אֵיכָה֙
יוּעַ֣ם
זָהָ֔ב
יִשְׁנֶ֖א
הַכֶּ֣תֶם
הַטּ֑וֹב
תִּשְׁתַּפֵּ֙כְנָה֙
אַבְנֵי־קֹ֔דֶשׁ
בְּרֹ֖אשׁ
כׇּל־חוּצֽוֹת׃ {ס}
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1 ¿Cómo se
convirtió en el
oro oscuro!
¿Cómo se cambia
el oro más fino!
Las piedras
sagradas se
echan a la
cabeza de todas
las calles.
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בְּנֵ֤י
צִיּוֹן֙
הַיְקָרִ֔ים
הַמְסֻלָּאִ֖ים
בַּפָּ֑ז
אֵיכָ֤ה
נֶחְשְׁבוּ֙
לְנִבְלֵי־חֶ֔רֶשׂ
מַעֲשֵׂ֖ה
יְדֵ֥י
יוֹצֵֽר׃ {ס}
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2 Los hijos de
Sión, preciados
que el oro puro,
Cómo son tenidos
por vasos de
barro, obra de
manos de
alfarero!
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גַּם־[תַּנִּים֙]
(תנין)
חָ֣לְצוּ שַׁ֔ד הֵינִ֖יקוּ גּוּרֵיהֶ֑ן
בַּת־עַמִּ֣י
לְאַכְזָ֔ר
(כי ענים)
[כַּיְעֵינִ֖ים]
בַּמִּדְבָּֽר׃ {ס}
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3 Hasta los
chacales sacan
la teta, dan de
mamar a sus
crías; La hija
de mi pueblo es
cruel, como los
avestruces en el
desierto.
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דָּבַ֨ק
לְשׁ֥וֹן
יוֹנֵ֛ק
אֶל־חִכּ֖וֹ
בַּצָּמָ֑א
עֽוֹלָלִים֙
שָׁ֣אֲלוּ
לֶ֔חֶם
פֹּרֵ֖שׂ
אֵ֥ין
לָהֶֽם׃ {ס}
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4 La lengua del
niño de pecho se
pegó al paladar
de su boca por
la sed; Los
chiquitos
pidieron pan, y
no se lo
extendieron.
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הָאֹֽכְלִים֙
לְמַ֣עֲדַנִּ֔ים
נָשַׁ֖מּוּ
בַּחוּצ֑וֹת
הָאֱמֻנִים֙
עֲלֵ֣י
תוֹלָ֔ע
חִבְּק֖וּ
אַשְׁפַּתּֽוֹת׃ {ס}
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5 Los que comían
en deleites
están desolados
por las calles;
Los que se
criaron en
carmesí,
abrazaron los
estercoleros.
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וַיִּגְדַּל֙
עֲוֺ֣ן
בַּת־עַמִּ֔י
מֵֽחַטַּ֖את
סְדֹ֑ם
הַֽהֲפוּכָ֣ה
כְמוֹ־רָ֔גַע
וְלֹא־חָ֥לוּ
בָ֖הּ
יָדָֽיִם׃ {ס}
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6 Por la
iniquidad de la
hija de mi
pueblo más que
el pecado de
Sodoma, Que fué
trastornada en
un momento, sin
tocarla manos
humanos.
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זַכּ֤וּ
נְזִירֶ֙יהָ֙
מִשֶּׁ֔לֶג
צַח֖וּ
מֵחָלָ֑ב
אָ֤דְמוּ
עֶ֙צֶם֙
מִפְּנִינִ֔ים
סַפִּ֖יר
גִּזְרָתָֽם׃ {ס}
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7 Sus príncipes
eran más puros
que la nieve,
más blancos que
la leche, (los
pelirrojos) eran
más rubicundos
que el coral, su
talle era como
de zafiro;
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חָשַׁ֤ךְ
מִשְּׁחוֹר֙
תׇּֽאֳרָ֔ם
לֹ֥א
נִכְּר֖וּ
בַּחוּצ֑וֹת
צָפַ֤ד
עוֹרָם֙
עַל־עַצְמָ֔ם
יָבֵ֖שׁ
הָיָ֥ה
כָעֵֽץ׃ {ס}
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8 Su rostro es
más negro que un
carbón; Ellos no
se conocen en la
calle; Su piel
está arrugada
sobre sus
huesos; Se secó,
es como un palo.
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טוֹבִ֤ים
הָיוּ֙
חַלְלֵי־חֶ֔רֶב
מֵֽחַלְלֵ֖י
רָעָ֑ב
שֶׁ֣הֵ֤ם
יָזֻ֙בוּ֙
מְדֻקָּרִ֔ים
מִתְּנוּבֹ֖ת
שָׂדָֽי׃ {ס}
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9 Los que están
muertos con la
espada son
mejores que los
que están
muertos del
hambre; Porque
éstos murieron
poco, por falta
de los frutos de
la tierra.
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יְדֵ֗י
נָשִׁים֙
רַחֲמָ֣נִיּ֔וֹת
בִּשְּׁל֖וּ
יַלְדֵיהֶ֑ן
הָי֤וּ
לְבָרוֹת֙
לָ֔מוֹ
בְּשֶׁ֖בֶר
בַּת־עַמִּֽי׃ {ס}
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10 Las manos de
las mujeres
llenas de
compasión
cocieron á sus
hijos; Ellos
eran su comida
en el
quebrantamiento
de la hija de mi
pueblo.
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כִּלָּ֤ה
יְהֹוָה֙
אֶת־חֲמָת֔וֹ
שָׁפַ֖ךְ
חֲר֣וֹן
אַפּ֑וֹ
וַיַּצֶּת־אֵ֣שׁ
בְּצִיּ֔וֹן
וַתֹּ֖אכַל
יְסֹדֹתֶֽיהָ׃ {ס}
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11 Cumplió
Hashem su enojo,
cuanto derramó
el ardor de su
ira; Y Él ha
encendido un
fuego en Sion
que ha consumido
sus cimientos.
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לֹ֤א
הֶאֱמִ֙ינוּ֙
מַלְכֵי־אֶ֔רֶץ
(וכל)
[כֹּ֖ל]
יֹשְׁבֵ֣י תֵבֵ֑ל כִּ֤י יָבֹא֙ צַ֣ר וְאוֹיֵ֔ב
בְּשַׁעֲרֵ֖י
יְרוּשָׁלָֽ͏ִם׃ {ס}
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12 Los reyes de
la tierra no
creían, Ni todos
los habitantes
del mundo, que
el adversario y
el enemigo
entrarían por
las puertas de
Jerusalén.
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מֵֽחַטֹּ֣אות
נְבִיאֶ֔יהָ
עֲוֺנֹ֖ת
כֹּהֲנֶ֑יהָ
הַשֹּׁפְכִ֥ים
בְּקִרְבָּ֖הּ
דַּ֥ם
צַדִּיקִֽים׃ {ס}
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13 Es a causa de
los pecados de
sus profetas,
por las maldades
de sus
sacerdotes, Que
derramaron la
sangre de los
justos en medio
de ella.
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נָע֤וּ
עִוְרִים֙
בַּֽחוּצ֔וֹת
נְגֹֽאֲל֖וּ
בַּדָּ֑ם
בְּלֹ֣א
יֽוּכְל֔וּ
יִגְּע֖וּ
בִּלְבֻשֵׁיהֶֽם׃ {ס}
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14 Ellos vagan
como ciegos en
las calles,
ellos están
contaminados con
sangre, por lo
que los hombres
no pueden tocar
a sus
vestiduras.
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ס֣וּרוּ
טָמֵ֞א
קָ֣רְאוּ
לָ֗מוֹ
ס֤וּרוּ
ס֙וּרוּ֙
אַל־תִּגָּ֔עוּ
כִּ֥י
נָצ֖וּ
גַּם־נָ֑עוּ
אָֽמְרוּ֙
בַּגּוֹיִ֔ם
לֹ֥א
יוֹסִ֖פוּ
לָגֽוּר׃ {ס}
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15 'Retírense!
inmundos! "Los
hombres les
decían a estos,
'Apartaos,
apartaos, no
toquen'; Sí,
ellos huyeron y
vagaron; Los
hombres dijeron
entre las
naciones: "Ellos
Nunca más
morarán aquí.
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פְּנֵ֤י
יְהֹוָה֙
חִלְּקָ֔ם
לֹ֥א
יוֹסִ֖יף
לְהַבִּיטָ֑ם
פְּנֵ֤י
כֹהֲנִים֙
לֹ֣א
נָשָׂ֔אוּ
(זקנים)
[וּזְקֵנִ֖ים]
לֹ֥א חָנָֽנוּ׃ {ס}
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16 La ira de
Hashem los ha
dividido; Él ya
no los
considera; No
respetaron la
faz de los
sacerdotes, ni
eran atentos a
los ancianos.
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(עודינה)
[עוֹדֵ֙ינוּ֙]
תִּכְלֶ֣ינָה עֵינֵ֔ינוּ אֶל־עֶזְרָתֵ֖נוּ
הָ֑בֶל
בְּצִפִּיָּתֵ֣נוּ
צִפִּ֔ינוּ
אֶל־גּ֖וֹי
לֹ֥א
יוֹשִֽׁעַ׃ {ס}
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17 En cuanto a
nosotros,
nuestros ojos
todavía
languidecían
para ver nuestro
vano socorro; En
nuestra
esperanza
aguardamos por
una nación que
no puede salvar.
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צָד֣וּ
צְעָדֵ֔ינוּ
מִלֶּ֖כֶת
בִּרְחֹבֹתֵ֑ינוּ
קָרַ֥ב
קִצֵּ֛נוּ
מָלְא֥וּ
יָמֵ֖ינוּ
כִּי־בָ֥א
קִצֵּֽנוּ׃ {ס}
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18 Cazan
nuestros pasos,
Que no podemos
ir a nuestros
lugares amplios;
Se acercó
nuestro fin, se
cumplieron
nuestros días;
Porque es
nuestro fin.
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קַלִּ֤ים
הָיוּ֙
רֹדְפֵ֔ינוּ
מִנִּשְׁרֵ֖י
שָׁמָ֑יִם
עַל־הֶהָרִ֣ים
דְּלָקֻ֔נוּ
בַּמִּדְבָּ֖ר
אָ֥רְבוּ
לָֽנוּ׃ {ס}
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19 Nuestros
perseguidores
eran más veloces
que las águilas
del cielo; Ellos
nos persiguieron
por los montes,
se ponen a la
espera de
nosotros en el
desierto.
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ר֤וּחַ
אַפֵּ֙ינוּ֙
מְשִׁ֣יחַ
יְהֹוָ֔ה
נִלְכַּ֖ד
בִּשְׁחִיתוֹתָ֑ם
אֲשֶׁ֣ר
אָמַ֔רְנוּ
בְּצִלּ֖וֹ
נִֽחְיֶ֥ה
בַגּוֹיִֽם׃ {ס}
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20 El aliento de
nuestras vidas,
el ungido de
Hashem, fue
llevado en sus
hoyos; De quien
habíamos dicho:
"A su sombra
tendremos vida
entre las
naciones.
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שִׂ֤ישִׂי
וְשִׂמְחִי֙
בַּת־אֱד֔וֹם
(יושבתי)
[יוֹשֶׁ֖בֶת]
בְּאֶ֣רֶץ ע֑וּץ גַּם־עָלַ֙יִךְ֙ תַּעֲבׇר־כּ֔וֹס
תִּשְׁכְּרִ֖י
וְתִתְעָרִֽי׃ {ס}
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|
|
21 Alegraos y
regocijaos, oh
hija de Edom, la
que habitas en
tierra de Uz: La
copa pasarán
sobre ti
también; te
embriagarás, y
te harás a ti
misma desnuda.
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תַּם־עֲוֺנֵךְ֙
בַּת־צִיּ֔וֹן
לֹ֥א
יוֹסִ֖יף
לְהַגְלוֹתֵ֑ךְ
פָּקַ֤ד
עֲוֺנֵךְ֙
בַּת־אֱד֔וֹם
גִּלָּ֖ה
עַל־חַטֹּאתָֽיִךְ׃ {פ}
|
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|
22 El castigo de
tu iniquidad se
logró, oh hija
de Sion, Él
nunca más te
hará llevar
cautiva; pero Él
castigará tu
iniquidad, oh
hija de Edom, Él
pondrá al
descubierto tus
pecados.
CAPITULO 5
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