2. Antes de ser
engendrados los montes y de ser formada la tierra y el orbe eres tú,
¡oh Dios! desde la eternidad y para siempre.
3. Haces volver
al hombre al polvo, diciendo: “Volved, hijos de Adán!”
4. Porque mil
años son a tus ojos como el día de ayer, que pasó; como una vigilia
de la noche."
5. Los arrebatas;
son como un sueño mañanero, como hierba que se marchita:"
6. A
la mañana florece y crece, a la tarde se corta y se seca.
7. Pues nos
consume tu ira y nos conturba tu indignación.
8. Has puesto
nuestras iniquidades frente a ti, nuestros (pecados) secretos a la
luz de tu faz,
9. Pues todos
nuestros días transcurren bajo tu ira, y acaban nuestros años como
un suspiro.
10. La duración
de nuestros años es de setenta, y óchenla en los más robustos; pero
en su mayor parte no son más que penas y vaciedad, porque pasan
veloces, y volamos."
11. ¿Quién
conoce el poder de tu cólera y tu indignación en lo que debes ser
temido?
12. Enséñanos,
pues, a contar nuestros días para que lleguemos a tener un corazón
sabio.
13. Vuélvete,
¡oh Eterno! ¿hasta cuándo?., y ten compasión de tus siervos.
14. Sacíanos,
desde la mañana, de tu gracia, para que exultemos y nos alegremos
todos los días.
15. Alégranos
por tantos días que nos humillaste, por tantos años como probamos la
desgracia.
16. Que tu obra
sea vista de tus siervos, y tu magnificencia (brille) sobre sus
hijos.
17. Sea sobre
nosotros la suavidad del Eterno, nuestro Dios, y confirma la obra de
nuestras manos a nuestro favor. Sí, afianza la labor de nuestras
manos.