.
El propósito de
enviar a los espías a
Eretz Israel era que las
generaciones futuras no
dijeran que los
habitantes de Eretz
Israel eran débiles y
que la Tierra de Israel
había sido conquistada
por puros medios
naturales. Por eso la
Torá dice: "Enviad para
vosotros hombres que
espíen la tierra de
Canaán", porque entonces
verán que sus habitantes
son increíblemente
poderosos. Y si, a pesar
de eso, son capaces de
conquistar la tierra, se
darán cuenta de que "Yo
se las doy a los Hijos
de Israel".
El pueblo judío
tiene un solo "Amigo",
en un mundo de setenta
lobos. Pero El es el
único Amigo que nos hace
falta. Y cuando
triunfamos, no es
gracias a los F-16, ni a
la elevada moral, ni a
la gran motivación, ni a
los cereales
fortificados del
desayuno. No. Es porque
Hashem así lo quiso.
"Eramos como
saltamontes a nuestros
ojos, y también lo
éramos a los ojos de
ellos" (13:33)
Escenario: la
oficina de un
psiquiatra.
El psiquiatra le
dice al hombre que está
recostado en el sofá:
"Bueno... el problema es
que Ud. es paranoico".
Cuando alguien sufre
de baja autoestima,
proyecta toda su
inseguridad al modo en
que percibe a los demás:
"Eramos como saltamontes
a nuestros ojos, y
también lo éramos a los
ojos de ellos".
Es así como en la
guerra, a veces la
batalla ya está perdida
o ganada antes de que se
dispare un solo tiro.
Porque si la moral
está baja, si el
ejército se ve a sí
mismo como un conjunto
de saltamontes, entonces
está a un paso de que el
enemigo también los
perciba como tal.
"Moshe llamó el
nombre de Hoshea, hijo
de Nun, 'Yehoshua'"
(13:16)
De los doce espías
que envió Moshe para que
exploraran la tierra de
Israel, únicamente
Yehoshua y Calev no
cayeron presa de la
conspiración de la
Tierra.
Antes de que
Yehoshua (que por
entonces se llamaba
Hoshea) fuera a explorar
la tierra, Moshe le
agregó una letra iud al
comienzo de su nombre,
para que éste comenzara
con una de las letras de
uno de los nombres de
Hashem. Su intención era
proteger a Yehoshua para
que no hablara como los
demás espías.
¿Por qué Moshe no
cambió también el nombre
de Calev, para
protegerlo?
Calev estaba casado
con Miriam, que era la
hermana de Moshe, y ella
misma profetisa. Fue por
su mérito que los Hijos
de Israel recibieron
agua en el desierto.
La mejor protección
que puede tener un
hombre es una mujer
tzadeket, porque
entonces ya no necesita
de ningún otro tipo de
protección.
"Háblales a los
Hijos de Israel y diles;
y ellos harán para sí
mismos flecos en las
esquinas de sus
vestimentas" (15:38)
El mundo es como un
talit (chal para rezar).
El mundo tiene cuatro
puntos cardinales. El
talit tiene cuatro
costados. Coloquialmente
hablando, solemos
referirnos a "los cuatro
confines del mundo". El
talit tiene cuatro
esquinas. Los tzitzit,
los flecos que cuelgan
del talit, son hilos que
parecen una parte
anacabada del propio
talit. Ellos nos enseñan
que el mundo, tal como
existe hoy en día, está
inacabado, y que la
tarea del hombre
consiste en perfeccionar
el mundo a través de sus
actos.
Los tzitzit tienen
cinco nudos, que
corresponden a los cinco
Libros de la Torá.
Porque el mundo alcanza
su perfección únicamente
con la entrega y la
observancia de la Torá.
Los cinco nudos
corresponden, además, a
los cinco sentidos. Y
todos ellos pueden
dedicarse al servicio
del Creador. Las cinco
palabras del primer
versículo del Shemá se
corresponden con los
cinco nudos de los
tzizit.
Los tzitzit tienen
ocho hilos. Ocho es la
cifra que denota
trascendencia. La semana
tien siete días, la
escala musical tienen
siete notas. El ocho es
lo que une a este mundo
con lo que está más allá
de este mundo.
Las ocho cuerdas de
los tzitzit se
relacionan con el brit
milá (circuncisión), que
tiene lugar el día
octavo tras el
nacimiento de un varón.
Esto simboliza la
capacidad que tiene el
judío de elevar lo
físico a lo metafísico.
La Torá cuenta con
613 preceptos. Si
tomamos la guematria
(equivalente numérico)
de la palabra tzitzit,
que es 600, y le
agregamos los cinco
nudos y los ocho hilos,
el resultado es 613.
A través de la
mitzvá de los tzitzit
podemos "conectarnos"
con algo que está mucho
más allá de este mundo
físico.
NOTAS EXPLICATORIAS:
|
|
Exploraron la Tierra
Dios no ordenó enviar espías a la tierra de Canaán, según parece al
leer el primer
versículo, pero aceptó
la petición del pueblo,
según vemos en el
Deuteronomio: 'Y
dijisteis: enviemos
hombres delante de
nosotros para que nos
reconozcan la tierra'
(Deuteronomio 1, 22).
Con el envío de los
meraglim (espías), los
israelitas mostraron su
falta de fe, pues Dios
ya había dicho que se
trataba de una buena
tierra, y que se la
daría a ellos. Pero aun
así, el pueblo temía y
desconfiaba. Por otra
parte vemos a Josué
enviando también
meraguelim (Josué 2, 1),
pero esto era con la fe
previa de que los
israelitas iban a
triunfar, lo que faltó
en el primer caso. Por
consiguiente, las
palabras shelaj lejá
(envía para ti) del
capítulo 13, 2,
significan 'porque
vosotros lo quisisteis',
y no se asemeja al caso
de la elección de los
setenta ancianos, donde
se ha escrito: 'junta
para Mí setenta hombres'
(capítulo 11, 16).
Aunque Dios conocía el
resultado negativo de
los meraglim permitió
que los enviasen, pues
Dios guía a cada cual
por el camino que desea
ir.
|
Y llegaron hasta el torrente (o valle) de Eshkol, y cortaron de
allí un
sarmiento con un
racimo de uvas y
lo llevaron en
dos varas, y
también llevaron
granadas e
higos. |
El torrente o Valle de Eshkol
Se llamaba así por causa del torrente que pasaba por el valle
durante la estación de
lluvias, y 'valle' en el
verano, cuando el río
estaba seco.
|
Y se levantó toda
la congregación
y alzó sus
voces; y lloró el pueblo aquella noche |
Lloró el pueblo aquella noche
El pueblo, desanimado
por el informe de los
meraglim lloró aquella
noche. El rabino Rabá,
en nombre de Rabí
Yojanán, dijo: 'Aquella
noche era la noche del
nueve del mes hebreo Av,
por lo que Dios dijo a
los hijos de Israel:
Vosotros lloráis esta
noche sin motivo, pero
Yo marcaré esta fecha
como noche de llanto y
con motivo, para
vuestras generaciones'
(Taanit 29). Siglos
después, en este mismo
día de 9 de Av, fueron
destruidos los dos
templos de Jerusalem, y
también ocurrieron otros
acontecimientos nefastos
por los cuales aún hoy
lloramos. En este día
marcado con sangre,
nuestra gloria fue
arrojada al suelo y
nuestro pueblo
dispersado por todos los
lugares del mundo. Con
todo, el profeta
Zacarías prometió al
pueblo de Israel que
Dios convertiría este
día, así como los otros
tres días de ayuno y
tristeza del año, en
gozo y alegría, con la
condición de que amemos
la verdad y la paz. 'Así
dijo el Eterno de las
huestes: El ayuno del
cuarto mes (17 Tamuz) y
el ayuno del quinto mes
(9 Av) y el ayuno del
séptimo mes (3 Tishrí) y
el ayuno del décimo mes
(10 Tevet), se tornarán
para la casa de Judá en
gozo y alegría y en
solemnidades festivas;
amad pues la verdad y la
paz' (Zacarías 8, 19).
|
'El Eterno es tardo para la ira y grande en
misericordia;
perdona la
iniquidad y la
rebeldía, y no
absuelve al
culpable que no
hace
penitencia; visita (revisa) la iniquidad de los padres sobre los hijos
hasta la tercera
y hasta la
cuarta
generacion. |
El Eterno es tardo para la ira
Dios quiso aniquilar
al pueblo ingrato
llevado a la rebeldía
por los diez
exploradores, pues tenía
culpa por haber creído
en éstos y no en la
promesa de Dios. Pero
Moisés intervino ante el
Eterno en favor del
pueblo, haciendo que
recordase su
misericordia por medio
de los trece atributos
divinos mencionados en
el libro del Exodo
(capítulo 34, 6). Dios
atendió la plegaria de
Moisés y perdonó al
pueblo. El Midrash
(Yalcut 744) escribe a
este propósito que
cuando Moisés subió al
monte Sinay encontró al
Eterno escribiendo estas
palabras: 'El Eterno es
tardo para la ira'.
'Esto deberá ser sólo
para los buenos y
justos', dijo Moisés.
'No, aun para los
pecadores!', le
respondió Dios. 'Pero
los pecadores no lo
merecen', replicó
Moisés. 'No hables así',
respondió el Eterno.
Llegará un día en que tú
mismo pedirás
misericordia aun para
los pecadores'. En
efecto, después de este
acontecimiento Moisés
tuvo que hacerlo así en
dos oportunidades: una
vez en favor de los
adoradores del becerro
de oro, y otra en este
caso de los
exploradores.
Visita la iniquidad de los padres
Ver en Exodo 34, 7. que usa de benevolencia con miles (de
generaciones); que
perdona la iniquidad, la
transgresión y el pecado
(del que se arrepiente),
pero que de ningún modo
absolverá al culpado que
no haga penitencia); que
visita (revisa) la
iniquidad e los padres
sobre los hijos, hasta
la tercera y cuarta
generación.
|
¿Hasta cuando esta congregación perversa hará que Israel
se queje contra
Mí? Yo he oído
las
murmuraciones de
los hijos de
Israel que esta
congregación
hace murmurar
contra Mí. |
Esta congregación perversa
Hace alusión a los diez exploradores, sin contar a Yehoshúa y
Kalev.
|
aquellos hombres
que infamaron a la tierra, murieron de
plaga ante el
Eterno. |
Infamaron la Tierra
Los meraglim (exploradores) difamaron a la tierra de Canaán
diciendo que consumía a
sus habitantes (verso
32). Usaron la táctica
de los calumniadores y
mentirosos, que
comienzan por hablar
bien y acaban hablando
mal (ver versos 27-28).
Según Maimónides, el
pecado de los meraglim
está en la palabra éfes
(pero). Dijeron: 'Es una
tierra que mana leche y
miel, pero...' Como
informantes, debían
declarar solamente lo
que vieron. Con este
'pero' querían indicar
que no podrían
conquistar la tierra,
debilitando así el ánimo
del pueblo. 'Vean el
castigo de la
maledicencia - nos dice
Rabí Elazar Ben Partá -.
Los meraglim que
difamaron a la tierra,
que es cosa inanimada,
fueron merecedores de la
muerte. ¡Cuál no será el
castigo para quien
difama a su prójimo! ' (Yalcut 745).
|
En primer lugar,
separaréis de
vuestras masas una torta como ofrenda alzada; como la
ofrenda alzada
de la era, así
separareis ésta. |
Una torta como ofrenda
La Torah ordena separar para el sacerdote una parte (jalá) de la
masa que se hace con las
cinco clases de
cereales: trigo, cebada,
espelta, avena y
centeno. La cantidad de
masa que hay obligación
de separar es, por cada
ómer, el 1/24 si la masa
es para uso de la
familia, y el 1/48 si es
para vender, como en el
caso de los panaderos.
El ómer es el volumen de
43 huevos 1/5, lo que
quiere decir que el
cereal, molido y
convertido en harina,
tendrá esta misma
capacidad.Esta ley se
aplica solamente cuando
los israelitas habitan
en Medinat - Yisrael,
pero sólo se practica
actualmente con el fin
de que este mandamiento
no sea olvidado. Por
consiguiente, se separa
la jalá y en lugar de
dársela al sacerdote se
la quema en el mismo
horno en que se cuece el
pan.
|
Y toda la
congregación le
sacó fuera del
campamento, y le
apedrearon de
modo que murió;
como el Eterno había ordenado a Moisés. |
El Eterno había ordenado a Moisés
El trozo del Maftir
[el invitado que lee la
Haftará] de esta perashá
constituye el tercer
párrafo del Shemá, en la
cual Dios nos ordena
llevar el tzitzit. La
palabra tzitzit da
nombre a una borla
especial, y el valor
numérico de sus letras
en hebreo (600),
añadiendo sus ocho hilos
y cinco nudos, suma
seiscientos trece, que
representa según el
Talmud, el número total
de los preceptos
contenidos en la Torah.
Mirar el tzitzit
equivale pues a
recordarnos toda la ley
de Moisés, según el
versículo que dice:
'para que os acordéis y
cumpláis todos mis
mandamientos'. La Ley
prescribe además,
colocar sobre el tzitzit
un cordón de lana
pintado con la sustancia
de un insecto acuático
denominado jilazón, cuyo
color es el mismo que el
del mar. La razón de
esto nos la da el Talmud
(Menajot 43): 'pues el
color del tejélet (azul
celeste) se asemeja al
del mar (por medio del
cual Dios hizo milagros
a Israel), y el color
del mar se asemeja al de
los cielos, donde se
encuentra el trono de
Dios conforme lo dijo el
profeta Isaías: El cielo
es mi trono, y la tierra
estrado de mis pies... '
(Isaías 66, 1). Hasta el
siglo 18 los judíos
ortodoxos acostumbraban
colocar tzitzit en su
vestimenta externa de
uso diario. Actualmente
usan el talet catán o
arbá canfot entre las
ropas interiores. Con
todo, nuestro atuendo
actual exime del
precepto de usar el
tzitzit, (ya que) de
acuerdo con la
prescripción de la
Torah, sólo se usa en
prendas que tengan
cuatro extremidades.
Pero aun así usamos el
talet catán por
tradición y para
recordar y cumplir los
613 mandamientos de la
Torah, según explicamos
arriba.
Comentarios a la Haftará – Yehoshúa 2 -
La Parashá Shelaj cuenta cómo antes de que el pueblo Judío comenzara a
ascender hacia Eretz
Israel, Moshé accedió a
su pedido de enviar una
comisión de hombres
guerreros con la misión
de espiar las nuevas
tierras.
La misión trajo
reportes de cómo era la
tierra y la gente que la
habitaba y las ciudades
que tenían construidas.
El pueblo siente miedo
de subir a enfrentarlos
y diez de los espías
sugieren que será muy
peligroso enfrentar a
los habitantes de la
tierra.
Consecuencia de ello es que Hashem decreta que esa generación moriría
en el desierto sin pisar
la Tierra Prometida
La Haftará nos presenta una nueva misión de espías organizada por uno
de los sobrevivientes de
la anterior misión:
Yehoshúa quien ahora es
40 años mas viejo y con
mas experiencia, y por
lo tanto, la misión que
él organiza tiene todos
los ingredientes para
que no fracase. Su
objetivo fue rectificar
el pasado e inculcar en
el corazón y la mente de
los judíos la actitud
propia para ingresar a
la Tierra que dependiera
de su confianza en la
palabras de Hashem.
Fue necesario que la gente que habitaba toda la Tierra conociera las
batallas de Israel en
contra de dos grandes
personajes, los reyes Oj
y Sijón. Esto hizo que
el miedo se apoderara de
todos ellos lo que
sirvió de señal a
Yehoshúa para conocer
que el tiempo señalado
por Hashem había llegado
de entrar en la Tierra
Prometida.
¿Se imaginan lo que
debe ser cambiar de
trabajo prácticamente
todas las semanas? Como
si fuera fácil encontrar
trabajo una sola vez y
seguir en él todo el
año! Pero tener que
empezar desde cero cada
lunes a la mañana, yendo
a buscar empleo para
encontrar una nueva
manera de poner pan en
la mesa...
Sin embargo, eso fue
exactamente lo que
hacían los judíos en
Estados Unidos a
comienzos de siglo. Para
escapar de las
persecuciones de la
Rusia zarista, los
judíos huyeron hacia
América, habiendo oído
los relatos de la golden
medina, la tierra donde
las calles estaban
pavimentadas con oro. En
cierto sentido, es
posible que haya sido
cierto, pero para
extraer ese oro había
que trabajar en
Shabat... y eso era algo
impensable. Por lo
tanto, esos judíos eran
contratados un día
lunes, trabajaban hasta
el viernes a la tarde,
no se presentaban en
Shabat, y el lunes eran
despedidos. Y así,
semana tras semana. Fue
a través de ese tremendo
autosacrificio que la
Torá logró establecerse
en América.
Lo que mantuvo la
conexión con el
Yiddishkeit (judaísmo)
de aquellos héroes del
espíritu, y de sus
descendientes, fue que
ni por un momento
consideraron la
posibilidad de no
cumplir con el Shabat.
Jamás siquiera se les
pasó por la cabeza.
Ellos debían cumplir con
el Shabat. Era algo tan
obvio como que hay que
respirar.
En la parashá de
esta semana hay un
enigma muy interesante:
¿por qué los espías que
envió Moshé regresaron
con un informe negativo,
mientras que los que
envió Yehoshua, en la
Haftará de esta semana,
regresaron en un tono
entusiasta y positivo?
La diferencia radica
en que fueron a cumplir
con su misión con
perspectivas diferentes:
los espías que envió
Moshé fueron con la
actitud de si entrar o
no a la tierra, mientras
que los de Yehoshua no
tenían ninguna duda de
que debían entrar a la
tierra. Esa era la
voluntad de Hashem. No
entrar a la tierra era
algo impensable. Jamás
se les pasó por la
cabeza. La única
cuestión era cómo
entrar.
Cuando una persona
desde el comienzo
mantiene una actitud
positiva, su enfoque se
centrará en lograr su
objetivo, pues jamás se
le pasa por la cabeza lo
contrario...
Extraídos de la Etica de los Padres, que se suele estudiar en los
Shabats del verano.
"Todo el que repite
algo que oyó de otra
persona y lo dice en su
nombre, trae redención
al mundo, tal como vemos
en Purim, donde la
redención del milagro de
Purim se produjo como
resultado de que la
Reina Esther le dijo al
rey, en nombre de
Mordejai (Esther 2:22)
acerca del complot para
asesinarlo."
(Avot 6:6)
Mordejai santificó
el nombre de Hashem al
demostrar la lealtad de
un judío hacia su
soberano.
Los del complot,
Bigsan y Teresh, eran
gente de influencia, y
se corría peligro de que
si el rey los indultaba,
se vengarían de él. Pero
el Cielo quiso que
semejante conducta
ejemplar se publicitara,
para que el pueblo
aprendiera de él.
En el caso de
Mordejai y Esther, el
resultado de tal
conducta fue la
redención física del
complot genocida de
Hamán y la redención
espiritual de los
judíos, que se acercaron
a su Padre Celestial
PROMESAS DE HASHEM
Zejaria 2:16 Venajal Adonay et-Yehudah jelko al admat hakodesh uvajar od
biYerushalayim. Y el Eterno poseerá a Judá (como) porción suya en la
tierra santa, y
nuevamente escogerá a
Jerusalem.
Escrito y Recopilado
por: Rabino Yaakov Asher Sinclair de la Organización Ohr Somayach de Israel y Monsey
Editado por el
Periodista y
Maestro Eliyahu BaYona,
Director de Shalom
Haverim, Monsey, New
York.
Aliyot - Bamidbar Shelaj