Organizacion Sin Animo de Lucro
Adscrita al Judaismo Ortodoxo Moderno
Desde Monsey, New York
Aliyot
Ekev
CONVIERTASE EN BENEFACTOR
PRONUNCIACION SEFARDI
SEPHARDIC PRONUNCIATION
הגייה ספרדית
Aliyot Devarim Ekev
en Hebreo/Español.
Parashá Devarim Ekev Hebreo/Español para Leer y Escuchar
Aliyot - Ekev
Devarim
-Deuteronomio- Capítulo 7: 12 al
11:25 - e Isaías
49:14 - 51:3
Lectura Mediante Robot -
Por Eliyahu BaYonah Ben Yossef,
Director Shalom Haverim Org. New
York
Aliyot es el plural hebreo de
Aliá o Aliyá que significa
"subir". Cada vez que una
persona - Olé- sube a la Bimá
debe recitar la Brajá -
Bendición - antes de comenzar el
Baal Koréh -בעל
קורא -
la Lectura y al cerrar la misma.
Esto se hace cada vez que el
Baal Koréh lee la Porción -
Parashá- correspondiente.
El Maftir es la última persona
que se llama a la Bimá y es
invitada a leer la porción de la
Haftará -Profetas-
Esta es la Brajá
de la Lectura de la Toráh:
Barejú et Adonai hamevoraj. |
Baruj Adonay hamevoraj le'olam va'ed. |
Baruj atáh Adonay Eloheynu melej ha'olam, asher bajar banu
mikol-ha'amim, venatan
lanu et-torato. |
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Devarim -Deuteronomio- Capítulo
7: 12 al 11:25 -
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Hishamer
leja pen-tishkaj
et-Adonay Eloheyja
levilti shmor mitsvotav
umishpatav vejukotav
asher anoji metsaveja
hayom. |
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Baruj atáh Adonay jabóker batoráh uveMoshé avdó uveYisra'el amó
uvinvi'ey ja'emet
vatsédek. |
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LECTURA DE LA HAFTARÁ
Isaías 49:14 - 51:3
|
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Hen
al-kapayim jakotij
jomotayij negedi tamid. |
Miharu
banayij meharsayij
umajarivayij mimej
yetse'u. |
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Ne'eman,
atah ju Adonay Eloheynu,
vene'emanim devareyja,
vedavar ejad midvareyja
ajor lo-yashuv reykam,
ki El melej ne'eman
verajaman atah. |
Baruj atáh
Adonay, ha'El jane'eman
bekol-devarav. -Amen |
Rajem al-Tsiyon, ki ji beyt jayeynu, vel'aluvat nefesh toshia
bimjeraj veyameynu. |
Baruj atáh Adonay, mesame'aj Tsiyon bevaneyj. |
Samejenu, Adonay Eloheynu, be'Eliyahu janavi avdeja, uvmaljut
beyt David meshijeja.
Bimjeraj yavo veyagel
libenu, |
al kis'o lo yeshev zar, velo yinjalu od ajerim et kevodo, ki
veshem kodsheja nishbata
lo, shelo yicbej nero
le'olam va'ed. |
Baruj atáh Adonay, magén David. |
EN ESPAÑOL
¡Bendecid al
Eterno, el Bendito! |
Bendito es
el Eterno, el Bendito
para siempre. |
Bendito seas Tu, oh
Eterno nuestro Dios, Rey
del universo que nos
elegiste entre todos los
pueblos y nos diste Tu
Toráh, Bendito seas, oh
Eterno, que nos
concediste la Toráh. |
Bendito seas, oh Eterno,
que nos concediste la
Toráh. AMEN
|
|
Y te amará y
te bendecirá y te
multiplicará; y
bendecirá el fruto e tu
vientre, y el fruto de
tu tierra, tu cereal y
tu mosto y tu aceite, y
la cría de tus vacas y
los rebaños de tus
ovejas, sobre la tierra
que juró a tus padres
que te daría. |
Bendito
serás más que todos los
pueblos; no habrá varón
ni hembra estéril en
medio de ti, ni entre
tus animales. |
Y apartará
el Eterno de ti toda
enfermedad, y ninguna de
las dolencias malas de
Egipto, que tú
conociste, las pondrá
sobre ti, sino que las
dará a todos tus
enemigos. |
Y consumirás
a todos los pueblos que
el Eterno, tu Dios, te
va a entregar; tus ojos
no tendrán piedad de
ellos, para que no
sirvas a sus dioses,
pues esto te serviría de
trampa. |
Si dijeres
en tu corazón: "estas
naciones más numerosas
son que yo, ¿cómo podré
desterrarlas?" |
No las
temerás, sino que te
acordarás bien de lo que
hizo el Eterno, tu Dios,
al Faraón y a todo
Egipto; |
de las
grandes pruebas que
vieron tus ojos, y de
las señales, y de las
maravillas, y del poder
fuerte y del brazo
extendido con que te
sacó el Eterno, tu Dios;
así hará el Eterno, tu
Dios, con todos los
pueblos a los cuales
temes. |
Y también el
Eterno enviará al
avispón entre ellos,
hasta que perezcan los
que quedaren,
escondiéndose de delante
de ti. |
No te
quebrantarás ante ellos,
porque el Eterno, tu
Dios, está en medio de
ti, Dios grande y
temible. |
Y el Eterno,
tu Dios, arrojará a
estas naciones de
delante de ti poco a
poco; no podrás acabar
con ellas rápidamente,
no sea que se
multipliquen sobre ti
las fieras del campo. |
Y las
entregará el Eternos tu
Dios, ante ti, y les
causará gran turbación,
hasta ser destruidas. |
Y entregará
sus reyes en tu mano, y
harás desaparecer su
nombre de debajo de los
cielos; no podrá
resistir hombre alguno
ante ti, hasta que los
hayas destruído. |
Las
esculturas de sus dioses
las quemarás a fuego: no
codiciarás la plata y el
oro que hubiese sobre
ellas, ni lo tomarás
para ti; quiza por ello
vengas a tropezar,
porque esto es una
abominación para el
Eterno, tu Dios. |
Y no traerás
la cosa abominable a tu
casa, para que no te
tornes anatema como
ella; repudiar la
repudiarás y abominar la
abominarás, pues esto es
anatema. |
Todo el
mandamiento que yo te ordeno hoy guardaréis de cumplir, a fin de que
viváis y os
multipliquéis, y entréis
y poseáis la tierra que
prometía el Eterno con
juramento a vuestros
padres. |
Y te
acordaras de todo el
camino por donde te hizo
andar el Eterno, tu
Dios, estos cuarenta
años en el desierto, a
fin de afligirte y de
probarte para saber lo
que había en tu corazón,
si guardarías sus
preceptos o no. |
Por esto te
afligió y te dejó
padecer hambre; te hizo
comer el maná, que tú no
habías conocido ni lo
conocieron tus padres;
para hacerte saber que
no sólo de pan vive el
hombre, sino que de todo
lo que sale de la boca
del Eterno, de esto vive
el hombre. |
El vestido
que llevas sobre ti no
ha envejecido, y tu pie
no se te ha hinchado en
estos cuarenta años. |
Y sabras en
tu corazón que como un
hombre castiga a su
hijo, así el Eterno, tu
Dios, te castigó a ti. |
Y guardarás
los mandamientos del
Eterno, tu Dios, andando
en sus caminos y
temiéndole a El, |
porque el
Eterno, tu Dios, te trae
a una tierra buena,
tierra de arroyos de
aguas, de fuentes y de
hondos manantiales que
salen por sus colinas y
por sus montes; |
tierra de
trigo, y de cebada, y de
vid, y de higuera, y de
panado; tierra de olivas
que dan aceite, y de
miel (de dátiles); |
tierra en
donde no con escasez
comerás pan, y no te
faltará en ella cosa
alguna; tierra cuyas
piedras son hierro, y de
cuyas montañas podrás
extraer el cobre. |
Y comerás y
te hartarás y loarás al
Eterno, tu Dios, por la
buena tierra que El te
ha dado. |
|
para que no
suceda que, después de
que hayas comido y te
hayas saciado, después
de que hayas edificado
para ti casas buenas y
habitado en ellas, |
y tu ganado
y tu rebaño se hayan
multiplicado, y tu plata
y tu oro se te hayan
aumentado, y todo lo que
tuvieres se te
multiplique, |
que entonces
se enaltezca tu corazón
y te olvides del Eterno, tu
Elohimque te saco
de la esclavitud de
Egipto |
el cual te
condujo por el desierto
grande y temible, en que
hay víboras, serpientes
abrasadoras y
escorpiones; lugar árido
donde no hay agua; el
cual sacó para ti agua
de la roca fuerte; |
el cual te
dio a comer el maná en
el desierto, que no
conocieron tus padres, a
fin de afligirte y para
probarte, para hacerte
bien al final. |
Quizá digas
en tu corazón: "mi
fuerza y el poder de mi
mano me han conseguido
estos bienes". |
Pero deberás
acordarte del Eterno, tu
Dios, porque El es quien
te da fuerza para
conseguir bienes, para
confirmar el pacto que
juró a tus padres, como
lo hace el día de hoy. |
Y sucederá
que si te olvidares del
Eterno, tu Dios, y
anduvieres en pos de otros dioses, y les ofrecieres culto y te postrares
ante ellos, os advierto
hoy que ciertamente
pereceréis. |
Lo mismo que
las naciones que el
Eterno va a destruir
delante de vosotros, así
pereceréis vosotros por
no haber escuchado la
voz del Eterno, vuestro
Dios. |
Oye, oh
Israel: tú pasas hoy por
el Jordán para. ir a
desposeer a naciones
mayores y mas fuertes
que tú, con ciudades
grandes y amuralladas
hasta los cielos; |
un pueblo
grande y alto, hijos de
gigantes, a quienes tú
conoces y de quienes has
oído decir: "¿Quién
puede resistir ante los
hijos de gigantes?" |
Y sabrás hoy
que el Eterno, tu Dios,
es el que va a pasar
delante de ti como un
fuego devorador; El los
destruirá y El los
subyugará delante de ti;
y los desterrarás y los
harás perecer en breve,
como el Eterno te dijo. |
|
No es por tu
justicia ni por la
rectitud de tu corazón,
por lo que vas a poseer
la tierra de ellos, sino
que por la maldad de
estas naciones el
Eterno, tu Dios, las va
a desterrar delante de
ti, y para confirmar lo
que juró el Eterno a tus
padres, a Abraham,
Yitzjak y Yaacob |
Y sabrás que
no por tu justicia el
Eterno, tu Dios, te va a
dar esta buena tierra
para que la poseas,
porque eres un pueblo de
dura cerviz. |
Acuérdate,
no te olvides de cómo
provocaste la ira del
Eterno, tu Dios, en el
desierto; desde el día
que saliste de la tierra
de Egipto hasta vuestra
llegada a este lugar,
habéis sido rebeldes
para con el Eterno. |
Y en Jorev
provocasteis la ira del
Eterno, de manera que se
indignó contra vosotros
hasta querer destruiros. |
Cuando yo
había subido al monte
para recibir las tablas
de piedra, las tablas
del pacto que el Eterno
había hecho con
vosotros, estuve en el
monte cuarenta días y cuarenta
noches; pan no
comí y agua no bebí; |
y me dio el
Eterno las dos tablas de
piedra, escritas con el dedo de Dios. Y sobre ellas, todas las palabras que
el Eterno os habló en el
monte, desde en medio
del fuego, en el día de
la asamblea. |
Y sucedió
que al fin de los
cuarenta días y cuarenta
noches, me dio el Eterno
las dos tablas de
piedra, las tablas del
pacto. |
Y me dijo el
Eterno: Levántate, baja
pronto de aquí, porque
se ha corrompido tu
pueblo, que tú sacaste
de Egipto; se han
apartado pronto del
camino que Yo les
prescribí; hicieron para
sí una imagen de
fundición. |
Y me habló
el Eterno, diciendo: Vi
a este pueblo y he aquí
que es un pueblo de dura
cerviz. |
Déjame que
los destruya y borre su
nombre de debajo de los
cielos, y haré de ti una
nación más fuerte y más
numerosa que ellos. |
Y me volví y
bajé del monte, y el
monte ardía en fuego, y
las dos tablas del pacto
estaban en mis dos
manos. |
Y miré, y he
aquí que habíais pecado
contra el Eterno,
vuestro Dios; os habíais
hecho un becerro de
fundición; os habíais
apartado pronto del
camino que os prescribió
el Eterno. |
Y agarré las
dos tablas y las arrojé
de mis manos, y las
quebré delante de
vuestros ojos. |
Y caí
postrado ante el Eterno,
como la primera vez,
cuarenta días y cuarenta
noches; pan no comí y
agua no bebí, a causa de
todos los pecados que
habíais cometido,
haciendo lo que es malo
a los ojos del Eterno
para irritarlo; |
porque yo
estaba atemorizado ante
la ira y el furor con
que se irritó el Eterno
contra vosotros, hasta
querer destruiros. Y atendió el Eterno mi oración
también esta vez. |
Y contra
Aarón se encolerizó el
Eterno mucho, hasta
querer destruirle; y oré
en aquel tiempo por
Aarón también. |
Luego tomé
(el motivo de) vuestro
pecado, el becerro que
habíais hecho, y lo
quemé a fuego y lo
desmenucé, moliéndolo
hasta que se volvió fino
como polvo; y arrojé su
polvo en el arroyo que
bajaba del monte. |
En Tavera
también, y en Massá, y
en Kivrot Hataavá,
hicisteis irritar al
Eterno. |
Y cuando os
envió el Eterno desde
Cadesh Barnea, diciendo:
"Subid y poseed la
tierra que os he dado",
os rebelasteis contra la
orden del Eterno,
vuestro Dios y no le
creísteis ni
escuchasteis su voz. |
Rebeldes
habéis sido para con el
Eterno desde el día en
que os conocí. |
Y me postré
ante el Eterno durante
aquellos cuarenta días y
cuarenta noches; y
estuve postrado porque
el Eterno había dicho
que os iba a destruir. |
Y oré al
Eterno, diciendo:
¡Eterno Dios, no
destruyas a tu pueblo y
a tu herencia que Tú
redimiste con tu
grandeza, y sacaste de
Egipto con poder fuerte! |
Acuérdate de
tus siervos, de Abraham,
de Isaac y de Jacob. No
mires la testarudez de
este pueblo, ni su
maldad, ni su pecado; |
no sea que
digan los de la tierra
de donde nos sacaste:
'Porque el Eterno no
pudo hacerlos entrar en
la tierra que les había
prometido, y por su
aborrecimiento hacia
ellos, los sacó para
hacerlos morir en el
desierto". |
Con todo,
ellos son tu pueblo y tu
herencia, que Tú sacaste
con tu gran fuerza y con
tu brazo extendido. |
|
y Yo
escribiré en las tablas
las palabras que había
sobre las tablas
primeras que quebraste,
y las pondrás en el
arca. |
Hice pues un
arca de madera de
acacia, y labré dos
tablas de piedra como
las primeras, y subí al
monte con las dos tablas
en mi mano. |
Y El
escribió sobre las
tablas, conforme a la
escritura primera, los
diez mandamientos que el
Eterno os había hablado
en el monte, en medio
del fuego, el día de la
asamblea; y el Eterno me
las dio. |
Y me volví y
descendí del monte, y
puse las tablas en el
arca que yo había hecho,
y allí estuvieron como
me ordenó el Eterno. |
Y los hijos
de Israel partieron
desde Berot Bené Yaacán
hasta Moserá. Allí murió
Aarón y allí fue
enterrado; y ofició
Elazar, su hijo, en
lugar de él. |
Y de allí
partieron hacia Gudgod,
y de Gudgod hasta
Yotvat, tierra de
arroyos de aguas. |
En aquel
tiempo separo el Eterno
la tribu de Leví para
que llevase el arca del
pacto del Eterno, (y a
los sacerdotes) para que
estuviesen en presencia
del Eterno para oficiar
delante de El y para
bendecir su nombre,
hasta el día de hoy. |
Por esto no
tuvo Leví parte ni
herencia con sus
hermanos; el Eterno es
su herencia, como se lo
prometió el Eterno, tu
Dios. |
Y yo me
quedé en el monte, como
en los primeros días,
cuarenta días y cuarenta
noches; y también esta
vez atendió el Eterno mi
oración y no quiso
aniquilarte. |
Y me dijo el
Eterno: Levántate, anda,
parte delante del pueblo
para que vayan y posean
la tierra que juré a sus
padres que les daría. |
|
y que
guardes los mandamientos
del Eterno y sus
estatutos que yo te
prescribo hoy para tu
bien. |
He aquí que
al Eterno, tu Dios,
pertenecen los cielos y
los cielos de los
cielos, la tierra y todo
lo que hay en ella. |
Sólo a tus
padres tuvo afección el
Eterno para amarlos, y
escogió a su
descendencia después de
ellos, o sea a vosotros,
de entre todos los
pueblos, como hoy se ve. |
Y
circuncidaréis
(quitaréis) el prepucio
(obstrucción) de
vuestros corazones, y no
endurezcáis más vuestra
cerviz; |
porque el
Eterno, vuestro Dios, es
Dios de los dioses y
Señor de los señores; el
Dios grande y poderoso y
temible que no deja de
castigar a los que no
aceptan su yugo, y no
recibe las buenas
acciones como soborno
por los pecados; |
que hace
justicia al huérfano y a
la viuda, y ama al
extranjero, dándole pan
y vestido. |
Y amaréis al extranjero, porque extranjeros fuisteis en la tierra
de Egipto. |
Al Eterno,
tu Dios, temerás, a El
servirás y a El te
adherirás y por su nombre (podrás) jurar. |
El es tu
loor y El es tu Dios, el
cual ha hecho contigo
aquellas grandezas y
aquellas obras temibles
que han visto tus ojos. |
Con setenta
personas tus padres
descendieron a Egipto, y
ahora el Eterno, tu
Dios, te ha hecho como
las estrellas del cielo
en multitud. |
Y amarás al
Eterno, tu Dios, y
guardarás lo que te
ordene guardar, sus
preceptos y sus
estatutos, y sus
juicios, y sus
mandamientos, todos los
días. |
Y sabréis
hoy que yo no hablo a
vuestros hijos, que no
conocieron ni vieron las
enseñanzas del Eterno
vuestro Dios, su
grandeza, su poder
fuerte y su brazo
extendido, |
sus señales,
y sus obras que hizo en
medio de Egipto, al
Faraón, rey de Egipto, y
a toda su tierra; |
y lo que
hizo al ejército de
Egipto, a sus caballos y
a sus carros, cómo hizo
pasar las aguas del mar
Rojo sobre ellos cuando
os perseguían, de modo
que el Eterno los
destruyó hasta el día de
hoy; |
y lo que
hizo con vosotros en el
desierto hasta que
llegasteis a este lugar; |
y lo que
hizo a Datán y Aviram,
hijos de Eliav, hijo de
Rubén, cómo la tierra
abrió su boca y los
tragó a ellos y a sus
familias, y sus tiendas
y todos los bienes que
tenían con ellos, en
medio de todo Israel; |
porque
vuestros o]os son los
que vieron toda la gran
obra que el Eterno hizo. |
Y guardaréis
todo el mandamiento que
yo os ordeno hoy, para
que seáis fuertes y
entréis y poseáis la
tierra adonde vais a
pasar para tomar
posesión de ella; |
y a fin de
que prolonguéis vuestros
días sobre la tierra que
el Eterno Juró dar a
vuestros padres y a su
descendencia; tierra que
mana leche y miel. |
|
sino que la
tierra adonde vais a
pasar para tomar
posesión de ella, es
tierra de montañas y de
valles, que tiene agua
de la lluvia de los
cielos; |
tierra de la
cual el Eterno, tu Dios,
tiene especial cuidado;
los ojos del Eterno, tu
Dios, están siempre
sobre ella, desde el
principio hasta el fin
del año. |
Y sucederá que si oyeres atentamente mis
mandamientos que yo os
ordeno hoy, amando al Eterno, vuestro
Dios, y
sirviéndole con todo
vuestro corazón y con
toda vuestra alma, |
Yo os daré
la lluvia de vuestra
tierra en su tiempo, la
temprana y la tardía, y
recogerás tu grano, y tu
mosto, y tu aceite. |
Y daré
hierba en tu campo para tu bestia; y comerás y te saciarás. |
Guardaos
bien, no sea que vuestro
corazón os seduzca y os
desviéis y sirváis a
otros dioses y os
postréis ante ellos, |
y se
encienda la ira del
Eterno contra vosotros,
de modo que cierre los
cielos para que no haya
lluvia, y la tierra no
dé su producto, y
perezcáis pronto sobre
la buena tierra que el
Eterno os da. |
Por tanto,
pondréis estas mis
palabras sobre vuestro
corazón y sobre vuestra
alma y las ataréis por
señal sobre vuestra
mano, y estarán por
frontales entre vuestros
ojos. |
Y las
enseñaréis a vuestros
hijos, hablando de ellas
cuando estés en tu casa,
y cuando andes por el
camino, y al acostarte y
al levantarte; |
y las
escribirás sobre las
jambas de tu casa y en
tus portones, |
para que se
multipliquen vuestros
días y los días de
vuestros hijos sobre la
tierra que juró el
Eterno a vuestros padres
que les daría, por todos
los días que los cielos
estén sobre la tierra. |
para que se
multipliquen vuestros
días y los días de
vuestros hijos sobre la
tierra que juró el
Eterno a vuestros padres
que les daría, por todos
los días que los cielos
estén sobre la tierra. |
Séptima
Lectura |
el Eterno
desterrará a todas las
naciones delante de
vosotros, de modo que os
posesionaréis de
naciones más grandes y
más fuertes que
vosotros. |
Todo lugar
donde pisare la planta
de vuestro pie, será
vuestro. Desde el
desierto al Líbano,
desde el río, el río
Perat (Eúfrates) y hasta
el mar occidental, será
vuestro territorio. |
No resistirá
hombre alguno delante de
vosotros: El miedo a
vosotros y el terror
hacia vosotros, el
Eterno vuestro Dios, los
pondrá sobre la faz de
toda la tierra que
pisáreis, según os lo
tiene hablado. |
|
Bendito seas
Tu oh Eterno nuestro
Dios, Rey del Universo
que nos diste (Tu
Toráh), la Toráh de la
Verdad, e implantaste en
nosotros la Vida Eterna. |
Bendito
seas, oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. (TODOS DICEN AMEN) |
LECTURA DE LA HAFTARÁ
Isaías 49:14 - 51:3
Bendito seas
Tú, Eterno Dios nuestro
y Rey del Universo, que
escogiste buenos
profetas y te
complaciste en sus
palabras, que fueron
enunciadas con verdad. |
Bendito seas
Tú, Eterno, que
escogiste la Toráh, a
Moisés Tu siervo, a Tu
pueblo Israel y a
profetas de la verdad y
y de la rectitud. |
|
Y dice Sión:
¡Me ha abandonado el
Eterno, y el Eterno se
ha olvidado de mí! |
¿Acaso puede
una mujer olvidarse de
su criatura de pecho, de
modo que no tenga
compasión del hijo de su
vientre? Aunque éstas
(las madres) se olviden,
Yo no me olvidaré de ti. |
He aquí que
sobre las palmas (de mis
manos) te he grabado;
tus muros están
perpetuamente delante de
Mí. |
Tus hijos se
apresurarán (a olvidarse
de Mí, oh Sión), tus
destructores y los que
te arruinan, de en medio
de ti misma saldrán. |
Alza tus
ojos alrededor y mira:
¡todos ellos se
congregan y vienen a ti!
Tan cierto como Yo
existo, dice el Eterno,
que de todos ellos te
vestirás como de un
ornamento, y te los
ceñirás como (se ciñe)
una novia. |
Pues en
cuanto a tus lugares
desiertos y asolados, y
a tu tierra destruida,
ésta será entonces
demasiado estrecha para
tus moradores; y los que
te quieren devorar
estarán lejos de ti. |
Los hijos de
los cuales tú has sido
privada, aún dirán en
tus oídos: "¡Este lugar
es demasiado estrecho
para mí! ¡Aléjate un
poco para que yo pueda
habitar!" |
Entonces
dirás en tu corazón:
¿Quién me engendró a
éstos? Yo fui privada de
mis hijos, y estoy
solitaria, exilada y
rechazada; éstos pues,
¿quién los crió? He aquí
que me dejaron sola;
éstos ¿de dónde son? |
Así dice el
Eterno Dios: He aquí que
alzaré mi mano hacia las
naciones y levantaré mi
bandera hacia los
pueblos; y traerán a tus
hijos en gloria, y tus
hijas serán llevadas en
hombros. |
Y reyes
serán tus ayos, y sus
reinas tus amas de
leche; rostro a tierra
se inclinarán ante ti, y
lamerán el polvo de tus
pies; y tú sabrás que Yo
soy el Eterno, y que no
serán avergonzados los
que esperan en Mí. |
¿Acaso le
será quitada la presa al
fuerte, o podrá huir el
justo cautivo (Jacob))
de mano del tirano
(Esaú)? |
Mas así dice
el Eterno: También el
cautivo será librado del
fuerte, y la presa del
tirano huirá; porque Yo
contenderé con los que
contienden contigo, y a
tus hijos Yo los
salvaré. |
De los que
te oprimen, daré a comer
su carne a los animales
del campo; y con su
sangre, como de vino
dulce, se embriagarán
las aves del cielo. Y
conocerá toda criatura
que Yo, el Eterno, soy
tu Salvador, y que tu
Redentor es el Poderoso
de Jacob. |
Así dice el
Eterno: ¿Dónde está la
carta de divorcio de
vuestra madre, con la
cual Yo la repudié? O
¿quién es el acreedor a
quien os he vendido? He
aquí que por vuestras
iniquidades fuisteis
vendidos, y por vuestras
transgresiones fue
repudiada vuestra madre. |
¿Por qué
pues cuando vine nadie
apareció, cuando clamé
nadie respondió? ¿Se ha
acortado acaso mi mano
que no pueda redimir? O
¿no tengo Yo poder para
liberar? He aquí que con
mi reprensión hago secar
el mar; convierto los
ríos en desierto; hieden
sus peces por falta de
agua, y mueren de sed. |
Visto los
cielos de tinieblas y
les pongo paño de saco
por cubierta. |
El Eterno
Dios me dio (a mí,
Isaías) la lengua de los
que están instruidos,
para enseñar al que está
ávido de la palabra de
Dios. Me despierta todas
las mañanas, despierta
mi oído para que yo oiga
como los discípulos. |
El Eterno
Dios abrió mi oído; y yo
no fui rebelde ni
retrocedí. |
Me dispuse a
dar mi cuerpo a los que
me podían herir, y mis
mejillas a. los que me
podían arrancar los
cabellos de la barba; no
escondí mi rostro a los
que podían afrentarme y
escupirme. |
Pero el
Eterno Dios me ayudó,
por lo que no me siento
abochornado. Y por ello
puse mi rostro como
pedernal (para hablar
con dureza), y sé que no
seré avergonzado. |
Cercano está
el (Dios) que me
justifica: ¿quién
contenderá conmigo? ¡Presentémonos juntos! ¡Quien sea mi
demandante acérquese a
mí! |
He aquí que
el Eterno Dios me
ayudará; ¿quién es el
que me declarará
culpable? He aquí que
todos ellos envejecerán
como un vestido; la
polilla los consumirá. |
¿Quién hay
entre vosotros que tema
al Eterno, que escuche
la voz de su siervo (el
profeta)? Aunque él ande
en tinieblas (aflicción)
y no haya tenido luz
(salvación), aún así
confíe en el nombre del
Eterno y apóyese en su
Dios. |
¡Mas he aquí
que todos vosotros, los
que encendéis el fuego
de la ira del Eterno
sobre vosotros y os
armáis de chispas
incendiarias, andad en
la llama de vuestro
fuego, y entre las
chispas que atizasteis!
De mi mano os
sobrevendrá esto: entre
dolores yaceréis
muertos. |
¡Escuchadme
vosotros, los que seguís
la justicia, los que
buscáis al Eterno!
¡Mirad hacia la roca de
donde fuisteis
extraídos, y hacia la
cavidad del pozo del
cual salisteis! |
Mirad a
Abraham, vuestro padre,
y a Sara que os dio a
luz; pues cuando era uno
solo, le llamé y le
bendije y le
multipliqué; (así haré
con vosotros). |
Porque el
Eterno consolará a Sión,
consolará a todas sus
ruinas y convertirá su
desierto en paraíso y su
yermo en jardín del
Eterno; regocijo y
alegría serán hallados
en ella, acciones de
gracias y voz de
melodía. |
|
Bendito seas
Tú, Eterno, Dios nuestro
y Rey del Universo,
fuerte de todos los
mundos, justo en todas
las generaciones; Dios
fiel, que dice y obra,
que promete y cumple,
cuyas palabras son
verdad y justicia. |
Fiel eres
Tú, Eterno, Dios
nuestro, y tus promesas
son merecedoras de fe;
ninguna de Tus palabras
dejará de cumplirse,
porque Tú eres Dios y
Rey fiel (y piadoso). |
Bendito seas
Tú, Eterno, Dios fiel en
todas tus palabras.
-Amen |
Ten piedad
de Sión, pues es el
hogar de nuestra vida, y
salva a esa ciudad
afligida de espíritu,
pronto y en nuestros
días. |
Bendito seas
Tú, Eterno, que alegras
a Sión en sus hijos. |
Alégranos,
oh Eterno, Dios nuestro,
con la llegada de Elías,
tu profeta y servidor, y
con el reinado de David
tu ungido. Llegue pronto su advenimiento y haga
regocijar nuestros
corazones. |
No permitas
que extraños se sienten
en su trono, ni que
otros hereden de su
gloria, pues por tu
santo nombre le juraste
que su luz jamás se
extinguirá. |
Bendito seas
Tú, Eterno, Escudo de
David. |
RESÚMEN DE LA PARASHÁ
Si Benei Israel son cuidadosos
de observar aun esas Mitzvot
"menores" que generalmente se
pasan por encima, Moshé promete
que ellos serán la más bendecida
de las naciones de la Tierra.
Moshé les dice a Benei Israel
que ellos conquistarán Eretz
Canaán poco a poco, de modo que
la tierra no sea tomada por
animales salvajes en la pausa
antes de que Benei Israel pueda
organizarse y asentarse en toda
la tierra. Después de advertir a
Benei Israel una vez mas de
quemar todos los ídolos
esculpidos de dioses canaanitas,
Moshé enfatiza que la Torá es
indivisible y no está abierta a
observación parcial.
Moshé describe la tierra de
Israel como una de trigo,
centeno, uvas, higos, y
granadas, una tierra de
aceitunas ricas en aceite y de
miel de dátiles. Moshé previene
a Benei Israel a no ser altivos
y pensar que obtendrán Eretz
Israel como resultado de sus
propios poderes y vigor; más
bien deben siempre recordar que
fue Hashem Quien les dio
riquezas y éxito. Tampoco Hashem
expulsó a los canaanitas por los
méritos de Benei Israel, sino
más bien por los pecados de los
canaanitas. Y es que el camino
de Sinaí ha sido un catálogo de
pecados grandes y chicos y
rebeliones contra Hashem y
Moshé.
Moshé detalla los eventos
después que Hashem dijo los Diez
Mandamientos en Sinaí,
culminando con la traída del
segundo par de tablas en Yom
Kipur. La muerte de Aarón se
relata junto con la elevación de
los levitas a servir a Hashem.
Moshé destaca que las setenta
almas que bajaron a Egipto ahora
se han hecho abundantes como las
estrellas en el cielo. Luego de
especificar las virtudes de la
Tierra de Israel, Moshé dice el
segundo párrafo del Shemá, que
conceptualiza recompensa por
mantener las Mitzvot y castigo
por no hacerlo.
COMENTARIOS A LA PARASHÁ
"Lábrate dos Tablas de piedra
iguales a las primeras..."
(10:1)
Puede ser que Michelangelo haya
tenido más o menos idea de lo
que es la pintura, pero en lo
que se refiere a la anatomía
judía, le erró de lejos...
Al pintar a Moshé, le hizo
cuernitos.
La confusión de Michelangelo
provenía de una mala traducción
de la palabra hebrea "Keren",
que, sí, significa "cuerno",
pero también significa "rayo de
luz". Muy probablemente, la
palabra corona, en el sentido de
"aureola" provenga de la palabra
hebrea "keren".
¿Cómo fue que Moshé recibió
"cuernitos"?
Después de que el pueblo judío
oyó los Diez Mandamientos en el
Sinaí, Moshé subió a la montaña
el 7 de Sivan, para recibir el
resto de la Torá. Descendió el
17 de Tamuz, y fue recibido por
la triste imagen del becerro de
oro. Moshé rompió las dos Tablas
de la Torá, arrojándolas al
suelo.
Esas primeras tablas fueron
hechas por Hashem y fueron
talladas por Hashem. En ellas
estaba comprendida toda la Torá:
las guemarás, las agaditas, etc.
Todo lo que hacía falta para
llevar a cabo las instrucciones
del Hacedor. Por ejemplo, las
primeras tablas contenían todos
los detalles de cómo hacer
tefilín: que tenían que ser
cajas negras perfectamente
cuadradas hechas de cuero de un
animal kasher... Asimismo, en
esas dos tablas Hashem inscribió
todos los minúsculos detalles de
las leyes del Shabat. Pero
cuando Dios le dio a Moshé las
segundas tablas, ellas sólo
comprendían la Torá escrita. Las
instrucciones detalladas, vale
decir, la Torá Oral, le fue dada
en forma verbal.
Después de que Hashem le perdonó
al pueblo judío su infidelidad
con el Becerro de Oro, Moshé
subió a la montaña nuevamente,
el primero de Elul, para recibir
las segundas tablas. Y descendió
cuarenta días más tarde, en Yom
Kipur. Cuando los Hijos de
Israel vieron a Moshé, su rostro
resplandecía con una corona
radiante.
¿Por qué el rostro de Moshé no
brilló antes?
El Midrash dice que cuando Moshé
terminó de escribir la Torá, un
poco de la tinta que quedó de su
pluma le tocó el rostro, y de
allí provenía todo el brillo.
Sin embargo, la Torá misma
afirma que los rayos de luz
provenían del hecho de haber
hablado con Hashem. Pero si
Hashem habló con Hashem varias
veces con anterioridad, ¿por qué
recién ahora su rostro se volvió
luminoso?
Y... ¿cuál era la verdadera
causa del aura? ¿La tinta de la
pluma o el hecho de haber
hablado con Hashem?
Uno podría pensar que la segunda
entrega de la Torá fue un
acontecimiento de segunda clase.
Después de todo, las primeras
tablas fueron escritas por
Hashem, en un roca que fue
tallada por Hashem, mientras que
las segundas tablas eran obra de
un mortal, y únicamente lo que
estaba escrito era de origen
Divino.
Daría la impresión de que la
primera entrega fue de un nivel
superior, ¿no?
Pero en realidad, es al revés.
Cuando Hashem dio por primera
vez la Torá, el pueblo judío iba
a ser la vasija que contendría
la Torá. Igual que el Arca
Sagrada, contendríamos a la
Torá, pero no seríamos parte de
la Torá, así como la caja
simplemente contiene lo que hay
adentro, pero no es lo que hay
adentro.
Pero con las segundas Tablas, el
pueblo judío se transformó en la
Torá misma.
Los rayos que provenían de la
tinta que quedaba en la pluma de
Moshé eran la Torá Oral. Todas
las instrucciones verbales que
originalmente habían sido
escritas en las primeras Tablas
ahora habían sido grabadas en la
mente de Moshé. Todo lo que
tiene la capacidad de ser
entendido por una mente humana
fue escrito en la mente de
Moshé. La tinta de la eternidad
de la pluma de Moshé era
exactamente como que Hashem le
hablara.
Así fue como el pueblo judío se
hizo socio de la Torá. Nos
transformamos en el pergamino en
el que escribió Hashem, usando
la tinta de la eternidad.
Beit ha Levi
"No seréis quebrados ante ellos,
pues Hashem, vuestro Dios, está
entre vosotros, un gran y
temeroso Dios" (7:21)
Si una persona ama a su prójimo
y lo trata con respeto, de
ningún modo resta del amor y el
respeto que Le dispensa a
Hashem. Pero si una persona teme
a un mero mortal, eso es señal
segura de que su temor de Hashem
no es perfecto. Porque si la
persona es verdaderamente
"temerosa de Dios", entonces no
le teme a ningún ser humano.
Haketav ve haKabalá en nombre de
Maharil Margolios, z''l.
"Porque el Hombre no vive
únicamente del pan, sino de todo
lo que proviene de la boca de
Hashem" (8:3)
¿Cómo es posible que el alma,
cuya esencia misma es
espiritual, se sustente con algo
físico como la comida? La
respuesta es que, en realidad,
toda la Creación existe
únicamente como producto del
poder de la frase original que
Hashem pronunció en el momento
de la Creación (tal como dice en
Bereshit: "Por la palabra de
Hashem, se crearon los cielos").
Es ese mismo poder de la palabra
de Hashem, que viene envuelto
dentro de la comida, el que
nutre el alma. Cuando un judío
toma una manzana y recita sobre
ella una bendición, despierta el
poder espiritual latente que fue
implantado en el fruto en el
momento de la Creación.
El Arizal
"Y comerás y te saciarás y
bendecirás a Hashem tu Dios"
(8:10)
Rabí Levi señaló una
contradicción entre dos
versículos de Tehilim (Salmos):
Un versículo afirma "el mundo y
todo lo que hay en él son de
Hashem" y otro versículo dice:
"El mundo, Él se lo dio al
hombre".
En realidad, no existe tal
contradicción. El primer
versículo se refiere al momento
antes de que la persona
pronuncia una bendición, y el
segundo versículo se refiere al
momento posterior a la
bendición. Dijo Rabí Janina:
"Todo el que obtiene placer del
mundo físico sin hacer antes una
bendición, es como si Le robara
a Hashem".
Talmud, Tratado Berajot 35a.
|
Todo el
mandamiento que yo te ordeno hoy guardaréis de cumplir, a fin de que
viváis y os
multipliquéis, y entréis
y poseáis la tierra que
prometía el Eterno con
juramento a vuestros
padres. |
Que
Yo te ordeno HOY
En muchos lugares la Sagrada
Escritura añade la palabra hayom
(hoy)cuando ordena cumplir
los mandamientos, a pesar de que
éstos habían sido dictados desde
mucho antes. Con la palabra
hayom nos quiere decir que
debemos considerar estos
mandamientos como si nos fuesen
dados hoy mismo. Las Mitzvot
(mandamientos) no deben ser
juzgadas como cosa del pasado,
sino del presente y del
porvenir. Hay quien considera a
la Toráh como un patrimonio
anticuado. Por esto mismo,
Moisés recomienda a los
israelitas que miren a estos
preceptos como nuevos y de
actualidad, como si los hubiesen
oído hoy: "Sheyiyú alejem
jadashim, keilu shematem hayom".
En cierto modo nos encontramos
hoy ante un fenómeno digno de
ser analizado. Existe un
verdadero retorno al judaísmo,
pero un retorno que sólo tiene
en cuenta el pasado, y cuya
causa es un cierto romanticismo
o nostalgia hacia la herencia de
nuestros padres. Las Mitzvot,
según nos las muestra la Toráh,
no tienen un sentido nostálgico,
sino eminentemente práctico. En
este aspecto, el Midrash comenta
el versículo: Toráh Tzivá lanu
Moshé Aforashá Kehilat Yaacov
(la Toráh que Moisés nos mandó
es una herencia para la casa de
Jacob), diciendo: "No leas
herencia (morashá), lee novia
(meorasá)". En esta observación
vemos reflejada la idea antes
expuesta. No leas "herencia", es
decir, no te dirijas a ella como
quien se dirige a un patrimonio
del pasado que le ha sido
entregado mecánicamente. Lee
"novia", dirígete a ella como
quien se dirige a su novia
amada.
|
que entonces
se enaltezca tu corazón
y te olvides del Eterno, tu
Elohim que te saco
de la esclavitud de
Egipto |
Te olvides del Eterno tu
Elohim
Moisés advierte al israelita
contra la embriaguez de las
riquezas y de los placeres
materiales, pues estas lo
llevarían a la presunción y
hasta al olvido de su Dios.
"Cuando Yeshurún (nombre poético
de Israel) engorda, da coces;
cuando engruesa, se vuelve necio
y abandona al Dios que lo hizo"
Deuteronomio 32, 15). En la
prosperidad, Israel puede
olvidar su misión moral, para
entregarse enteramente a los
goces materiales de este mundo.
Al pueblo que puede atribuir la
prosperidad a su propia fuerza,
Moisés le advierte sobre las
catástrofes que le ocurrirán
cuando, embriagado por la
fortuna, deje de oír la voz del
Eterno para adorar la materia.
|
Y sucederá
que si te olvidares del
Eterno, tu Dios, y
anduvieres en pos de otros dioses, y les ofrecieres culto y te postrares
ante ellos, os advierto
hoy que ciertamente
pereceréis. |
En pos de otros dioses
Este versículo quiere decir que el hecho de olvidar a Dios
significa ya la adoración de
otros dioses, de dioses ocultos,
de las fuerzas del mal que
penetran allí donde se olvida el
bien. El hombre tiene una
necesidad interna, un impulso
que brota del fondo de su alma,
un verdadero instinto que le
impele a creer, a reconocer el
Poder Divino. Cuando lo ignora,
a sabiendas o no, este impulso
sigue otros cauces, y así vemos
que esta misma era moderna que
trata de destronar a la
Divinidad, diviniza a los
tronos, y si antes el hombre
adoraba a Dios, ahora se adora a
sí mismo y a la materia. Esto se
llama también idolatría, la
idolatría actual que lleva a la
humanidad a la destrucción.
|
Cuando yo
había subido al monte
para recibir las tablas
de piedra, las tablas
del pacto que el Eterno
había hecho con
vosotros, estuve en el
monte cuarenta días y cuarenta
noches; pan no
comí y agua no bebí; |
Cuarenta días y cuarenta noches
La primera vez que Moisés subió al monte de Sinaí para recibir las
tablas de la Ley, fue el día 6
del mes hebreo de Siván, pero
cuando bajó al fin de los
cuarenta días (17 del mes de
Tamuz), vio que los israelitas
habían hecho el becerro de oro,
y las rompió. Desde el día 18 de
Tamuz, Moisés oró otros cuarenta
días y cuarenta noches ante el
Eterno, para que no les
destruyese (ver versículo 25).
Estos segundos cuarenta días se
terminaron el 29 del mes de Av.
En este día Dios dijo a Moisés
que hiciera dos nuevas tablas y
que subiera al monte de Sinaí
(ver capítulo 10, 1) para
quedarse allí otros cuarenta
días y cuarenta noches, a fin de
entregarle las segundas tablas
de la Ley. El último de estos
cuarenta días correspondió al 10
del mes de Tishrí, fecha que fue
fijada como Yom Kipur, "día de
las expiaciones" hasta hoy, pues
fue el día en que el Eterno
concedió el perdón a los
israelitas.
|
y me dio el
Eterno las dos tablas de
piedra, escritas con el dedo de Dios. Y sobre ellas, todas las palabras que
el Eterno os habló en el
monte, desde en medio
del fuego, en el día de
la asamblea. |
Con el Dedo de Dios
Esta expresión es para realzar el origen divino del contenido de
las tablas y su elevado mensaje
para los hombres.
|
|
Un Arca e madera
Este arca no es la misma que
hizo Betzalel, (ver Éxodo 37,
1), antes de la construcción del
Tabernáculo. Fue hecha por
Moisés antes de subir al monte
de Sinaí por segunda vez. Era
este arca provisional la que los
israelitas llevaban al frente
cuando tenían que combatir. En
las guerras de Josué (Josué 6,
4), los israelitas llevaron
consigo el arca de Betzalel, por
mandato de Dios. Pero cuando la
llevaron en tiempos de Elí (1
Samuel, 4: 5) sin la aprobación
de Dios, fue capturada por los
filisteos, que la devolvieron
más tarde (1 Samuel, 6). El
Talmud (Babá Batrá) escribe: Lujot
veshivré lujot, munajim baaron, lo
que quiere decir que las
primeras tablas (las quebradas)
y las segundas tablas {enteras)
se encontraban en la misma arca
cuando existía el Templo,
haciendo la siguiente deducción:
Cuando un sabio olvida su
ciencia a través de los años aun
así hay que demostrarle el mismo
respeto que antes, puesto que en
su época normal servía con su
sabiduría, de igual modo que las
tablas quebradas eran buenas
cuando estaban enteras, y por
esto Dios mandó colocarlas al
lado de las nuevas.
|
|
Que temas al Eterno tu Dios
Nuestros doctores de la Ley
dedujeron de este versículo el
siguiente principio teológico:
"Todo está en poder de Dios
fuera del libre albedrío, o sea
que Dios concedió a la persona
la libertad de querer o no
querer temer a Dios y de hacer
su voluntad (Berajot 55). De
otra manera, Dios no podría
recompensar o castigar conforme
a nuestros actos. Dicen nuestros
sabios que la base de la
religión está en el "temor a
Dios", lo que se llama en hebreo
yirat shamáyim. Deducen esto de
las palabras del rey Salomón:
"El principio de la sabiduría es
el temor a Dios" (Proverbios 1,
7) Y continúan diciendo: "¿A
quién se asemeja la persona
estudiosa pero que no tiene
temor a Dios? Al guardián de una
casa que posee las llaves de las
recámaras internas, pero no las
llaves de las puertas
exteriores. ¿De qué le sirven
las que tiene si no puede
entrar? "El Talmud (Menajot 43)
comenta lo siguiente: Hay en el
versículo (el 12) noventa y
nueve letras; agregando la letra
álef a la tercera palabra de
este versículo, o sea la palabra
ma, ésta se transforma en meá,
que significa "cien". Esto
quiere decir - continúa el
Talmud - que el israelita tiene
la obligación de reverenciar a
Dios cien veces por día. Este
precepto lo instituyó el rey
David cuando en su tiempo hubo
una plaga en la cual morían cien
personas de su pueblo
diariamente, pero la mortandad
cesó después de que los
israelitas pronunciaron cien
bendiciones a Dios por día.
|
Y amaréis al extranjero, porque extranjeros fuisteis en la tierra
de Egipto. |
Y Amaréis al Eterno tu Dios
La palabra hebrea guer significa prosélito,
peregrino o extranjero, de
acuerdo con el sentido de la
frase, pero en este versículo
está claro que se refiere al
peregrino y extranjero. La Ley
de Moisés nos obliga a amar al
extranjero que habita con
nosotros (versículo 19). De
acuerdo con este precepto,
cualquier persona es nuestro
prójimo, nuestro hermano en la
humanidad, y debemos aplicar
para con él todas las leyes de
justicia, de amor y fraternidad
que aplicamos hacia el
israelita. El judío que no
practica la justicia y la
caridad para con todos los que
adoran al Eterno (de cualquier
forma, peca contra Dios y la Ley
de Moisés. El gran Maimónides
escribe a este respecto: "¡Cuán
grande es la obligación que la
Toráh nos impone de amar al
extranjero! La Ley nos
recomienda honrar (Éxodo 20, 12)
y reverenciar (Levítico 19, 3) a
nuestros padres y obedecer a los
profetas verídicos. Una persona
puede honrar, reverenciar y
obedecer a alguien sin amarlo.
Pero en el caso del extranjero,
la Toráh nos incita a amarlo con
toda la fuerza de nuestro
corazón".
|
Al Eterno,
tu Dios, temerás, a El
servirás y a El te
adherirás y por su nombre (podrás) jurar. |
Por Su Nombre podrás jurar
Esto significa que si un
hombre teme al Eterno, le sirve
y cumple con sus preceptos,
puede permitirse jurar por su
nombre si está obligado a
hacerlo. Por otra parte, ¿cómo
podemos creer en el juramento de
un hombre que no teme a Dios y
no posee las demás cualidades?
|
Y sucederá que si oyeres atentamente mis
mandamientos que yo os
ordeno hoy, amando al Eterno, vuestro
Dios, y
sirviéndole con todo
vuestro corazón y con
toda vuestra alma, |
Y sucederá
El trecho que va desde el versículo 13 hasta el 21, constituye la
segunda parte de la oración
Shemá. La primera parte
(Deuteronomio 6, 4-9) habla al
individuo, y esta segunda se
dirige a la colectividad. La
tercera se encuentra en el
cuarto libro de Moisés (Números
15, 37-41). La Shemá es una de
las principales oraciones del
pueblo de Israel, que el
israelita debe rezar al
acostarse y al levantarse, y en
los oficios de la mañana y de la
tarde. En este texto sagrado se
ordena cumplir los mandamientos,
amando al Eterno y no por temor
a El o por motivos exteriores,
como por ejemplo: para obtener
riquezas, honores o diversas
clases de recompensa. El único
motivo que debe impulsar al
hombre para el cumplimiento del
deber es el deber mismo y su
afán de perfeccionarse
incesantemente.
Amando al
Eterno vuestro Dios
No existe en el judaísmo un
amor divino en la forma que los
antiguos racionalistas lo
pensaban, y esto lo podemos
notar patentemente en
Aristóteles, quien llegó con
mayor firmeza que nadie a la
creencia en un "motor primero";
pero este motor primero quedó
completamente alejado de él, y
su única misión y fin era
promover el movimiento de las
lejanas y frías esferas
siderales, y de los inmutables
cuerpos celestes. El Eterno Dios
no significaba en sí nada para
Aristóteles, quien lo enclaustró
en uno de los compartimentos de
su mente o en las páginas de su
Metafísica. El judaísmo, por el
contrario, aspira a encarnar el
concepto divino en los
corazones, y a convertirlo en
una necesidad interna de
nuestras almas; eso sólo se
logra por intermedio de los
preceptos de Dios, y cuando
servimos al Eterno con todo
nuestro sentido interior.
|
Y daré
hierba en tu campo para tu bestia; y comerás y te saciarás. |
Para tu bestia
Esto nos indica que quien tiene animales debe cuidar primero de su
manutención y después de sí
mismo.
COMENTARIO A LA HAFTARÁ
YESHAYAHU 49:14-51:3
El tema subyacente de la Parashá
y la Haftará es que, por más
lejos que el pueblo judío se
encuentre de Hashem, jamás
perderá su rango de Pueblo
Elegido. Esta es la segunda de
las siete Parashot de
consolación después de Tishá Be
Av. Esta Haftará es la fuente de
la famosa frase "luz para las
naciones". Yeshayahu le dice al
pueblo judío que a pesar de las
nefastas tragedias y las
dificultades del exilio, él no
pierde la esperanza, pues sabe
que el final del exilio ha de
llegar. Por eso, le ruega a sus
contemporáneos, y a todos sus
descendientes, a través de todas
las generaciones, que recuerden
siempre que son los hijos de
Abraham y de Sara, y que Hashem
ciertamente los consolará.
Extraídos de la Ética de los
Padres, que se suele estudiar en
los Shabat del verano.
Pérek 1
"Deja que tu casa esté abierta
ampliamente y deja que los
pobres sean parte de tu
familia." Rabbi Iosi ben Iojanán
(Avot 1:5)
No alcanza con sólo recibir a
los necesitados en tu hogar.
Debes demostrarles una amistosa
hospitalidad para que no se
sientan avergonzados y, aún más,
que se sientan como en su propia
casa.
Rabenu Ioná
PROMESAS DE HASHEM
ISAIAS 51:3 Ki-nijam
Adonay Tsiyon nijam
kol-jorvoteyha vayasem midbarah
ke'Eden ve'arvatah kegan-Adonay
sason vesimjah yimatse vah todah
vekol zimrah.
Porque el Eterno consolará a
Sion, consolará a todas sus
ruinas y convertirá su desierto
en paraíso y su yermo en jardín
del Eterno; regocijo y alegría
serán hallados en ella, acciones
de gracias y voz de melodía.
Escrito y Recopilado por: Rabino
Yaakov Asher Sinclair, de la
Organización Ohr Somayach en
Jerusalem
Editado por el periodista y
maestro Eliyahu BaYonah ben
Yosef director de la
Organización Shalom Haverim de
Monsey, New York.
SEA PARTE DE ESTE PROYECTO JUDEO-HISPANO