La música en la liturgia judía

Serie: Conociendo al Judaismo 5

 

 

 

Por Eliyahu BaYonah ben Yossef

 

  • Director de la Organización Shalom Haverim

  • Monsey, New York

     


 

 

Muchísimas personas entran a una sinagoga de una manera y salen de ella completamente cambiados. Muchos son cambiados a la fuerza por razón de las circunstancias ya que no están familiarizados con el rito que se sigue adentro. Hablamos del rito Ortodoxo, ya que el rito Conservador o mucho menos el rito Reformado no tienen igual manera.

Algunos señores o señoras vuelven a casa apenados y avergonzados porque no pudieron seguir al paso los rezos o los movimientos o las bendiciones tradicionales.  

Qué pasaría si una de estas personas recibe el honor de ser invitado a tomar parte en el servicio? Naturalmente que tendría que rechazar semejante honor porque no tiene ni la mas remota idea de que es lo que tiene que hacer adelante.

Así como cada uno de nosotros sabemos que hacer en nuestra propia casa ante determinados eventos, también tenemos que conocer qué hacer en  nuestra segunda casa y no llegar a sentirnos avergonzados.

Nadie entra a su propia casa avergonzado o con pena, a menos que haya hecho algo indebido por fuera. Se debe entrar con confianza a la sinagoga pero para ello se debe tener idea de que es lo que sucede adentro y por qué sucede.  

Es natural que si alguien entra por primera vez a una sinagoga llame la atención porque adentro se maneja todo como si fuese una gran familia y todos son reconocidos. Esto hace que el visitante te sienta el centro de toda la atención. Pero siempre habrá alguien que le extienda los brazos y lo invite a sentarse o a permanecer de pie si es propicio el momento.

Naturalmente que esto no sucede en todas partes. Especialmente en Latinoamérica la entrada por primea vez a una sinagoga no es fácil de conseguir. Hay que hacer contacto previo con el Rabino. El Rabino pedirá información sobre la persona y de acuerdo a ello  le permitirá su venida al lugar.

Muchos de los Rabinos niegan su entrada hasta por tres ocasiones atendiendo a una costumbre basada en la historia de Ruth y Noemí. A otros no les interesa recibir a personas que no muestren raíces firmes de su judaísmo o alguna certificación de un Rabino previo. Todo depende de la sinagoga, del lugar en donde se encuentre y de la capacidad de esta. En una sinagoga grande es muy fácil pasar desapercibido y lograr no llamar la atención.    

Ahora bien. Cómo debemos presentarnos en una sinagoga? Generalmente a la entrada de estas existe un utensilio que aloja cobertores para la cabeza, sean masculinos o femeninos. Los hombres no deben entrar a una sinagoga con la cabeza descubierta. Para ellos hay suficientes Kipot (plural de Kipa) a la entrada y deben proceder a cubrirse.

En el caso de la mujer, todo depende de su estado civil. Si es soltera la costumbre es no cubrirse; si son casadas, muchas usan velos o pañoletas o sombreros o algún tipo de cobertura. El cubrirse la cabeza no es que represente una santidad especial. Se ha venido usando por costumbre, aunque se tiene en cuenta que su uso se realiza por respeto y humildad delante de Dios.

Dice el Talmud: “Rav Huna no caminaba cuatro amot -seis pies- con la cabeza descubierta. El diría: La Shejina está sobre mi cabeza”(Kidushin 31a). Nuestros sabios enseñan: “Cubre tu cabeza y así la reverencia a Dios estará sobre tu cabeza”(Shabbat 156b).
No es que exista un requerimiento de la Torá sobre el cubrimiento de la cabeza en determinados momentos.

La Torá solo requiere que los Sacerdotes se cubran sus cabezas mientras realizan las funciones del Templo, lo que indicaba un respeto a la gloria de Dios -Lekavod uletiferet- (Exodo 28: 2,4). Esta sugerencia en la Torá ha hecho que se acepte la costumbre universalmente al considerar que Hashem nos escogió como un reino de sacerdotes y una nación santa” (Exodo 19:6)   Cómo vestirnos al entrar en la sinagoga? Eso depende de las costumbres de cada país.

Aquí en Estados Unidos se acostumbra que el hombre vista con saco y corbata en tiempo regular. Cuando el clima cambia como en verano se acostumbran ropas mas ligeras.

Muchos de nosotros acostumbramos usar sombrero, sea negro o café o en algunos casos mas claros. En el verano en Israel se acostumbra ir sin chaqueta y sin corbata, con camisa sport.

Para la mujer se acostumbra vestidos con manga larga y cubierta su espalda y sus faldas hasta debajo de las rodillas.

Los jeans o slacks quedan fuera para vestirlos en casa. La modestia es el principal ingrediente para toda ocasión. Es muy común que se utilice un vestido especial para Shabat y Fiestas, a diferencia de los vestidos usados a diario.

En pocas palabras se dice que lo que es apropiado para los días de semana es inapropiado para Shabat y Festivales. Se pretende que se honre al día Shabat con algo especial y diferente. Así en algunas sinagogas se permita el uso de jeans entre semana, no es bien visto durante el Shabat y las fiestas.  

No se debe usar la frivolidad mientras se encuentra en una sinagoga. No se debe fumar (ni aun en los demás días), no se debe comer o mascar chicle o actuar de manera irreverente. Se debe considerar que se esta delante de la realeza, delante del Rey de Reyes, el Eterno Adonay Tzebaot.   Se tiene que tener cuidado al escoger una silla cuando se llega a la sinagoga.

Generalmente cada uno tiene un lugar que siempre usa y en donde se encuentra guardado su Sidur y su tallit, en el caso de los hombres. Esto cuando la silletería ha sido elaborada de tal manera que sirve como escritorio, parecidos a los usados en las escuelas o Yeshivot.

Comúnmente, cada miembro acostumbra un solo lugar cada Shabat como también a separar una fila de sillas para una familia que previamente ha invitado. Este hábito de fijar un lugar se basa en el Shuljan Aruj que requiere que cada uno fije un lugar para sus oraciones (OH 90:19).

Algunas sinagogas acostumbran dejar al frente de las sillas un Sidur para orar. En otras, el Sidur y el Jumash se encuentran en una sala especialmente diseñada para albergar estantes con los diferentes libros sagrados. Siempre se deben tomar ambos, un Sidur y la Torá o el Libro de la Torá que se vaya a leer en esa semana.  

Si quien visita no lleva un Manto para orar o Tallit, la sinagoga le puede proveer uno. Para ello existen varios apostados cerca a la entrada del salón de oraciones o Shul. Algunas sinagogas en Latinoamérica no permiten que una persona no judía se coloque el tallit.

Al colocarse el Tallit, la persona debe recitar una oración: Baruj atá Adonay elohenu Melej haOlam, asher kideshanu bemitzvotav, vetzivanu lehitatef betzitzit. -Bendito eres Tu Señor Dios Nuestro Rey del universo, quien nos ha santificado con Sus mandamientos y nos ha ordenado envolvernos en el Tzitzit-.  

Existen maneras para colocarse el Tallit. Dependiendo de la costumbre Sefardita o Askenazi.

 

 

 

Nota del Editor: Para mis explicaciones anteriores me he basado en lo escrito por el grán Rabino Hayim Halevi Donin en su obra "To Pray as a Jew" y en apartes de la Torá y la Mishná.

 

 

   
   

 
 


 


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