Parashá Devarim Vaetjanan
para leer y escuchar
Aliyot - Vaetjanán
Devarim -Deuteronomio- Capítulo 3:23
al 7:11 - e Isaías 40:1-26
Lectura Mediante Robot -
Por Eliyahu BaYonah Ben Yossef,
Director Shalom Haverim Org.New
York
Aliyot es el plural hebreo de
Aliá o Aliyá que significa
"subir". Cada vez que una
persona - Olé- sube a la Bimá
debe recitar la Brajá -
Bendición - antes de comenzar el
Baal Koréh -בעל
קורא -
la Lectura y al cerrar la misma.
Esto se hace cada vez que el
Baal Koréh lee la Porción -
Parashá- correspondiente.
El Maftir es la última persona
que se llama a la Bimá y es
invitada a leer la porción de la
Haftará -Profetas-
Esta es la Brajá
de la Lectura de la Toráh:
Barejú et Adonai hamevoraj. |
Baruj Adonay hamevoraj le'olam va'ed. |
Baruj atáh Adonay Eloheynu melej ha'olam, asher bajar banu
mikol-ha'amim, venatan
lanu et-torato. |
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Devarim -Deuteronomio- Capítulo 3:23 al 7:11 -
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Llégate tú y
oye todo lo que dijere
el Eterno, nuestro |
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LECTURA DE LA HAFTARÁ
Devarim Vaetjanán Isaías
40:1-26
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Baruj atáh Adonay jabóker batoráh uveMoshé avdó uveYisra'el amó
uvinvi'ey ja'emet
vatsédek. |
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Ne'eman, atah
ju Adonay Eloheynu,
vene'emanim devareyja,
vedavar ejad midvareyja
ajor lo-yashuv reykam,
ki El melej ne'eman
verajaman atah. |
Baruj atáh
Adonay, ha'El jane'eman
bekol-devarav. -Amen |
Rajem al-Tsiyon, ki ji beyt jayeynu, vel'aluvat nefesh toshia
bimjeraj veyameynu. |
Baruj atáh Adonay, mesame'aj Tsiyon bevaneyj. |
Samejenu, Adonay Eloheynu, be'Eliyahu janavi avdeja, uvmaljut
beyt David meshijeja.
Bimjeraj yavo veyagel
libenu, |
al kis'o lo yeshev zar, velo yinjalu od ajerim et kevodo, ki
veshem kodsheja nishbata
lo, shelo yicbej nero
le'olam va'ed. |
Baruj atáh Adonay, magén David. |
EN ESPAÑOL
¡Bendecid al
Eterno, el Bendito! |
Bendito es el
Eterno, el Bendito para
siempre. |
Bendito seas
Tu, oh Eterno nuestro
Dios, Rey del universo
que nos elegiste entre
todos los pueblos y nos
diste Tu Toráh, Bendito
seas, oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. |
Bendito seas,
oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. AMEN |
|
Eterno Dios,
Tú has comenzado a
mostrar a tu siervo tu
grandeza y tu mano
fuerte, pues ¿qué dios
hay en el cielo o en la
tierra que pueda hacer
conforme a tus obras, y
conforme a tus hechos
extraordinarios? |
¡Déjame pasar,
te ruego, y veré la
buena tierra que está
más allá del Jordán, este buen monte y el Líbano! |
Mas el Eterno
se enojó contra mí por
causa vuestra, y no me
escuchó. Y me dijo el
Eterno: ¡Basta!, no
vuelvas a hablarme sobre
este asunto. |
Sube a la cumbre de la
Pisgá (colina) y alza
los ojos hacia el
occidente, y hacia el
norte, y hacia el sur, y
hacia el oriente, -(tu
me pediste que te
mostrara la buena
tierra, pero Yo te
muestro toda la tierra)-
y contempla con tus
ojos, porque no pasarás
este Jordán. |
Y ahora,
instruye a Josué
y fortalécele y anímale, porque él ha de pasar al frente de este pueblo, y él
los hará poseer la
tierra que tú verás. |
Y nos quedamos
en el valle, frente a
Bet-Peor. |
Y ahora, oh Israel, escucha los estatutos y los juicios que os enseño, a fin de
observarlos, para que
viváis y entréis a
heredar la tierra que el
Eterno, vuestro Dios, os
da. |
No añadiréis
sobre la cosa que yo os
ordeno, ni disminuiréis
nada de ella; para que
guardéis los
mandamientos del Eterno,
vuestro Dios, que yo os
ordeno. |
Vuestros
mismos ojos han visto lo
que hizo el Eterno por
causa de Baal-Peor; pues
a todo hombre que siguió
a Baal-Peor lo ha
destruido el Eterno,
vuestro Dios, de en
medio de vosotros; |
y vosotros,
que os adheristeis al
Eterno, vuestro Dios,
estáis todos vivos hoy. |
|
Y los
guardaréis y los
cumpliréis, porque en
esto consistirá vuestra
sabiduría y vuestra
inteligencia a los ojos
de las naciones, las
cuales oirán todos estos
estatutos y dirán:
Ciertamente es estagran nación pueblo sabio y entendido. |
Porque ¿qué
nación hay tan grande
que tenga dioses tan
cercanos a sí como lo
está el Eterno, nuestro
Dios, siempre que
nosotros le invocamos? |
Y ¿qué nación
es tan grande que tenga
estatutos y juicios tan
justos como toda esta
Ley que os pongo delante
hoy? |
Solamente
guárdate a ti mismo y
guarda tu alma mucho, no
sea que te olvides de
las cosas que han visto
tus ojos, y se aparten
de tu corazón todos los
días de tu vida; y las
harás conocer a tus hijos y a los hijos de tus hijos. |
(No te olvides
de lo que vieron tus
ojos) el día en que
estuviste delante del
Eterno, tu Dios, en
Jorev, cuando me dijo el
Eterno: Júntame al
pueblo para que Yo le
haga oír mis palabras,
las que aprenderán para
que me teman todos los
días que vivieren sobre
la tierra y que tambien
se las enseñen a sus
hijos. |
Y os
acercasteis y
estuvisteis al pie del
monte; y el monte ardía
en fuego hasta el centro
de los cielos, y había
oscuridad y nubes y
tinieblas. |
Y habló el
Eterno con vosotros de
en medio del fuego; una
voz que hablaba oísteis,
mas no visteis figura
alguna, tan sólo una
voz. |
Y El os
anunció su pacto, el
cual os ordenó observar,
o sea los diez
mandamientos; y los
escribió sobre dos
tablas de piedra. |
Y a mí me
ordenó el Eterno en
aquel tiempo que os
enseñase estatutos y
juicios para que los
cumplieseis en la tierra
adonde vais a pasar para
heredarla. |
Y guardaréis
mucho vuestras almas (de
error), porque no
visteis figura alguna en
el día que os habló el
Eterno en Jorev, de en
medio del fuego, |
no sea que os
corrompáis y hagáis para
vosotros escultura,
semejanza de cualquier
ídolo, forma de hombre o
de mujer; |
o forma de
bestia alguna que haya
en la tierra; forma de
ave alguna alada que
vuele por el aire; |
forma de
reptil alguno que se
arrastre sobre el suelo;
forma de pez alguno que
nade en las aguas debajo
de la tierra; |
o no sea que
alces tus ojos a los
cielos y veas el sol, y
la luna, y las
estrellas, con todo el
ejército de los cielos,
y seas impulsado a
postrarte ante ellos y
darles culto; cosas que
el Eterno, tu Dios,
destinó con el único fin
de alumbrar a todos los
pueblos que hay bajo el
cielo. |
Y a vosotros
os ha tomado el Eterno y
os ha sacado del crisol
de hierro, de Egipto,
para que seáis pueblo de
su herencia, como lo
sois hoy. |
Y el Eterno se
enojó contra mí por
causa vuestra, y juró
que no había de pasar el
Jordán, ni de entrar en
aquella buena tierra que
el Eterno, tu Dios, te
va a dar en posesión, |
por lo cual he
de morir en esta tierra;
yo no pasaré el Jordán.
Y vosotros lo pasaréis y
heredaréis aquella buena
tierra. |
Guardaos no
sea que olvidéis el
pacto del Eterno,
vuestro Dios, que El
tiene hecho con
vosotros, y os hagáis
escultura alguna a
semejanza de cualquiera
cosa que te ha ordenado
no hacer el Eterno, tu
Dios. |
Porque el
Eterno, tu Dios, es un
fuego devorador, Dios celoso es. |
Cuando hubiereis engendrado hijos e hijos de hijos, y hubiereis estado
largo tiempo en la
tierra, y os
corrompiereis e
hiciereis esculturas a
semejanza de cualquiera
cosa, e hiciereis lo que
es malo a los ojos del
Eterno, tu Dios, para provocar que se indigne. |
pongo hoy por
testigos contra vosotros
a los cielos y a la
tierra de que bien
pronto pereceréis de
sobre la tierra adonde
vais, pasando el Jordán,
para poseerla; no
prolongaréis vuestros
días en ella, sino que
seréis destruidos. |
Y os esparcirá
el Eterno entre las
naciones, y quedaréis
pocos en número entre
las naciones adonde os
llevará el Eterno. |
Y serviréis
allí a dioses que son
obra de manos de
hombres, de madera y de
piedra, que no ven, ni
oyen, ni comen, ni
huelen. |
Y buscaras
desde allí al Eterno, tu
Dios, y le hallarás, con
tal de que le requieras
con todo tu corazón y
con toda tu alma. |
Cuando te
vieres en angustia. y te
sobrevinieren todas
estas cosas, entonces en
los postreros días
volverás al Eterno, tu
Dios, y le obedecerás. |
Cuando te
vieres en angustia. y te
sobrevinieren todas
estas cosas, entonces en
los postreros días
volverás al Eterno, tu
Dios, y le obedecerás. |
Y puesto que
el Eterno, tu Dios, es
un Dios misericordioso,
no te dejará caer, ni te
destruirá, ni se
olvidará del pacto que
juró a tus padres. |
Pregunta pues
sobre los días pasados
que te precedieron,
desde el día en que creó
Dios al hombre sobre la
tierra, y desde un
extremo de los cielos
hasta el otro extremo de
los cielos, si alguna
vez ha habido cosa
grande parecida a ésta,
o si se ha oído cosa
similar. |
¿Acaso pueblo
alguno ha oído jamás la
voz de Dios hablando de
en medio del fuego, como
tú la oíste, y ha
seguido viviendo? |
O ¿ha
intentado dios alguno ir
a tomar para sí a una
nación de en medio de
otra nación, con
pruebas, con señales, y
con maravillas, y con
guerra, y con poder
fuerte, y con brazo
extendido, y con grandes
hechos temibles, como
todo lo que el Eterno,
vuestro Dios hizo en
Egipto ante tus ojos. |
A ti te fue
mostrado esto para que
supieses que el Eterno,
El es Dios, y no hay
otro fuera de El. |
Desde los
cielos te hizo oír su
voz para enseñarte, y
sobre la tierra te hizo
ver su gran fuego, y sus
palabras has oído de en
medio del fuego. |
Todo esto lo
hizo porque amó a tus
padres, y escogió la
simiente de después de
ellos, y te sacó con su
gran fuerza de Egipto, |
para
desterrar delante de ti a naciones más grandes y más fuertes que tú, a fin de traerte y
darte en herencia la
tierra de ellas, como
hoy se ve. |
Y sabrás hoy y
considerarás en tu
corazón, que sólo el
Eterno es Dios, arriba
en los cielos y abajo en
la tierra; no hay otro
alguno. |
Y guardarás
sus estatutos y sus
mandamientos que yo te
ordeno hoy, para que te
vaya bien a ti y a tus
hijos después de ti, y
para que se prolonguen
tus días sobre la tierra
que el Eterno, tu Dios,
te da para siempre. |
|
para que huyera allí el
homicida que matare a su
prójimo sin intención,
sin haberlo odiado
antes, para que huyendo
a una de dichas
ciudades, viviese: |
a Bet-Peor, en
el desierto, en la
tierra de la planicie,
para los rubenitas; y a
Ramot, en Guilad, para
los gaditas; y a Golán,
en el Bashán, para los
menashitas. |
Y esta es la
ley que Moisés puso
delante de los hijos de
Israel. |
Estos son los
testimonios y los
estatutos y los juicios
que habló Moisés a los
hijos de Israel cuando
salieron de Egipto, |
de esta parte
del Jordán, en el valle,
frente a Bet-Peor, en la
tierra de Sijón, rey de
los emoreos, que
habitaba en Jeshbón, a
quien hirieron Moisés y
los hijos de Israel
después de que hubieron
salido de Egipto. |
Y se
posesionaron de su
tierra y de la tierra de
Og, rey de Bashán, dos
reyes de los emoreos que
estaban de esta parte
del Jordán, donde nace
el sol, |
desde Aroer,
que está sobre la ribera
del torrente de Arnón,
hasta el monte Sión, el
cual es Jermón, |
y toda la
planicie de esta parte
del Jordán, hacia el
oriente, hasta el mar de
la planicie, al pie de
las vertientes de la
Pisgá (colina). |
|
El Eterno,
nuestros Dios, hizo un
pacto con nosotros en
Jorev. |
No con
nuestros padres hizo
este pacto, sino con
todos nosotros que
estamos aquí vivos este
día. |
Cara a cara
habló el Eterno con
vosotros en el monte,
desde en medio del
fuego, |
estando yo en
aquel tiempo entre el
Eterno y vosotros para
comunicaros la palabra
del Eterno, porque
tuvisteis miedo del
fuego y no subisteis al
monte; entonces El me
dijo así : |
Yo soy el
Eterno, tu Dios, que te
saqué de la tierra de
Egipto, de la casa de
servidumbre. |
No tendrás
otros dioses delante de
Mí. |
No harás para
ti escultura, ni
semejanza alguna de lo
que está arriba en el
cielo, ni de lo que está
abajo en la tierra, ni
de lo que está en las
aguas debajo de la
tierra; |
no te
postrarás ante ellas ni
les rendirás culto,
porque Yo soy el Eterno,
tu Dios, Dios celoso,
que visito (reviso) la
iniquidad de los padres
en los hijos, hasta la
tercera y cuarta
generación de los que me
aborrecen, |
y que uso de
misericordia hasta con
miles (dos mil) de
generaciones de los que
me aman y guardan mis
mandamientos. |
No jurarás por
el nombre del Eterno, tu
Dios, en vano, porque no
tendrá el Eterno por
inocente al que jurare
por su nombre en vano. |
Guardarás el día del sábado para santificarlo, como el Eterno, tu
Dios, te ha ordenado. |
Seis días
trabajarás y harás toda
tu obra; |
mas el día
séptimo es sábado,
(consagrado) al Eterno,
tu Dios; no harás en él
obra alguna, tú, ni tu
hijo, ni tu hija, ni tu
siervo, ni tu sierva; ni
tu buey, ni tu asno, ni
ninguna bestia tuya; ni
el prosélito que habita
dentro de tus ciudades,
para que tu esclavo y tu
esclava puedan descansar
como tu descansas. |
y recordarás
que siervo fuiste en la
tierra de Egipto, y que
el Eterno, tu Dios, te
sacó de allí con poder
fuerte y con brazo
extendido; por tanto, el
Eterno, tu Dios, te ha
ordenado que observes el
día del sábado. |
Honrarás a tu
padre y a tu madre, como
te ordenó el Eterno, tu
Dios, para que se
prolonguen tus días y
para que te vaya bien
sobre la tierra que el
Eterno, tu Dios, te da. |
No matarás; y
no cometerás adulterio;
y no hurtarás; y no
prestarás falso
testimonio contra tu
prójimo; |
y no
codiciarás la mujer de
tu prójimo; y no
desearás la casa de tu
prójimo, ni su campo, ni
su siervo, ni su sierva,
ni su buey, ni su asno,
ni cosa alguna que sea de tu prójimo. |
|
Y aconteció
que cuando vosotros
oísteis la voz desde en
medio de la oscuridad,
en tanto que el monte
ardía en fuego, os
acercasteis a mí todos
los cabezas de vuestras
tribus, con vuestros
ancianos, |
y dijisteis:
He aquí que el Eterno,
nuestro Dios, nos ha
hecho ver su gloria y su
grandeza, y hemos oído
su voz desde en medio
del fuego. En este día
vimos que Dios habla al
hombre y éste sigue
viviendo. |
Ahora pues,
¿por qué hemos de morir?
pues nos consumirá este
gran fuego; si
continuamos oyendo la
voz del Eterno, nuestro
Dios, entonces
moriremos. |
Porque ¿cuál
es la criatura como
nosotros, que haya oído
la voz del Dices vivo
hablando desde en medio
del fuego, y haya
seguido viviendo? |
Dios; luego tú
nos dirás todo lo que te
dijere el Eterno,
nuestro Dios; así
nosotros lo oiremos y
cumpliremos. |
Y oyó el
Eterno la voz de
vuestras palabras cuando
hablasteis conmigo; y me
dijo el Eterno: He oído
la voz de las palabras
de este pueblo, que
ellos te han dicho; bien
han hablado cuanto te
han dicho. |
¡Ojalá que
ellos siguieran teniendo
tal corazón, a fin de
que me teman y guarden
todos mis mandamientos
todos los días, para que
les vaya bien a ellos y
a sus hijos para
siempre! |
Anda, diles:
Volveos a vuestras
tiendas. |
Y tú quédate
aquí conmigo y Yo te
diré todos los
mandamientos, los
estatutos y los juicios
que les has de enseñar,
para que los cumplan en
la tierra que les voy a
dar para heredarla. |
Y cuidaréis de
hacer según os ha
ordenado el Eterno,
vuestro Dios; no os
desviaréis a derecha ni
a izquierda. |
Por todo el
sendero que os ha
ordenado el Eterno,
vuestro Dios, andaréis,
a fin de que viváis y os
vaya bien, y prolonguéis los días en la tierra que habéis de heredar. |
Y éstos son
los mandamientos, los
estatutos y los juicios
que ordenó el Eterno,
vuestro Dios, que os
enseñase, para que los
cumpláis en la tierra a
la cual pasáis para
heredarla; |
a fin de que
temas al Eterno, tu
Dios, de modo que
guardes todos sus
estatutos y sus
mandamientos que yo te
ordeno, tú y tu hijo y
el hijo de tu hijo,
todos los días de tu
vida, y para que se
prolonguen tus días. |
Y oirás, oh
Israel, y guardarás esto
para cumplirlo, para que
te vaya bien y para que
te multipliques mucho en
la tierra que mana leche
y miel, como te habló el
Eterno, Dios de tus
padres. |
|
Y amarás al
Eterno, tu Dios, con
todo tu corazón y con
toda tu alma y con todo
tu poder. |
Y estas
palabras que te ordeno
hoy, han de permanecer
sobre tu corazón; |
y las
inculcarás a tus hijos,
y hablarás de ellas
estando en tu casa, y
andando por el camino, y
al acostarte y al
levantarte; |
y las atarás
por señal en tu mano, y
estarán por frontales
entre tus ojos; |
y las
escribirás sobre las
jambas de tu casa y en
tus portones. |
Y cuando te
haya introducido el
Eterno, tu Dios, en la
tierra que juró a tus
padres, a Abraham, a
Isaac y a Jacob, que te
daría, (con) ciudades
grandes y buenas que tú
no edificaste, |
y casas llenas
de toda suerte de cosas
buenas, que tú no
llenaste; y pozos
cavados que tú no
cavaste, y viñas y
olivares que tú no
plantaste; y cuando
comieres y te saciares, |
cuídate
entonces, no sea que te
olvides del Eterno que
te sacó de la tierra de
Egipto, de la casa de
servidumbre. |
Al Eterno, tu
Dios, temerás, y a El
servirás, y por su
nombre (podrás) jurar. |
No seguiréis a
otros dioses, los dioses
de las naciones que
están alrededor de
vosotros, |
porque el
Eterno, tu Dios, que
habita en medio de ti,
es un Dios celoso; no
sea que se encienda la
ira del Eterno, tu Dios,
contra ti y te destruya
de sobre la faz de la
tierra. |
No pondréis a
prueba al Eterno,
vuestro Dios, como los
pusisteis a prueba en
Massá. |
Guardar
guardaréis los
mandamientos del Eterno,
vuestro Dios, y sus
testimonios y sus
estatutos que El te
ordenó, |
y harás lo que
es recto y bueno a los
ojos del Eterno, para
que te vaya bien y para
que entres y poseas la
buena tierra que el
Eterno prometió con
juramento a tus padres; |
y para que El
arroje a todos tus
enemigos de delante de
ti, como habló el
Eterno. |
Cuando te
preguntare tu hijo el
día de mañana, diciendo:
¿Qué significan los
testimonios y los
estatutos y las leyes
que el Eterno, nuestro Dios, os ordenó? |
Dirás a tu
hijo: Siervos éramos del
Faraón en Egipto, y nos
saco el Eterno de Egipto
con poder fuerte. |
Y el Eterno
hizo señales y
maravillas grandes y
dañinas contra Egipto,
contra el Faraón y
contra toda su casa
delante de nuestros
ojos; |
mas a nosotros
nos sacó de allí para
traernos acá, a fin de
darnos esta tierra que
juró a nuestros padres. |
Y nos ordenó
el Eterno que
observásemos todos estos
estatutos y que
temiésemos al Eterno,
nuestro Dios, para bien
nuestro, todos los días,
para que El nos dé vida,
como sucede el día de
hoy. |
Y mérito
tendremos nosotros si
cuidamos de cumplir todo
este mandamiento en
presencia del Eterno,
nuestro Dios, como El
nos ordenó. |
|
y cuando el Eterno, tu
Dios, las hubiere
entregado ante ti y las
hubiere herido, las
aniquilarás
considerándolas anatema;
no harás con ellas pacto
alguno ni les darás
posada en la tierra. |
Y no te emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo ni tomarás
su hija para tu hijo; |
porque ellos
desviarán a tu hijo de
en pos de Mí y servirán
a otros dioses; así se
encenderá la ira del
Eterno contra vosotros,
y te destruirá
rápidamente. |
Sino que de
esta manera habéis de
hacer con ellas: sus monolitosde idolatría quebraréis, y sus árboles de idolatría cortaréis, y sus estatuas quemaréis en
el fuego. |
Porque pueblo
santo eres para el
Eterno, tu Dios; a ti te
escogió el Eterno, tu
Dios, para que le seas
un pueblo querido, por
encima de todos los
pueblos que hay sobre la
faz de la tierra. |
No por ser
vosotros más numerosos
que todos los pueblos os
ha tenido afección el
Eterno y os ha escogido,
porque vosotros erais
el menos numeroso de todos los pueblos; |
sino por el
amor del Eterno hacia
vosotros, y por guardar
el juramento que había
hecho a vuestros padres,
os sacó el Eterno con
poder fuerte, y os
redimió de la casa de
servidumbre, del poder
del faraón, rey de
Egipto. |
|
y paga en vida
a los que le aborrecen,
haciéndoles perecer; no
tardara en dar la paga a
aquél que le aborrece;
en vida le pagará. |
Y guardarás los
mandamientos y los
estatutos y los Juicios
que yo te prescribo hoy,
para cumplirlos. |
|
Bendito seas
Tu oh Eterno nuestro
Dios, Rey del Universo
que nos diste (Tu
Torah), la Toráh de la
Verdad, e implantaste en
nosotros la Vida Eterna. |
Bendito seas,
oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. (TODOS DICEN AMEN) |
LECTURA DE LA HAFTARÁ
Bendito seas
Tú, Eterno Dios nuestro
y Rey del Universo, que
escogiste buenos
profetas y te
complaciste en sus
palabras, que fueron
enunciadas con verdad. |
Bendito seas
Tú, Eterno, que
escogiste la Torah, a
Moisés Tu siervo, a Tu
pueblo Israel y a
profetas de la verdad y
y de la rectitud. |
|
Consolad,
consolad a mi pueblo,
dice vuestro Dios. |
Hablad al
corazón de Jerusalem y
decidle a voces que se
ha cumplido el tiempo
que le fue fijado (para
su servidumbre); que ha
sido perdonada su
iniquidad, porque ha
recibido de manos del
Eterno el doble por
todos sus pecados. |
Una voz clama:
Preparad el camino del
Eterno (para hacer
volver a los cautivos);
allanad en el yermo una
calzada para nuestro
Dios (que andará entre
ellos). |
Todo valle sea
elevado, y todo monte y
colina rebajados, y lo
torcido sea enderezado,
y los lugares
escabrosos, allanados; |
Y sea manifestada la
gloria del Eterno, y
toda criatura juntamente
la verá, porque la boca
del Eterno lo ha dicho. |
Una voz dice
(a mí, Isaías):
"¡Clama!" Y (mi
espíritu) responde: "Qué
he de clamar?" "Esto:
toda criatura mala es
como la hierba, y toda
su benevolencia como la
flor del campo; |
se seca la
hierba, se marchita la
flor, porque el hálito
del Eterno sopla sobre
ella". Verdaderamente
los malos de entre el
pueblo son como hierba; |
se seca la
hierba, se marchita la
flor, mas la palabra de
nuestro Dios permanecerá
para siempre. |
¡Súbete sobre
el monte alto,
albriciadora (asamblea
de profetas) de Sión!
¡Alza con fuerza tu voz,
albriciadora de
Jerusalem! ¡Levántala,
no temas! Di a las
ciudades de Judá: ¡He
aquí a vuestro Dios! |
He aquí que el
Eterno Dios viene con
poder, y su mismo brazo
dominará sin ayuda de
nadie; he aquí que el
premio debido a cada uno
de acuerdo con sus
acciones, está con él. |
Como pastor El
apacentará su rebaño; en
su brazo recogerá a los
corderitos y los llevará
e¿ su seno; conducirá
suavemente a las que
amamantan. |
El que midió
las aguas con el hueco
de su mano, y tomó las
dimensiones de los
cielos con palmos, y
midió con shalish
(medida grande) el polvo
de la tierra, y pesó en
romana las montañas, y
los collados en balanzas
de platillos, (tiene
también el poder de
cumplir sus promesas). |
¿Quién ha
dirigido el espíritu del
Eterno y como su
consejero le ha
enseñado? |
¿Con quién
tomó El consejo y le
hizo entender, y le
instruyó en la senda de
justicia, y le enseñó la
ciencia, y le hizo
conocer el camino de la
inteligencia. |
He aquí que
las naciones son para El
como la gota de agua que
está para caer de un
balde, y como polvo
menudo en las balanzas;
he aquí que El arrebata
las islas como polvo
finísimo que se levanta. |
Ni todos los
árboles del Líbano
bastan para quemar en su
altar, ni los animales
que hay en él, para
serle ofrecidos en
holocausto. |
Todas las
naciones son como nada
delante de El; son
consideradas por El como
si nada fuesen y como un
vacío. |
¿A quién pues
podéis comparar a Dios,
o con qué imagen le
asemejaréis? |
En cuanto al
ídolo, el artífice lo
funde, y el orive lo
cubre con láminas de oro
y funde (para él)
cadenillas de plata. |
Aquél que es
conocedor de maderas,
escoge una que no se
pudra; busca para sí un
artífice perito que le
prepare un ídolo que no
se disgregue. |
¿Acaso no
sabéis? ¿Acaso no oís?
Ciertamente se os ha
anunciado desde el
principio. Ciertamente
habéis entendido quién
puso los fundamentos de
la tierra. |
Es Aquél que
está sentado en los
cielos que rodean la
tierra, cuyos habitantes
son para El como
langostas; el que
extiende los cielos como
cortina y los despliega
como pabellón para
habitar en ellos; |
el que reduce
los príncipes a la nada
y torna en nulidad a los
jueces de la tierra. |
Y ellos serán
como si nunca hubiesen
sido plantados ni
sembrados, y como si no
hubiesen arraigado su
tronco en la tierra; y
cuando (el viento) sopla
en ellos, se secan, y el
torbellino se los lleva
como hojarasca. |
¿A quién pues
me comparáis para que Yo
le sea igual?, dice el
Santo. |
Levantad hacia
lo alto vuestros ojos y
ved: ¿Quién creó estas
cosas? El que hace salir
diariamente el ejército
de los astros de los
cielos, y llama a cada
uno por su nombre; a
causa de la grandeza de
sus fuerzas y de la
pujanza de su poder,
ninguno de ellos llega a
faltar. |
Bendito seas
Tú, Eterno, Dios nuestro
y Rey del Universo,
fuerte de todos los
mundos, justo en todas
las generaciones; Dios
fiel, que dice y obra,
que promete y cumple,
cuyas palabras son
verdad y justicia. |
Fiel eres Tú,
Eterno, Dios nuestro, y
tus promesas son
merecedoras de fe;
ninguna de Tus palabras
dejará de cumplirse,
porque Tú eres Dios y
Rey fiel (y piadoso). |
Bendito seas
Tú, Eterno, Dios fiel en
todas tus palabras.
-Amen |
Ten piedad de
Sión, pues es el hogar
de nuestra vida, y salva
a esa ciudad afligida de
espíritu, pronto y en
nuestros días. |
Bendito seas
Tú, Eterno, que alegras
a Sión en sus hijos. |
Alégranos, oh
Eterno, Dios nuestro,
con la llegada de Elías,
tu profeta y servidor, y
con el reinado de David
tu ungido. Llegue pronto su
advenimiento y haga
regocijar nuestros
corazones. |
No permitas
que extraños se sienten
en su trono, ni que
otros hereden de su
gloria, pues por tu
santo nombre le juraste
que su luz jamás se
extinguirá. |
Bendito seas
Tú, Eterno, Escudo de
David. |
RESÚMEN DE LA PARASHÁ
A pesar de que Moshé está
contento de que Iehoshúa va a
liderar a la nación, ahora reza
por él mismo para que se le
permita entrar en la Tierra de
Israel para poder cumplir sus
mitzvot especiales. Sin embargo,
Dios rechaza su pedido. Luego
Moshé les recuerda a los Hijos
de Israel la reunión en el Monte
Sinai cuando recibieron la Torá
-- que ellos no vieron una
representación visual de lo
Divino sino que sólo escucharon
palabras. Les recalca que la
revelación en Sinai fue ante
toda la nación y no a un elite
solamente, y que sólo el Pueblo
Judío siempre va a poder decir
que Dios habló a toda la nación.
Moshé les ordena especificamente
a los Hijos de Israel que
"transmitan" el evento en el
Monte Sinai a sus hijos a través
de todas las generaciones.
Moshé predice acertadamente que
después de que los Hijos de
Israel hayan morado en Eretz
Israel van a pecar, ser
exiliados de la Tierra y
dispersos entre todos los
pueblos. Serán pocos en cantidad
pero eventualmente retornarán a
Dios. Moshé designa tres
"ciudades de refugio" para que
una persona que mata
inadvertidamente pueda
escaparse. Moshé repite los Diez
Mandamientos y luego enseña el
Shemá, el credo central del
judaísmo - "sólo hay un Dios".
Luego les advierte que no se
sumerjan en el materialismo y se
olviden de su función como una
nación espiritual. La parashá
termina cuando Moshé exhorta al
pueblo a no casarse con otros
pueblos cuando entren a la
Tierra de Israel, ya que no
pueden ser una nación santa si
se casan con otros pueblos y se
hacen indistinguibles entre
otras naciones.
COMENTARIOS A LA PARASHÁ
POR QUÉ LO PROVOCA?
"Sube a la cima del peñasco y
eleva tus ojos en dirección al
oeste, al norte,... y ve con tus
propios ojos, pues no cruzarás
este Jordán" (3:27)
Imagínate las ansias de Moshe
mientras estaba parado en la
cima del peñasco, contemplando
la tierra por la que había
renunciado a tanto...
Allí estaba, extendida ante él
como un mapa abierto. La Tierra
de Israel. Tan cerca, y al mismo
tiempo, tan lejos. Hashem sabía
lo mucho que Moshe ansiaba ir a
Eretz Israel... ¿Por qué lo
"provocó", mostrándole la tierra
a la que sabía que jamás
llegaría?
Además, nuestros Sabios nos
dicen que, por medio de un
concepto profético, Hashem le
mostró a Moshe cada metro
cuadrado de Eretz Israel, lo
cual seguramente no habrá hecho
más que aumentar su anhelo...
¿Cuál era el propósito de
Hashem?
Cada uno de los Avot, los
Patriarcas, representa una
cualidad específica: Abraham
simboliza la Jesed
(benevolencia); Itzjak simboliza
la Guevurá (fuerza;
autocontrol); Yaakov, la Emet
(verdad). La cualidad que
representa Moshe es Netzaj: la
Eternidad.
Todo lo que hizo Moshe fue para
siempre. Hashem dio la Torá por
su intermedio, porque la Torá es
eterna. Si Moshe hubiera ido a
la Tierra de Israel, junto con
el pueblo judío, entonces su
entrada hubiera sido una
"entrada eterna". Y después de
esa entrada, el pueblo judío
simplemente no podía irse de la
Tierra. Pero Hashem sabía que el
pueblo judío tendría que irse al
exilio ya que no lograría
mantener el alto nivel
espiritual que exige la Tierra.
Si no se podían ir, y no podían
quedarse, entonces se
encontrarían en peligro real de
aniquilación.
Por eso, Moshe no podía entrar a
la Tierra de Israel.
Sin embargo, Hashem hizo que la
no-entrada de Moshe a la Tierra
cumpliera un propósito positivo:
Hashem quería implantar el
recuerdo de la Tierra de Israel
en la psiquis colectiva del
pueblo judío. Al mostrarle a
Moshe cada brizna de pasto, al
llevarlo y mostrarle cada rincón
de la tierra a la que jamás
habría de llegar, Hashem
implantó en el corazón de Moshe
un ansia eterna por la Tierra de
Israel.
Fijémonos en el rezo diario.
Fijémonos en la bendición de
después de las comidas. Nuestras
peticiones a Hashem están
saturadas del nombre de la
Tierra a la que ansiamos
retornar, como un Pueblo Santo.
A lo largo de la larga,
larguísima noche del exilio, el
pueblo judío jamás perdió esa
misma ansia por Eretz Israel que
sintió Moshe cuando se paró en
la cima del peñasco y contempló
la Tierra que jamás habría de
pisar.
Malbim, Rabí Yerujam Uziel Milevsky z''l
LE FALTÓ 1 SOLA VEZ MAS
"Vaetjanan" (3:23)
Vaetjanan significa "imploré".
La guematria, o equivalente
numérico, de Vaetjanan es 515.
Hay 516 horas entre el comienzo
de Rosh Hashaná y el final de
Hoshana Rabá, que es la última
oportunidad de cambiar un
decreto que fue hecho en Yom
Kipur.
En el último año de su vida,
entre Rosh Hashaná y Shmini
Atzeret, Moshe rezó cada hora,
515 veces, para que Hashem lo
perdonara y le dejara cruzar el
Jordán.
Finalmente, Hashem le dijo que
no rezara más.
De esto aprendemos el enorme
poder de la plegaria. Hashem le
dijo a Moshe que dejara de
rezarle, lo cual implica que si
Moshe hubiera continuado
rezando, si hubiera rezado la
plegaria número 516, Hashem
habría accedido a su petición.
Rabí Mordejai Perlman
"Y amarás a Hashem, tu Dios, con
todo tu corazón..." (6:5)
Los filósofos preguntan: ¿Cómo
puedes ordenar amor? El amor es
algo instintivo que una persona
o bien siente o bien no siente.
¿Cómo se le puede ordenar a una
persona que ame?
La respuesta se encuentra en la
propia pregunta. A partir del
hecho de que Hashem nos ordenó
que Lo amáramos, se desprende
que debe formar parte de la
naturaleza de cada judío el amor
al Creador. Lo único que hace
falta es despertar esa fuerza
natural y darle un pellizco.
Sfat Emet
"Y Le rogué a Hashem en ese
momento, diciendo" (3:23)
La frase "en ese momento" apunta
a una plegaria para las
generaciones futuras: cada vez
que el pueblo se halle en
tiempos de angustia, y no puedan
rezar como corresponde a causa
de la opresión del exilio, la
plegaria de Moshe ha de elevarse
en su lugar.
Hasta en la tristeza más
profunda, cuando la soga de la
plegaria, que conecta los labios
con el corazón, está
desconectada, y lo único que
podemos hacer es meramente
pronunciar las palabras, la
plegaria de Moshe se elevará
para nosotros. "En ese momento",
cuando lo único que podamos
hacer es "decir", y no haya
sentimiento en nuestras
palabras, esta plegaria de Moshe
se elevará ante Hashem.
Rebe de Amshinov z''l
"Con todo tu corazón" (6:5)
Una idea parecida queda
implicada en la frase "con todo
tu corazón" del Shemá. Rashi
explica el versículo "Con toda
tu alma" significando que
"aunque El te quite el alma". Lo
mismo, si El te quita el
corazón. Inclusive cuando la
duda te carcoma el corazón,
inclusive cuando la confusión te
impida ver la Mano de Hashem,
inclusive entonces sírvelo "con
todo tu corazón".
Jidushei ha Rim
NOTAS EXPLICATORIAS:
Este es uno de los cuatro
contextos de la Torá donde Moshé
le dijo a Hashem: "No te dejaré
hasta que me respondas si has de
satisfacer mi ruego o no" A eso
alude la expresión aparentemente
superflua "diciendo"
Supliqué al Eterno
Moisés, el pastor modelo que guió al pueblo durante cuarenta años
en la travesía del desierto, no
pudo realizar su sueño: el de
entrar en la Tierra Prometida.
Con este propósito, hizo una
plegaria como última tentativa,
para que Dios le dejase pasar el
Jordán y ver "la buena tierra".
El Rabino Samlay ve en la
plegaria de Moisés, el orden que
debe seguirse al orar. Moisés
comienza exaltando a Dios antes
de hacer su petición. "No
podemos - dice Rabí Samlay -
dirigir nuestras preces a Dios
antes de haberle loado y haber
reconocido su grandeza y su
poder" (Yalcut 813). La plegaria
de Moisés sirvió de fórmula para
los rezos de nuestro ritual. Una
de las más importantes, la Amidá
o Shemoné Esré, plegaria
silenciosa que contiene
dieciocho bendiciones
(diecinueve incluyendo la
oración lamalshinim velaminim) y
que se reza de pie, comienza en
efecto con fórmulas laudativas
dirigidas al Eterno; solamente
después, siguen las peticiones.
Cuánto dolor se entrevé en las
cortas y pocas palabras que
Moisés dedica a Dios en su
plegaria (ver versículos 25-28).
Moisés debía morir en el
desierto. con la generación que
tanto amó, y a la que, durante
los duros cuarenta años,
transmitió la palabra divina.
Este buen Monte
Moisés hace alusión a la ciudad de Jerusalem, la cual se encuentra
rodeada de montes (ver Salmo
125, 3); y con el Líbano, al
lugar donde más adelante se
construiría el Templo.
Libano, en referencia al Beit
Hamikdash, cuya mision es
blanquear las trasgresiones de
Israel. Libano y blanco en
hebreo tienen la misma raiz :
Laban
Fortalece y
Anima
Cuando Moisés comunicó a Josué que debía remplazarle, éste se
declaró modestamente incapaz de
guiar al pueblo. Pero Moisés le
animó con expresiones
alentadoras, instándolo a no
disminuir su valor. Le recordó
su propio pasado cuando Dios le
encargó la misión de salvar al
pueblo en Egipto. "Yo comencé
rehusando (ver Exodo, 4,
13) y finalmente acepté. Tú
también aceptarás".
Israel escucha
Moisés, el guía ideal del pueblo de Israel, aunque no habría de
entrar a la Tierra Prometidas no
abandonó su misión, la de
inculcar en el pueblo sus
deberes más allá del Jordán, que
él no pasaría: "Y ahora pues, oh
Israel, oye los estatutos y los
juicios que yo os enseño para
que los ejecutéis y viváis y
entréis a heredar la tierra que
el Eterno, Dios de vuestros
padres, os da" (capítulo 4, 1).
Se nota aquí que la máxima
aspiración de Moisés no era
solamente llevar al pueblo a la
tierra prometida; él sentía que
Israel necesitaba antes que nada
de una patria espiritual, la
cual pudiese existir aun fuera
de Eretz Israel. Ella es la
Toráh, con sus preceptos y
estatutos sagrados, la patria
esencial del judaísmo hasta hoy.
Gran nación, pueblo santo y entendido
"Cuidar" alude a estudiar los
mandamientos. "Observar" alude a
ponerlos en practica. Estudiar
los mandamientos es cuidarlos,
ya que el estudio y el
conocimiento de los mismos es el
catalizador para su aplicación y
practica; y como tales, fuente
de su eterna perdurabilidad. El
estudio y la observancia de los
preceptos es la gran sabiduría
de vida del pueblo de Israel,
motivo de reconocimiento entre
las naciones del mundo.
A tus hijos
Moisés insiste varias veces,
en este libro, sobre el
mandamiento de transmitir a los
hijos y nietos, de generación en
generación, el legado espiritual
recibido. En realidad, si el
judaísmo existió hasta hoy fue
gracias a la educación religiosa
suministrada a los niños.
Numerosas son las declaraciones
de la Torah y del Talmud sobre
dicho precepto: "Estas palabras
que hoy te enseño estarán sobre
tu corazón y las repetirás a tus
hijos", etc. (Deuteronomio 6,
6-7). "El padre que enseña la
Torah a su hijo, tiene el mismo
mérito de quien la hubiese
recibido directamente del monte
Sinay" (Bereshit Rabá 10). El
deber primordial de una
comunidad israelita es el de
educar religiosamente a los
niños, ya que la futura
existencia de ella dependerá de
la difusión de esa enseñanza.
"No se puede suspender la
instrucción de los niños ni aun
para construir el Templo de
Jerusalem" (Shabat 1, 19).
Dios
celoso es
Celoso en el sentido de que cela por la santidad de sus hijos y no
tolera el culto a la idolatría
de cualquier manera que se
practique, según vemos en los
versículos anteriores de este
capítulo, que recuerdan a Israel
su espiritualidad, que no puede
ser representada por ninguna
imagen.
Cuando hubieres engendrado hijos
Con razón los reinos escogieron este trozo, desde el versículo 25
hasta el 40, para la lectura del
triste ayuno del 9 de Av (Tishá
beAv ). Moisés hace aquí una
seria advertencia de lo que
acontecerá si los israelitas se
apartan de la senda divina para
adorar dioses extraños o
materiales, y actúan mal. En
efecto, todo lo que Moisés
predijo aconteció, pero aún así
Dios no abandonó a su pueblo,
como lo prometió: "Pero cuando
te vieres en angustia...
buscarás desde allí al Eterno,
tu Dios, y le hallarás, con tal
de que le requieras con todo tu
corazón y con toda tu alma...
porque el Eterno tu Dios es un
Dios misericordioso, no te
dejará caer, ni te destruirá, ni
se olvidará del pacto que juró a
tus padres". La felicidad del
pueblo israelita y su bienestar
se hallan en la unión íntima y
espiritual con su Dios, y en el
cumplimento de los preceptos de
su Ley.
Moshé les esta advirtiendo que
serian desterrados al cabo de
852 años, como la suma de las
letras de la palabra
"venoshantem". Alusión al exilio
babilónico. Pero de hecho, el
exilio tuvo lugar al cabo de 850
años. En Su gran misericordia
Hashem le adelantó 2 años para
evitar que un peor descenso de
Israel desembocase en la
perdicion y la destruccion
mencionada en el verso 26.
Delante de ti a naciones
Hace alusión a los pueblos de los reinos de Sijón y Og, que los
israelitas conquistaron antes de
cruzar el Jordán.
Tres ciudades
Esta parte, desde el versículo
41 hasta el fin del capítulo,
constituye una interrupción
entre el primero y segundo
discurso de Moisés. Algunos
exegetas piensan que este relato
no está en su lugar apropiado,
pero otros dicen que sí lo está,
y que Moisés siempre tuvo en el
pensamiento apartar las tres
ciudades, pero solamente ahora
pudo realizarlo. Separó las tres
ciudades de refugio de la
Transjordania a pesar de que,
según afirma el Talmud (Macot
9), éstas no podían servir para
la finalidad a que estaban
destinadas hasta que separasen
también las otras tres en la
tierra de Canaán. Los hombres
justos cumplen las buenas obras
cuando tienen la posibilidad de
hacerlo, aunque hayan de servir
para más tarde. Cualquier otro
jefe espiritual igual a Moisés,
hubiese estado satisfecho con la
grandiosa obra realizada hasta
el momento, pero él lucha hasta
el último día, hasta la última
hora, por el futuro de su
pueblo.
Guardarás el día del Shabat
En esta perashá, Moisés
menciona los diez mandamientos
con ligeras modificaciones en
relación a los que proclamó el
Eterno en el monte de Sinay,
pero en el cuarto mandamiento,
en lugar de Zajor et yom
hashabat lekadeshó (recordarás
el día de sábado para
santificarlo), dijo: Shamor,
etc. (guardarás el día de sábado
para santificarlo). El Talmud
afirma que no fue Moisés quien
cambió la palabra zajor por
shamor, sino que Dios había
pronunciado las dos palabras de
una sola vez, lo que constituye
un milagro incomprensible para
el ser humano. Haciendo alusión
a esto, el poeta Shelomó Halevi
el Kabetz dice en su famosa
poesía Leja Dodí, que se canta
en el ritual del viernes por la
noche: Shamor vezajor bedibur
ejad, hishmianu El hameyujad
(guardar y observar (el sábado)
nos hizo oír el Dios único en
una sola palabra). Los preceptos
negativos del Decálogo no
deberán ser traducidos sino en
futuro simple: "no matarás, no
robaras", etc. No se trata de
una ley, una disposición, un
"imperativo" que el hombre debe
cumplir, sino de una educación
integral en la que el precepto
se convierte en parte natural de
su personalidad, y que el hombre
observa instintivamente. Nuestra
fe nos ordena creer que estos
sublimes mandamientos fueron
dictados por inspiración divina.
En realidad, si no procedieran
de las alturas, no habrían
existido desde hace más de tres
mil años hasta hoy,
contribuyendo a la moralización,
progreso y ennoblecimiento de
casi toda la familia humana.
Que sea de tu prójimo
Es especialmente interesante el décimo mandamiento, que siendo el
último ocupa una posición
destacada y constituye un
ejemplo único en su categoría.
Se pueble argumentar que
envidiando a nuestro prójimo no
le hacemos ningún mal; al
contrario, a muchos les gusta
ser envidiados. Pero esta
envidia aparentemente
inofensiva, constituye muchas
veces el principio de todos los
males cuando el hombre se deja
dominar por ella; es la raíz del
robo, del adulterio y hasta del
asesinato. Consiguiendo vencer
la envidia, el hombre jamás se
dejará arrastrar por el pecado.
Prolonguéis los
días en la Tierra
Las leyes de la Torah hacen
que la vida del hombre sea
armoniosa, ordenada y honrada.
Son la fuente de la verdadera
dicha, tanto en la familia como
en la sociedad; contribuyen a
preservar la salud física y
moral, y por consiguiente a
prolongar la vida. Estos
mandamientos hacen que el
israelita, en todos los actos de
su vida, cumpla con su deber,
con su dignidad humana, y ocupe
su lugar en la escala de la
Creación, que le elevará desde
la tierra a las regiones del
espíritu. La eficiencia de estos
mandamientos queda demostrada
por la misma existencia del
pueblo israelita, que habiendo
estado privado por tantos años
de toda fuerza material,
dispersado y perseguido en casi
todos los países del mundo,
sobrevive hasta hoy, lo que no
aconteció con otros pueblos a
pesar de todos sus ejércitos y
poderes políticos y sociales.
"El Eterno, queriendo favorecer
a Israel, dio a éste leyes y
mandamientos en gran número"
(Macot 23:).
El Eterno es Uno
Este versículo constituye la declaración de fe israelita. Las
primeras palabras hebreas que se
le enseñan a un niño judío son:
Shemá Yisrael, hashem Elokenu
haském ejad (Oye, Israel, etc.),
y estas son también las últimas
palabras que pronuncia el
israelita al morir. Esta frase,
dice el Talmud, no está dirigida
a los oídos, sino al corazón:
Oye, Israel, en cualquier idioma
que oigas, aun cuando no
comprendas lo que oigas, pues lo
que aquí te dicen debe penetrar
directamente en tu corazón y en
tu alma. De esto se deduce que
el verdadero servicio divino no
se realiza sólo con los actos,
sino también con el corazón y el
alma. Y por ello los sabios del
Talmud consideran que lo
principal es la cavaná, o sea la
intención y el sentimiento que
se pone en la oración.Es
interesante, al analizar este
pequeño versículo, observar que
la última letra de la primera
palabra y la última letra de la
última palabra, están escritas
en la Torah más grandes que
todas las demás. Son las letras
áyin y dálet. El Baal Haturim
explica esta singularidad
diciendo que esas dos letras
componen la palabra hebrea ed,
es decir, testigo, y nos
recuerda el versículo del
profeta Isaías, 43, 10:
"Vosotros sois mis testigos, ha
dicho el Eterno". Cada judío, al
decir la Shemá en sus diarias
oraciones, atestigua con ella la
divinidad de Dios
Dios os ordenó
Esta es la pregunta que hace el hijo calificado de sabio, en la
noche del Séder (orden de la
ceremonia hogareña de la primera
noche de Pésaj). De acuerdo con
ella, cada padre debe relatar a
su hijo, sea éste sabio, malo,
simple, o incluso aunque no sepa
preguntar, la historia de la
esclavitud de Egipto y la del
Éxodo. De este precepto nació la
narración escrita en la Hagadá,
librito popular de la literatura
hebrea que presenta en forma de
antología un esquema simple e
impresionante del origen del
judaísmo, de la estadía de los
israelitas en Egipto y del
Exodo. Contando el episodio de
la esclavitud en Egipto, el
padre estimula el interés de sus
hijos por el glorioso pasado de
su pueblo, y les infunde fe y
confianza en Dios.
No te
emparentarás con ellas
Este mandamiento se refiere a
los matrimonios con los pueblos
idólatras de aquel tiempo, como
también a los enlaces mixtos de
la actualidad, pero de ningún
modo a los prosélitos, puesto
que Dios mismo declaró amarlos,
según fue escrito: "(Dios) que
ama al prosélito" (Deuteronomio
10, 19). En el Midrash (Bereshit
Rabbá 39, 14) encontramos estas
palabras: "El israelita que
aproxima un pagano (a Dios) y lo
convierte, es como si le hubiera
creado". Y en el Talmud (Pesajim
87:) se dice: "El Santo, bendito
sea El, exiló a Israel en medio
de las naciones por la única
razón de que se le junten
prosélitos". En el mismo Talmud
existe una opinión contraria a
ésta: "Los prosélitos son para
Israel como una plaga maligna"
(Yebamot 47:), pero esta
declaración es consecuencia del
mal comportamiento de los
convertidos de aquel tiempo, los
cuales, por su actuación,
pusieron en peligro a la
comunidad israelita entera. A
partir de entonces, los que
deseaban convertirse al judaísmo
eran examinados minuciosamente;
también se investigaban las
razones que les impulsaban a
ello (ver en Shulján Aruj, Yoré
Deá, párrafo 268, las leyes
sobre el proselitismo).
Monolitos de
idolatría
Altares hechos de una sola piedra, que servían de símbolos para
Raal, dios del sol.
Arboles de
idolatría
Arbol plantado como símbolo sagrado de Astarté, diosa de la
fertilidad.
Menos numeroso
El Midrash interpreta las
palabras del vers. 7 de la
siguiente manera: "Por no ser
orgullosos, sino humildes,
escogió..." Y en el Talmud
(Pesajim 87) se dice: "El Santo,
bendito sea El, exiló a Israel
en medio de las naciones por la
única razón de que se le junten
prosélitos". En el mismo Talmud
existe una opinión contraria a
ésta: "Los prosélitos son para
Israel como una plaga maligna"
(Yebamot 47), pero esta
declaración es consecuencia del
mal comportamiento de los
convertidos de aquel tiempo, los
cuales, por su actuación,
pusieron en peligro a la
comunidad israelita entera. A
partir de entonces, los que
deseaban convertirse al judaísmo
fueron examinados
minuciosamente; también se
investigaban las razones que les
impulsaban a ello (ver en
Shulján Aruj, Yoré Deá, párrafo
268, las leyes sobre el
proselitismo).
Mil generaciones
En el capítulo 5, 10, se dice que Dios usa de misericordia con los
que le aman, hasta millares (por
lo menos dos mil) generaciones.
La explicación dada por el
Talmud a esta diferencia es la
siguiente: hasta mil
generaciones, a los que sirven
al Eterno por temor a El, y
hasta dos mil generaciones, a
los que lo hacen por amor.
COMENTARIO A LA HAFTARÁ
YESHAYAHU 40: 1-26
El Shabat que viene
inmediatamente después de Tisha
Be Av se denomina Shabat Nejamú,
el Shabat de Consolación.
Se llama así por la primera
palabra de la Haftará de esta
semana: "Consuela, consuela a Mi
pueblo dice vuestro Dios" El
Profeta le recuerda al pueblo
que ha llegado a término la
época del Exilio de Jerusalén.
El Midrash nos dice que Hashem
le pide a Abraham que consuele a
Jerusalén, mas sin éxito.
Luego les pide a Yitzjak, a
Yaakov y a Moshe, con igual
resultado.
Por fin, el Propio Hashem viene
a consolar a la Ciudad Santa.
Extraídos de la Etica de los Padres, que se suele estudiar en los Shabats
del verano.
"No seas un malvado en tu propia estimación."
(Rabí Shimon, Avot 2:13)
El que no tiene autoestima en
cuanto a su nivel espiritual no
vacila en seguir pecando (¡otra
leña al fuego!). Eso no
significa que se deba considerar
un tzadik (una persona justa).
Nuestros Sabios (Nidá 30b) nos
dicen que antes de que nazca el
bebé, su alma es desafiada con
este juramento: "Sé un tzadik y
no un malvado. Pero inclusive si
todo el mundo te considera un
tzadik, deberás considerarte un
malvado.
Uno no debe pensar que es un
tzadik, que no necesita crecer
más, ni un rashá, un malvado que
no tiene posibilidad de
redención. Deberá considerarse
en medio del crédito y del
débito, donde cada uno de sus
actos es capaz de inclinar la
balanza.
HISTORIAS JUDÍAS
Un grupo de personas viajaban en
un bote. Uno de ellos tomó un
taladro y comenzó a perforar un
agujero debajo de sí mismo.
Sus compañeros le dijeron: "¿Por
qué haces esto?" Respondió el
hombre: "¿Qué preocupación es la
tuya? ¿No ves que estoy
perforando debajo de mi propio
lugar?"
Ellos le dijeron: "Pero vas a
inundar el bote para todos
nosotros!" (Citado en Midrash
Rabá, Vaikrá 4: 6).
De las enseñanzas de Rabí Shimón
Bar Iojai
Rabí Shimón bar Iojai, también
conocido por el acrónimo
"Rashbi", vivió en la Tierra
Santa en el segundo siglo EC.
Discípulo de Rabí Akiva, Rashbi
jugó un papel clave en la
transmisión de la Torá, tanto
como un importante sabio
talmúdico y como autor del
Zohar, la obra más importante de
la Cabalá. Fue enterrado en Merón, Israel, al oeste de
Safed.
Eliyahu BaYona Ben Yossef,
Cuentos y Leyendas Judías.
PROMESAS DE HASHEM
Isaias 40:3 Kol kore bamidbar panu derej Adonay
yashru ba'aravah mesilah
l'Eloheynu.
Una voz clama en el desierto:
Preparad el camino del Eterno
(para hacer volver a los
cautivos); allanad en el yermo
una calzada para nuestro Dios
(que andará entre ellos).
Escrito y Recopilado por: Ravino Yaakov Asher Sinclair, de la
Organización Ohr Somayach en
Jerusalem
Editado por el periodista y
maestro Eliyahu BaYonah ben
Yosef director de la
Organización Shalom Haverim de
Monsey, New York.