En
aras de la unificación del Santo, bendito es, con Su Presencia,
con temor y amor, amor y temor, a fin de unificar el Nombre
Inefable, en nombre de todo Yisrael, nos disponemos ahora a
recitar el rezo de Shajarit que instituyó nuestro ancestro
Abraham, de bendita memoria, junto con todos los preceptos
incluidos en él, con el objetivo de rectificar su raíz
espiritual en los ámbitos superiores, para así complacer y
cumplir la voluntad de mi Creador. "Que la dulzura del Eterno
esté sobre nosotros. Que Él establezca para nosotros la obra de
nuestras manos; que afirme la obra de nuestras manos" (Tehilim
90:17).
El amor
y el respeto entre todos los miembros del pueblo judío
constituyen la piedra angular sobre la que se basa la Torá. Es
por esta razón que antes de iniciar los rezos se hace la
declaración siguiente:
He
aquí que yo acepto sobre mí el precepto positivo de "amarás a tu
prójimo como a ti mismo". He aquí que yo le profeso amor a cada
miembro del pueblo de Yisrael como si fuera mi propia alma y
cuerpo. Y he aquí que yo dispongo mi boca a rezar delante del
Soberano Rey de reyes, el Santo, bendito es.
RECITACIÓN DEL SHEMÁ CON SUS BENDICIONES
Durante
la recitación de la primera frase de esta bendición, hasta las
palabras "uboré jóshej —...y ha creado la obscuridad", hay que
agarrar la caja del tefilín del brazo, luego de lo cual la
suelta y se besa la mano.
Bendito
eres Tú, Eterno, Dios nuestro, Soberano del universo, que ha
formado la luz y ha creado la obscuridad, hace la paz y crea
todo lo que existe. Él es quien ilumina a la tierra y a los que
habitan en ella con misericordia, y quien por Su bondad renueva
continuamente cada día la obra de la Creación. ¡Qué tan inmensas
son Tus obras, oh Eterno, a todas las hiciste con sabiduría!
Llena está la tierra de Tus posesiones. El Rey que sólo Él es
exaltado desde siempre; el alabado, glorificado y enaltecido
desde los días de antaño. Dios eterno, por Tu abundante
misericordia ten piedad de nosotros; oh Señor de nuestra
fortaleza, Roca de nuestro baluarte, escudo de nuestra
salvación, sé Tú nuestra protección. El Dios bendito, grande en
conocimiento, que preparó y actuó en los rayos del sol; el
Bondadoso, que formó honor a Su Nombre, colocó luminarias
alrededor de Su poder. Los líderes de Sus santas legiones,
exaltan al Omnipotente; continuamente relatan la gloria de Dios
y Su santidad. Bendito serás Eterno, Dios nuestro, en los cielos
arriba y en la tierra abajo, por sobre todas las alabanzas de
las obras de Tus manos, y por sobre las luminarias de luz que
formaste; ellas te glorificarán (sela).
Bendito
serás por toda la eternidad, oh Creador nuestro, Rey y Redentor
nuestro, Creador de seres santos. Alabado será Tu Nombre por
siempre jamás, Rey nuestro. Oh Creador de ángeles ministeriales,
cuyos servidores todos se paran en las cimas celestiales del
universo y proclaman con temor, al unísono y con voz
estruendosa, las palabras del Dios viviente y Soberano del
universo. Todos son bien amados; todos son sin mácula; todos son
poderosos; todos son santos; todos cumplen con terror y temor la
voluntad de Su Creador. Todos abren sus bocas con santidad y
pureza, con cánticos e himnos; y bendicen, alaban, glorifican,
santifican, reverencian y entronizan el Nombre del Dios
soberano, quien es grandioso, poderoso y temible; Santo es.
Todos aceptan unos de otros el yugo de la soberanía del Cielo, y
todos se conceden permiso uno al otro para santificar a su
Creador con serenidad de espíritu y con articulación clara y
dulce. Todos al unísono declaran con pavor Su santidad y
proclaman con temor:
La
congregación deberá decir en voz alta junto con el jazán las
frases que se indican. Es necesario decirlas en posición
sentada: se acostumbra dar un beso al tefilín de la mano en ésta
oración.
(Recitar
junto con el jazán) ¡Santo, Santo, Santo es el Eterno, Amo de
Legiones; la tierra entera está llena de Su gloria! (
Yeshayahu 6:3).
Y
los ángeles Ofanim y las Jayot santas con inmenso estruendo se
elevan frente a los Serafim; frente a ellos entonan alabanzas y
declaran:
(Recitar
junto con el jazán) ¡Bendita es la gloria del Eterno
desde Su lugar! (Yejezkel 3:12).
Al
Dios bendito ellos ofrecen dulces melodías; al Dios viviente y
perenne entonan cánticos. Proclamarán Sus alabanzas, pues sólo
Él es exaltado y santo; que realiza hechos poderosos; hace cosas
nuevas; es Señor de batallas; siembra actos justos; hace
florecer salvaciones; crea remedios; es pavoroso en alabanzas y
Señor de obras portentosas; que por Su bondad renueva
continuamente y cada día la obra de la creación, como está
escrito: "[Den gracias] al que hace las grandes luminarias, pues
para siempre es Su bondad” (Tehilim 136:7). Bendito eres Tú,
Eterno, Creador de las luminarias.
Con
amor eterno nos has amado, oh Eterno, Dios nuestro; con una piedad
adicional y mayor has tenido misericordia de nosotros. Padre
nuestro, Rey nuestro, en virtud de Tu grandioso Nombre y en virtud
de nuestros padres que confiaron en Ti y a quienes les enseñaste
estatutos de vida a fin de cumplir Tu voluntad con el corazón
perfecto; que asimismo nos concedas gracia, oh Padre nuestro lleno
de misericordia. Oh Misericordioso, ten piedad de nosotros e
implanta en nuestro corazón inteligencia para comprender, elucidar,
escuchar, aprender y enseñar, guardar, realizar y preservar todas
las palabras del estudio de Tu Torá, con amor. Ilumina nuestros ojos
en Tu Tora y haz que nuestro corazón se apegue a Tus mandamientos; y
unifica nuestro corazón para que amemos y temamos a Tu Nombre. Nunca
nos avergonzaremos, ni nos abochornaremos ni tropezaremos, pues en
Tu santo Nombre, grandioso, poderoso y temible hemos confiado. Nos
regocijaremos y alegraremos en Tu salvación. Que Tu misericordia y
Tu inmensa bondad, oh Eterno, Dios nuestro, nunca nos abandonen
(sela). Trae prontamente sobre nosotros bendición y paz (al decir
"bendición y paz". se toman las cuatro puntas de los flequillos del
Talit [tsitsiot] en la mano izquierda, y se los coloca sobre el
corazón) desde los cuatro confines de la tierra. Quebranta el
yugo de las naciones que pesa sobre nuestro cuello y condúcenos
prontamente con orgullo a nuestra tierra, pues Tú eres un Dios que
obra salvaciones. Tú nos has escogido de entre todas las naciones y
lenguas, y nos has acercado con amor, Rey nuestro, a Tu grandioso
Nombre a fin de que te alabemos y unifiquemos para temer y amar Tu
Nombre. Bendito eres Tú, Eterno, que escoge a Su pueblo Yisrael con
amor.
A
continuación se recita el Shemá' Yisrael con concentración y
devoción. Hay que tener plena conciencia de lo que se está diciendo,
especialmente en el primer versículo, poniendo especial atención en
pronunciar perfectamente cada palabra. Se recita el primer versículo
cubriéndose los ojos con la mano derecha. Antes de recitarlo, hay
que concentrarse en cumplir el precepto positivo de recitar el Shemá
Yisrael dos veces por día, así como en aceptar la soberanía absoluta
de Dios.
Escucha,
Yisrael: el Eterno es nuestro Dios, el Eterno es Uno y Único.
Bendito
es el Nombre de Su majestad gloriosa por siempre jamás.
Durante la
recitación del primer párrafo hay que concentrarse en cumplir el
precepto de amar a Dios.
Amarás
al Eterno, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con
todas tus fuerzas Estas cosas que Yo te ordeno el día de hoy estarán
sobre tu corazón. Las enseñarás diligentemente a tus hijos y
hablarás de ellas cuando estés sentado en tu casa y cuando andes de
camino, al acostarte y al levantarte. (Tocar con la mano el
tefilín del brazo) Las atarás por signo sobre tu mano (tocar
con la mano el tefilín de la cabeza) y serán filacterias entre
tus ojos. Y las escribirás sobre los marcos de tu casa y sobre tus
portones (Debarim 6:5-9).
Durante la
recitación del segundo párrafo hay que concentrarse en aceptar el
cumplimiento de todos los preceptos de la Torá.
Y
sucederá que si obedecieran los mandamientos que Yo les ordeno hoy
(pausa), de amar al Eterno, su Dios, y servirle con todo su
corazón y con toda su alma, entonces Yo otorgaré a su tierra la
lluvia en su momento, la temprana y la tardía, para que recojan el
grano, el mosto y el aceite. Yo daré hierba a sus campos para su
ganado, y comerán y se saciarán. Cuiden de ustedes, no sea que se
deje seducir su corazón y se aparten y sirvan a dioses extraños y se
postren ante ellos. (Desde aquí en voz baja) Entonces se
encenderá (pausa) la ira del Eterno contra ustedes; Él
retendrá los cielos para que no haya lluvias y la tierra no produzca
su fruto. Y serán exterminados rápidamente de la buena tierra que el
Eterno les entrega (hasta aquí en voz baja) Pongan estas
palabras Mías en sus corazones y en su almas; (tocar con la mano
el tefilín del brazo) átenlas por signo en sus manos y que sean
(tocar con la mano el tefilín de la cabeza) filacterias entre
sus ojos Las enseñarán a sus hijos, para hablar de ellas cuando
estés sentado en tu casa y cuando andes de camino, al acostarte y al
levantarte. Las escribirás sobre los marcos de tu casa y sobre tus
portones, a fin de que se multipliquen tus días y los días de tus
hijos sobre la tierra que el Eterno juró entregar a sus padres, como
los días del ciclo sobre la tierra (Debarim 11:13-21).
Al recitar
el siguiente párrafo, tomar las puntas de los tsitsiot en la mano
derecha, manteniendo los nudos en la izquierda. Al recitar la
primera parte del párrafo hay que concentrarse en aceptar cumplir el
precepto de tsitsit. Al recitar la última parte, hay que
concentrarse en cumplir el precepto de recordar la salida de
Mitsráyim (Egipto].
El
Eterno habló a Moshé, diciendo: Habla a los hijos de Yisrael y diles
que se hagan flequillos (besar los tsitsit) en las esquinas
de sus vestimentas a lo largo de sus generaciones. Y pondrán sobre
el flequillo (besar los tsitsit) de cada esquina un hilo de
'color celeste. Y serán tsitsit para ustedes (besar los tsitsit),
para que lo vean (mirar los tsitsit y pasarlos dos veces frente a
los ojos y besarlos) y se acuerden de todos los mandamientos del
Eterno y los cumplan, y no exploren tras de sus pensamientos ni tras
de sus ojos (mirar los tsitsit y pasarlos una vez frente a los
ojos y besarlos), en pos de los cuales ustedes se corrompen. A
fin de que recuerden y cumplan todos Mis mandamientos y sean santos
para su Dios. Yo soy el Eterno, su Dios, que saqué a ustedes de la
tierra de Mitsráyim para ser su Dios. Yo soy el Eterno, su Dios...
Verdadero...
Hay que
finalizar la frase "Aní Adonay Elohejem —Yo soy el Eterno, su
Dios... Verdadero..." junto con el jazán, diciendo la palabra "Emet
—Verdadero...", en voz alta junto con la congregación. Después de
eso, permanecer en silencio hasta que el jazán repita la frase
"Adonay Elohejem Emet —el Eterno, su Dios... Verdadero...",
incluyéndose en su pronunciación. Y si se reza solo o no se alcanzó
a finalizar junto con el jazán, después de terminar el párrafo hay
que repetir uno mismo esa misma frase, a fin de que el conjunto de
palabras del Shemá lleguen a 248, número idéntico al de los miembros
del cuerpo humano, simbolizando así nuestra total dedicación al
servicio a Dios.
El jazán
repite en voz alta la siguiente frase:
El
Eterno, su Dios... Verdadero...
Y
firme; cierta y estable; justa y fiel; bien amada y querida; deseada
y grata; temible y poderosa; establecida y aceptada; buena y bella
es Tu palabra para con nosotros por toda la eternidad. Verdad es que
el Dios Eterno es nuestro Rey; la Roca de Ya'akob, el escudo de
nuestra salvación. Él permanece de generación en generación y Su
nombre subsiste; Su trono es firme y Su fidelidad perdura
eternamente. Sus palabras son vivientes, perdurables, fidedignas y
gratas para siempre (besar los tsitsiot, pasarlos frente a los
ojos y soltarlos) y por los siglos de los siglos. Así lo fueron
para nuestros padres, lo son para nosotros y lo serán para nuestros
hijos, para nuestras generaciones y para todas las generaciones de
Tu siervo Yisrael. Tanto para los primeros como para los últimos, es
ésa una palabra buena y firme, dada con veracidad y fidelidad; es un
estatuto que no pasará Verdad es que Tú eres el Eterno, nuestro Dios
y Dios de nuestros padres; Rey nuestro y de nuestros padres;
redentor y salvador de nuestros padres; nuestro creador y la Roca de
nuestra redención; nuestro Salvador y el que nos rescata. Éste es Tu
nombre desde siempre y no tenemos otro Dios fuera de Ti (sela).
Tú
has sido siempre el socorro de nuestros padres; escudo y salvador
serás para ellos y para sus hijos durante todas las generaciones. Tu
morada está en las alturas del universo y Tus juicios y Tu rectitud
se extienden hasta los confines de la tierra. Verdad es que
bienaventurado es el hombre que observa Tus mandamientos y pone la
Ley de Tu Torá y Tu palabra sobre su corazón. Verdad es que Tú eres
el Señor de Tu pueblo y un Rey todopoderoso para defender su causa,
tanto la de los padres como la de los hijos. Verdad es que Tú eres
el primero y el último y que fuera de Ti no tenemos Rey redentor ni
salvador. Verdad es que Tú, oh Eterno, Dios nuestro, nos liberaste
de Mitsráyim y nos redimiste de casa de esclavos. Tú mataste a todos
sus primogénitos, mas redimiste a los primogénitos de Yisrael.
Dividiste para ellos el Mar de Suf y hundiste a los malvados. Tus
bien amados atravesaron el mar, pero las aguas cubrieron a sus
enemigos sin que escapara ni uno solo de ellos. Por eso el pueblo
bien amado entonó alabanzas y exaltó a Dios; los bien amados
ofrecieron salmos, cánticos y loores, bendiciones y agradecimientos
al Rey, el Dios viviente y sempiterno, exaltado y excelso, grandioso
y temible. Él humilla a los soberbios hasta el suelo y enaltece a
los humildes hasta las alturas; otorga libertad a los prisioneros,
redime a los humildes, ayuda a los pobres y responde a Su pueblo
Yisrael cuando éste le invoca. (Ponerse de pie) Alabanzas
proclamaron al Dios Altísimo, su redentor; bendito es y siempre
bendito será. Moshé y los hijos de Yisrael te entonaron un canto con
gran alegría, diciendo: "¿Quién es como Tú entre los poderosos, oh
Eterno? ¿Quién es como Tú, glorioso en santidad, pavoroso en
alabanzas, hacedor de maravillas?" (Shemot 15:11). Un canto
nuevo entonaron los redimidos a Tu gran Nombre a orillas del mar;
todos ellos al unísono te agradecieron y proclamaron Tu soberanía,
diciendo: "El Eterno reinará por siempre jamás" (Shemot. 15:18).
(Dar tres pasos hacia atrás, y al decir "que ha redimido a
Yisrael", dar tres pasos hacia adelante y juntar los pies) Y así
se ha declarado: "Nuestro Redentor es el Eterno, Amo de Legiones es
Su Nombre, el Santo de Yisrael" (Yeshayahu 47:4). Bendito
eres Tú, Eterno, que ha redimido a Yisrael.
Sin hacer
interrupción alguna, se procede a la recitación del rezo silencioso
de la Amidá, que es la parte más importante del servicio matutino.
Este rezo es un diálogo personal entre la persona y Dios, por lo que
hay que recitarlo con concentración total y en voz baja, apenas
audible para el orante, manteniendo la vista fija en el libro de
rezos. Está prohibido hacer cualquier interrupción o pausa entre la
bendición anterior y la Amidá. La Amidá misma debe ser recitada en
posición erguida (excepto donde se indica lo contrario), sin
interrupción alguna, ni siquiera para responder Amén.
RECITACIÓN DE LA AMIDÁ
Oh
Señor, abre mis labios para que mi boca relate Tu alabanza.
PATRIARCAS
(Inclinar
el cuerpo) Bendito eres (agachar la cabeza) Tú, (enderezarse)
Eterno, Dios nuestro y Dios de nuestros padres, Dios de Abraham,
Dios de ltsjak y Dios de Ya'akob; Dios grandioso, todopoderoso y
temible; Dios altísimo que otorga bondades benéficas, Amo de todo lo
que existe, que recuerda las bondades de los patriarcas y trae al
redentor para los hijos de sus hijos, en virtud de Su nombre, con
amor.
Entre Rosh Hashaba y Yom Kipur se agrega la siguiente frase:
Recuérdanos
para la vida, oh Rey que desea la vida; inscríbenos en el Libro de
la Vida, por Tu causa, Dios viviente
Rey
que ayuda, salva y defiende. (Inclinar el cuerpo) Bendito
eres (agachar la cabeza) Tú, (enderezarse) Eterno,
defensor de Abraham.
EL PODER DE DIOS
Tú
eres Todopoderoso por toda la eternidad, oh Señor; Tú eres quien
resucita a los muertos y eres abundante para salvar.
En verano (de Pésaj a Shemini Atseret) agregar la siguiente frase.
Si la persona se equivocó y en vez de esta frase dijo "Mashib harúaj
—Él hace soplar el viento..." y se acordó una vez que ya dijo la
bendición "Baruj Atá Adonay —Bendito eres Tú. Eterno...". deberá
repetir la Amidá desde el inicio.
Él
hace descender el rocío,
En invierno (de Shemini Atseret hasta Pésaj) agregar la siguiente
frase. Si en vez de esta frase la persona dijo "Morid hatal —Él hace
descender cl rocío", no es necesario que regrese para decirla.
Él
hace soplar el viento y descender la lluvia.
Sustenta
a los vivos con bondad, resucita a los muertos con gran
misericordia, sostiene a los caídos y cura a los enfermos, libera a
los prisioneros y mantiene Su fidelidad para los que duermen en el
polvo. ¿Quién es como Tú, Amo de hechos poderosos? ¿Y quién se te
asemeja, Rey que causas la muerte y haces vivir, y haces florecer la
salvación?
Entre Rosh Hashana y Yom Kipur agregar la siguiente frase:
¿Quién
es como Tú, Padre misericordioso, que recuerda con misericordia a
Sus criaturas para la vida?
Y
Tú eres fiel para resucitar a los muertos. Bendito eres Tú, Eterno,
que resucita a los muertos.
En el rezo silencioso de la Amidá, continuar con la tercera
bendición, "Até Kadosh —Tú eres santo..." En la repetición de la
Amidá, la congregación recita junto con el jazán la Kedushá.
Te
bendeciremos y te reverenciaremos conforme al consejo de los santos
Serafines, los cuales proclaman ante Ti la declaración de santidad
tres veces por dia. Y así fue escrito por medio de Tu profeta: "Y un
[ángel] llama a otro y declara:
"Santo, Santo, Santo es el Eterno, Amo de Legiones; la tierra entera
esté llena de Su gloria"
(Yeshayahu 6:3).
Los que están frente a ellos, dicen alabanzas y declaran:
"Bendita es la gloria del Eterno desde Su lugar"
(Yejezkel 3:12).
Y en Tus Santas Escrituras está escrito, diciendo:
"El Eterno reinará por siempre jamás; tu Dios, oh Tsiyón, de
generación en generación. ¡Haleluyá!"
(Tehilim 146:10).
SANTIDAD DEI, NOMBRE DIVINO
Entre Rosh Hashaná y Yom Kipur hay que substituir la frase "HaEl
hakadosh —el Dios santo" por la frase "HaMélej hakadosh —el Rey
Santo". Si la persona olvidó decirlo deberá repetir la Amidá desde
el inicio.
Tú
eres Santo y Tu Nombre es Santo. Y santos te alaban todos los días
(sela). Bendito eres Tú, Eterno, el Dios Santo.
el
Rey Santo.
DISCERNIMIENTO
Tú
agracias al hombre con conocimiento y enseñas entendimiento al ser
humano. De Ti mismo con gracia otórganos sabiduría, entendimiento y
conocimiento. Bendito eres Tú, Eterno, que con gracia otorga
conocimiento.
ARREPENTIMIENTO
Haznos
regresar, Padre nuestro, a Tu Tora; y acércanos, Rey nuestro, a Tu
servicio. Y haznos retomar ante Ti con un arrepentimiento completo.
Bendito eres Tú, Eterno, que desea el arrepentimiento.
PERDÓN
Discúlpanos,
Padre nuestro, pues hemos errado; perdónanos, Rey nuestro, pues
hemos pecado intencionalmente. Pues Tú eres un Dios bueno que
perdona. Bendito eres Tú, Eterno, lleno de gracia y que perdona
abundantemente.
REDENCIÓN
Por
favor mira nuestra aflicción y pelea nuestras afrentas. Y apresúrate
a redimirnos con una redención completa por causa de Tu Nombre, pues
Tú eres el Dios que redime poderosamente. Bendito eres Tú, Eterno,
Redentor de Yisrael.
En un día de ayuno comunitario, durante la repetición de la Amidá de
Shajarit el jazán recita aquí la plegaria "Anenu —Respóndenos...", y
concluye con la bendición si en la congregación hay por lo menos
seis personas que ayunen (y en el Ayuno de Ester. si hay diez
personas que ayunen).
Respóndenos,
Padre nuestro; respóndenos en este día de nuestro ayuno, pues
estamos en medio de gran angustia. No te vuelvas hacia nuestra
maldad, ni te ocultes, Rey nuestro, de nuestra petición. Sé cercano
a nuestro clamor; antes de que te llamemos, Tú nos respondes.
Hablaremos y Tú escucharás, tal como se declara: "Y sucederá que
antes de que llamen, Yo responderé; todavía hablarán y Yo escucharé"
(Yeshayahu 65:24). Pues Tú, Eterno, redimes y salvas, respondes y
tienes misericordia en todo momento de aflicción y desgracia.
Bendito eres Tú, Eterno, que responde a Su pueblo Yisrael en
momentos de aflicción.
CURACIÓN
Cúranos,
oh Eterno, y seremos curados; sálvanos y seremos salvos, pues Tú
eres nuestra alabanza. Y trae restablecimiento y curación a todas
nuestras enfermedades, a todos nuestros dolores y a todas nuestras
heridas, pues Tú eres un Dios que cura, misericordioso y fiel.
Bendito eres Tú, Eterno, que cura las dolencias de Su pueblo
Yisrael.
PROSPERIDAD
En verano (desde Pésaj hasta el 5 de diciembre), se recita la
bendición que comienza por las palabras "Barejenu Adonay
—Bendícenos, oh Eterno..." Si la persona se equivocó y en vez de
esta bendición dijo la que comienza por las palabras "Barej alenu
—Bendice para nosotros...", en tal caso si se acordó de su error
antes de terminar la Amidá, debe regresar y decirla. Pero si ya
terminó la Amidá, deberá repetir toda la Amidá desde el inicio.
Bendícenos,
oh Eterno, Dios nuestro, en todas las obras de nuestras manos, y
bendice nuestro año con rocíos benévolos, de bendición y de
donación. Que en su final haya vida, saciedad y paz como en los años
buenos para bendición, pues Tú eres un Dios bueno que hace el bien y
bendice los años. Bendito eres Tú, Eterno, que bendice los años.
En invierno (desde el 5 de diciembre hasta el rezo de Minjá de la
víspera de Pésaj), en vez de la bendición anterior se dice la
siguiente. Si la persona se equivocó y en vez de esta bendición dijo
"Barejenu —Bendícenos...", si se acordó antes de terminar la
bendición deberá simplemente agregar la frase "Vetén tal umatar
librajá —Otorga rocío y lluvia para bendición". Si ya concluyó esta
bendición pero aún no ha comenzado la siguiente bendición, deberá
decir esta frase ah! mismo (otros lugares donde puede agregar esta
frase serán indicados más adelante). Si ya concluyó la Amidá, deberá
repetir la Amidá desde el inicio.
Bendice
para nosotros, Eterno, Dios nuestro, a este año y a sus cosechas
para bien. Otorga rocío y lluvia para bendición sobre toda la
superficie de la tierra; riega abundantemente toda la superficie del
planeta y sacia al mundo entero con Tu bondad. Llena nuestras manos
con Tus bendiciones y con la riqueza de los dones de Tu mano.
Presenta y salva a este año de toda cosa mala, así como de toda
clase de destrucción y de retribuciones nefastas, y haz para él una
buena esperanza y un final de paz. Ten piedad y misericordia de él,
así como de sus cosechas y de sus frutos. Bendícelo con lluvias de
benevolencia, bendición y generosidad. Que en su final haya vida,
saciedad y paz como en los años buenos para bendición, pues Tú eres
un Dios bueno que hace el bien y bendice los años. Bendito eres Tú,
Eterno, que bendice los años.
REUNIÓN DE EXILIADOS
Haz
que suene el gran corno por nuestra libertad, eleva el estandarte
para reunir a nuestros exiliados y reúnenos en nuestra tierra a
todos juntos desde los cuatro confines del mundo. Bendito eres Tú,
Eterno, que reúne a los dispersos de Su pueblo Yisrael.
JUSTICIA
Entre Rosh Hashamf y Yom Kipur, en vez de concluir la bendición con
la frase "Mélej oheb tsedaká umishpat —Rey que ama la rectitud y la
justicia", concluir con "HaMélej hamishpat —Rey de justicia".
Restaura
a nuestros jueces como al principio, y a nuestros consejeros como en
el inicio. Quita de nosotros la tristeza y el suspiro, y prontamente
reina sólo Tú sobre nosotros, oh Eterno, con bondad y misericordia,
con rectitud y justicia. Bendito eres Tú, Eterno, Rey que ama la
rectitud y la justicia.
Rey
de justicia.
CONTRA LOS HEREJES
Que
para los herejes y para los delatores no haya esperanza, y que todos
los pecadores protervos perezcan en un instante. Que todos Tus
enemigos y todos los que te odian sean prontamente exterminados. Y
que prontamente extirpes, quiebres, extermines y sometas el reinado
del mal. Bendito eres Tú, Eterno, que quiebras a los enemigos y
sometes a los pecadores alevosos (herejes).
EN FAVOR DE LOS JUSTOS
Sobre
los justos y los piadosos, sobre el remanente de Tu pueblo Yisrael,
sobre sus ancianos y sobre el remanente de sus sabios, sobre los
conversos sinceros y sobre nosotros, que por favor se conmueva Tu
misericordia, oh Eterno, Dios nuestro. Y otorga una recompensa buena
a todos los que confían verdaderamente en Tu Nombre. Pon nuestra
porción con la de ellos y que nunca nos avergoncemos, pues en Ti
hemos confiado y en Tu inmensa bondad nos apoyaremos con verdad.
Bendito eres Tú, Eterno, sostén y seguridad de los justos.
RECONSTRUCCIÓN DE YERUSHALÁTIM
Reside
en medio de Tu ciudad Yerushaláyim tal como hablaste; en medio de
ella establece el trono de Tu siervo David y reconstrúyela para
estructura eterna, prontamente y en nuestros días. Bendito eres Tú,
Eterno, que reconstruye a Yerushaláyim.
REINO DE DAVID
Haz
florecer prontamente el retoño de Tu siervo David, y por medio de Tu
salvación eleva su estandarte, pues hemos puesto nuestra esperanza y
esperado en Tu salvación todo el día. Bendito eres Tú, Eterno, que
hace florecer el orgullo de la salvación.
ACEPTACIÓN DEL REZO
Escucha
nuestra voz, oh Eterno, Dios nuestro. Padre misericordioso, ten
piedad y misericordia de nosotros, y recibe con misericordia y
benevolencia nuestras oraciones, pues Tú eres un Dios que escucha
nuestras oraciones y plegarias.
Es recomendable insertar aquí el siguiente rezo por el sustento, que
es precedido por una corta plegaria por el perdón.
Señor
del universo: he pecado, he cometido iniquidad y me he rebelado
frente a Ti. Que sea Tu voluntad perdonarme, disculparme y
concederme la expiación por todo aquello en lo cual he pecado, he
cometido iniquidad y me he rebelado frente a Ti, desde el día que
fui creado hasta este día. Y que sea Tu voluntad, oh Eterno, Dios
nuestro y Dios de nuestros padres, que dispongas para mí y para
todos los miembros de mi casa nuestro sustento y alimentos, tanto
hoy como todos los días, con amplitud y no con limitaciones, con
honor y no con menosprecio, con tranquilidad y no con sufrimiento, y
que no precise de las dádivas de los seres humanos, ni de sus
préstamos, sino sólo de Tu amplia, abierta y repleta mano, en aras
de Tu grandioso Nombre asignado [para proveer] el sustento.
Y
de Tu presencia, Rey nuestro, no nos hagas retornar vacíos;
concédenos gracia, respóndenos y escucha nuestras oraciones.
Si en invierno (desde el 5 de diciembre hasta el rezo de Minjá de la
víspera de Pésaj), la persona se equivocó y en vez de "Barej alenu
—Bendice para nosotros..." la persona dijo "Barejenu
—Bendicenos...", puede insertar aquí esta frase:
Otorga
rocío y lluvia para bendición.
En la Amidá silenciosa de un ayuno comunitario, cada individuo
deberá agregar aquí la plegaria "Anenu —Respóndenos..."
Respóndenos,
Padre nuestro; respóndenos en este día de nuestro ayuno, pues
estamos en medio de gran angustia. No te vuelvas hacia nuestra
maldad, ni te ocultes, Rey nuestro, de nuestra petición. Sé cerceno
a nuestro clamor; antes de que te llamemos, Tú nos respondes.
Hablaremos y Tú escucharás, tal como se declara: "Y sucederá que
antes de que llamen, Yo responderé; todavía hablarán y Yo escucharé"
(Yeshayahu 65:24). Pues Tú, Eterno, redimes y salvas, respondes y
tienes misericordia en todo momento de aflicción y desgracia.
Pues
Tú escuchas las oraciones de todas las bocas. Bendito eres Tú,
Eterno, que escucha la oración.
SERVICIO DEL TEMPLO
En este momento los Kohanim se dirigen hacia la parte delantera de
la sinagoga para recitar Birkat Kohanim, la Bendición de los
Kohanim.
Complácete,
oh Eterno, Dios nuestro, en Tu pueblo Yisrael y atiende a sus
oraciones; restaura el servicio al santuario de Tu Santo Templo, así
como las ofrendas de fuego y las oraciones de Yisrael. Que
prontamente las recibas con amor y benevolencia, y que siempre sea
aceptable el servicio de Tu pueblo Yisrael.
En Rosh Jódesh y en Jol Hamoed (días intermedios de los festivales
de Pésaj y Sucot) se agrega aquí la siguiente oración. Si la persona
se equivocó y no lo dijo, en tal caso si se acordó de su omisión
antes de comenzar la bendición "Modim —A Ti te agradecemos..."
deberá insertarla ahí mismo. Si ya dijo esa bendición, deberá
repetir desde la bendición "Retsé -Complácete..." e insertarla. Si
ya terminó la Amidá y dijo la segunda frase de "Yihyú leratsón imré
fi... -Que la expresión de mi boca..." en tal caso deberá repetir
toda la Amidá desde el inicio.
Dios
nuestro y Dios de nuestros padres, sea Tu voluntad que ascienda,
venga y llegue; que sea vista, sea aceptada, sea escuchada, sea
considerada y sea recordada delante de Ti nuestra memoria y la
memoria de nuestros padres; la memoria de Yerushaláyim, Tu ciudad,
la memoria del mesías hijo de Tu siervo David y la memoria de todo
Tu pueblo, la Casa de Yisrael; para rescate, para bien, para gracia,
para bondad, para misericordia, para una vida buena y para la paz,
en este día.
En Rosh Jódesh.
Primero del mes,
En Pésaj:
de festividad de Matsot, en este día de santa convocación.
En Sucot:
de festividad de Cabañas, en este día de santa convocación,
a fin de tener misericordia de nosotros y otorgamos la salvación.
Recuérdanos, oh Eterno, Dios nuestro, en este día para bien,
considéranos en él para bendición y sálvanos en él para una vida
buena. Y en el asunto de salvación y de misericordia, ten piedad y
gracia de nosotros; perdona y ten misericordia de nosotros, y
sálvanos, pues hacia Ti dirigimos nuestros ojos, ya que Tú eres
Dios, el Rey lleno de gracia y de misericordia
Y
Tú, por la abundancia de Tu misericordia, nos desearás y te
complacerás en nosotros, y nuestros ojos contemplarán Tu retorno a
Tsiyón con misericordia. Bendito eres Tú, Eterno, que hace retomar
Su Presencia a Tsiyón.
AGRADECIMIENTO
En la repetición de la Amidá, mientras que el jazán recita "Modim —A
Ti te agradecernos", la congregación dice en voz baja el Modim
D'Rabanán.
(Inclinar
el cuerpo) A Ti te agradecemos, pues Tú eres (enderezarse) el
Eterno, Dios nuestro y Dios de nuestros padres, por siempre jamás.
Tú eres el que nos forma, la Roca de nuestro ser, y Tú eres el
defensor de nuestra salvación. De generación en generación te
agradeceremos y relataremos Tu alabanza por nuestras vidas que están
en Tu mano, por nuestras almas que están confiadas a Ti, por Tus
milagros que todos los días están con nosotros y por Tus maravillas
y bondades en todo momento, noche, mañana y tarde. El Bondadoso,
pues no se han agotado Tus misericordias; el Misericordioso, pues no
se han extinguido Tus bondades, ya que desde siempre hemos esperado
en Ti.
Modim D'Rabanán.
(Inclinar
el cuerpo) A Ti te agradecemos, pues Tú eres (enderezarse) el
Eterno, nuestro Dios y Dios de nuestros padres, el Dios de todo ser
de carne; nuestro Formador, el Formador del universo. Bendiciones y
agradecimientos son debidos a Tu Nombre grandioso y santo por
habernos dado la vida y habernos sustentado. Que así continúes
dándonos la vida y continúes otorgándonos gracia. Y reúne a nuestros
exiliados en los patios de Tu suntuario para que cumplan Tus
estatutos, hagan Tu voluntad y te sirvan con corazón íntegro. [Te
agradecemos] por inspirarnos a agradecerte. Bendito es el Dios de
agradecimientos.
Al HaNisim
En Janucá y en Purim agregar aqui el siguiente texto.
Y
por los milagros, la liberación, los actos poderosos, las
salvaciones, los prodigios y las consolaciones que hiciste por
nuestros ancestros en aquellos días en esta época.
En Janucá:
En
los días de Matitiahu hijo de Yojanán el Kohén Gadol (sumo
sacerdote) y sus hijos -- cuando el malvado reino de Grecia se
levantó contra Tu pueblo Yisrael para hacerles olvidar Tu Torá y
apartarlos de los decretos de Tu voluntad -, por Tu abundante
misericordia Tú te levantaste en favor de ellos en su momento de
tribulación; Tú peleaste su contienda, juzgaste su reclamo, cobraste
su venganza y entregaste a fuertes en manos de débiles, a muchos en
manos de pocos, a malvados en manos de justos, a impuros en manos de
puros, y a malévolos en manos de los que se dedicaban a Tu Torá.
Para Ti hiciste un renombre grande y santo en Tu mundo. Y por Tu
pueblo Yisrael hiciste una gran salvación y una liberación como en
este mismo día. Y después vinieron Tus hijos al recinto santísimo de
Tu Casa, limpiaron Tu Santuario, purificaron Tu sede de santidad y
encendieron candelas en los patios de Tu Templo. E instituyeron
estos ocho días de Janucá para alabanza y agradecimiento. Por ellos
hiciste milagros y prodigios, y por ello agradeceremos y alabaremos
Tu gran Nombre. Sela.
En Purim:
En
los días de Mordejay y Ester, en la capital Shushán --cuando se
levantó contra ellos el malvado Hamán y procuró exterminar, matar y
hacer perecer a todos los judíos, desde el joven hasta el anciano, a
los niños y a las mujeres, en un solo día (el decimotercero die del
decimosegundo mes, que es el mes de Adar), y expoliar todos sus
bienes—, por Tu abundante misericordia Tú anulaste su consejo y
estropeaste su designio, y le hiciste volver su merecido sobre su
propia cabeza y colgaron a él y a sus hijos en un árbol. Por ellos
hiciste milagros y prodigios, y por ello agradeceremos y alabaremos
Tu gran Nombre. Sela.
Hasta aquí en Janucá o Purim.
Y
por todo ello que siempre sea bendito, exaltado y elevado Tu Nombre,
Rey nuestro, por toda la eternidad. Y todos los seres vivos
agradecidamente te reconocerán (sela).
Entre Rosh Hashand y Yom Kipur agregar la siguiente frase:
E
inscribe para una vida buena a todos los hijos de Tu pacto.
Y
alabarán y bendecirán por siempre Tu grandioso Nombre con verdad,
pues benévolo es, oh Dios de nuestra esperanza y de nuestra ayuda
(sela), el Dios benévolo. (Inclinar el cuerpo) Bendito eres (agachar
la cabeza) Tú, (enderezarse) Eterno, benévolo es Tu Nombre y a Ti es
propio agradecer.
Dios
nuestro y Dios de nuestros padres, bendícenos con la bendición
triple que está en la Torá, escrita por mano de Tu siervo Moshé y
dicha por Aharón y sus hijos, los Kohanim, Tu gente santa, como está
escrito: (El jazán repite los versículos de la Bendición de los
Kohanim.)
PAZ
Otorga
paz, benevolencia, bendición, vida, gracia, bondad, rectitud y
misericordia a nosotros y a todo Tu pueblo Yisrael. Bendícenos a
todos, Padre nuestro, como a uno sólo con la luz de Tu rostro, pues
con la luz de Tu rostro nos has otorgado, oh Eterno, Dios nuestro,
la Tora y la vida, el amor y la bondad, la rectitud y la
misericordia, la bendición y la paz. Y que sea bueno a Tus ojos
bendecirnos y bendecir a todo Tu pueblo Yisrael con abundante vigor
y con paz.
Entre Rosh Hashaná y Yom Kipur agregar la siguiente frase:
Y
que en el Libro de la vida. la bendición y la paz, el buen sustento,
la salvación, la consolación y los decretos benéficos seamos
recordados e inscritos delante de Ti, tanto nosotros como todo Tu
pueblo Yisrael, para una vida buena y para la paz.
Bendito
eres Tú, Eterno, que bendice a Su pueblo Yisrael con paz Amén.
"Que
la expresión de mi boca y la meditación de mi corazón sean
aceptables delante de Ti, oh Eterno, mi Roca y mi Redentor” (Tehilim
19:15).
Dios
mío, preserva mi lengua del mal y mis labios de hablar engaño. Que
mi alma se inmute para quienes me maldigan, y que mi alma sea como
el polvo para todos. Abre mi corazón a Tu Torá y mi alma correrá en
pos de Tus mandamientos. Y a todos los que se levanten contra mí
para mal, prontamente anula su consejo y trastorna sus pensamientos.
Hazlo en virtud de Tu Nombre, hazlo en virtud de Tu diestra, hazlo
en virtud de Tu Tora, hazlo en virtud de Tu santidad, para que Tus
amados sean liberados. Que Tú diestra salve y respóndeme.
"Que
la expresión de mi boca y la meditación de mi corazón sean
aceptables delante de Ti, oh Eterno, mi Roca y mi Redentor" (Tehilim
15:19).
Dar tres pasos hacia atrás a pie juntillas, comenzando por el pie
izquierdo y manteniendo el cuerpo inclinado. Y antes de enderezarse
voltearse hacia la izquierda y decir "Osé shalom bimromav —Que el
Hacedor de la paz en Sus alturas..." Luego enderezarse, voltearse
hacia la derecha y decir inclinándose...Hu berajamav yaasé shalom
alenu —por su misericordia haga la paz para nosotros..." Después
enderezarse e inclinarse hacia el frente mientras se dice "...veal
kol 'amó Yisrael veimrú amén —y para todo Su pueblo Yisrael. Y
digan: Amén". Finalmente, enderezar todo el cuerpo.
Que
el Hacedor de la paz en Sus alturas por Su misericordia haga la paz
para nosotros y para todo Su pueblo Yisrael . Y digan: Amén.
Sea
Tu voluntad, oh Eterno, Dios nuestro y Dios de nuestros padres, que
reconstruyas el Santo Templo prontamente y en nuestros días. Y
otórganos nuestra porción en Tu Torá para cumplir los estatutos de
tu voluntad y servirte con el corazón perfecto.
TAJANÚN
En los siguientes días no se recita Tajanún: Rosh
Jódesh; todo el mes de Nisán; Pésaj Shení (15 de lyar): Lag Ba
'ómer; desde Rosh Jódesh Siván hasta el 12 de Siván; Tishá Be 'ab;
15 de Ab; la víspera de Rosh Hashaná; la víspera de Yom Kipur; desde
el día siguiente a Yom Kipur hasta el fin del mes de Tishré: Janucá;
Tu Bishbat Purim; 14 y 15 del primer mes de Adar. Y también si en la
sinagoga se halla presente un recién casado [jatán] los primeros 7
días: el padre del niño, el sandak o el mohel en el día de la
circuncisión. Asimismo, cualquier día en que no se recite Tajanún
tampoco se recita en el rezo de Minjá del día anterior, excepto en
la víspera de Rosh Hashaná y Yom Kipur.
Por
favor, oh Eterno, Dios nuestro y Dios de nuestros padres, que
nuestra oración llegue delante de Ti, y no te ocultes, Rey nuestro,
de nuestras plegarias. Pues no somos tan insolentes ni tan duros de
cerviz como para decirte, oh Eterno, Dios nuestro y Dios de nuestros
padres, que somos justos y que no hemos pecado. No, sino que hemos
pecado, hemos cometido iniquidad y hemos transgredido
intencionalmente, tanto nosotros como nuestros padres y los miembros
de nuestra casa.
Hay que ponerse de pie para recitar la confesión [ Vidui ]. Incluso
si una persona ya ha recitado Vidui, cuando vea que la congregación
lo dice El también debe decir "Jatanu 'avinu pasha'nu -hemos pecado,
hemos cometido iniquidad y hemos transgredido intencionalmente." Al
recitar cada una de las faltas reseñadas hay que golpearse
suavemente la parte inferior del pecho con la mano derecha.
Vidui (Confesión)
Nos
hemos hecho culpables; hemos traicionado; hemos robado; hemos
hablado calumnias y maledicencia; hemos causado iniquidad y hemos
causado maldad; hemos pecado intencionalmente; hemos tomado bienes
ajenos por la fuerza; nos hemos asociado a la mentira y al engaño;
hemos dado malos consejos; hemos engañado; nos hemos enojado; nos
hemos burlado; nos hemos rebelado; hemos pervertido Tus palabras;
hemos provocado; hemos cometido inmoralidad; hemos jurado vanamente
y con falsedad nos hemos apartado de Ti; hemos cometido iniquidad;
hemos pecado con mala voluntad; hemos causado daños espirituales;
hemos oprimido a otros; hemos causado sufrimiento a otros; hemos
sido obstinados; hemos sido malvados; hemos corrompido; hemos
cometido abominaciones; nos hemos extraviado del buen sendero y
hemos hecho que otros se extravíen; y nos hemos apartado de Tus
mandamientos y de Tus buenas leyes, pero no nos ha servido de nada.
Pero Tú eres Justo por todo lo que ha venido sobre nosotros, ya que
actuaste con Verdad mientras que nosotros hemos hecho la maldad.
Tú
eres Dios tardo para la ira y lleno de misericordia. Desde antaño Tú
diste a conocer la grandeza de Tu misericordia y de Tu bondad al
varón humilde [Moché]; y asimismo está escrito en Tu Torá: "El
Eterno descendió en una nube y estuvo con él allí; y Él proclamó con
el nombre del Eterno" (Shemot 34:5). Y allí mismo se declara.
Salmo para el domingo
Hoy
es el primer día de la semana. Este es el salmo que los leviim
solían recitar en el estrado.
SALMO 24
De
David. Un salmo. Del Eterno es la tierra y todo lo que hay en ella;
el mundo y los que en él habitan. Pues Él la fundó sobre mares, y la
estableció sobre ríos. ¿Quién subirá al monte del Eterno, y quién se
levantará en el lugar de Su santidad? Quien sea limpio de manos y
puro de corazón, que no haya jurado en vano por Mi alma ni haya
jurado engañosamente. Él recibirá una bendición del Eterno y justa
benevolencia del Dios de su salvación. Ésta es la generación de los
que le buscan, de los que inquieren por Tu presencia: Ya'akob
(sela). Oh puertas, eleven sus cabezas, y levántense, entradas
sempiternas, para que entre el Rey de Gloria. ¿Quién es el Rey de
Gloria? El Eterno, fuerte y poderoso; el Eterno, poderoso en la
batalla. Oh puertas, eleven sus cabezas, y elévense ustedes,
entradas sempiternas, para que entre el Rey de Gloria. ¿Quién es el
Rey de Gloria? El Eterno, Amo de Legiones, es el Rey de Gloria
(sela).
Salmo para el lunes
Hoy
es el segundo día de la semana. Este es el salmo que los leviim
solían recita en el estrado.
SALMO 48
Un
canto, un salmo de los hijos de Kóraj. Grande es el Eterno, y
sumamente alabado, en la ciudad de nuestro Dios, el monte de Su
santidad. El panorama más bello, el júbilo de toda la tierra es el
monte de Tsiyón, a los costados septentrionales de la gran ciudad
del rey. Dios es conocido en sus palacios como Fortaleza. Pues he
aquí que los reyes se han reunido, han pasado juntos. Ellos vieron y
se anonadaron; quedaron confundidos y huyeron. Un gran
estremecimiento hizo presa de ellos allí, espasmos como los de una
parturienta. Con un viento del este Tú has quebrantado los buques de
Tarshish. Así como escuchamos, así también vimos en la ciudad del
Eterno, Amo de legiones, en la ciudad de nuestro Dios. Que Dios la
establezca para siempre (sela). Hemos meditado en Tu bondad, oh
Dios, en el interior de Tu santuario. Así como Tu Nombre, oh Dios,
es Tu alabanza hasta los confines de la Tierra; la rectitud llena Tu
diestra. El monte de Tsiyón se alegrará, las hijas de Yehudá se
llenarán de júbilo, a causa de Tus juicios. Paseen por Tsiyón y
rodéenla, cuenten sus torres. Tomen nota de sus murallas, den realce
a sus palacios, para que lo cuenten a la próxima generación: que
éste es Dios, nuestro Dios para siempre; Él será nuestro guía hasta
la muerte.
Salmo para el martes
Hoy
es el tercer día de la semana. Este es el salmo que los leviim
solían recitar en el estrado.
SALMO 82
Un
canto de Asaf. Dios se halla presente en la asamblea de Dios; Él
juzga en medio de los jueces. ¿Hasta cuándo juzgarán inicuamente y
favorecerán a los malvados, (sela)? Hagan el juicio del necesitado y
al huérfano; reivindiquen al pobre y al menesteroso. Rescaten al
necesitado y al indigente; sálvenlo de las manos de los malvados.
Ellos no saben ni comprenden, caminan en la oscuridad; todos los
fundamentos de la Tierra se tambalean. Yo dije: Ustedes son jueces e
hijos del Altísimo. Pero al igual que humanos morirán, y caerán como
uno de los príncipes. ¡Levántate, oh Dios, juzga a la Tierra! Pues
Tú tomarás posesión de todos los pueblos.
Salmo para el miércoles
Hoy
es el cuarto día de la semana. Este es el salmo que los leviim
solían recitar en el estrado.
SALMO 94
¡Oh
Dios de venganza, Eterno; oh Dios de venganza, manifiéstate! Álzate,
Juez de la Tierra; retribuye su merecido a los arrogantes. ¿Hasta
cuándo los malvados, oh Eterno, hasta cuándo los malvados se
llenarán de gozo? Se expresan y hablan falsedades; se enorgullecen
todos los que hacen la iniquidad. A Tu pueblo, oh Eterno, aplastan,
y humillan a Tu heredad. A la viuda y al extranjero matan, y
asesinan a los huérfanos. Y dicen: El Eterno no verá, ni comprenderá
el Dios de Ya'akob. Entiendan esto, insensatos del pueblo; y
ustedes, necios, ¿cuándo han de comprender? Aquél que implantó el
oído ¿no ha de escuchar? Aquél que formó el ojo ¿no ha de mirar?
Aquél que castiga a los pueblos ¿no ha de amonestar? Aquél que
enseña conocimiento al hombre. El Eterno conoce los pensamientos del
hombre sabe que son fútiles. Venturoso es el varón a quien Tú
disciplinas, oh Eterno, y le enseñas de Tu Torá. A fin de darle
tranquilidad de los días de mal, hasta que sea cavado un foso para
el malvado Pues el Eterno no desechará a Su pueblo, ni abandonará a
Su heredad. Pues la justicia volverá a la rectitud, y la seguirán
todos los rectos de corazón. ¿Quién se levantará en mi favor contra
los que hacen el mal, y quién se plantará por mí contra los
hacedores de iniquidad? Si no fuera por el Eterno que ha sido mi
ayuda, mi alma ya casi hubiera morado en el silencio. Cuando dije:
Mi pie resbala, Tu bondad, oh Eterno, me socorría. Cuando mis
inquietudes eran muchas en mi interior, Tus consolaciones me
alentaban. ¿Acaso se unirá a Ti el trono de la destrucción, aquel
que transforma el mal en ley? Ellos se juntan contra el alma del
justo y condenan la sangre del inocente. Pero el Eterno ha sido mi
fortaleza, y mi Dios la roca de mi refugio. Él volteó contra ellos
su iniquidad y los demolió con su propia maldad, el Eterno, nuestro
Dios los demolió.
Salmo para el jueves
Hoy
es el quinto día de la semana. Este es el salmo que los leviim
solían recitar en el estrado.
SALMO 81
Para
el Conductor, sobre Guitit,
de Asaf. Cantemos jubilosos al Dios de nuestra fortaleza, con gozo
al Dios de Ya'akob. Canten y toquen la pandereta, el dulce laúd con
el arpa. Toquen el corno en la luna nueva, en el día de nuestro
festival. Pues es un decreto para Yisrael, una ley del Dios de
Ya'akob. Sus testimonios colocó en Yosef al salir de Mitsráyim:
escuché un lenguaje que no conocía. Lo despojé del fardo de sus
hombros, quité sus manos de la vasija. En la angustia llamaste y te
liberé; te respondí en el misterio del trueno, te probé en las aguas
de Meribá (sela). Escucha, pueblo mío y te advertiré; Yisrael, si me
escuchases. No habrá en ti un dios extraño, y no te postrarás ante
un dios ajeno. Yo soy el Eterno, tu Dios, que te hice subir de la
tierra de Mitsráyim. Abre tu boca y Yo la llenaré. Pero Mi pueblo no
escuchó Mi voz, Yisrael no me obedeció. Los dejé ir en la
obstinación de su corazón: anduvieron en sus consejos. ¡Ojalá que Mi
pueblo me escuchase, que Yisrael andase en Mis caminos! Yo en un
instante quebrantarla a sus enemigos, y sobre sus enemigos volvería
Mi mano. Los aborrecedores del Eterno se someterían ante Él, y su
destino será eterno. Él le hubiera alimentado con lo mejor del
trigo, y con la miel de la peña te hubiera saciado.
Salmo para el viernes
Hoy
es el sexto día de la semana. Este es el salmo que los leviim solían
recitar en el estrado.
SALMO 93
El
Eterno ha reinado, Él se ha revestido de grandeza; el Eterno se ha
revestido de poder y se ha ceñido; también ha afirmado el mundo para
que no vacile. Tu trono fue establecido desde antaño; Tú eres
eterno. Como ríos se han elevado, oh Eterno, como ríos han alzado
sus voces; como ríos han elevado su estruendo. Más que el rugir de
aguas numerosas, más poderosos que las olas del mar. El Eterno es
poderoso en las alturas. Tus testimonios de Tu Casa, la morada
santa, son inmensamente fieles. Oh Eterno, que sea por muchos días.
Después de cada salmo del día se dice el siguiente texto.
Sálvanos,
oh Eterno, Dios nuestro, y reúnenos de entre las naciones para que
reconozcamos Tu santo Nombre y nos gloriemos en Tu alabanza. Bendito
es el Eterno, el Dios de Yisrael, desde siempre y para toda la
eternidad, y que todo el pueblo diga: ¡Haleluyá! Bendito es el
Eterno desde Tsiyón, Aquél que reside en Yerushaláyim. iHaleluyá!
Bendito es el Eterno Dios, el Dios de Yisrael, que Él solo hace
maravillas. Y bendito es el Nombre de Su gloria para siempre, y que
toda la tierra se llene de Su gloria. Amén y Amén.
A
nosotros nos corresponde alabar al Amo de todo lo que existe,
atribuir grandeza al Creador de la obra de la creación; pues Él no
nos hizo como a los pueblos de los demás países, ni nos puso como a
las demás familias de la tierra. Él no puso nuestra porción como la
de ellos, ni nuestro destino como el de sus muchedumbres. Pues ellos
se prosternan ante la vanidad y el vacío, y rezan a un dios que no
salva. (Hacer una ligera pausa, y al comenzar la siguiente frase,
inclinar el cuerpo) Pero nosotros nos prosternamos delante del
Soberano Rey de reyes, el Santo, bendito es. (Inclinarse hasta
aquí) Pues Él extiende los cielos y fija los fundamentos de la
tierra; la sede de Su gloria está arriba en los cielos y Su poderosa
Presencia se halla en las alturas más elevadas. Él es nuestro Dios;
no hay otro más. Verdad es nuestro Rey, y no hay nada fuera de Él,
tal como está escrito en la Tora: "Sabe hoy y llévalo a tu corazón
que el Eterno es Dios, arriba en los cielos y abajo en la tierra; no
hay nadie más."
Por
tanto, en Ti ponemos nuestra esperanza, oh Eterno, Dios nuestro, de
que pronto veamos Tu poderoso esplendor, para eliminar a los ídolos
de la tierra y que los falsos dioses sean completamente
exterminados, a fin de rectificar el mundo a través de la soberanía
del Todopoderoso. Y todos los seres humanos invocarán Tu Nombre, a
fin de dirigir hacia Ti a los malvados de la tierra. Todos los
habitantes del mundo te reconocerán y sabrán que ante Ti debe
doblarse toda rodilla, y toda lengua jurar. Delante de Ti, oh
Eterno, Dios nuestro, doblarán sus rodillas y se prosternarán, y a
la gloria de Tu Nombre rendirán homenaje. Y todos aceptarán el yugo
de Tu soberanía, para que reines sobre ellos prontamente y para
siempre. Pues el reino es Tuyo, y Tú reinarás eternamente con
gloria, tal como está escrito: "El Eterno reinará por siempre
jamás." Y también está escrito: "El Eterno será Rey sobre toda la
tierra. En ese día el Eterno será Uno y Su Nombre será Uno."
Aquí concluye el rezo de Shajarit. Algunos acostumbran agregar los
siguientes textos:
Y
en tu Torá, Eterno Dios nuestro, está escrito diciendo: "Escucha
Yisrael, el Eterno es nuestro Dios, el Eterno es Uno y Único."