Aliyot Bemidbar Shelaj Lejá
Bamidbar
-Numeros- 13:1 al
15:41
Por Eliyahu BaYonah Ben Yossef,
Director Shalom Haverim Org.
New York
Aliyot es el plural hebreo de
Aliá o Aliyá que significa
"subir". Cada vez que una
persona - Olé- sube a la Bimá
debe recitar la Braja
-Bendicion- antes de comenzar el
Baal Koréh -בעל
קורא - la Lectura y al cerrar la misma. Esto se
hace cada vez que el Baal Koréh
lee la Porción -Parashá-
correspondiente.
El
Maftir es la última persona que
se llama a la Bimá y es invitada
a leer la porción de la Haftará
-Profetas-
Esta es la Brajá
de la Lectura de la Toráh:
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Barejú et Adonai hamevoraj. |
¡Bendecid al Eterno, el
Bendito! |
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Baruj Adonay hamevoraj le'olam va'ed. |
Bendito es el Eterno, el
Bendito para siempre. |
|
Baruj atáh Adonay Eloheynu melej ha'olam, asher bajar banu
mikol-ha'amim, venatan
lanu et-torato. |
Bendito seas Tu, oh
Eterno nuestro Dios, Rey
del universo que nos
elegiste entre todos los
pueblos y nos diste Tu
Toráh, Bendito seas, oh
Eterno, que nos
concediste la Toráh. |
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Bendito seas, oh Eterno,
que nos concediste la
Toráh. AMEN |
Al
terminar la Porcion debe leer
esta Braja:
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Bendito seas
Tu oh Eterno nuestro
Dios, Rey del Universo
que nos diste (Tu
Torah), la Toráh de la
Verdad, e implantaste en
nosotros la Vida Eterna. |
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Bendito
seas, oh Eterno, que nos
concediste la Toráh.
(TODOS DICEN AMEN) |
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Envía para ti hombres para que exploren la
tierra de Canaán, que he
de dar a los hijos de
Israel; un hombre por
cada tribu de sus padres
enviarás, siendo cada
uno príncipe entre
ellos. |
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Y los envió Moisés desde el desierto de
Parán, por mandamiento
del Eterno; todos ellos
eran hombres
(principales), cabezas
de los hijos de Israel. |
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Y estos son sus nombres: de la tribu de
Rubén, Shammúa, hijo de
Zakkur. |
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De la tribu de Simón, Shafat, hijo de
Jorí. |
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De la tribu de Judá, Kalev, hijo de
Yefunné. |
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De la tribu de Isajar, Yigal, hijo de
Yosef. |
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De la tribu de Efraín, Oshea, hijo de Nun. |
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De la tribu de Benjamín, Paltí, hijo de
Rafú. |
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De la tribu de Zebulón, Gaddiel, hijo de
Sodí. |
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De la tribu de José, o sea, de la tribu de
Manasé, Gaddí, hijo de
Susí. |
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De la tribu de Dan, Ammiel, hijo de
Guemmal-lí. |
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De la tribu de Asher, Setur, hijo de
Mijael. |
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De la tribu de Naftalí, Najbí, hijo de
Vofsí. |
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De la tribu de Gad, Gueuel, hijo de Mají. |
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Estos son los nombres de los varones que
envió Moisés a explorar
la tierra; y puso Moisés
a Oshea, hijo de Nun, el
nombre de Josué
(Yehoshúa) |
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Y los envió Moisés a explorar la tierra de
Canaán, y les dijo:
Subid por aquí, por el
sur; luego subiréis a la
montaña |
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y veréis la tierra qué tal es ella; y el
pueblo que habita sobre
ella si es fuerte o
débil, si es poco o
numeroso. |
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Y qué tal es la tierra en que él habita,
si es buena o mala, y
cómo son las ciudades en
que habita, si vive en
ciudades abiertas o en
fortalezas. |
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Y cómo es el suelo, si es fértil o es
estéril, y si en él hay
árboles o no. Esforzaos
pues y tomad de los
frutos de la tierra. Y
eran aquellos días, días
de las primicias de las
uvas. |
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SEGUNDA ALIÁ |
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Y subieron por el sur y llegaron hasta
Hebrón; y ahí estaban
Ajimán, Sheshay y
Talmay, nacidos de
gigante; Y Hebrón fue
edificada siete años
antes que Tzoan de
Egipto. |
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Y llegaron hasta el
torrente (o
valle) de Eshkol,
y cortaron de allí un
sarmiento con un racimo
de uvas y lo llevaron en
dos varas, y también
llevaron granadas e
higos. |
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Aquel sitio fue llamado torrente (o valle)
de Eshkol, a causa del
racimo que cortaron de
allí los hijos de
Israel. |
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Y volvieron de explorar la tierra al cabo
de cuarenta días. |
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Y anduvieron y regresaron a Moisés y a
Aarón y a toda la
congregación de los
hijos de Israel, al
desierto de Parán, a
Gadesh, y les rindieron
cuenta a ellos y a toda
la congregación, y les
mostraron el fruto de la
tierra. |
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Y le contaron (a Moisés) y dijeron:
Llegamos a la tierra
donde nos enviaste, la
cual ciertamente mana
leche y miel; y éste es
el fruto de ella. |
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Pero muy fuerte es el pueblo que habita en
la tierra, y las
ciudades están
fortificadas y son muy
grandes. Y también a los
nacidos de gigante hemos
visto allí. |
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Amalec habita en la tierra del sur, y el
hiteo y el yevuseo y el
emoreo habitan en la
montaña, y el cananeo
habita a la orilla del
mar y en las riberas del
Jordán. |
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|
Y Kalev acalló al pueblo que murmuraba
contra Moisés y les
dijo: Subamos y tomemos
posesión de ella, porque
ciertamente
prevaleceremos sobre
ella. |
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Pero los hombres que habían subido con él
dijeron: No podremos
contra aquel pueblo,
porque es más fuerte que
nosotros. |
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E infamaron éstos, ante los hijos de
Israel, la tierra que
habían explorado,
diciendo; La tierra por
donde hemos pasado para
explorarla, es tierra
que consume a sus
moradores; y todo el
pueblo que vimos en ella
son hombres de gran
estatura. |
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Y allí vimos a gente fuerte de hijos de
gigantes, de gente
fuerte; y a nuestros
ojos éramos como
langostas, y así éramos
a los ojos de ellos. |
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Y se levantó toda la congregación y alzó
sus voces; y lloró
el pueblo aquella noche |
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Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón
todos los hijos de
Israel, y les dijo toda
la congregación: ¡Ojalá
hubiéramos muerto en la
tierra de Egipto, o
ojalá hubiéramos muerto
en este desierto! |
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|
Y ¿por qué razón el Eterno nos trae a esta
tierra para que caigamos
a espada, y para que
nuestras mujeres y
nuestros hijos vengan a
ser una presa?
Ciertamente es mejor
para nosotros volver a
Egipto. |
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Y dijo cada uno a su compañero: Pongamos
un cabecilla y volvamos
a Egipto. |
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Y cayeron Moisés y Aarón sobre sus rostros
ante toda la asamblea de
la congregación de los
hijos de Israel. |
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|
Y Josué, hijo de Nun, y Kalev, hijo de
Yefunné, que eran de los
exploradores de la
tierra, rasgaron sus
vestidos. |
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Y hablaron a toda la congregación de los
hijos de Israel,
diciendo: La tierra por
donde hemos pasado para
explorarla, es una
tierra buena en gran
manera; |
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TERCERA ALIÁ |
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Pero tan sólo no os rebeléis contra el
Eterno ni temáis al
pueblo de la tierra,
porque no son mas que
pan para nosotros; su
amparo se ha retirado de
ellos, mientras que el
Eterno está con
nosotros.
No los temáis. |
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|
Y pensó toda la congregación en
apedrearlos, pero la
gloria del Eterno
apareció en la tienda de
asignación a todos los
hijos de Israel. |
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|
Y dijo el Eterno a Moisés: ¿Hasta cuándo
me ha de irritar este
pueblo? Y ¿hasta cuándo
no creerán en Mí, con
todas las señales que
hice en medio de él? |
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Yo lo heriré con mortandad y lo
aniquilaré, y haré de ti
una nación más grande y
más fuerte que él. |
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|
Y dijo Moisés al Eterno: Si toman
conocimiento los
egipcios de que vas a
matar a este pueblo, al
cual hiciste subir con
tu fuerza de entre
ellos, |
|
|
ellos que supieron que Tú, oh Eterno,
estás en medio de este
pueblo y que cara a cara
se le apareces Tú, y que
tu nube está sobre el, y
en columna de nube Tú
andas delante de él de
día, y en columna de
fuego de noche, |
|
|
si matares a este pueblo como a un solo
hombre, hablarán las
naciones que oyeron tu
fama, diciendo: |
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|
Porque el Eterno no ha podido introducir a
este pueblo en la tierra
que les había prometido
con juramento, por eso
los destruyó en el
desierto. |
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|
Y ahora, te lo ruego, haz que se
engrandezca tu fuerza,
oh Eterno, según lo que
hablaste, diciendo: |
|
|
'El
Eterno es tardo para la
ira y grande en misericordia; perdona la iniquidad y la rebeldía, y no
absuelve al culpable que
no hace penitencia; visita
(revisa) la iniquidad de
los padres sobre los hijos hasta la tercera y hasta la cuarta generacion. |
|
|
Te ruego perdones la iniquidad de este
pueblo, de acuerdo con
la grandeza de tu
misericordia, así como
fuiste indulgente con
este pueblo desde Egipto
hasta aquí. |
|
|
Y respondió el Eterno: Yo he perdonado
conforme a tu palabra; |
|
|
pero tan ciertamente como Yo vivo y como
toda la tierra está
llena de mi gloria, |
|
|
así todos aquellos hombres que han visto
mi gloria y las señales
que he hecho en Egipto y
en el desierto, y con
todo me pusieron a
prueba ya diez veces y
no han obedecido a mi
voz, |
|
|
ninguno de ellos verá la tierra que
prometí con juramento a
sus padres, ni ninguno
de los que me han
irritado, la verá. |
|
|
Mas a mi siervo Kalev, porque hubo otro
espíritu en él y
perseveró en seguirme,
Yo le introduciré en la
tierra adonde entró, y
su descendencia
desterrará a sus
habitantes. |
|
|
Y el amalekita y el cananeo habitan en el
valle; mañana volved y
partid hacia el
desierto, en dirección
al Mar Rojo. |
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CUARTA ALIÁ |
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¿Hasta cuando esta
congregación perversa hará que Israel se queje contra Mí? Yo he
oído las murmuraciones
de los hijos de Israel
que esta congregación
hace murmurar contra Mí. |
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|
Diles: Así como Yo vivo, dice el Eterno,
conforme hablasteis en
mi presencia, así mismo
os voy a hacer. |
|
|
En este desierto caerán vuestros
cadáveres, todos los que
de vosotros fuisteis
contados según el total
del censo hecho de
vosotros, desde la edad
de veinte años para
arriba; todos los que
habéis murmurado contra
Mí. |
|
Im-atem tavo'u el-ha'arets asher nasati et-yadi leshaken etjem
bah ki im-Kalev
ben-Yefuneh viYehoshua
bin-Nun. |
Ciertamente no entraréis en la tierra
respecto a la cual alcé
mi mano, en señal de
juramento, para habitar
en ella, salvo Kalev,
hijo de Yefunné y Josué,
hijo de Nun. |
|
|
Y vuestros pequeños, de los cuales
dijisteis que iban a
servir de presa, a éstos
introduciré, y ellos
conocerán la tierra que
vosotros habéis
despreciado. |
|
|
Y en cuanto a vosotros, vuestros cadáveres
caerán en este desierto; |
|
|
y vuestros hijos andarán errantes por el
desierto cuarenta años,
y cargarán vuestras
culpas hasta que acaben
de caer vuestros
cadáveres en el
desierto. |
|
|
Según el número de los días que
explorasteis la tierra,
o sea cuarenta días, por
cada día un año, un año
por cada día, así
llevaréis la pena de
vuestras iniquidades
cuarenta años, y
conoceréis la
consecuencia de vuestro
alejamiento de Mí. |
|
|
Yo, el Eterno, he hablado: así haré a toda
esta perversa
congregación que se ha
juntado contra Mí. En
este desierto se irán
consumiendo, y en él
morirán. |
|
|
Y los hombres que Moisés había enviado a
explorar la tierra, y
que al volver hicieron
murmurar a toda la
congregación contra él,
infamando a la tierra, |
|
|
aquellos hombres que infamaron a
la tierra,
murieron de plaga ante
el Eterno. |
|
|
Mas Josué, hijo de Nun, y Kalev, hijo de
Yefunné, quedaron con
vida. de entre aquellos
hombres que fueron a
explorar la tierra. |
|
|
Y cuando Moisés refirió todas estas
palabras a todos los
hijos de Israel, el
pueblo se enlutó
(afligió) mucho. |
|
|
Y por la mañana madrugaron y subieron a lo
alto de la montaña,
diciendo: Henos aquí,
subiremos al lugar que
dijo el Eterno, porque
hemos pecado. |
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|
Y dijo Moisés: ¿Por qué transgredís el
mandamiento del Eterno?
Esto no prosperará. |
|
|
No subáis, porque el Eterno no está entre
vosotros, para que no
seáis vencidos ante
vuestros enemigos. |
|
|
Porque el amalekita y el cananeo están ahí
delante de vosotros y
caeréis a espada, porque
os desviasteis del
Eterno y no estará el
Eterno con vosotros. |
|
|
Y se esforzaron por subir a la cumbre de
la montaña, mas el arca
del pacto del Eterno y
Moisés no se movieron de
en medio del campamento. |
|
|
Y descendieron el amalekita y el cananeo
que habitaban en aquella
montaña, y los hirieron
y los derrotaron hasta
Jormá. |
|
|
Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: |
|
|
Habla a los hijos de Israel y diles:
Cuando hubiereis entrado
a la tierra de vuestras
moradas, que os he de
dar, |
|
|
e hiciereis la ofrenda de fuego al Eterno
del ganado mayor o
menor, sea en holocausto
o sacrificio, en
cumplimiento de voto o
como ofrenda voluntaria,
o en vuestras fiestas
solemnes, para ser
recibidos con agrado por
el Eterno, |
|
|
el que presentare su sacrificio traerá al
Eterno, como ofrenda
vegetal, la décima parte
(de una efá) de flor de
harina de trigo mezclada
con la cuarta parte de
un hin de aceite, |
|
|
y para libación, la cuarta parte de un hin
de vino; ofrecerá esto
con el holocausto o el
sacrificio, para cada
cordero. |
|
|
Y si fuere carnero, ofrecerás como ofrenda
vegetal dos décimas (de
una efá) de flor de
harina de trigo,
mezclada con la tercera
parte de un hin de
aceite; |
|
|
y para libación, la tercera parte de un
hin de vino; ofrecerás
esto como ofrenda para
ser recibida con agrado
por el Eterno. |
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QUINTA ALIÁ |
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|
presentarás además del novillo, como
ofrenda vegetal, tres
décimas (de una efa) de
flor de harina de trigo
mezclada con la mitad de
un hin de aceite. |
|
|
Y presentarás como libación la mitad de un
hin de vino; ofrenda de
fuego para ser aceptada
con agrado por el
Eterno. |
|
|
Así se ha de hacer con un novillo o con un
carnero, o con cada uno
de los hijos del carnero
o de la cabra. |
|
|
Conforme al número que vais a ofrecer, así
haréis (libaciones con
cada uno, según el
número de ellos. |
|
Kol-ha'ezraj ya'aseh-kajah et-eleh lehakriv isheh re'aj-nijoaj
l'Adonay. |
Todo nativo lo hará así, al presentar
ofrenda de fuego para
ser aceptada con agrado
por el Eterno. |
|
|
Y cuando peregrinare entre vosotros un
prosélito, o él morare
entre vosotros, durante
vuestras generaciones, e
hiciere ofrenda de fuego
para ser aceptada con
agrado por el Eterno,
del mismo modo que
hacéis vosotros hará él. |
|
|
La congregación tendrá un mismo estatuto,
para vosotros y para el
prosélito que mora
(entre vosotros);
estatuto perpetuo es
para todas maestras
generaciones: como es
para vosotros, así será
para el peregrino
delante del Eterno. |
|
|
Un mismo estatuto y un mismo reglamento
habrá para vosotros y
para el prosélito que
habite con vosotros. |
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SEXTA ALIÁ |
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Habla a los hijos de Israel y diles:
Cuando hubiereis entrado
a la tierra adonde os
llevo, |
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|
y cuando comiereis del pan de la tierra,
separaréis una ofrenda
alzada para el Eterno. |
|
|
En primer lugar, separaréis de vuestras
masas una
torta como
ofrenda alzada;
como la ofrenda alzada
de la era, así
separareis ésta. |
|
|
De lo primero de vuestras masas
presentaréis al Eterno
una ofrenda alzada,
durante vuestras
generaciones. |
|
|
Y cuando pecareis por ignorancia y
dejareis de cumplir
cualquiera de estos
mandamientos que ha
dicho el Eterno a
Moisés, |
|
|
o sea, todo lo que os ha ordenado el
Eterno por conducto de
Moisés, desde el día en
que lo ordenó el Eterno,
y de ahí en adelante en
vuestras generaciones, |
|
|
si por causa de los jefes de la
congregación se
cometiere algún yerro y
éste se hiciere por
ignorancia, entonces
toda la congregación
ofrecerá un novillo
joven por holocausto,
para ser aceptado con
agrado por el Eterno,
con su ofrenda vegetal y
su libación. |
|
|
Y el sacerdote hará expiación por toda la
congregación de los
hijos de Israel, y les
será perdonado; porque
fue pecado de
ignorancia, y por su
error habrán traído su
sacrifico, ofrenda de
fuego al Eterno, y su
ofrenda por el pecado
ante el Eterno, a causa |
|
|
Así será perdonado a toda la congregación
de los hijos de Israel,
y al prosélito que
habita entre ellos,
puesto que de todo el
pueblo fue el yerro. |
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|
SEPTIMA ALIÁ |
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|
y el sacerdote hará expiación por la
persona que pecare por
ignorancia, cuando
(realmente) pecare por
ignorancia ante el
Eterno, haciendo así
expiación por ella; y le
será perdonado. |
|
|
Una misma ley tendréis para el nativo
entre los hijos de
Israel y para el
prosélito que habite
entre ellos, para
aquéllos que pecaren por
ignorancia. |
|
|
Y la persona que obrare intencionadamente,
sea nativa o prosélita,
contra el Eterno ha
blasfemado; y la tal
alma será segregada de
entre su pueblo, |
|
|
porque la palabra del Eterno despreció y
violó su mandamiento;
ciertamente será
segregada aquella alma,
y su iniquidad estará
sobre ella. |
|
|
Y estuvieron los hijos de Israel en el
desierto, y hallaron un
hombre que estaba
recogiendo leña en día
de sábado. |
|
|
Y lo presentaron, los que le hallaron
recogiendo leña, ante
Moisés y Aarón y toda la
congregación. |
|
|
Y le pusieron en prisión, porque no estaba
declarado qué habían de
hacer con él. |
|
|
Y dijo el Eterno a Moisés: Tal hombre será
ciertamente muerto;
mátele a pedradas toda
la congregación, fuera
del campamento. |
|
|
Y toda la congregación le sacó fuera del
campamento, y le
apedrearon de modo que
murió; como el
Eterno había ordenado a
Moisés. |
|
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|
ULTIMA ALIÁ |
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|
|
Habla a los hijos de Israel y diles que se
hagan borlas en los
ángulos de sus vestidos,
durante todas sus
generaciones, y pondrán
sobre la borla de cada
ángulo un cordón azul
celeste. |
|
|
Y será para vosotros por tzitzit (borla);
y lo veréis y os
acordaréis de todos los
mandamientos del Eterno,
y los cumpliréis; y no
erraréis yendo tras las
codicias de vuestros
corazones y de vuestros
ojos, en pos de los
cuales vosotros andáis
errando, |
|
|
a fin de que os acordéis y cumpláis todos
mis mandamientos, y
seáis santos para con
vuestro Dios; |
|
|
Yo soy el Eterno, vuestro Dios, que os
saqué la tierra de
Egipto para ser el Dios
vuestro.
Yo soy el Eterno,
vuestro Dios. |
|
|
|
NOTAS EXPLICATORIAS:
Exploraron la Tierra
Dios no ordenó enviar espías a la tierra de Canaán, según parece al
leer el primer versículo, pero
aceptó la petición del pueblo,
según vemos en el Deuteronomio:
'Y dijisteis: enviemos hombres
delante de nosotros para que nos
reconozcan la tierra'
(Deuteronomio 1, 22). Con el
envío de los meraguelim
(espías), los israelitas
mostraron su falta de fe, pues
Dios ya había dicho que se
trataba de una buena tierra, y
que se la daría a ellos. Pero
aun así, el pueblo temía y
desconfiaba. Por otra parte
vemos a Josué enviando también
meraguelim (Josué 2, 1), pero
esto era con la fe previa de que
los israelitas iban a triunfar,
lo que faltó en el primer caso.
Por consiguiente, las palabras
shelaj lejá (envía para ti) del
capítulo 13, 2, significan
'porque vosotros lo quisisteis',
y no se asemeja al caso de la
elección de los setenta
ancianos, donde se ha escrito:
'junta para Mí setenta hombres'
(capítulo 11, 16). Aunque Dios
conocía el resultado negativo de
los meraglim permitió que los
enviasen, pues Dios guía a cada
cual por el camino que desea ir.
El
torrente o Valle de Eshkol
Se llamaba así por causa del torrente que pasaba por el valle
durante la estación de lluvias,
y 'valle' en el verano, cuando
el río estaba seco.
Lloró el pueblo aquella noche
El pueblo, desanimado por el
informe de los meraguelim lloró
aquella noche. El rabino Rabá,
en nombre de Rabí Yojanán, dijo:
'Aquella noche era la noche del
nueve del mes hebreo Av, por lo
que Dios dijo a los hijos de
Israel: Vosotros lloráis esta
noche sin motivo, pero Yo
marcaré esta fecha como noche de
llanto y con motivo, para
vuestras generaciones' (Taanit
29). Siglos después, en este
mismo día de 9 de Av, fueron
destruidos los dos templos de
Jerusalem, y también ocurrieron
otros acontecimientos nefastos
por los cuales aún hoy lloramos.
En este día marcado con sangre,
nuestra gloria fue arrojada al
suelo y nuestro pueblo
dispersado por todos los lugares
del mundo. Con todo, el profeta
Zacarías prometió al pueblo de
Israel que Dios convertiría este
día, así como los otros tres
días de ayuno y tristeza del
año, en gozo y alegría, con la
condición de que amemos la
verdad y la paz. 'Así dijo el
Eterno de las huestes: El ayuno
del cuarto mes (17 Tamuz) y el
ayuno del quinto mes (9 Av) y el
ayuno del séptimo mes (3 Tishrí)
y el ayuno del décimo mes (10
Tevet), se tornarán para la casa
de Judá en gozo y alegría y en
solemnidades festivas; amad pues
la verdad y la paz' (Zacarías 8,
19).
El Eterno es
tardo para la ira
Dios quiso aniquilar al pueblo
ingrato llevado a la rebeldía
por los diez exploradores, pues
tenía culpa por haber creído en
éstos y no en la promesa de
Dios. Pero Moisés intervino ante
el Eterno en favor del pueblo,
haciendo que recordase su
misericordia por medio de los
trece atributos divinos
mencionados en el libro del
Exodo (capítulo 34, 6). Dios
atendió la plegaria de Moisés y
perdonó al pueblo. El Midrash
(Yalcut 744) escribe a este
propósito que cuando Moisés
subió al monte Sinay encontró al
Eterno escribiendo estas
palabras: 'El Eterno es tardo
para la ira'. 'Esto deberá ser
sólo para los buenos y justos',
dijo Moisés. 'No, aun para los
pecadores!', le respondió Dios.
'Pero los pecadores no lo
merecen', replicó Moisés. 'No
hables así', respondió el
Eterno. Llegará un día en que tú
mismo pedirás misericordia aun
para los pecadores'. En efecto,
después de este acontecimiento
Moisés tuvo que hacerlo así en
dos oportunidades: una vez en
favor de los adoradores del
becerro de oro, y otra en este
caso de los exploradores.
Visita la
iniquidad de los padres
Ver en Exodo 34, 7.
Esta congregación perversa
Hace alusión a los diez exploradores, sin contar a Yehoshúa y
Kalev.
Infamaron la Tierra
Los meraglim (exploradores) difamaron a la tierra de Canaán
diciendo que consumía a sus
habitantes (verso 32). Usaron la
táctica de los calumniadores y
mentirosos, que comienzan por
hablar bien y acaban hablando
mal (ver versos 27-28). Según
Maimónides, el pecado de los
meraglim está en la palabra éfes
(pero). Dijeron: 'Es una tierra
que mana leche y miel, pero...'
Como informantes, debían
declarar solamente lo que
vieron. Con este 'pero' querían
indicar que no podrían
conquistar la tierra,
debilitando así el ánimo del
pueblo. 'Vean el castigo de la
maledicencia - nos dice Rabí
Elazar Ben Partá -. Los meraglim
que difamaron a la tierra, que
es cosa inanimada, fueron
merecedores de la muerte. ¡Cuál
no será el castigo para quien
difama a su prójimo! ' (Yalcut
745).
Una torta como
ofrenda
La Torah ordena separar para el sacerdote una parte (jalá) de la
masa que se hace con las cinco
clases de cereales: trigo,
cebada, espelta, avena y
centeno. La cantidad de masa que
hay obligación de separar es,
por cada ómer, el 1/24 si la
masa es para uso de la familia,
y el 1/48 si es para vender,
como en el caso de los
panaderos. El ómer es el volumen
de 43 huevos 1/5, lo que quiere
decir que el cereal, molido y
convertido en harina, tendrá
esta misma capacidad.Esta ley se
aplica solamente cuando los
israelitas habitan en Medinat -
Yisrael, pero sólo se practica
actualmente con el fin de que
este mandamiento no sea
olvidado. Por consiguiente, se
separa la jalá y en lugar de
dársela al sacerdote se la quema
en el mismo horno en que se
cuece el pan.
El
Eterno había ordenado a Moisés
El trozo del Maftir [el
invitado que lee la Haftará] de
esta perashá constituye el
tercer párrafo del Shemá, en la
cual Dios nos ordena llevar el
tzitzit. La palabra tzitzit da
nombre a una borla especial, y
el valor numérico de sus letras
en hebreo (600), añadiendo sus
ocho hilos y cinco nudos, suma
seiscientos trece, que
representa según el Talmud, el
número total de los preceptos
contenidos en la Torah. Mirar el
tzitzit equivale pues a
recordarnos toda la ley de
Moisés, según el versículo que
dice: 'para que os acordéis y
cumpláis todos mis
mandamientos'. La Ley prescribe
además, colocar sobre el tzitzit
un cordón de lana pintado con la
sustancia de un insecto acuático
denominado jilazón, cuyo color
es el mismo que el del mar. La
razón de esto nos la da el
Talmud (Menajot 43): 'pues el
color del tejélet (azul celeste)
se asemeja al del mar (por medio
del cual Dios hizo milagros a
Israel), y el color del mar se
asemeja al de los cielos, donde
se encuentra el trono de Dios
conforme lo dijo el profeta
Isaías: El cielo es mi trono, y
la tierra estrado de mis pies...
' (Isaías 66, 1). Hasta el siglo
18 los judíos ortodoxos
acostumbraban colocar tzitzit en
su vestimenta externa de uso
diario. Actualmente usan el
talet catán o arbá canfot entre
las ropas interiores. Con todo,
nuestro atuendo actual exime del
precepto de usar el tzitzit, (ya
que) de acuerdo con la
prescripción de la Torah, sólo
se usa en prendas que tengan
cuatro extremidades. Pero aun
así usamos el talet catán por
tradición y para recordar y
cumplir los 613 mandamientos de
la Torah, según explicamos
arriba.
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